8/24/2025

Columnas y opinión del periódico La Jornada domingo 24 de agosto 2025

Si sólo se evalúan las fachadas de la cumbre histórica de Alaska, sin sus subsecuentes movimientos en el tablero de ajedrez mundial, se pudiera enaltecer la “restauración impensable” de la relación de Estados Unidos y Rusia con cooperación en el Ártico y Bering.

Sin embargo, existen ominosas jugadas tras bambalinas de ambas partes. Que conste que he sido, sin ser ingenuo, optimista empedernido porque una guerra nuclear significaría el fin de todas las especies vivientes de la biosfera –con excepción de las cucarachas, lo cual desmentiría la teoría de la evolución de las especies de Darwin–.

En medio de los comentarios casi apocalípticos de Scott Ritter, cotizado ex marine y consultor nuclear de EU, manifesté la existencia de “4 ventanas de oportunidad para la Perezagruzka (reactivación) de las relaciones de EU y Rusia (http://bit.ly/4lJIpcz; http://bit.ly/45SHfWd; http://bit.ly/3HP20Kl y http://bit.ly/4fRqpeP). Se empiezan a filtrar en forma gradual los acuerdos publicables de Alaska, cuando los otros “secretos” se irán deduciendo conforme a la conducta de las dos máximas superpotencias nucleares del planeta.

Putin acaba de asentar que “Rusia discute cooperación con EU sobre el Ártico (¡mega-sic!) y Alaska” cuando “la zona ártica cuenta con grandes reservas de recursos minerales y Rusia posee tecnologías únicas que atraen a socios extranjeros (http://bit.ly/45xop8g)”. El enfoque de Putin es más plural e incluye a EU y, obviamente, a China, que se autodefine como un país “casi (sic) del Ártico (http://bit.ly/4m1yfUZ)”. “Estamos discutiendo con nuestros socios europeos, asiáticos y, también, con los estadunidenses (sic), la posibilidad de colaborar en este ámbito, no sólo en nuestra (sic) zona ártica, sino también en Alaska”.

El portal letonio rusófobo Meduza ((http://bit.ly/41WJ7vM) enuncia el simbolismo geopolítico de la visita de Vladimir Putin a Sarov, después del ominoso comentario críptico de Trump en Truth Social: “Es muy difícil, sino imposible, ganar una guerra sin atacar a los invasores del país. Es lo que sucede con Ucrania y Rusia (http://bit.ly/4lGFfGw)”. Un día después, Putin abordó sutilmente en Sarov, Día de la Bandera en Rusia, el ominoso mensaje críptico de Trump (Advertencia Nuclear de Rusia: Putin visita Sarov después de que Trump insinuara un ataque a Rusia (http://bit.ly/3JsgmRz)”.

La réplica de Putin provino de la cuna de las armas nucleares rusas: en la ciudad cerrada de Sarov (http://bit.ly/3JvNBTU) ¡Mayor mensaje impactante no se pudo haber dado! Vale la pena transcribir parte de su respuesta al críptico posteo de Trump: “Estoy seguro que las cualidades del liderazgo de Trump ayudarían a restaurar las relaciones de sus recientes más bajos niveles con EU desde el final de la Segunda Guerra Mundial”, pero con el advenimiento de Trump “existe una luz al final del túnel”.

Prosigue Putin: “Recientemente tuvimos una muy buena reunión sustantiva y franca en Alaska, los contactos persisten al nivel de nuestros ministerios, agencias (¡mega-sic!) y empresas. Cuento mucho en los primeros pasos tomados como solamente un inicio hacia la restauración plena de nuestras relaciones. Esto no depende de nosotros, depende principalmente de nuestros asociados occidentales en el más amplio sentido de la palabra ya que EU está también vinculado a algunas obligaciones (sic) a través de sus múltiples asociaciones incluyendo el bloque noratlántico. Por consecuente, los siguientes pasos dependen del liderazgo de EU; sin embargo, confío en que las cualidades de liderazgo del presidente Trump son buenas garantías de que las relaciones se recuperarán”.

El portal APT (http://bit.ly/4fSNqOz) expone que la herencia nuclear de Rusia sigue siendo “central a su postura estratégica” y cualquier mal cálculo puede tener graves consecuencias. Desde la Segunda Guerra Mundial, Moscú ha caído en todas las trampas que le ha tendido la anglósfera. Esta vez, Putin no está dispuesto a sucumbir de nuevo, como sus antecesores megacándidos Gorbachov y Yeltsin.Hay luz al final del túnel, pero todavía el túnel es largo por recorrer.

http://alfredojalife.comhttps://substack.com/@jaliferahme

¡Cuidado, carteristas!, aconseja Diego Galdino a unos turistas en Londres. Este brasileño de 32 años ha ganado popularidad en redes sociales con sus videos en los que aparece persiguiendo a ladrones, en una ciudad donde se dispararon los robos de teléfonos.

Este repartidor de comida a domicilio comenzó grabando a los ladrones mientras cometían sus hurtos, antes de empezar a interpelarlos directamente. Publicados en Instagram y TikTok bajo el nombre pickpocketlondon, que en una traducción literal significaría carterista-Londres, los videos han tenido un éxito fulgurante. Uno de ellos, en el que se ve a un delincuente escupiendo al propio Galdino, acumula más de 12 millones de visualizaciones.

Estos robos al tirón, principalmente de billeteras y teléfonos, no son exclusivos de la capital londinense. Pero los hurtos de smartphones se han disparado en los últimos meses y, según la policía de la capital, se sustrae un teléfono cada seis minutos. En un año, la policía contabilizó unos 32 mil de estos hurtos en el barrio de Westminster, donde hay museos, el Big Ben y el Palacio de Buckingham. Ante esta plaga, la ciudad ha pintado una línea morada a lo largo de las aceras de varias calles muy concurridas con la advertencia: “¡Cuidado con el robo de teléfonos!”.

Diego Galdino se ha convertido en víctima de su propio éxito. “Mi vida ha cambiado mucho”, confiesa a la Afp, diciendo que ahora lo reconocen en la calle. Con la experiencia, este brasileño, criado en una familia de policías, se ha dado cuenta de que los carteristas están muy organizados. A menudo son parejas y se visten como turistas para mezclarse mejor con la multitud, explica.

Con una cámara fijada en su cuerpo, Galdino grita “¡cuidado, carteristas!”, en cuanto detecta a un ladrón a punto de actuar. Estas intervenciones a veces lo convierten en objeto de agresiones. Londinenses y turistas parecen apreciar su labor. “¡Sigue haciendo lo que haces!”, lo anima Tom, de 37 años, un transeúnte que lo reconoce en plena calle, cuando la Afp lo acompañaba en una de sus rondas. Pero esta actividad no es del agrado de todos.

“Estoy segura de que este joven tiene buenas intenciones, pero no es un método eficaz para combatir la criminalidad”, afirma la criminóloga Jennifer Fleetwood, que señala que se trata de una práctica destinada sólo a “generar seguidores” en redes sociales. “No va a estar haciendo esto 10 años, ¿no?”, afirma, escéptica.

El alcalde de Londres, el laborista Sadiq Khan, anunció que se ha reforzado la presencia policial en el centro de la ciudad para frenar esta práctica delictiva. La policía, contactada por Afp, indicó que seguirá concentrando sus rondas de patrulla “en las zonas sensibles”, apoyándose “en los avances ya logrados”. Aunque no quiso hablar sobre la labor de Galdino, la institución destacó una reducción del 15.6 por ciento en los robos al tirón durante las seis semanas posteriores al inicio de la campaña del brasileño el 6 de abril.

