8/17/2024

Determinan conexión entre alcoholismo y violencia contra mujeres

 

El 97% de la población mexicana, en esta encuesta dijo estar preocupada por la violencia contra las mujeres atribuible al consumo del alcohol, lo que evidencia cómo la ciudadanía reconoce a esta sustancia como uno de los vehículos para detonar la violencia, aunque no el único. No se exime de responsabilidad al agresor, pero sí se infiere que el uso de esta sustancia, aunado a un patrón de comportamiento misógino puede derivar en la generación de círculos violentos; reconociendo así, que el alcohol es catalizador, más nunca escudo para sustentar la violencia feminicida, sexual e infantil.

«El consumo del alcohol no sólo está vinculado a los actos de violencia, sino también, a su intensificación, la evidencia sugiere que el consumo del alcohol aumenta la incidencia y la gravedad de la violencia doméstica», señaló el vocero de Rasa, Sabines Arturo. 

El dato general que se arrojó es que el 40% de las personas adultas en México consumen alcohol de forma excesiva y el 13.9% son juventudes. Sin embargo, al preguntar sobre el sesgo de género en estos números, el representante de RASA respondió a Cimacnoticias que el número se convierte en paritario durante la juventud, es decir, son las mujeres adolescentes quienes consumen con mayor cantidad de alcohol representando la mitad de los casos registrados.

El fenómeno de la adicción al alcohol en México se ha convertido en un problema sistémico que resulta incontenible para el Estado que, sólo ha realizado escuetos esfuerzos para contrarrestar este proceso que afecta a la población de nuestro país.

La última Encuesta Nacional de Adicciones realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía data desde el 2002, evidencia un importante vacío institucional en esta materia. De esto deviene, que la presentación de la Encuesta Nacional RESET Sobre Alcohol representa un parteaguas en México donde, además, se evidencia la relación del alcohol con la violencia de género. 

Presentada a través de organizaciones civiles como la Red de Acción sobre Alcohol (RASA) y Salud Justa, representada por la maestra Yahaira Ochoa, este informe subraya que este es un problema de salud pública que está permeando en el desarrollo social y económico de nuestro país que, además, aqueja la calidad de vida de personas en situación de vulnerabilidad, especialmente, mujeres. 

En este sentido, Cimacnoticias conversó con Yahaira Ochoa donde la especialista refirió una serie de problemas estructurales que enfrentan las mujeres con adicciones, atajando que resulta insostenible que continúen asistiendo a espacios como Alcohólicos Anónimos (AA), donde se presenta el acoso, evitando así, que puedan continuar sus programas contra la adicción.

No obstante, refirió que es un avance que se comience a hablar de perspectiva de género, evidenciando que las experiencias de hombres y mujeres poseen una fuerte división sexual.

Fuente: Cimac Foto

Durante la presentación del informe, fue Yahaira Ochoa quien hizo especial hincapié en lo urgente que resulta contar con políticas públicas nacionales que posean una perspectiva de género y es que, se debe señalar, México no cuenta con una política nacional que atienda este problema multiestructural que sigue obstaculizando el derecho a una vida libre de violencia.

Paralelamente, el representante del poder del consumidor se unió a este llamado, señalando que, considerando la agenda de las mujeres que Claudia Sheinbaum Pardo se ha comprometido a llevar, no puede dejar de lado el tema de las adicciones al alcohol, un fenómeno violento que atenta con mayor recrudecimiento contra las infancias y mujeres.  

Fuente: Pexels

Industrias alcoholeras

Uno de los ejes más importantes en esta discusión fue la responsabilidad de las industrias que se han encargado de normalizar el consumo del alcohol y de, según sus palabras, obstaculizar que el Estado desarrolle políticas de alto impacto para aminorar el consumo de esta sustancia.

Es a través de los espectaculares, la música, los medios de comunicación, la accesibilidad abaratada, los puntos de distribución tan cercanos –como tiendas de abarrotes-. que se ha producido una normalización sobre cómo consumir el alcohol es correcto, especialmente, si de diversión se trata. 

Sin embargo, según refirió Yahaira Sánchez, la industria ha hecho todo lo posible para deslindarse de sus responsabilidades, culpabilizando siempre a las personas por no saber beber con medida e incluso, participando en campañas de prevención donde se lavan la cara, afirmó.

