La movilización magisterial es masiva, pacífica y contundente
Llevan 16 días, primero bajo un inclemente calor y, luego, bajo lluvias y granizadas que no perdonan. La vida en lucha transcurre en el campamento que ocupa toda la plancha del Zócalo capitalino. Durante el día se dispersan en las movilizaciones acordadas en asamblea y se convierten en ríos de paraguas multicolores que se despliegan por las avenidas principales de esta caótica ciudad. Son las maestras y maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), la disidencia magisterial que desde hace 45 años reivindica sus derechos laborales y mejores condiciones educativas.
En esta segunda quincena de mayo, el músculo de la CNTE se ha hecho sentir. Su fuerza se puede medir en proporción a los ataques oficiales y a las campañas de desprestigio en su contra. Pero este movimiento no tiene la piel delgada ni es nuevo en estas lides. Este sábado decidirán su respuesta a la propuesta del gobierno federal a sus demandas que, adelantan sus voceros, no toca lo fundamental: la abrogación de la Ley del Issste de 2007, que transformó el sistema de pensiones para los trabajadores del Estado.
La excusa del pasado gobierno federal para no derogar esta ley neoliberal, impuesta por el priísta Enrique Peña Nieto, es que no contaba con la mayoría en las Cámaras. Ahora la tienen. No hay dinero, dicen ahora, aunque los números demuestren lo contrario. La ley de 2007 hizo más ricos a los ricos y 18 años después los sigue favoreciendo.
La movilización magisterial es masiva, pacífica y contundente. Han cerrado calles y terminales aeroportuarias. Se han apostado frente a televisoras y radiodifusoras que engañan a la gente, también frente a las oficinas del Issste y, ante la cancelación presidencial a una reunión de negociación, bloquearon el acceso a la mañanera en Palacio Nacional.
Sus reivindicaciones laborales y educativas están vinculadas al derecho a una jubilación, a una democracia sindical y a una educación dignas, demandas profundamente antineoliberales, es decir, a contracorriente de un sistema que lo individualiza todo, como las pensiones por medio de las Afore.
La CNTE no está a prueba. La pelota está en la otra cancha.
Finanzas Públicas, bien y de buenas // Inminente desastre… mediático // Domingo 1º de junio: ¡todos a votar!
Los resultados concretos no parecen lanzar señales de alerta sobre el inminente desastre económico mexicano que machaconamente se pregona en otras latitudes, especialmente mediáticas, en las que, un día sí y el siguiente también, debaten y se desgañitan todo tipo de analistas, expertos, gurús y demás buitres de la derecha que apuestan al hundimiento del país.
Cierto es que el horno global no está para bollos, como también que el panadero Donald Trump se esfuerza para empeorar el ambiente. Desde luego, hay que estar a las vivas, porque las locuras de este impresentable personaje pueden afectar, pero de ahí al inminente desastre de México sólo media una gruesa chequera de la derecha que alimenta a sus gallinitas (léase los avezados analistas).
En vía de mientras, la Secretaría de Hacienda presentó el balance de las finanzas públicas en el primer cuatrimestre del presente año, y de él se toma la siguiente numeralia: en enero-abril, los ingresos presupuestarios aumentaron 6.5 por ciento (todos los porcentajes son en términos reales anualizados), con lo que se superó el promedio histórico de la última década (2.7). La recaudación tributaria creció 10.1 por ciento, por arriba (84 mil millones de pesos) de lo previsto, de tal suerte que este resultado registra el mayor crecimiento para un primer cuatrimestre desde 2015.
La recaudación del ISR creció 9.5 por ciento, en un entorno caracterizado por aumentos en empleo, salarios y masa salarial. Por este concepto, el ingreso fue 42 mil millones de pesos superior a lo programado. Por su parte, el IVA reportó un incremento de 13.9 por ciento, la tasa más alta desde 2020. Este desempeño estuvo impulsado, en parte, por un tipo de cambio más elevado, que aumentó el valor en pesos de las importaciones. Este rubro superó lo calendarizado en 50 mil millones de pesos.
El impuesto a las importaciones creció 47.6 por ciento, la mayor tasa desde que se tiene registro, apoyado en una mayor vigilancia aduanera, la fiscalización de plataformas digitales y el efecto del tipo de cambio. En contraste, la recaudación del impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS) disminuyó uno por ciento, por la baja de 0.4 por ciento en el componente de combustibles, como resultado de los estímulos fiscales aplicados para estabilizar los precios al consumidor. A su vez, los ingresos petroleros se redujeron 12.3 por ciento, principalmente por una menor plataforma de producción de crudo.
Los ingresos no tributarios aumentaron 27.8 por ciento, impulsados por mayores ingresos por derechos (12.4) y productos (2.1), así como el registro de 18 mil millones de pesos correspondientes al remanente de operación del Banco de México.
Los ingresos del IMSS avanzaron 1.4 por ciento por un aumento de 2.8 por ciento en las cuotas a la seguridad social; los del Issste disminuyeron 2.2 por ciento y los relativos de la Comisión Federal de Electricidad 5.5 por ciento.
Por lo que toca al gasto, al cierre de abril las erogaciones mostraron un avance de 93.3 por ciento respecto a lo calendarizado. En línea con los compromisos de eficiencia y austeridad, el gasto en funciones gubernamentales disminuyó 14.8 por ciento respecto al periodo enero-abril de 2024.
El costo financiero se ubicó en 33 mil millones de pesos por debajo de lo presupuestado, dadas las operaciones para mejorar el perfil de vencimientos. El pago de intereses aumentó 9.1 por ciento.
El gasto federalizado aumentó 12.4 por ciento en la recaudación federal participable, de tal suerte que las participaciones a entidades y municipios crecieron 6 por ciento en el acumulado a abril.
Los balances fiscales se mantuvieron por debajo de lo previsto: el déficit presupuestario fue de 105 mil millones de pesos, menor al saldo negativo de 312 mil millones de pesos. El balance primario presupuestario registró un superávit de 285 mil millones de pesos, 174 mil millones por encima de lo estimado. Los requerimientos financieros del sector público se ubicaron en 165 mil millones de pesos.
La deuda neta del gobierno federal se situó en 15.49 billones de pesos, 83.1 por ciento de ella contratada en el mercado interno y 79.9 por ciento a tasa fija y largo plazo. El saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público ascendió a 17.53 billones y la deuda neta del sector público federal a 17.8 billones, en línea con una trayectoria fiscal sostenible.