Afp

Londres

“A los toros se va a gozar sufriendo”, experimentó y dejó dicho García Lorca. Claro que el poeta se refería al enrazado toro de la preguerra civil española, cuya fiereza, si no se sabía dominar, podía matar al torero o éste salir gravemente herido. En 1934, por decir, el mundo era otro, igual de idiota pero más cabal en su ceguera. Así, mientras Hitler y Mussolini se encontraban en Venecia y no precisamente para platicar de la basílica de San Marcos, en otro rincón del globo emigrantes italianos componían música decepcionada y lúcida.

Tangos como Cambalache, tan premonitorio como exitoso, compuesto en ese 1934 por Enrique Santos Discépolo ya hablaban de una sociedad urbana en creciente descomposición, precisamente porque los “valores” con que las élites pretendían sostenerla eran demasiado frágiles, por no decir artificiales, lo que no impidió que el genio de Gardel lo difundiera por doquier. Que el mundo fue y será una porquería, ya lo sé… Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor… Todo es igual, nada es mejor, lo mismo un burro que un gran profesor... ¡Qué falta de respeto, qué atropello a la razón! ¡Cualquiera es un señor, cualquiera es un ladrón!.. Pero en estos 90 años la inepcia ha refinado sus taras.

Si la sensiblería demagoga –¿o son sinónimos?– ha prohibido la sangre en algunas plazas de toros, no así en los rastros ni en las calles, quesque para proteger a las reses de lidia de toda forma de sufrimiento, como si fueran personas afligidas por una existencia consciente, mejor comparto la emoción de haber presenciado por CanalSur, de Andalucía, la VII Corrida Magallánica celebrada el domingo pasado en la plaza de Sanlúcar de Barrameda, provincia de Cádiz, en honor del navegante portugués Fernando de Magallanes quien, junto con el español Sebastián Elcano, fueron los primeros en circunnavegar la Tierra luego de tres años de azaroso recorrido. Coso del Pino (6 mil localidades) de Sanlúcar de Barrameda (unos 70 mil habitantes) con una señora corrida de Miura, con edad e inusual trapío, para El Fandi, Pepe Moral y Esaú Fernández.

Matadores y cuadrillas salieron vestidos con indumentaria marinera del siglo XVI –el traje no hace al torero–, con una actitud insólita en esta época en que vivimos revolcados en un merengue, y con una vergüenza inspirada en la hazaña de David de Miranda, otro marginado, y su sobrecogedora actuación en la reciente feria de Málaga ante un exigente lote de Victoriano del Río –no sólo un arrimón, sino más importante: ¡un dramático arrimón con verdad!– para desde el fondo de su alma gritar: ¡me juego la vida en serio e impongo mi voluntad sobre toros que buscan herirme! Por eso la patológica ceguera del sistema taurino mantiene a David de Miranda marginado. Ello explica y a la vez resume todo: la tauromaquia la degradan los taurinos, no los antis ni autoridades negligentes, que en vez de vigilar, prohíben.

Una bien decorada y repleta plaza “de tercera” se volvió de primera por la seriedad de unos toros que podían haberse lidiado en cualquier coso de primera, y una categoría en la que el maestro Paco Ojeda que, siendo quien ha sido en la tauromaquia, solicitó permiso a la autoridad para salir al ruedo a recibir el brindis. Algún toro con recorrido y hasta cierta claridad y los demás en general con sentido, orientándose rápidamente. Los alternantes hicieron lucir a los toros poniéndolos más allá de los medios para el segundo puyazo, y hubo alguno que de tercio a tercio. La afición agradeciendo y valorando la suerte de varas. El Fandi, Pepe Moral y Esaú, sobrados de vergüenza y facultades, mostraron su poder y valor sin que ninguno pretextara lo “poco propicio” del encierro para el lucimiento convencional, sino con la emoción que suele faltarles a plazas de primera. Otro nivel, seudotaurinos y prohibicionistas.

EDITORIAL
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo anunció que propondrá una serie de reformas para reforzar el combate a las empresas que emiten facturas por operaciones inexistentes o simuladas para engañar a las autoridades fiscales con el fin de eludir el pago de impuestos. Asimismo, reiteró que por el momento no contempla la posibilidad de crear nuevos gravámenes ni subir los existentes, pues el cierre de espacios de evasión basta para aumentar los ingresos tributarios.

Las declaraciones de la mandataria son respaldadas por datos: en los primeros siete meses de este año, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) logró un incremento de 7.2 por ciento en la recaudación con respecto al mismo periodo de 2024. Su antecesor, el ex presidente Andrés Manuel López Obrador, consiguió mediante auditorías que los grandes contribuyentes (aquellos cuyos ingresos anuales rebasan los mil 500 millones de pesos) pasaran de tributar 500 mil millones de pesos entre 2013 y 2018 a 1.3 billones entre 2019 y el primer semestre de 2024, un salto de 110 por ciento, y en conjunto llevó a un aumento de 3.2 billones en la recaudación, gracias a lo cual se desplegó el mayor gasto en bienestar social en la historia de México.

En cuanto a la descartada reforma fiscal, debe considerarse que factores como el envejecimiento demográfico desaconsejan postergar el debate en torno a un rediseño que sustituya el actual modelo tributario neoliberal por uno progresivo, en el cual paguen más quienes más tienen y se garantice la sostenibilidad de los programas sociales que son pilar del combate a la pobreza y la exclusión. Sin embargo, como señaló la mandataria, de nada sirve crear o aumentar impuestos cuando los gobernantes facilitan la evasión por parte de los dueños de grandes capitales: Ernesto Zedillo (1995), Felipe Calderón (2010) y Peña Nieto (2014) aplicaron incrementos al IVA, y los dos últimos lo hicieron también al impuesto sobre la renta, sin que ello se reflejara en mejoras recaudatorias como las experimentadas desde el sexenio pasado. Lo que es peor, los políticos del prianismo aumentaron la captación tributaria a expensas de las mayorías, pues el IVA es un impuesto claramente regresivo, es decir, que afecta de manera desproporcionada a las personas de menores ingresos.

Aunque en la actualidad el Ejecutivo y el Legislativo trabajan para incrementar la recaudación sin subir impuestos, México todavía padece el sabotaje del Poder Judicial. Esta semana, la Suprema Corte de Justicia de la Nación publicó en el Diario Oficial de la Federación una sentencia de noviembre de 2022 en la cual invalida la inclusión de delitos fiscales en el régimen de delincuencia organizada y prohíbe dictar prisión preventiva oficiosa a las personas acusadas de este ilícito.

El aberrante fallo cercena facultades a las autoridades para actuar contra los evasores y regala a éstos la oportunidad de sustraerse a la acción de la justicia. Dado que la judicialización de los delitos fiscales se dirige de manera casi exclusiva a los grandes contribuyentes, es inocultable que, con su voto favorable, los ministros Ana Margarita Ríos Farjat, Juan Luis González Alcántara Carrancá y Norma Lucía Piña Hernández protegen a una oligarquía rapaz al mismo tiempo que atentan contra decenas de millones de mexicanos al privar al Estado de los haberes tan urgentes en rubros como salud, educación, vivienda, seguridad pública y pensiones.

No puede pasarse por alto que el ponente de este ataque a la nación es Luis María Aguilar Morales, el mismo ministro que atrajo de forma indebida el expediente de una empresa que adeuda más de 25 mil millones de pesos al fisco. Además de violar la jurisprudencia al tomar en sus manos un asunto que debían resolver tribunales colegiados, Aguilar mantuvo el expediente paralizado, con lo que permitió a la compañía privada burlar sus obligaciones y privó al pueblo de México de recursos esenciales. Tanto el ex ministro presidente (2015-2018) como los mencionados arriba pertenecen al bloque conservador que dejará el máximo tribunal dentro de una semana, y cabe esperar que sus remplazantes dejen en el pasado las sentencias obsequiosas con magnates y grandes corporaciones.