La especialista explicó que esta industria sabe bien que las mujeres son quienes beben en menor medida -en comparación de sus congéneres- y por ello, se ha iniciado un trabajo masivo haciendo uso de los medios masivos de comunicación.

«Cuando se busca a una mujer empoderada en Google, lo primero que te sale es una mujer bebiendo alcohol», compartió Yahaira Ochoa en conferencia y continuó: 

«Hacen estrategias para invitar a las mujeres a que consuman y entonces, esta idea de mujer libre y fuerte, es vendida por la industria alcoholera. Cuando (la industria) ve que hay mayor inclusión al mercado laboral, que tienen mayor poder adquisitivo, saben que más mujeres consumen por este mismo estereotipo de libertad; la industria hace estos estudios para llegar a ellas».

Un ciclo de violencia

Se debe señalar es que existe un ciclo de violencia relacionado a la adicción del alcohol, algo que ya ha documentado la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH, 2016); el 15% de las mujeres han dejado a sus parejas – esposos debido a que él tenía problemas relacionadas al alcohol.

Asimismo, el 20% de las mujeres casadas o unidas que sufrieron violencia de pareja indicó que este problema empezó o empeoró cuando él comenzó a beber alcohol con mayor regularidad. La ENDIREH, concluye en uno de sus apartados lo siguiente:

En México, el bajo nivel socioeconómico, la baja escolaridad y el consumo de alcohol por parte de la pareja son factores relacionados con la violencia contra las mujeres

Siguiendo la pista de este ciclo violento, se encuentra que el estudio Prevalencia y determinantes de violencia de pareja masculina en contra de mujeres mexicanas, escrito por Leonor Rivera, quien ha documentado que, en nuestro país, existe un riesgo 3.5 veces mayor de violencia severa contra la mujer cuando el hombre es bebedor y es seis veces más probable que experimente agresión física durante la relación. 

A nivel global, el 48% de los homicidios se cometen estando bajo los efectos del alcohol, según recoge el Global status report on alcohol and health and treatment.  

Fuente: Cimac Foto

Durante la conferencia de prensa, Cimacnoticias preguntó a Yahaira Ochoa si existen factores diferenciales en el inicio de estas adicciones, es decir, cuáles son los motivos por los que las mujeres comienzan a consumir alcohol.

En respuesta, la especialista refirió que, mayormente, las mujeres inician a beber por problemas emocionales como la depresión y a causa de habitar en contextos de violencia.

«El alcohol termina siendo para las mujeres en situación de violencia y maltrato, un mecanismo de salida para poder, digamos, liberarse, cuando no debería ser así. Sí son diferentes los factores» 

En contraparte, la maestra de la FES Iztacala y el doctor en psicología de la UNAM, María Alejandra Salguero y Marco Antonio Toquero, han documentado en Los significados de ser hombre asociados al consumo de sustancias psicoactivas, la relación intrínseca que tienen los valores patriarcales y de virilidad con el consumo del alcohol: » Los varones usuarios de sustancias psicoactivas, construyen los significados de ser hombre interactuando con los discursos dominantes acerca de lo que significa ser varón», refiere la investigación.

La última pieza en este ciclo de violencia cae sobre las infancias, quienes viven los estragos de las adicciones de sus padres- madres o personas cuidadoras. Por un lado, se habla de violencia doméstica -abuso verbal, físico y psicológico- pero también, económico. 

Fuente: Cimac Foto

Esto último lo advierte la Red de Acción Sobre Alcohol (RASA), refiriendo que las personas cuidadoras reducen tiempo y dinero al cuidado de la infancia, vulnerándolas aún más para acceder a una crianza respetuosa, amorosa y sin penurias. Al existir esta normalización del alcohol, entonces, las infancias en su paso por la adolescencia comienzan con el consumo temprano. 

«El consumo a edades muy tempranas refleja hogares con hábitos poco favorables de la armonía familiar», refiere la RASA. 

Constituyéndose así, una cadena social donde la violencia es el imperativo y el alcohol, el detonante. Con esto, se evidencia lo urgente de producir una política pública interseccional, por el interés supremo de la infancia y del acceso a una vida libre de violencia. 

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