En fin, cuentas claras, chocolate espeso.
Las rebanadas del pastel
Sin pretextos, y en contra de la impúdica cuan antidemocrática campaña mediática, este domingo primero de junio, ¡todos a votar!
Editorial
Las primeras lluvias de este año inundaron varias calles de las colonias Jacalones y Culturas de México del municipio de Chalco, las mismas que entre agosto y noviembre de 2024 permanecieron anegadas de aguas negras debido al colapso del colector Solidaridad. Como entonces, el líquido pluvial se ha mezclado con el que brota de los drenajes, añadiendo la pestilencia y el riesgo de contraer enfermedades infecciosas a los padecimientos de los habitantes, quienes temen perder otra vez todas sus posesiones e incluso ver que sus hogares se vuelven inhabitables.
De acuerdo con el director general de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Efraín Morales López, dicha dependencia trabaja en conjunto con las autoridades a fin de que en una semana se encuentre concluida la obra del nuevo colector, lo que, aseguró, terminará con el problema de fondo. El funcionario también dijo a los pobladores que se realizan otros trabajos, los cuales se llevan a cabo en tiempo récord.
Lo que es evidente para los afectados es que las obras no se han efectuado ni con la velocidad ni con la diligencia suficientes para estar listas antes del inicio del periodo de precipitaciones, lo que ha revivido la indignación que se ha vuelto endémica en las colonias donde las soluciones se han aplazado por décadas. Debe recordarse que estos barrios populares se asientan en la zona más baja de lo que fue el lago de Chalco, uno de los grandes cuerpos de agua que conformaban la cuenca del Valle de México. Como gran parte del oriente mexiquense, los municipios asentados en el área histórica de Chalco se poblaron durante la segunda mitad del siglo XX con millones de personas que huían de la pobreza rural y buscaban en la capital del país las oportunidades educativas y laborales que se les negaban en sus regiones de origen. Asimismo, comparten con sus vecinos la historia de negligencia, abandono y oportunismo de las autoridades, quienes sólo se acordaban de ellos cuando llegaba el tiempo de pedir su voto.
Al mismo tiempo que miles de personas padecen las recurrentes inundaciones, lo poco que queda del suelo agrícola y de conservación es destruido por la voracidad de fraccionadores ilegales que despojan a los campesinos de sus tierras y las convierten en lotificaciones sin ningún tipo de planificación urbana ni ambiental. En la última década, más de 80 por ciento de las tierras agrícolas de la cuenca sur de Chalco han sido arrasadas por estos procedimientos, y los labriegos denuncian que los robos tienen lugar con la complicidad de policías municipales y empleados de la oficina de catastro del ayuntamiento. No se trata de hechos separados: la expansión desordenada de la mancha urbana es una de las causas originales de las anegaciones, mientras cubrir la tierra con cemento y asfalto impide la filtración del agua de lluvia, con lo cual aumenta el riesgo de encharcamientos en zonas bajas.
Ante tal panorama, está claro que las autoridades deben redoblar los esfuerzos a fin de completar las obras hidráulicas necesarias, desplegar acciones de emergencia para atender a los damnificados, poner en marcha programas de apoyo para quienes han perdido sus enseres domésticos y atajar la corrupción que perpetúa la catástrofe recurrente.
Solicita que se erija un museo en el cerro de Peñón Viejo Hoy se cumplen 504 años de la histórica batalla naval del Peñón Viejo en defensa de Tenochti-tlan, en la cual participaron los pueblos del entorno; a decir del español Hernán Cortés, asaltó este lugar como estrategia para luego apoyar a su compatriota Gonzalo de Sandoval, quien atacaba y arrasaba el pueblo de Iztapalapa. Una vez conquistada Tenochtitlan, el rey Carlos V cedió esta zona al mismísimo Hernán Cortés como una vejación a la casa de recreación que tenía el rey Moctezuma en este mismo lugar.Posteriormente, el 7 de agosto de 1847, señala Patricia Cox, en el Peñón Viejo fue abanderado el Batallón de San Patricio, formado por soldados desertores de Estados Unidos que se habían pasado al lado del Ejército mexicano como una forma de protesta por haber invadido nuestro país. A mediados del siglo XX, el cerro Peñón Viejo o Tepepolco fue convertido en una mina de arena.Por todos estos hechos, lo que queda de este cerro, es el símbolo de la resistencia. En consecuencia sugiero, pido y exijo que a la brevedad posible se construya un museo en este lugar.Calixto Rosas Vázquez
Contestan Zoé Robledo y el IMSS a solicitud de ayuda
Con relación a la solicitud publicada ayer en la sección El Correo Ilustrado del periódico La Jornada, respecto al pago de una pensión alimenticia, la representación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en la Ciudad de México Norte informa:
Autoridades institucionales de las áreas de servicios jurídicos y prestaciones económicas del instituto en la demarcación han dado seguimiento puntual al caso para garantizar el cumplimiento del pago de la prestación con base en la resolución judicial correspondiente.A partir de la revisión del caso, se han tomado las medidas necesarias para regularizar la situación mediante un pago extemporáneo programado.Se ha establecido contacto directo con la persona beneficiaria, quien fue informada de los avances y expresó su conformidad con el esquema de pago propuesto.El IMSS refrenda su compromiso con el cumplimiento de las obligaciones legales y con el bienestar de la derechohabiencia.
Unidad de Comunicación Social del IMSS
Pide atención del gobierno de la CDMX al cárcamo de Zapote 2
Clara María Brugada Molina, jefa de Gobierno de la Ciudad de México:
Celebro que su gobierno haya decidido emprender obras sobre la calzada de Tlalpan para evitar inundaciones en la zona. Por ello, me atrevo a plantearle la siguiente situación.En el año 2021 se rehabilitó el cárcamo de Zapote 2; sin embargo, con suma preocupación, los vecinos de las unidades habitacionales Zapote 1, Zapote 2, Zapote 3 y Luis Donaldo Colosio Murrieta (ubicadas en la calle Zapote, entrada por San Fernando, colonia Isidro Fabela, alcaldía Tlalpan) nos hemos percatado de que la potencia de las bombas no es suficiente para desalojar el agua del drenaje y de lluvia.Por ello, le solicito respetuosamente que el Gobierno de la Ciudad de México o la alcaldía de Tlalpan revisen el problema de la potencia de las bombas y se corrija el sistema de drenaje.Quedo en espera de que este problema se resuelva y se nos garantice que no se agravará en el futuro.