Celebra el Día Internacional de los Parques Nacionales

Cuidar nuestro planeta, velar por él y el futuro de las generaciones venideras es una tarea que tenemos todos. Por ello, no hay que olvidar que hoy se conmemora el Día Internacional de los Parques Nacionales, los cuales son importantes para la conservación de la biodiversidad y los ecosistemas únicos en su tipo.

El primer parque nacional en el mundo es el de Yellowstone, Estados Unidos, que fue establecido como tal en 1872. Mientras, en México, Venustiano Carranza decretó, en 1917, que el Desierto de los Leones, ubicado al suroeste de la Ciudad de México, fuera convertido en nuestro primer parque nacional.

Si bien, todavía hay muchos retos que afrontar, según datos de la Semarnat, actualmente el país cuenta con 67 zonas tipo y junto con 232 áreas naturales protegidas, las políticas de reforestación y cuidado al medio ambiente, contribuyen a que sigamos siendo la quinta nación megadiversa del mundo.

Javier Rivera R.

Conmemora natalicio de Jorge Luis Borges

La obra de Jorge Luis Borges será algún día del pueblo argentino. Fue heredada por tribunales a cinco cercanos, pero por fortuna, mientras el lapso legal prescribe, seguirá siendo leído por el mundo.

Nacido un día como hoy de 1899, le permitió con 4 meses y unos días, presumir ser un hombre de dos siglos. En el análisis de su postura ideológica todo conduce a que fue un escéptico y al cubrir varios senderos doctrinales, entre ellos el liberalismo y el individualismo, estaba por ello en contra de las dictaduras y del nacionalismos. Y para no errar, se quedó en el escepticismo.

Esa postura la asumía él en las ultimas décadas de su vida, con una manera accesible hacia los demás –lo vimos aquí–, con una verdad que afloraba en sus palabras y con el gesto de quien al estar casi ciego, le permitía mirar escéptico, pero con humanidad, a los demás.

Tere Gil

Solicita aplicar la ley a Lilly Téllez

Si el partido político Morena considera que las declaraciones que la senadora plurinominal Lilly Téllez ha hecho “son una muestra clara de traición a la patria”, el paso inevitable, legal, consecuente es su desafuero, su juicio político y el proceso judicial correspondiente.

Los mexicanos no debemos tolerar que con ese desparpajo alguien llame a la intervención extranjera contra Mexico sin que haya consecuencia alguna. Pedimos a Morena, que representa mayoritariamente a los mexicanos, conjuntamente con PT y PV, ante el Congreso de nuestro país simplemente dé cumplimiento a las leyes.

José Lavanderos

Pide apoyar todas las expresiones contra el genocidio en Palestina

Palestina sufre un genocidio perpetrado por el régimen sionista de Israel; son 77 años de invasión territorial, ya en sí misma grave, ilegal e injusta, pero lo peor es la ideología fascista que sustenta esta invasión al asumir que la población palestina no tiene derecho de existir.

En los últimos dos años hemos sido testigos de cómo los sionistas cometen los peores crímenes contra la dignidad humana, pues se asume como pueblo “elegido” y con el derecho a matar diabólicamente a la población vulnerable y agonizante del enclave. Vemos a niños ser masacrados por drones militares sólo por buscar agua o algún alimento.

Los líderes sionistas pronuncian con desfachatez que pueden asesinar desde la infancia a todo aquel que se resista a su invasión.

¡No es una guerra, es un genocidio!, rechazamos estas acciones supremacistas apoyadas por Estados Unidos.

Apoyemos el Antimonumento por Palestina que se encuentra en el Hemiciclo a Juárez.

Los esperamos hoy en el plantón dominical por Palestina a las 12 horas.

Rogelio Rueda Segura

Ciclovía en Tlalpan obstruirá la vialidad

Leí en la sección de Capital de La Jornada que instalarán una ciclovía en la calzada de Tlalpan, eso le quitará un carril a los automóviles, de por sí la vialidad está saturada, ahora con esto será tortuoso circular por ahí.

Parece que se trata de sabotear la vialidad.

Javier Aspuru Lloréns

Se Buscan lectores

En esta oportunidad leeremos: Libre. El deafío de crecer en el fin de la historia, de Lea Ypi. (Traducción de Cecilla Ceriani). Los convocamos a conocer a esta autora de Albania que comparte sus vivencias en la etapa final de la URSS.

Acompáñanos a leer, escribir y compartir lo leído, de la 1ª parte hasta la página 91.

Esperamos sus comentarios.

Jueves 4 de septiembre de 2025 a las 19 horas (horario de la Ciudad de México).

ID de reunión: 305 518 6688
Código de acceso: galatea24

Anfitrión: Maestro David Batista. Convocan: UACM, Programa Galatea y Lectores en activo.

Arte para un mejor planeta

Mucha gente lucha, trabaja, colabora desde distintas trincheras, con el propósito de evitar el deterioro del planeta, y dejar un mundo mejor a las siguientes generaciones. En ese camino, la Corporación Cultural “Poetas al viento” celebrará su Novena Reunión Internacional, realizando conferencias y eventos poéticos musicales, en Medellín, Colombia. CaryRul somos un matrimonio mexicano con 49 años de casados, y tenemos el honor de haber sido invitados a participar, presentando nuestras canciones, del 24 al 31 de agosto.

Les compartimos un vínculo para quienes deseen escuchar nuestras propuestas musicales:

https://biolink.info/caryrul

Raúl Martínez Santiago

Apenas ayer, recordarán varios, la centralidad del cambio estructural estaba articulada por la promesa de una economía abierta y de mercado que llevaría, se aseguraba, a una nueva y promisoria (re)configuración mundial, a un mercado global unificado y a una democracia liberal centrada en la defensa y promoción de los derechos humanos. Era, sin mayores detalles ni recuentos históricos, el fin de la guerra fría y el triunfo del capitalismo democrático tal y como lo entendían los triunfadores.

Como todo discurso con ínfulas transformadoras de historias y mentalidades, el neoliberal presumía tener las recetas para superar tanto el dilema económico secular entre eficiencia y equidad como la subsistencia y la reproducción de las sociedades, para lo que recomendaba liberar comercio, finanzas e inversiones, así como disciplinar los gastos públicos, dejando a los Estados fuera de cualquier intervención significativa en la economía.

Ahora, el mundo se ve obligado a aceptar que aquella idea de que la sociedad global, de manera lineal y automática, tendería hacia la convergencia en torno a un conjunto de valores universales y hacia la interdependencia económica, financiera, tecnológica, sin considerar los procesos políticos, económicos, sociales y culturales, en particular la redistribución de ingresos y riquezas, resultó ser, en el mejor de los casos, una ilusoria hipótesis de trabajo. El “nuevo orden” del que presumió el viejo presidente Bush derivó en un desorden mayúsculo.

Visto en perspectiva, la ilusión del mercado global como eje de la modernidad capitalista ha sido un mal sueño: en vez de concretarse en una estrategia capaz de organizar el presente para ganar el futuro, la euforia globalista se desentendió de una de las grandes cuestiones de los debates políticos y conceptuales: el vínculo entre la justicia social y la democracia, y dio prelación a los ajustes y calibraciones de la política monetaria y la mecánica electoral sin otorgar a la dimensión social, condensada en desigualdad y pobreza de masas, el trato privilegiado y de urgencia que debe tener en la mirada y programación de la política y de la economía. Omisión que ahora empieza a ser asumida y reconocida desde los más diversos miradores.

