En estos días, precisamente después de la más
reciente matanza, la del domingo 19, principalmente en Nochixtlán,
Oaxaca, con ocho muertos que al día siguiente subieron a nueve, y muchos
heridos, prisioneros y
desaparecidos, todos por parte de la policía armada, estatal y Federal, hubo una serie de reacciones.
El secretario de Educación mantuvo su posición ultra agresiva. Hubo
muchas declaraciones y movilizaciones contra la represión. La nueva
embajadora de Estados Unidos dio una conferencia el lunes, y entre lo
que dijo fue que
la administración actual de Barack Obama ha dejado claro que los estadunidenses deben rechazar cualquier postura que conduzca al odio y a la discriminación.
También el lunes, y publicado el martes, el relator de la
Organización de Naciones Unidas en un informe dijo que en México
persisten las ejecuciones extrajudiciales y el uso excesivo de la fuerza
por agentes de seguridad.
El hecho fue que hubo un cambio en el gobierno, aunque el secretario
de Educación insistía en su posición. En diferentes momentos renunciaron
dos miembros de la adminstración de Oaxaca. El secretario de
Gobernación aceptó y con otros funcionarios sostuvo una reunión con
representantes de la CNTE.
Al mismo tiempo, la Comisión Permanente del Congreso de la Unión
acordó recibir en audiencia a maestros de la CNTE. En paralelo se iban
liberando prisioneros de Nochixtlán.
Hay un importante movimiento de trabajadores de la salud que no había
sido muy conocido, pero ahora que apoyan de cerca a los maestros y
llevan a cabo actos conjuntos se han dado más a conocer.
Ahora, miles de ellos se manifestaron en 19 estados en defensa de sus
empleos y derechos laborales, así como en contra de la privatización
del sector. En varios casos, las marchas se combinaron con paros
escalonados. Médicos, enfermeros y enfermeras, así como empleados
administrativos han llegado ya a ese nivel de organización nacional.
Se llevó a cabo la reunión del CNTE con la Secretaría de Gobernación, y sólo se informó que continuarían el lunes.
Las movilizaciones en Oaxaca tienen algunos rasgos adicionales. A
menudo son conjuntos de maestros, médicos y otros, pero ya en algunas
localidades, como Pochula y otras que se consideran cercanas al
gobernador electo, Murat –aunque toma posesión en diciembre–, las
manifestaciones han sido presididas por el presidente municipal.
Las unidades Xochimilco y Azcapotzalco de la Universidad Autónoma Metropolitana hicieron paro en solidaridad con la CNTE.
Creo que sería imposible abarcar todos los actos solidarios, pero estos son algunos ejemplos.
Los primeros resultados son muy limitados hasta el momento, pero
significativos en un gobierno tan reaccionario, asustaron a la
organización patronal. Se trata del Consejo Coordinador Empresarial
(CCE). Abrevio con su resumen, título, subtítulo y dos párrafos con
letras mayores que abarcan lo principal de la información de El Financiero del jueves 23:
– La IP exige a las autoridades que hagan cumplir la ley en Oaxaca.
– Las movilizaciones del magisterio han provocado pérdidas por 2 mil 700 millones de pesos.
– Los disturbios están liderados por grupos guerrilleros, acusan los empresarios.
– Inaceptable, que se acuda a métodos violentos para generar presión, condenan.
¿Métodos violentos? ¿Quiénes fueron los violentos, si no los policías
armados que causaron nueve muertos y muchos heridos? Ya saben, en este
país de las mentiras, entre los mentirosos no sólo están los
funcionarios y muchos otros, sino también los líderes patronales.
El viernes 24, entre los actos agregados están dos desplegados. Uno,
de la Federación Sindical Mundial, fechado en Atenas, Grecia, el 21 de
junio, intitulado Federación Sindical Mundial condena enérgicamente la
represión criminal del gobierno de Peña Nieto contra profesores de la
CNTE de México. El otro, del Colegio Académico de la Universidad
Autónoma Metropolitana.
La derrota del PRI en las elecciones de 12 gobernadores, de los que
perdió siete –además del daño que sufrió su imagen en los planos
nacional e internacional por la matanza del domingo 19 de junio y sus
consecuencias– han forzado cambios.
En resumen, hubo un cambio, de la represión y los balazos, a la
negociación. El miércoles, hasta el secretario de Educación tuvo que
cambiar y moderar su lenguaje –hecho publicado el jueves–, pero no está
claro si va a haber solución, y cómo. La lucha continúa de otras formas.
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