Jorge Ángel Morales Santamaría
Décima contra el vaticinio en economía
Contra el vaticinio ingrato
de una economía en la ruina
difundido por rutina
de inversión externa el dato
mata claro, al mal relato
Tenemos muchos problemas
sobre diferentes temas
hubo, hay y habrá después,
pero uno solo a la vez
afrontemos la cadena.
Guadalupe Martínez Galindo
Invitaciones
Conversatorio
Brújula Metropolitana invita al conversatorio-debate El contexto de la elección del Poder Judicial en México. La cita es hoy a las 17 horas en Misantla número 11, colonia Roma Sur (instalaciones de la Central Campesina Cardenista), ubicada a tres calles del Metro Centro Médico. Entrada libre.Informes: 55-5275-6418 y en
brujulametropolitana@yahoo.com Laura Nava y Fabián Zavala. Plantón en el Ángel de la Independencia en pro de Palestina. Continúan el genocidio y el despojo de su tierra contra el heroico pueblo palestino perpetrado por el Estado sionista de Israel. Invitamos a la ciudadanía a que nos acompañe mañana a nuestro plantón en el Ángel de la Independencia, de las 12 a las 14 horas. No dejemos de hablar de Palestina.
Alberto Escalante, Arturo Robledo, Francisco Rosas, Rogelio Rueda, Javier Bautista, Pablo Moctezuma, Ignacio Hernández, Ma. Elena Chávez, Guillermina Torres Columba Jiménez, Josefina Menam y Gilberto García
No se tome mi opinión como la de un experto en la materia. Mas puedo abonar a mi favor, por una parte, haber vivido más de 80 años en este país y, por otra, de haberlo transitado casi todo él: desde Tijuana hasta Chetumal y de la desembocadura del Suchiate hasta Bagdad, en la del río Bravo, en el Golfo de México, al que ahora unos cretinos le quieren cambiar de nombre, no obstante que tiene ya varios siglos que propios y extraños le han llamado así.
Al paso de tanto tiempo me ha tocado leer y escuchar sobre mi país un sinfín de opiniones de las bocas más diversas: podríamos asegurar que de casi todo México corren opiniones encontradas. El casi se debe al Poder Judicial, mismo que lo más que se puede hacer a su favor es mantener la boca cerrada; pero no hay nadie que pueda tacharlo de impoluto.
Defensores los hay, sin duda, por parte de quienes perciben de él magníficas tajadas ilegales y suculentos salarios gracias a los acomodos que hizo hace años el nefasto presidente Zedillo Ponce de León. No hay que tener mucha memoria de los enormes estipendios y prerrogativas que éste estableció por sus pistolas para que la cúpula del Poder Judicial bailara al son que a él mejor le pareciera. El resto quedaba bien satisfecho con su actuación, definida por los comentarios populares como a uñas totalmente libres.
Los comentarios fueron y son siempre los mismos y, lo que resulta peor, es que se antoja completamente normal. Para los mexicanos de hoy así ha sido durante toda su vida, de manera que, a muchos de ellos, el ejercicio de la mordida en el Poder Judicial, desde la simple policía de tránsito hasta incluso delitos del orden común y desfalcos de alto nivel, lo tienen normalizado.
Lo que se pretende es una limpieza general mediante una renovación de pies a cabeza y dejar al juicio de la sociedad el acceso a percibir decentes salarios en el Poder Judicial y que sea el juicio de la ciudadanía el que juzgue el paso de los servidores públicos.
Es cierto que, ya desde ahora, hay postulantes con antecedentes de pillerías… Uno se pregunta: ¿de dónde se puede sacar pulcritud en un territorio con tales antecedentes? No cabe duda de que, salvo excepciones de las que muchos podemos hablar, lo habitual es que casi todo aquel que tenga que ver con la impartición de la justicia ya esté hecho al modo o al ánimo de una corrupción que se ve como lo más natural del mundo.
Aunque mi optimismo no sea mayor, me parece que el esfuerzo vale la pena y si pronto se puede lograr aunque sea una sensible reducción del manejo clandestino de dinero podremos ver un porvenir más alentador en este sentido.
El hecho de que resulte imposible lograr un aseo cabal de la noche a la mañana, no debería hacernos pensar que el intento de esa empresa en verdad revolucionaria no vale la pena. En la sociedad, las luchas nunca tienen resultados categóricos y absolutos, pero vale insistir en que sería muy prometedor si los mexicanos respaldáramos en términos generales este intento y, no por discrepar en otros aires con el gobierno, no se solidarice la mayoría de la gente con el objetivo para un beneficio común.
En realidad, la resistencia de algunos es también un reflejo del alto grado de complicidad con la corrupción que padece la sociedad mexicana. Es mucho peor dejar las cosas como están.
Mientras usted lee este texto, los ciudadanos se alistan para formarse en filas para votar mañana domingo por juzgadores en todo el país. Hemos hablado de división de poderes, de sentido de la justicia, de corrupción y nepotismo. Pero nadie habló del asco.
Como desaprobación basada en la repulsión, el asco es el que ha generado buena parte de las prohibiciones, leyes y jurisprudencia a lo largo de la historia: hay sociedades que han castigado desde el bestialismo y la profanación de tumbas, pero hay otras que han legislado la separación de razas o convalidado el asesinato de homosexuales, lesbianas y transgéneros. El asco dentro de la ley es una forma en que una sociedad trata de alejarse de lo que cree que puede contaminarla, al mismo tiempo que reconoce que lo inmundo puede hacerle daño. Lo que nos repele como sociedades y lo que queremos emular está en el nervio mismo de nuestras leyes y en nuestra percepción de lo que es justo e injusto.
La extensa jornada de reforma democrática de nuestro Poder Judicial se puede leer en esos términos. Cómo lo que da asco a la sociedad es la corrupción descarada, el nepotismo y la prepotencia de sus juzgadores, y cómo a éstos se les ve el asco en sus resoluciones contra los pobres, las mujeres, los otros géneros, las comunidades, los trabajadores. No es sólo que se les vea la desfachatez de ser sobornados, sino un desprecio profundo por todos nosotros, los que estamos fuera del Poder Judicial.
Casi al azar pongo un ejemplo: los ladrones de combustible de los ductos de Pemex que fueron liberados por jueces en Jalisco, Hidalgo y la Ciudad de México. A uno lo detiene la Guardia Nacional con una pala y el juez dice que ese no es un instrumento para extraer gasolina robada. Cuando los soldados presentan un niple, que sirve justo para conectar dos tuberías, el juez dice que dónde están las pinzas para instalarlo. Es liberado.