El mundo, y nosotros en y con él, necesitamos (re)encontrar un propósito común, ideas renovadas y nuevos equilibrios. Recuperar, por así decirlo, el espíritu de los primeros años de la segunda posguerra, cuando la economía mundial se puso al servicio de objetivos económicos y sociales de reconstrucción nacional e internacional y no al revés. Volver a colocar en el centro de las agendas de los Estados y las naciones los temas de una renovada y compleja idea del desarrollo, con la igualdad y la superación de la pobreza como ejes rectores.

Desde esta perspectiva resulta urgente e indispensable reconstruir institucionalmente la economía y recuperar el papel del Estado en el diseño, el impulso y las políticas capaces de articular demografía y economía, medio ambiente y capacidades productivas, así como el fortalecimiento del marco democrático. “Lo urgente es reparar el puente entre el crecimiento económico y la prosperidad compartida. Sólo así las democracias liberales podrán eliminar las causas socioeconómicas del malestar social y ganar la batalla a las nuevas formas de democracia autoritaria que se avistan en el horizonte” (Antón Costas, “Reparar el puente entre crecimiento y prosperidad”, El País, 21/06/25).

Se trata de abrir brechas hacia cambios estructurales, de recuperar la capacidad, local y global, de alcanzar pactos de largo plazo. Si es que desde el mercado y la democracia liberal se plantea un futuro renovado, no hay otro camino que reconstruir el vínculo con las sociedades y su bienestar mediante la creación de buenos empleos y la mejora y expansión de los derechos sociales mediante la rearticulación y fortaleza de los Estados de bienestar.

La cuestión del presente es, en efecto, la de un cambio sustancial en los regímenes y órdenes de la economía y la política, pero no para resucitar el autoritarismo corriente que se pregona desde la 4T, sino para edificar un auténtico régimen social democrático. Que pueda protegernos, como postuló Beveridge allá por los 40 del siglo pasado, “de la cuna a la tumba”.

Aunque el gobierno de Estados Unidos ha informado de la reducción de sus ojivas nucleares, eso no quiere decir que también ha disminuido su capacidad de amenazar a otros países, sólo por no someterse a sus caprichos políticos.

Los esfuerzos por el desarme nuclear de los países que poseen en su arsenal material atómico son compromisos que se han cumplido en diferentes épocas. No obstante, no todos los países han concretado el objetivo.

Existen diversos organismos que han intentado o intentan vigilar el cumplimiento de los compromisos de no proliferar las armas nucleares, no estimular su producción y no adquirir a otros, por ninguna vía, el armamento ilegal.

Uno de estos controles importantes en el mundo es el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). Los motivos que han llevado a buscar métodos de vigilancia responsable en el mundo son las constantes amenazas y ejecución de acciones que han llevado a episodios de destrucción inaceptable por parte de los países hegemonistas, siempre buscando el dominio económico.

Y, para ello, la industria nuclear bélica ha sido una de esas amenazas constantes que, repudiablemente, se mantienen en pie. Un ejemplo: las bombas atómicas lanzadas por Estados Unidos a dos ciudades japonesas, Nagasaki e Hiroshima, ataques autorizados por el presidente Harry S. Truman.

La acción ilegal, por todos los puntos de vista que se quieran ver, fue porque, no obstante el peligro que corría la población civil, los ataques se autorizaron. Las víctimas no eran las fuerzas armadas imperiales de Hirohito quien, por cierto, ya había considerado la rendición para evitar un castigo letal.

En la actual guerra contra la población civil de Gaza y otros sitios del territorio soberano palestino, el ejemplo de Hiroshima y Nagasaki viene a colación porque, con ojivas o sin ellas, los ataques son absolutamente ilegales. Es la población civil la víctima de este atentado contra la humanidad misma y no los grupos defensores de su territorio, identificados por Israel como terroristas.

Esta guerra totalmente inaceptable es la advertencia de lo que puede ocurrirle a cualquier país. Y no tenemos la seguridad de que, en otro arranque de locura, el ministro sionista decida utilizar algún arma nuclear. Algo impensable, pero ante la brutalidad de sus acciones, lo mejor es dudar y prevenir.

El OIEA, como foro global para la cooperación científica y técnica del ámbito nuclear, como dice ser, tiene la obligación de poner un alto al gobierno de Israel. No importa si el verdugo Netanyahu esté amenazando a Palestina con ojivas nucleares o no.

Sabemos que el ejército israelí cuenta con entre 90 y 400 de estos artefactos nucleares, aproximadamente, aunque el gobierno lo ha mantenido en secreto. La comunidad internacional defensora de la utilización de la energía nuclear para el bienestar humano no podría asegurar cuál es el arsenal del país sionista, pese a las exigencias de mantener claridad en el asunto.

Y, aún más, deberían todas las organizaciones existentes pedir cuentas claras a Israel sobre su programa de eliminación paulatina de ojivas nucleares. Sobre todo, porque este país nunca ha firmado el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP). Por lo tanto, no está obligado a ser inspeccionado por ningún organismo internacional. Tampoco está obligado a desarmarse, como otros países que cuentan con arsenal atómico. En una palabra, Israel es una amenaza para el mundo. Si Estados Unidos exige a Irán desarmarse, ¿por qué no lo hace con Israel?

Recordemos que los organismos de vigilancia nuclear en el mundo son nacionales e internacionales. Entre ellos (aparte del OIEA, que es de la Organización de Naciones Unidas y que, supuestamente, promueve el uso pacífico y seguro de la energía nuclear y establece normas de seguridad y verifica el cumplimiento mediante inspecciones) están las siguientes organizaciones: la Agencia de Energía Nuclear de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos y la Comunidad Europea de Energía Atómica en la Unión Europea. A estas y otras organizaciones vigilantes de la energía nuclear les preguntamos: ¿qué están haciendo para detener las masacres que está generando Israel, país que cuenta con arsenal nuclear y que, además, amenaza silenciosamente con ellas?

A escala nacional, cada país cuenta con sus propios organismos reguladores independientes, como la Comisión Reguladora Nuclear de Estados Unidos, la Oficina de Regulación Nuclear del Reino Unido y la Agencia de Vietnam para la Seguridad Radiológica y Nuclear), responsables de la seguridad y protección radiológica en su territorio.

En México contamos con el Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares, organismo público descentralizado del gobierno federal, cuyo objetivo es realizar investigación y desarrollo tecnológico. De esta forma se fortalece el desarrollo de la ciencia en este campo. Y, por supuesto, es vigilante del buen uso de la energía atómica.

Esperamos seguir manifestándonos a favor del cese el fuego en Gaza y parar esta masacre absurda, pues es un compromiso social permanente ante cualquier amenaza bélica. Detener esta y cualquier guerra es obligación de cualquier instancia de investigación científica. Las guerras no traen desarrollo ni beneficio alguno para la humanidad.

(Colaboró Ruxi Mendieta)

Para Ximena Guzmán Cuevas y José Muñoz Vega, la justicia llegará.

¿Qué se oculta tras el significante narcoestado? Desde los dispositivos del imperialismo mediático y sus maquinarias de guerra simbólica, que integran un arsenal de dominación, el epíteto de narcoestado ha sido resignificado, instrumentalizado. No se trata simplemente de una categoría que describe una forma de gobierno penetrado por circuitos de narcotráfico, sino que ha sido reconfigurada como arma semiótica estratégica.