En otro caso, el detenido con una toma dentro de su casa en la colonia Anáhuac de la capital es liberado porque la policía dice que vive en el número 100 de un predio y no en el 100 bis, como dice el acusado, aunque sea el mismo terreno. En Hidalgo, una jueza libera a un huachicolero que tenía 20 carpetas de investigación porque las tomas clandestinas fueron localizadas con perros y ese no es el método para detectarlas. Aquí se trata de dinero, de sobornos, de servidores públicos desvergonzados y a la venta. Ya ni las razones de su sentencia ameritan persuadirnos de un sentido –el que sea– de justicia.
Como sociedad, esas disposiciones al mejor postor nos hacen daño, pero también nos provocan repulsión. Pero del lado de los jueces hay evidencias del asco que nos tienen. No todo lo que está podrido en el sistema judicial mexicano es resultado del dinero y el poder. También hay una mentalidad que nos tiene asco a los que no tenemos ni el dinero ni el poder para incidir.
Al azar escojo a dos mujeres asesinadas en Nuevo León y en la capital, Debanhi y Ariadna, y vueltas a asesinar por los medios de comunicación. En ambos casos hay intento de los juzgadores de decir que la víctima tenía problemas con el alcohol y merecía morir. Hace unos días, una colega me relató otro caso igual de extremo: se acusa falsamente a dos chavos de la calle de haber cometido un homicidio. Cuando se le prueba al juez que no podían haberlo hecho porque estaban bastante drogados a muchos metros de distancia, la sentencia establece que se les acusa de homicidio, de todas formas, por no haberlo evitado. Ahí no hay dinero de por medio: es simple repulsión por los chavos sin casa y por las mujeres de fiesta. Contra eso votamos hoy. Uno de los peores resortes de la sociedad mexicana puede estarse diluyendo; quiero pensarlo con mi lado esperanzado: aquel prejuicio que establecía que la propia víctima tiene la culpa de su destino. En estos días, Aguilar Camín logró otro repudio a los de costumbre al decir que los dos servidores públicos del gobierno de la Ciudad de México ejecutados en la vía pública en días pasados eran muchachos que estaban ofreciéndose.
De las emociones que nos han traído hasta aquí está la indignación, pero también el asco. En todo sistema de justicia hay también otras emociones. Hago una lista rápida: deseos de venganza, amargura, miedo, resentimiento, cobardía, perdón, desprecio, remordimiento, empatía, odio, despecho, perversidad, mala fe, vergüenza, fervor moral. Pero si las emociones dan contornos a lo que creemos redimible con el castigo judicial, también es cierto que las leyes dan un contenido cognitivo a nuestras emociones. De ambos lados, mi lectura es la misma: hay un enfrentamiento entre el asco social hacia la injusticia e impunidad del aparato de justicia, y el asco y desprecio de los jueces hacia los plebeyos, los comunes, todos nosotros. En el choque entre ambos, salimos ganando y mañana los vamos a sacar para elegir a otros.
Los politólogos nos han repetido durante siglos que la obediencia a la autoridad estriba en un miedo a ser castigado. Pero hoy me queda claro que la obediencia también contiene ciertos rasgos de un vínculo emocional positivo. Sin respeto, conciencia o compromiso, un ejercicio democrático como el de mañana no sería posible. A base de puro miedo no hubiéramos pasado por el plan a, el b, y el c: una reforma electoral que a duras penas pasó como ley secundaria en el segundo intento y que fue revocada por la Suprema Corte. Lograr la mayoría calificada en el Congreso se afina en la reforma constitucional, cuyos primeros efectos populares son ir a votar. Se va diluyendo también la falacia de que los jueces son emocionalmente neutrales y que sus juicios son ajenos al sistema de valores de la sociedad a la que pertenecen. No, lo que queremos ahora es que asuman sus emociones y que sean electos quienes no le tienen repulsión a los pobres; juzgadores que vean casi exclusivamente por los vulnerables y los desprotegidos, no que prometan justicia igual para pobres y ricos, en un país que ya tiene suficientes inequidades económicas y políticas. Queremos jueces parciales hacia los indefensos, no neutrales.
Hay días en que los astros se alinean y el azar, o algún algoritmo rebelde, ofrece en la pantalla dos noticias que se apoyan para explicar, juntas, algún detalle del mundo que nos ha tocado habitar. El capricho puede cruzar, con apenas un clic de distancia, un estudio sobre el origen de la riqueza de los millonarios británicos y otro sobre el aumento del voto a la extrema derecha entre los hombres jóvenes. Y la neurona, entonces, se enciende.
La organización Equality Trust ha publicado recientemente un estudio sobre los cambios operados en la clase de los milmillonarios durante los últimos 35 años. Es una joya, porque ofrece el retrato de una época y ayuda a desterrar algunos de los mitos fundacionales del capitalismo. Primera píldora: en 1990 había 15 multimillonarios, mientras que en 2025 son 165. En la misma medida, la riqueza que acumulan estos pocos privilegiados ha pasado de 89 mil millones de dólares a 834 mil millones. Si unos pocos tienen cada vez más, los muchos tienen cada vez menos.
Segunda píldora: hace 35 años, el comercio era la principal actividad a la que se dedicaban los milmillonarios. Hoy en día, sus actividades predilectas son la propiedad inmobiliaria y las finanzas. Es decir, la vivienda y el crédito. Los ricos ya no hacen cosas ni mueven mercancías de aquí para allá, no crean trabajo, les es más lucrativo dedicarse al rentismo y la especulación. Junto a estas dos actividades destacan las herencias, origen de cada vez más grandes fortunas, lo que nos permite lanzar una carcajada cada vez que escuchemos hablar de meritocracia.
Tercera y cerramos: las conclusiones del estudio ofrecen la radiografía cruda de una acumulación por desposesión. La vivienda y el crédito son, al día de hoy, las formas más lucrativas de extraer rentas de la clase trabajadora, cuyo empobrecimiento y precarización se da, con matices y en mayor o menor medida, en todos los países europeos, no sólo en el Reino Unido.
Del informe de Equality Trust saltamos a un amplio estudio que seis académicos de cuatro universidades europeas han realizado acerca de la creciente brecha joven de género en el voto. En él tratan de indagar en las implicaciones de un hecho ya indiscutible: si bien los hombres siempre han estado más predispuestos que las mujeres a votar por la extrema derecha, esta brecha se ha disparado entre los jóvenes de hoy en día.