Lo que se acusa como narcoestado en contextos democráticos, populares y antimperialistas responde a una arquitectura de manipulación en la que el signo, el símbolo y la semiosis son utilizados para justificar desestabilización, intervención o aniquilación política. No se trata de negar la existencia del narcotráfico ni de ocultar sus vínculos con estructuras estatales. Se trata de no permitir que el imperialismo convierta ese fenómeno complejo en un arma de transferencia y ocultamiento de sí. No se puede enfrentar sólo con argumentos, sino con organización política, formación crítica y batalla simbólica.

Esa operación no nace de un análisis riguroso ni de una voluntad real de lucha contra el crimen trasnacional, sino de la dictadura geopolítica y comunicacional del imperio interesado en fabricar enemigos funcionales. Es una categoría cuya performatividad no reside sólo en su contenido empírico, sino en su capacidad de operar efectos en la subjetividad pública: instalar la sospecha, deslegitimar gobiernos populares, justificar bloqueos económicos, promover sanciones internacionales y allanar el camino a golpes blandos, duros o híbridos. Tal uso del epíteto narcoestado nos exige desmontar sus estructuras de producción, circulación e interpretación. Este signo no es un reflejo pasivo de una realidad; es una construcción activa, intencionada, fundada en relaciones de poder. Se trata de una forma ideológica mediada por intereses de clase que intervienen en la producción simbólica; rentablemente, es un negocio que también disputa sentido.

Entendamos que la burguesía imperialista no sólo produce mercancías, controla mercados y fija precios; produce también conceptos, imágenes, narrativas: produce significados. Y el narcoestado es uno de ellos. Su construcción semiótica obedece a necesidades concretas del capital financiero trasnacional en su fase decadente, desesperada por controlar territorios, recursos naturales y subjetividades. La ofensiva semiótica narcoestado no flota en un vacío ideológico. Su significado está determinado por la posición desde la cual se emite y por la finalidad que persigue. Cuando esta categoría es activada por centros de poder como Washington, la OTAN o conglomerados mediáticos trasnacionales, no designa sólo un fenómeno criminal objetivo e inducido, sino un blanco político. Es una semiotización de la guerra, que es negocio imperial.

Es una guerra semiótica que acusa a Venezuela, Bolivia, Nicaragua o incluso a México de ser narcoestados. No están motivadas por una pulcritud legalista, sino por una ingeniería semiótica bélica, para justificar invasiones. Se trata de generar un “consenso fabricado” (Chomsky) en el cual los estados que se resisten a la hegemonía imperial aparezcan como entidades criminales, fallidas o directamente mafiosas.

Tal estrategia se funda en una mutación semántica y se despoja al concepto de narcoestado de su complejidad histórica y de los hechos concretos que no dejan de existir, pero se le vacía de contenido material. Nunca se transparenta el financiamiento del narco. Así, el signo se vuelve flotante, disponible para ser pegado a cualquier gobierno que moleste al capital. De este modo, la semiosis imperial funciona como una máquina de adhesión significante: el significante narcoestado puede aplicarse a quien sea, basta con un informe sin pruebas, un testimonio fabricado, una noticia amplificada. Una escena fake prefabricada y multidifundida. La fabricación del enemigo semiótico responde a una lógica de polarización: de un lado, los “estados democráticos y civilizados” que luchan contra las drogas; del otro, los narcoestados populistas que las promueven. Esta dicotomía, con base empírica amañada, reconfigura la cartografía política del continente.

Una ofensiva semiótica narcoestado no sólo intoxica con prejuicios al mundo entero, también performa. Tiene efectos materiales terribles: permite congelar activos, bloquear cuentas, impedir acuerdos comerciales, prohibir vuelos, justificar invasiones. El imperio no describe una realidad, la instituye. Construye un mundo en el cual la acción coercitiva aparece como legítima. El fetiche narcoestado es una mercancía semiótica lista para el consumo masivo. Tiene envolturas mediáticas, distribución trasnacional y consumo garantizado. Y una semiósfera de todos los morbos violentos recalentada largamente en los fogones mediáticos serviles al imperio.

Su plan incluye inyectar miedo, desconfianza hacia sus propios líderes, desmovilización, fragmentación de la conciencia colectiva. Desarticular el lazo simbólico entre pueblo y Estado, entre proyecto nacional y voluntad popular. En este sentido, el narcoestado es también golpe de estado simbólico, ayudados por súbditos del signo imperial disfrazados de “informes de derechos humanos”, reportajes periodísticos, documentales, redes sociales, memes. Son los canales por donde circula el significante. Infestan todo con datos falsos manipulados, testimonios de desertores, listas de sanciones, informes “técnicos” sin rigor metodológico. Dispositivos de anclaje para dar veracidad al montaje.

Nunca se aplica a Estados Unidos, el mayor consumidor y vendedor de drogas del planeta y uno de los principales lavadores de dinero sucio por medio de sus bancos, además del trafico de personas y de infestar con armas al planeta. ¿Por qué no se llama narcoestado al Estado que diseñó el Plan Cóndor, al que organizó el Irán-Contra? ¿Al que protegió a Los Zetas, entrenó paramilitares, financió cárteles para desestabilizar gobiernos?

En la era de la guerra cognitiva, el signo es el primer campo de batalla. Debemos construir epistemologías que desenmascaren las estrategias del narcoestado y desenmascarado como maniobra. Eso es tarea urgente de toda revolución comunicacional y de conciencias que sea capaz de asumir, con seriedad científica, el estado actual de las agresiones imperiales, y sea capaz, también, de ver con objetividad cómo la ofensiva mediática, contra toda soberanía, tiende a empeorar. Y mientras hay algunos excelentes comentaristas del desastre que se avecina. ¿Nos quedaremos quietos?

Cuando Claude Bataillon revisaba mi tesis de doctorado, me recomendó poner algunos mapas, porque a fin de cuentas mi título sería de geografía y era mejor prevenir los comentarios de algunos de los sinodales.

Efectivamente, mi tesis tenía demasiados números y pocos mapas. Años después pagaría mi deuda de geógrafo con Claude y propondría una regionalización de la migración mexicana, que ha sobrevivido bien al paso del tiempo e incluso a ciertos análisis estadísticos y críticos. En realidad, seguía sus pasos, porque él había propuesto, en 1988, una regionalización del país, en su libro Las regiones geográficas de México.

Mi regionalización seguía dos criterios básicos: uno geográfico, que diera cuenta de un espacio contenido e identificable, como por ejemplo la región fronteriza, que incluía a todos los estados del norte y se le añadía Sinaloa, por su vieja vinculación con la frontera.

El otro era la participación de cada entidad en las estadísticas históricas sobre migración. Además, se tomaban en cuenta varios indicadores como los datos del censo, la legalización de 1986 (IRCA), los ingresos por remesas, la encuesta Emif y otras fuentes. Actualmente contamos con el índice de intensidad migratorio del Consejo Nacional de Población, que desagrega a escala municipal y puede trabajarse de otra manera.

No obstante, el punto de partida fue definir la región histórica de la migración, que en parte coincidía con lo que se llamaba el occidente de México. El eje central de esta región son los estados de Jalisco, Michoacán y Guanajuato; se le añaden por razones geográficas de vecindad Colima, Tepic y Aguascalientes, y por razones históricas y migratorias Zacatecas y San Luis Potosí. Esta región enviaba migrantes desde fines del siglo XIX y contribuyó con buena parte del flujo migratorio.

La tercera región es la central, que gira en torno a la Ciudad de México, el gran receptor de migrantes internos, que por eso mismo empieza tarde a canalizar sus flujos hacia el norte. La componen la capital, el estado de México, Puebla, Tlaxcala, Guerrero, Hidalgo, Morelos, Querétaro y Oaxaca.

La última región, que nombramos sureste, incluye Veracruz, Yucatán, Tabasco, Quintana Roo, Campeche y Chiapas. Hace 20 años, estos estados empezaban recientemente a tener presencia en las estadísticas migratorias y en la recepción de remesas. Por ejemplo, en 1986, con la regularización de IRCA, la región sureste apenas representó 1.4 por ciento de los migrantes legalizados por la amnistía, lo que la caracteriza, en la actualidad, como región con altísimo grado de irregularidad.

Mientras, la región histórica acaparó 63 por ciento de las legalizaciones y la convirtió en la zona con mayor índice de legalidad en Estados Unidos.

Para 2024, el dato más reciente que tenemos es el de remesas, aunque muestra algunas distorsiones. Por ejemplo, la región sureste creció de 6 a 12.6 por ciento, es decir, duplicó los ingresos que reciben las familias de los migrantes de la región. No obstante, para 2024 el criterio de remesas no se puede aplicar exclusivamente a los mexicanos, porque el flujo ha cambiado sustancialmente y tenemos a cientos de miles de migrantes en tránsito que reciben envíos para seguir su camino. Por eso Chiapas recibe 6.4 por ciento de las remesas que llegan a la región, lo que no corresponde con la realidad, dado que miles de extranjeros tienen que hacer sus trámites en Tapachula y reciben dinero para poder subsistir.

Hace varios lustros se señaló que todos los municipios del país registraban uno o más migrantes. Es decir, es un fenómeno de dimensión nacional, pero hay lógicas estatales y regionales que pueden ser muy diversas. Incluso en el caso de la ausencia de migración internacional, las razones o explicaciones podrían ser diferentes para alguien de Tijuana, Toluca o Mérida. Las razones para migrar o no migrar se dan en contextos geográficos y económicos diferentes.

Si analizamos las regiones de manera comparada, entre 2000 –año en que propongo la regionalización en el libro Clandestinos– y el momento actual, 25 años después, vemos cambios profundos y continuidades. La zona histórica sigue encabezando la lista en cuanto a la proporción de remesas que recibe, con 37.7 por ciento, aunque en 2000 ostentaba 44.69, que obviamente con los años se fue a otras regiones. Pero el segundo lugar es del centro, con 37.1 por ciento, una fracción menos que la región histórica, lo que da cuenta de un cambio muy profundo en el poder de atracción que tenía la Ciudad de México para su entorno.

Algo semejante se percibe al comparar las regiones fronteriza y sureste, que de manera similar a la central e histórica, tienen participaciones semejantes de 12.6 por ciento cada una, aunque la fronteriza pierde varios puntos y la sureste gane, al pasar de 6 por ciento al doble.

En los pasados 20 años, los flujos de remesas y de migrantes se han desplazado hacia lo que podríamos considerar como el gran sur, que comprendería las regiones central y sureste, un mapa y un proceso totalmente diferentes al de 2020, lo que da mucho que pensar y quiero compartir ahora con ustedes y mi querido maestro Bataillon.

Hace unos días paseando por la majestuosa Plaza de Santo Domingo, aprovechamos para visitar la hermosa casona donde pasó sus últimos años y falleció –el 21 de agosto de 1842– Leona Vicario. Se encuentra en el número 37 de Brasil, frente al costado del templo que bautiza la plaza.

Originalmente el predio fue parte del Palacio de la Inquisición, de triste memoria; ese tramo de la calle se llamaba De los sepulcros de Santo Domingo.

El prolífico cronista decimonónico Guillermo Prieto, platica en sus memorias que por su tamaño la casa se prestaba para dividirse en dos partes según se acostumbraba en la época; el matrimonio Quintana Roo ocupaba la parte alta y la baja la rentaban. El primer inquilino fue Antonio López de Santa Anna.

Actualmente la mansión es la sede de la Dirección de Literatura de Bellas Artes y se puede visitar.

Estas casas, además de una hacienda productora de pulque y ganado llamada Ocotepec en Apam, Hidalgo, fueron la compensación que le otorgó a Leona el Congreso del México Independiente, por los numerosos bienes que le fueron confiscados cuando se unió al movimiento insurgente, adicional a la fortuna que gastó cuando apoyaba la causa desde el grupo clandestino conocido como “Los Guadalupes”.

Leona nació en el seno de una familia opulenta, muy joven quedó huérfana y heredó una sustancial fortuna; de gran cultura, escritora y periodista –tenía que usar seudónimo porque se veía mal que una mujer realizara ese oficio–.

Cuando se descubrió su participación en el movimiento estuvo presa en el Colegio de Belén, de donde la liberó un grupo de insurgentes. Tras unos días escondida los rebeldes disfrazados de arrieros que conducían carretas y burros cargados con pulque, la sacaron de la Ciudad de México. Ahí iba Leona, con otras mujeres de pueblo, pintada como negra.

Se reunió con Andrés Quintana Roo quien ya estaba en Oaxaca con el general Morelos, los casó un cura simpatizante del movimiento y apoyaron en la redacción de los periódicos que publicaban los insurgentes y los documentos que se plasmaron en la Constitución de Apatzingan. Todo ello, huyendo de un sitio a otro porque estaban acosados por las fuerzas realistas.

Cuando detuvieron a Morelos hubo una desbandada y muchos aceptaron el indulto, pero Leona se negó. A partir de ese momento anduvo en la guerrilla a salto de mata con su marido y un grupo de independentistas; en diversos momentos estuvieron a punto de perder la vida. En todas estas peripecias Leona estaba embarazada y parió a su primera hija en una cueva.

Finalmente en 1817 fueron capturados con la niña recién nacida, el virrey les concedió el indulto y fueron confinados en la ciudad de Toluca; ahí permanecieron en total retiro hasta 1820.

En 1823, ya consumada la Independencia, se instalaron en una de las casas que le restituyeron, Leona se mantuvo activa manejando la hacienda, escribiendo en el periódico El Federalista y organizaba tertulias literarias –con su dosis de política– a las que asistían los liberales más distinguidos.

Quintana Roo fue nombrado secretario de Justicia y renunció al poco tiempo por disentir de las decisiones que tomaba el partido del general Santa Anna. A partir de 1835 y hasta su fallecimiento en 1851, permaneció como magistrado de la Suprema Corte de Justicia.

Hay que mencionar que con todo y los reconocimientos, Leona fue objeto de una descalificación misógina y vergonzante por parte de Lucas Alamán, quien escribió que había participado en el movimiento independentista por su romance con Quintana Roo.

Ella respondió con argumentos sólidos que probaban ampliamente su convicción y compromiso personal, haciendo evidente la bajeza del político conservador.

A su fallecimiento se le hicieron funerales de Estado y el gobierno de Antonio López de Santa Ana la declaró “Benemérita y Dulcísima Madre de la Patria”. Ese reconocimiento se perdió en la historia; Benito Juárez, quien también lo recibió, aún es mencionado como el Benemérito.

Pero su memoria permanece y sigue siendo un modelo de los principios más elevados como la congruencia, el valor y la generosidad. Vamos al cercano salón España, en la esquina de Argentina y Luis González Obregón, a brindar por esa mujer inolvidable. Recuerden que además de la botana cotidiana, tiene una buena carta y suculentas tortas, la de pierna, imperdible.