El estudio deja tres apuntes encadenados. Primero: no es una fiebre juvenil, tiene características de fenómeno generacional. Segundo: hay suficiente evidencia para afirmar que la formación de preferencias políticas durante los primeros años como votante tiene un impacto duradero en las actitudes y la conducta de voto a lo largo de la vida. Esto significa que si la dinámica sigue y las próximas generaciones de hombres siguen acercándose a la extrema derecha sin que los ahora jóvenes se alejen conforme maduren, la extrema derecha puede crecer dramáticamente en el futuro, según expresión de los autores.
Tercero: más allá de la consecuencia electoral inmediata, la perpetuación de semejante brecha entre las preferencias de hombres y mujeres, nunca tan acentuada, plantea problemas sociales de un calado tan profundo como la grieta que separa las opciones políticas de ambos grupos. Es la siempre manoseada y nunca alcanzada cohesión social la que se resquebraja.
Los autores no entran en las causas de este embrujo juvenil masculino por la extrema derecha, pero no es difícil intuir que lo que nos dice el informe de Equality Trust tiene algo que ver. No lo explica todo, porque no hay fenómenos complejos provocados por una sola causa, pero no poder acceder a un crédito para comprar una vivienda, no poder emanciparte porque los alquileres se han convertido en un casino lleno de buitres, saber que te va a costar encontrar un trabajo estable... en definitiva, intuir que vas a vivir peor que tus padres no ayuda a estrechar compromisos con el sistema que está permitiendo que, mientras tanto, un grupo de privilegiados acumule más y más dinero sin aportar nada a la sociedad. Es un sistema gripado.
Hay más razones, por supuesto. Para entender porqué el fenómeno es muchísimo más acusado entre los hombres, es necesario hablar de los avances feministas de los años recientes en el terreno cultural, pero también en el material. Ellos estudian menos y acceden a peores puestos. Ellos van a vivir peor que sus padres. Ellas, quizá, mejor que sus madres.
Sin embargo, hay diferencia sustancial entre las causas. Hay algunas que como remedio sólo tienen el ajo y el agua, es decir, la resignación y la aceptación. La pérdida parcial de privilegios por parte de los hombres significa una ganancia colectiva si lo que se quiere es una sociedad más igualitaria. Hay otras causas, por contra, que ofrecen un espléndido margen de actuación. Poner coto a la desigualdad y repartir la riqueza es, al día de hoy, la forma más efectiva de luchar contra el poder de seducción de la extrema derecha entre los hombres jóvenes.
Emilio Gentile (1946), historiador conservador italiano y uno de los principales expertos en fascismo −ningún parentesco con Giovanni (1875-1944), el filósofo cortesano y cerebro de Mussolini−, podría ser un buen ejemplo de una observación, repetida a menudo en el marxismo heterodoxo que data al menos desde Walter Benjamin, de que los conservadores a veces ven más y son mucho más perspicaces en señalar las fallas y las contradicciones de las democracias liberales −los filósofos o sociólogos como Carl Schmitt, Gaetano Mosca o Max Weber vienen a la mente− que sus homólogos liberales, que tienden a ser mucho más ciegos y complacientes respecto a ella; una observación que bien podría ser extendida también a los estudios sobre el fascismo y los debates actuales sobre el tema.
El enfoque de Gentile que trata al fascismo como una religión política (
n9.cl/a3r6r), secular y cívica, basada en una sacralización del régimen que permitía definir al Estado fascista como totalitario −interpretación en los antípodas de otros, y según él, mal informados históricamente, enfoques como el de Hannah Arendt− aporta precisiones terminológicas y conceptuales importantes para pensar en el fascismo, incluso si, desde la izquierda, uno podría encontrar como más útiles los enfoques por ejemplo de (para quedarse en la misma Italia) Antonio Gramsci.
Inspirándose en las ideas de Renzo de Felice −de quien, contrario a lo que piensan muchos, no fue el alumno (
n9.cl/sely9)− y en las de George L. Mosse y centrándose en las cuestiones culturales, Gentile ve al fascismo −dentro de sus aspectos religioso-seculares− como una ideología de acción con su aversión a la teoría, fijación en la virilidad y en los fundamentos míticos antihedonistas, apelaciones a la emoción y simbolismos únicos, todo lo cual fortalecía un sentido de pertenencia a una causa mayor y sentimientos de lealtad al movimiento que veneraba a la nación entendida como una comunidad orgánica y étnicamente homogénea y organizada jerárquicamente en un Estado corporativo con vocación de potencia, belicismo y expansión territorial-imperial.
Es justo este históricamente específico enfoque, que ante el auge de la extrema derecha en el mundo desde Europa y Estados Unidos hasta India y los debates actuales sobre el retorno del fascismo, lleva a Gentile a afirmar que de ningún modo estamos ante esto, ni en Europa ni en ninguna otra parte del mundo, sino que, por el contrario, lo que observamos es la inflación del término mismo, que nos impide comprender lo que realmente sucede y oculta los verdaderos peligros que enfrentan las democracias, acechados no desde afuera por los fascistas, sino corrompidas desde adentro por los demócratas sin el ideal democrático (E. Gentile, Quién es fascista, 2019: 120).
Si bien, por ejemplo, el ascenso de Giorgia Meloni en Italia hace unos años −que coincidió con el centenario de la Marcha sobre Roma que oficializó la fusión del fascismo con el Estado burgués italiano (
n9.cl/18gbxz)−, y las analogías que esto suscitó, podían haber parecido preocupantes, pero los contextos eran sumamente diferentes: mientras la marcha ocurría en medio de la radicalización y la polarización de la posguerra, la ebullición de la sociedad civil, la expansión de la política de masas y de la, ya descendiente, ola revolucionaria, la victoria de Meloni y su FdI (partido con linaje posmussolinista), así como las victorias de los demás partidos y movimientos de extrema derecha últimamente, se daban en un clima de desmovilización política y apatía, y sólo gracias a la implosión de las fuerzas tecnocráticas centro-liberales que históricamente bloqueaban su ascenso.
Si bien, como aseguraba Gentile, hay que tratar de entender estas analogías, pero las analogías por sí mismas sólo producen falsificaciones de la historia ( sic), y el apego a ellas desemboca en lo que le gusta denominar como ahistoriología, es decir, la historia hecha como la astrología, que en lugar de estudiar científicamente los hechos se limita a interpretarlos según los deseos de uno, sus esperanzas y sus temores ( Quién es…: 7).