En mi vida, conocer y tratar a Julio Cortázar fue un gran acontecimiento. Y no puedo evitar festejar su próximo cumpleaños y pensar que, si estuviera entre nosotros, nos sentaríamos a celebrar sus 111 años de vida. Por desgracia, nadie vive cien años y nadie resucita, pero los grandes hombres, los escritores de su talla, dejan una huella indeleble.

Julio Cortázar nació el 26 de agosto de 1914 en Bruselas. Yo lo visité por primera vez en París en 1955, acompañada por una tarjeta de presentación de Carlos Fuentes. Verlo en su departamento con su mujer, Carol, fue un regalo de la vida. Feliz, Julio vivía con la escritora Carol Dunlop, con quien hice buenas migas, aunque por desgracia no habría yo de volver a verla.

En 1954, Carlos Fuentes me dio una tarjeta suya (de esas pequeñas que se llaman “de visita”) para tocar a la puerta del edificio de departamentos en París de Julio Cortázar. Entonces Julio había publicado Bestiario. La tarjeta era tan cariñosa que, en vez de dársela al gran escritor (más francés que argentino), la atesoré porque decía: “Trátala con cariño que es mi persona”. No hice pregunta alguna porque él me trató con cariño, como a una amiga, y se nos olvidó la entrevista. La haría años más tarde en México con mi gran amiga y compañera de trabajo, mi inolvidable amiga y la de Carlos Monsiváis, Margarita García Flores, quien hacía encuentros radiofónicas notables en Radio UNAM y, sobre todo, entrevistas muy superiores a las mías, ya que además de su programa en Radio Universidad y sus publicaciones en la Revista de la Universidad y la Gaceta –que también dirigía– era una de las mandamases, preparaba a fondo sus preguntas y era evidente su conocimiento de causa, tan evidente que llegó a ser la directora de Prensa de la Revista de la Universidad y publicó una compilación de sus excelentes entrevistas.

Además de visitar en París a Julio Cortázar, lo encontré de nuevo en el Hotel del Prado en la Ciudad de México cuando encabezó el Tribunal Russell que juzgaba los crímenes cometidos por Pinochet en Chile. El tribunal sesionaba en el Salón de los Candiles, que casi desaparece con todo y hotel y sobre todo el mural de Diego Rivera durante el terremoto de 1985.

A Julio lo entrevisté con Margarita García Flores, quien lo hizo infinitamente mejor que yo, y años más tarde cené con él, con Marie Jo y Octavio Paz en México. En París platicamos en su departamento en la Place du General Beuret número 9, ya casado con Carol Dunlop. El hechizo de esa tarde en estado de gracia aún permanece entre los momentos más felices de mi vida y aún me duele porque Carol habría de morir muy joven. También, para nuestra tristeza, Julio habría de seguirla poco tiempo después.

Cortázar era miembro activo de Amnistía Internacional, asociaciones de derechos humanos, frentes democráticos de defensa del pueblo y de liberación nacional, así como otras causas ligadas con el descontento y el sufrimiento de los pueblos de América Latina como el de El Salvador, el de Nicaragua y el de Cuba. Ya para entonces, los críticos de literatura de América Latina habían declarado que Rayuela es para Latinoamérica lo que el Ulises, de James Joyce, a Irlanda y Escocia, y la figura entrañable de un Cortázar alto y comprometido se había convertido en personaje central de la cultura y el humanismo de nuestro continente.

En aquella época, Antonioni ya había filmado Blow Up, basado en el cuento “Las barbas del diablo”, de Cortázar.

A mis 93 años pienso en Carlos Fuentes y su vitalidad; en Gabriel García Márquez y sus mariposas amarillas y recuerdo con especial devoción a Julio Cortázar y, quien el 26 de agosto de este año habría cumplido 111 años. Ya todos se fueron, Octavio Paz, Carlos Fuentes, Julio Cortázar, incluso recuerdo con frecuencia la risa de Mario Vargas Llosa, quien era el más joven.

La pasión que Julio Cortázar le profesaba a los diccionarios me hace pensar en el inmenso cariño que yo le tengo a un viejo diccionario de sinónimos que ha sido mi salvación desde que mi hija Paula lo dejó en su recámara al mudarse a Mérida, Yucatán.

–Siempre me suceden cosas extrañas –me explicó Julio Cortázar en la editorial Siglo XXI en México–. Recuerdo a una señora efusiva que me persiguió para felicitarme: “¡Me encantan sus cuentos y a mi hijo también! ¿No quiere escribir un cuento en el que el personaje central se llame Harry el Aceitoso?” Supongo que mi lectora quería complacer a su hijo. Y te voy a confesar una cosa, Elena, estuve tentado en escribir un cuento sobre Harry el Aceitoso.

–¿Y en qué otras tentaciones caes?

–En muchas.

En aquella ocasión rió y sus dientes, los dos de enfrente separados, parecían los de un niño si no estuvieran manchados de nicotina, diría que eran de leche. Si lo pienso bien, todo Julio era de leche, era alimenticio, era bueno, calentaba el alma y se dejaba beber por cuántos se le acercaban. No guardaba una sola distancia, nada había en él de vedete, jamás se burlaba de sus interlocutores, asumía nuestra ignorancia, nuestra debilidad. Era imposible sentirse mal con él. Con razón las mujeres lo inundaban de cartas.

–¿En qué tentaciones caíste de niño? ¡Ese tipo de preguntas interesan muchísimo a todas tus enamoradas que son legiones en México!

Foto
El escritor argentino Julio Cortázar 
–quien el martes cumpliría 111 años– 
en París cuando recibió el Premio Médicis 
por su obra El libro de Manuel, en 1974.
Foto Afp

–Los recuerdos de la infancia y de la adolescencia son engañosos. ¿Tentaciones? Yo me sentí mal de niño.

–¿Por qué?

–Fui enfermizo y tímido, con una vocación para lo mágico y lo excepcional que me convertía en la víctima natural de mis compañeros de escuela más realistas que yo. Pasé mi infancia en una bruma de duendes, elfos, con un sentido del espacio y del tiempo distinto al de los demás. Lo cuento en La vuelta al día en ochenta mundos, y entusiasmado se lo presté a mi mejor amigo, y me lo tiró a la cara: “No, esto es demasiado fantástico”, dijo.

–¿Y tú nunca tuviste deseos de ser científico, descubrir el por qué de las cosas?

–No. Tuve deseos de ser marino. Leí a Julio Verne como loco y lo que quería era repetir las aventuras de sus personajes: embarcarme, llegar al Polo Norte, chocar contra los glaciares. Pero, ya ves –deja caer las manos–, no fui marino, fui maestro.

–Entonces, ¿tu infancia fue cruel?

–No, cruel no. Fui un niño muy querido e incluso esos mismos compañeros, que no aceptaban mi visión del mundo, sentían admiración ante alguien que podía leer libros que a ellos se les caían de las manos. Lo que pasa es que estaba yo desollado, no me sentía cómodo dentro de mi piel. Antes de los 12 años vino la pubertad y empecé a crecer mucho.

–¿No te dio seguridad ser tan alto?

–No, porque se burlan de los altos.

–Yo creía que ser alto da mucha seguridad.

–Pues estás equivocada –se anima–. Hay un cuento que me proyecta mucho: “Los venenos”. Tuve unos amores infantiles terribles, muy apasionados, llenos de llantos y deseos de morir; tuve el sentido de la muerte muy, muy temprano, cuando se murió mi gato preferido; este cuento, “Los venenos”, gira en torno a la niña del jardín de al lado, de quien me enamoré, y de una máquina para matar hormigas que teníamos cuando era niño. Asimismo, es la historia de una traición, porque una de mis primeras angustias fue el descubrimiento de la traición. Yo tenía fe en los que me rodeaban y por eso el descubrimiento de los aspectos negativos de la vida fue terrible. Esto me sucedió a los 9 años.