Remarcando, con razón, que el uso del fascismo hoy en día se ha vuelto tan simplista que se aplica a todos −desde Trump hasta Putin o la China comunista ( sic)−, para Gentile este tipo de uso no sólo priva al fascismo de su especificidad histórica −totalitarismo, imperialismo y la guerra total como un fin, componentes que hoy brillan por su ausencia−, sino que nos impide entender los fenómenos políticos del presente: el racismo o la demagogia que lleva a muchos a tratar de comprender la extrema derecha contemporánea mediante las comparaciones con el fascismo, lo precedieron y son parte también de otras tradiciones políticas.
Según Gentile, uno de los mejores antiejemplos del manejo del fascismo como categoría política y su uso ahistórico −o sea, desde la ahistoriología− es el (cuasi)concepto de fascismo eterno ( ur-fascismo), introducido por Umberto Eco, el gran semiólogo, filósofo y escritor italiano a mitades de los 90 (
n9.cl/ocylu), y que en los últimos años ha sido referenciado incontables veces por los que apelaban a los beneficios analíticos y/o retóricos de usar este término hoy. Pero para Gentile, no obstante, se trataba de un disparate de un gran intelectual, ya que atribuir la eternidad a un fenómeno histórico implica una grave distorsión del conocimiento histórico ( Quién es…: 6). Y de una noción ahistórica y desatinada, ya que en la historia nada es eterno: Y si el fascismo lo fuese, esto quisiera decir que ha ganado y seguirá haciéndolo. Si fuera eterno, el fascismo sería Dios (
n9.cl/oi1uva).
Se han ido acumulando un conjunto de situaciones inquietantes para México desde la llegada de Donald Trump a su segundo periodo presidencial. Son hechos que, en conjunto, apuntarían a que Estados Unidos utiliza el fentanilo, la migración y los aranceles como punta de lanza para continuar creando un ambiente tenso y de incertidumbre que genere la idea de una necesaria intervención en el país, lo cual es alentado con fanfarrias por la derecha y ultraderecha mexicanas, lamentablemente, en apoyo al vecino país.
Estados Unidos da un trato infame a los migrantes mexicanos, sean documentados o indocumentados. Muchos de ellos llevan años allá y tienen hijos nacidos ahí, y por tanto son estadunidenses. Pero ahora se pretende aprobar una ley que quite la nacionalidad por nacimiento. Increíble. La estrategia de Estados Unidos ha sido mantenerlos en el limbo jurídico para, cuando les convenga, romperles la vida, deportándolos con discursos racistas y xenófobos. Para colmo de la ilegalidad, se pretende aplicar un impuesto de 3.5 por ciento a las remesas, lo que quiere decir, que se les aplicará una doble tributación, porque éstas son parte del salario del trabajador, al cual ya se le han descontado impuestos locales, federales y para la educación. El impuesto debe ser cero.
En relación con el fentanilo, México juega su parte; sin embargo, las acciones en contra de Estados Unidos, a pesar de que hay narcos gringos, como ha documentado el periodista Jesús Esquivel, son prácticamente nulas. O sea que la lucha es muy desigual entre un país y otro, pero la presión no cesa. Estados Unidos envía drones y buques destructores en aguas cercanas a los litorales mexicanos; también asalta los medios de comunicación con anuncios deleznables hacia los migrantes. Aparecen listas negras de supuestos funcionarios del gobierno que están en la mira de la justicia de ese país, sin ninguna prueba.
El remate ha sido la llegada del embajador Ronald Johnson, un ex militar boina verde, ex funcionario de la CIA y ex embajador en El Salvador en la presidencia de Nayib Bukele, pero cuyas credenciales prácticamente no son cargos diplomáticos, sino, más bien, de seguridad. Sus primeras apariciones mostraron quiénes son sus cercanos, como se difundió cuando estuvo en un restaurante de la Ciudad de México departiendo con un personaje de ultraderecha, Eduardo Verástegui, al que llamó mi hermano, cuya pretensión es ser enarbolado líder de los libertarios en México.
En este ambiente cargado de tensiones, se produjo el terrible asesinato de la secretaria particular y del asesor de la jefa de gobierno Clara Brugada –Ximena Guzmán y José Muñoz–, que nos ha helado el corazón, un ataque artero y, por lo visto, premeditado. Dos jóvenes profesionistas extraordinarios y queridos que realizaban su importante trabajo de forma altamente eficiente. Por supuesto, no llama la atención el comentario inmediato de Marco Rubio, secretario de Estado señalando que la violencia política en México es real. Viene a la mente el ofrecimiento de Trump de enviar apoyo militar contra los narcos, ofrecimiento que la Presidenta rechazó, pero que dio lugar al cáustico comentario de ese personaje “la Presidenta no acepta porque les tiene miedo a los narcos”.
¿Qué pretende Donald Trump generando presiones constantes contra México? Someter al país y a la presidenta Claudia Sheinbaum, cuyo proyecto nacional va avanzando hacia consolidar un nuevo régimen enmarcado en lo que ha señalado con contundencia: México es un país soberano, independiente y no se subordina, conceptos que son un freno para los afanes injerencistas colonialistas del vecino del norte, pero que le suenan lo suficientemente revolucionarios para seguir presionando porque, entre otras cosas, en el país hay enormes recursos naturales estratégicos.
Por eso urge que México diversifique y fortalezca sus alianzas priorizando la agenda latinoamericana con la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac) y los llamados BRICS. Es importante también que fije su atención en el sudeste asiático, cuyo dinamismo económico es contundente y particularmente con China, bajo los nuevos conceptos del multilateralismo y la cooperación basada en la soberanía.
Padre e hijo caminan al lado del plantón magisterial en el Zócalo de la CDMX. El joven pregunta por las razones de la movilización y el padre responde: ellos luchan, pero todos ganamos. Mira, ahí dice Issste. La ley contra la que pelean también me afecta a mí. La sucinta explicación muestra mucho más profundidad que la enorme cantidad de tinta que comunicadores afines al obradorismo, magnates empresariales y al prian han dedicado a hablar sobre las movilizaciones de la CNTE los últimos días, al mantener un abordaje en el cual todo proceso político en nuestro país es permanentemente reductible a la relación gobernantes-gobernados, o al gobierno y la oposición. Para esa perspectiva, la política únicamente existe en la competencia partidista-electoral, el control de las instituciones y el ejercicio del poder en el aparato de Estado.
De forma preocupante, este abordaje reduccionista ha echado plenamente raíces también en Morena, lo cual puede ser visto prácticamente con cualquier intervención pública de sus dirigentes, comunicadores afines o incluso en el sentido común de la militancia. Esto representa, de antemano, una renuncia abierta a un elemento fundamental del análisis político de todo proyecto de izquierdas: el materialismo. Es decir, el análisis de las condiciones concretas en las cuales se desarrolla el proceso político, de los intereses objetivos de quienes intervienen en dicho proceso y, particularmente, de la dinámica de clases presente en determinadas coyunturas.
Debido a esta renuncia a una epistemología de izquierdas, no sorprende la coincidencia entre comentaristas pro 4T y aquellos a sueldo del gran capital sobre el contenido de sus mensajes. A unos y a otros les resulta conveniente no abordar la dimensión de clase en el debate pensionario: al capital, porque así aleja la discusión del problema esencial de quién se queda con la riqueza producida socialmente, y al obradorismo porque le permite circunscribir los problemas nacionales a la falsa dicotomía entre 4T-oposición partidista, con lo cual obtiene mayor capacidad de gestión del debate público.
En el contexto actual de lucha magisterial para cambiar el sistema pensionario, los poderes económico y político se han unido nuevamente en una campaña contra la CNTE. Así, han buscado evitar a toda costa que la clase trabajadora afectada por la ley del Issste de 2007 (trabajadoras y trabajadores al servicio del Estado) sea interpelada por la movilización magisterial. Para ello han echado mano tanto de una campaña mediática de desprestigio, como de la operación de estructuras corporativas de control sindical. Aunado a esto, persiste una instrumentalización del hecho de que más de la mitad de la clase trabajadora en el país está en la informalidad (otra herencia del neoliberalismo), y por ende, cualquier lucha por mejoras en las condiciones laborales y de pensión puede ser percibida como búsqueda de privilegios.
En este panorama es fundamental aclarar que de lo que trata la coyuntura política actual es, en estricto sentido, de lucha de clases. No hablamos de una movilización de trabajadoras y trabajadores contra un partido, sino contra un modelo. Un modelo neoliberal que durante décadas ha afectado a las grandes mayorías y que, aunque fue decretado abolido el 17 de marzo de 2019 por el ex presidente López Obrador, aún goza de buena salud.
El magisterio nacional encabeza así una lucha por la recuperación de la riqueza producida por el trabajo, expropiada por el capital con apoyo de gobiernos neoliberales y de la fuerza del aparato estatal. Como le decía el padre a su hijo, es una lucha que no compete únicamente a las trabajadoras y trabajadores de la educación, sino sus implicaciones son extensivas a otros sectores del trabajo.
Es verdad que el contexto actual (nacional y global) no es sencillo para el gobierno mexicano. Hay espacios de resistencia al cambio en distintos terrenos estratégicos del Estado cuando el obradorismo opta por avanzar en algunas propuestas que benefician al interés popular. Es cierto también que el neoliberalismo no es cualquier cosa. Superarlo implica cambios profundos a nivel de reglamentación, organización política y correlación de fuerzas. Por ende, cambiar radicalmente el esquema pensionario en México tampoco es una tarea sencilla. El capital financiero ocupa un espacio fundamental en la formación del empresariado a nivel nacional y global, y goza de facultades reales de presión a los gobiernos cuando alguna política atenta contra sus intereses.
Sin embargo, fue en dichas condiciones cuando tanto el ex presidente López Obrador como la entonces candidata Claudia Sheinbaum, se comprometieron públicamente a construir un régimen pensionario favorable a los trabajadores, y si se posicionaron de esa forma estando en funciones o cuando buscaban el apoyo popular, fue porque sabían que tal cambio era posible, fortaleciendo al sector público y no el interés privado.
El camino necesario es el del diálogo franco. Y con ello, la búsqueda de soluciones que fortalezcan al sector público, considerando la experiencia internacional y las propuestas generadas por el propio magisterio. Ello requiere reconocer públicamente que lo que está en juego no es el vulgar vaivén electoral en el cual la 4T ha querido encerrar toda discusión pública y que tanto daño hace a la democracia, sino el futuro de millones de trabajadoras y trabajadores que han dedicado su vida a servir a México.
*Politólogo
Hay muchas razones para no usar
ChatGPT, además de que está basado en la piratería, el plagio y causa
un gasto brutal e innecesario de agua, energía y emisiones de dióxido de
carbono. Ahora podemos agregar también la colaboración con el gobierno
de Israel para acelerar el genocidio palestino en curso.
Un cuidadoso reportaje de investigación de Michael Biesecker, Sam
Mednick y Garance Burke de la agencia The Associated Press, mostró que
las empresas Microsoft y OpenAI, fabricante de ChatGPT, han apoyado con
tecnología las guerras de Israel en los últimos años (AP, 18/2/25 https://tinyurl.com/5344u6dj).
Esas y otras gigantes tecnológicas estadunidenses han permitido a
Israel, partir del aumento del uso de inteligencia artificial y
servicios informáticos, ampliar significativamente y con mucha más
velocidad el rastreo y eliminación ( sic) de muchos presuntos
sospechosos en Gaza y el Líbano. Uno de los problemas con el uso de
estos sistemas informáticos que es no son de ninguna manera exactos y
producen información errónea (de hecho ni siquiera son inteligentes
),
por lo que su uso es posiblemente responsable de miles de muertes
civiles. Elementos del ejército de Israel reconocieron que el uso de
algoritmos para identificar objetivos
humanos y materiales redujo
mucho el tiempo de supuesta identificación y aumentó exponencialmente
el número de ataques realizados.
El uso de la inteligencia artificial de Microsoft y OpenAI por parte
del ejército israelí se disparó desde marzo 2024 a casi 200 veces más
que antes de la semana previa al ataque de Hamas del 7 de octubre,
descubrió AP al revisar la información interna de la empresa. La
cantidad de datos que el ejército de Israel almacenó en servidores de
Microsoft se duplicó entre ese momento y julio de 2024 a más de 13.6
petabytes, aproximadamente 350 veces la memoria digital necesaria para
almacenar todos los libros de la Biblioteca del Congreso de Estados
Unidos. El uso de los enormes bancos de servidores informáticos de
Microsoft por parte de los militares también aumentó casi dos tercios
sólo en los dos primeros meses de la guerra.
Microsoft le vende al ejército de Israel los servicios de su nube
informática Azure y colabora con OpenAI para que las Fuerzas de Defensa
de Israel puede usar ChatGPT, para interpretar los datos almacenados.
Esta es la primera confirmación que tenemos de que se están
utilizando modelos comerciales de inteligencia artificial directamente
en conflictos bélicos
, declaró a AP Heidy Khlaaf, científica de
inteligencia artificial del Instituto AI Now y ex ingeniera jefe de
seguridad de OpenAI, fabricante de ChatGPT. Son enormes las
implicaciones sobre el papel de esta tecnología en habilitar este tipo
de guerras ilegales y faltas de ética en el futuro
.
OpenAI cambió discretamente el año pasado la política de uso
de ChatGPT para permitir su uso militar (con fines de defensa y
seguridad nacional). Lo mismo hizo Google en 2025.
Microsoft reconoció en una nota el 15 de mayo 2025 que vendió
servicios avanzados de inteligencia artificial (IA) y computación en la
nube al ejército israelí para la guerra en la Franja de Gaza. Al mismo
tiempo afirmó que hasta la fecha no ha encontrado evidencia de que su
plataforma Azure y sus tecnologías de IA se hayan utilizado para atacar
o dañar a personas en Gaza
(https://tinyurl.com/ye2b3dux).
Con medio millón de personas en hambruna, cientos de miles heridas,
la mayoría mujeres y niños, decenas de miles de civiles asesinados en
Gaza debido al ataque genocida de Israel, el comentario de Microsoft
sonaría gracioso si no fuera profundamente trágico. ¿Qué sistema de inteligencia
habrán usado para buscar esas evidencias?
Google y Amazon también proporcionan servicios de computación en la
nube e inteligencia artificial al ejército israelí en el marco del Proyecto Nimbus
,
un contrato de mil 200 millones de dólares firmado en 2021, cuando
Israel probó por primera vez sus sistemas internos de detección de
objetivos basados en IA. Actualmente la usa para rastreos,
reconocimiento facial, interceptar comunicaciones y mucho más.
Un artículo de la revista +972 reveló en 2024 cómo Israel
usó contra Gaza los programas de IA Gospel y Lavender, para identificar
objetivos a destruir, tanto personas como edificios, locales y viviendas
(ver Los titanes tecnológicos del genocidio palestino, https://tinyurl.com/y5ukmved).
Según AP, Google sigue proveyendo activamente sus sistemas de IA a
Israel. AP también consiguió evidencia de que el ejército de Israel usa
centros de datos y granjas de servidores de Cisco y Dell. Red Hat,
filial independiente de IBM, también vende tecnologías de computación en
nube al ejército israelí, así como Palantir Technologies, socio de
Microsoft en contratos de defensa estadunidenses, con quien mantiene una
alianza estratégica
que proporciona sistemas de inteligencia artificial para apoyar los esfuerzos bélicos de Israel
( https://tinyurl.com/5344u6dj).
Ha habido protestas de trabajadores de Microsoft y Google por esta colaboración bélica, quienes han sufrido censura y despidos (https://tinyurl.com/3vffp4wx).
La colaboración de las gigantes tecnológicas en el genocidio de
Palestina por Israel las coloca como cómplices en crímenes de guerra. Su
involucramiento en cualquier guerra agrega más estratos de
preocupación.
Antonio Lucio Vivaldi Calicchio (1678-1741) nació en el sestiere Castello y fue bautizado en la parroquia de San Giovanni in Bragora, Venecia. Desde su nacimiento sufrió stretezza di petto (para nosotros, asma). Se temió por su vida, y fue bautizado in extremis. Sin embargo, vivió 63 años. Cursó todos los grados de la carrera sacerdotal: ostiario, lector, exorcista, acólito, subdiácono, diácono, sacerdote. Formó en el veneciano Ospedale della Pietà una orquesta de señoritas que alcanzó fama por toda Europa. Por aprecio a su música, el emperador Carlos VI lo nombró caballero del imperio austrohúngaro. El rey Luis XV le encargó la música para su boda. Murió solo, pobre y olvidado en Viena. Tuvo un entierro de pobre (sin música) que costó 19.45 florines.
Si traigo a cuento estos vivaldismos aleatorios es porque hace unos días se presentó en la sala Nezahualcóyotl el ejemplar ensamble de música antigua Europa Galante, comandado desde el violín solista por Fabio Biondi, uno de los más destacados exponentes actuales en el arte del bien tocar a la manera barroca, con un programa articulado alrededor de Vivaldi y su música. ¿Que si tocaron Las cuatro estaciones? ¡Por supuesto que sí! Y fue un placer escuchar atentamente esta versión de Biondi y sus cómplices. ¿Que si esta música califica como caballito de batalla? ¡Oh, sí! Pero es un caballito de batalla que uno no se cansa de escuchar, una y otra vez. Gracias a los parámetros más modernos de la interpretación de esta música antigua (la aparente contradicción es sólo un espejismo sonoro), hoy es imposible escuchar dos versiones de estas vivaldianas estaciones que se parezcan entre sí. Con su particular enfoque sobre esta música, Biondi y Europa Galante desataron todo el arsenal de recursos de ejecución instrumental que los intérpretes tienen hoy a su disposición para delinear el discurso sonoro, recursos particularmente útiles cuando de una obra narrativa se trata. Y aprovechando el margen de improvisación que ofrece esta música (impensable hasta hace relativamente poco tiempo) el violinista y sus huestes cambiaron alegremente los colores instrumentales; ornamentaron con inteligencia, sin caer en los excesos bufonescos que practican algunos de nuestros músicos; se dieron el lujo de jugar aquí y allá con el tempo, las pausas, los ataques, los trinos, los glissandi, el balance instrumental, todo ello con la meta final (muy bien lograda) de hacer honor al contenido poético de los sonetos de Vivaldi asociados con estos cuatro conciertos, y expertamente traducidos por el pelirrojo y narigón violinista veneciano a sonidos abstractos pero llenos de fantasía; es decir, lo que el mismo Vivaldi llamaba invenzione. Biondi y compañía se tomaron otras bienvenidas libertades, como dar protagonismo aquí y allá al clavecín, o como usar atrevidas notas de paso disonantes para enfatizar algunos momentos meteorológicos particularmente tormentosos de la narración. En suma, todos los méritos propios de los ensambles que se dedican a hacer esta música en interpretaciones históricamente informadas y, claro, con una calidad de ejecución impecable.
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