–Julio, tú siempre describes niños, adolescentes entrañables y sobre todo sufrientes.

–De niño no fui feliz, y esto me marcó muchísimo. De ahí mi interés en los niños, en su mundo. Es una fijación. Soy un hombre que ama mucho a los niños. No he tenido hijos, pero amo profundamente a los pequeños. Creo que soy muy infantil en el sentido en que no acepto la realidad. A los niños les cuento cosas fantásticas e inmediatamente establezco una buena relación con ellos, muy buena. Los que sí no me gustan nada son los bebés, no me acerco a ellos hasta que no se vuelven seres humanos.

–Creo que los niños de tus cuentos conmueven porque son auténticos.

–Sí, porque hay niños muy artificiales en la literatura. Un cuento que yo quiero mucho es el de “La señorita Cora”, la situación de ese adolescente enfermo yo la viví y, como te lo dije, tuve una gran experiencia en amores sin esperanza a los 16 años, cuando consideraba que muchachas de 18, 20 años, eran unas mujeres muy adultas. Entonces me parecían un ideal inaccesible, y por eso se creaba una situación de realización imposible.

“La señorita Cora” es un cuento con el que sufrí mucho. Tú sabes que uno de los fantaseos de los niños es imaginarse a punto de morir. Entonces, el ser amado aparece arrepentido, abraza y ama, llora su culpabilidad, jura amor hasta la eternidad, en fin, una situación arquetípica.

–¿No crees que en todo esto hay mucha autocompasión?

–Creo más bien que hay una aptitud definitiva para regresar a la visión del mundo de un niño; yo siento un gran placer en escribir ese retorno; me siento bien cuando regreso a mi infancia.

–De esa fijación tuya en la infancia, ¿han surgido los libros-objeto, los collages, los recortes, etcétera?

–Sí, me gustan mucho los juguetes, pero los que son ingeniosos, los que se mueven y actúan; me gustan tanto como me fascinaron las papelerías, los cuadernos, la punta de los lápices, las gomas de migajón, la tinta china. Al Larousse Ilustrado lo olía, tenía un olor perfumado que todavía me llega. Tengo, Elena, un amor infinito por los diccionarios. Pasé largas convalecencias con un diccionario sobre las rodillas buscando la definición de la goleta, del porrón, del tifus. Mi madre se asomaba a la recámara a preguntarme: “¿Qué le encuentras a un diccionario?”. Para mí los diccionarios lo fueron todo y todavía los amo, los compro o los busco en las librerías de viejo en París a lo largo de los márgenes del Sena”.

El martes Julio Cortázar cumpliría 111 años y somos muchas magas quienes extrañamos no sólo Rayuela, su Libro de Manuel, sus visitas a la Siglo XXI Editores cuando la dirigía Arnaldo Orfila Reynal, argentino como él. Además de su gran obra, Cortázar se ha quedado en mi corazón y extraño no sólo sus libros, sino su compromiso social y la grandez de su vida en dos grandes continentes que supo cobijar con su escritura: América y Europa.

Esta semana trascendió la noticia del fallecimiento de uno de los actores más icónicos y atípicos de la pantalla grande, el británico Terence Stamp (1938-2025), histrión que protagonizó valiosas películas en su país ( Billy Bud, El coleccionista, Pobre vaca, Lejos del mundanal ruido) en España ( Beltenebros), en Australia ( Priscilla, reina del desierto), Italia ( Teorema, el mediometraje Toby Dammit, Muerte en el Vaticano), Canadá ( Éxtasis) y múltiples apariciones en Hollywood que van de: Superman y secuela o Sí, señor a trabajos en suma inquietantes como: Vengar la sangre.

Su rostro crispado y cuerpo delgado, su expresión de alienación permanente como representante fiel de las oscuridades humanas y las emociones más pulsantes o peligrosas, se adecuaron de manera excepcional a varias de sus más emblemáticas participaciones fílmicas como en la inclemente y provocativa Teorema (1968) de Pier Paolo Pasolini, donde encarnó a un ángel caído que seduce y desequilibra a toda una familia burguesa: la madre, el padre, la hija, el hijo y la empleada doméstica con su atractivo sexual y su irresistible carisma.

En ese mismo año de 1968, Stamp protagoniza el tercer episodio de Historias extraordinarias inspiradas en tres relatos de Edgar Allan Poe, dirigidos respectivamente por Roger Vadim, Louis Malle y Federico Fellini. El primero: una trama de incesto que sucede durante la Edad Media en la que actúan los hermanos Peter y Jane Fonda. William Wilson, sobre el tema del doble, con Alain Delon y Brigitte Bardot. Y Toby Dammit de Fellini: reinterpretación del cuento Nunca apuestes tu cabeza con el diablo, que resulta una anómala y delirante obra maestra como la actuación del propio Terence Stamp.

Toby Dammit, decadente actor de Hollywood, alcohólico y drogadicto, llega a Roma para participar en el rodaje de un espagueti western donde interpretará a Cristo y es acosado por el propio Lucifer encarnado en una perversa niña que juega con una pelota. El desenlace es impactante y terriblemente bello en aquella secuencia en la que Dammit apuesta por el vértigo nocturno para perseguirla a gran velocidad en el Ferrari rojo que le han regalado; ello, con una excepcional banda sonora de Nino Rota y la utilización de la canción Ruby con la voz de Ray Charles. Fellini en estado de gracia, muestra aquí: el cine dentro del cine y su oropel, el banal mundillo del espectáculo y la seducción televisiva, el erotismo, el surrealismo, la religión, la culpa y el castigo y los seres desamparados a punto de ser devorados por la maldad y los ambientes corrompidos.

Tres décadas después, en The Limey / Vengar la sangre (1999) de Steven Soderbergh, Stamp es Wilson, endurecido ex presidiario británico que viaja a Los Ángeles con el fin de investigar y vengar la muerte de su hija que lo abandonó cuando reincidió en prisión y descubre que el responsable es el ex novio, un poderoso productor discográfico (Peter Fonda), metido en el tráfico de drogas y lavado de dinero. Todo ello, armado a través de los recuerdos de Wilson y de su pequeña hija.

Soderbergh insertó en Vengar la sangre, imágenes de Pobre vaca (Ken Loach, 1967) para presentar el pasado del personaje que interpretaba el propio Terence Stamp, trastocado ahora en un sujeto devorado por la rabia y la venganza, en un filme que parte de una premisa similar a la planteada por Paul Schrader en ¿Dónde está mi hija? (1979). Con un intenso guion que recupera los personajes obsesionados y traumatizados del noir contemporáneo en su faceta sicótica, un montaje arrítmico y emocional que recuerda a Jean-Luc Godard de Sin aliento (1959) y a Martin Scorsese de Taxi Driver (1976) y una pulsante banda sonora de Cliff Martínez que transmite el desasosiego del protagonista, Vengar la sangre se convierte en una historia de purgatorios y redención personal.

Al igual que en Pobre vaca, Stamp es un marginado; un personaje desplazado y de otra época, perdido en un universo criminal que desconoce en un país extraño. Un hombre de una rudeza enfermiza cuyos rasgos de humanidad se concentran en los retazos de vida que lleva consigo de su hija. Relato armado por constantes regresos al pasado en el que se confunden los recuerdos y pensamientos del protagonista que vive en la nostalgia, atrapado en un universo violento y corrupto en una sociedad hostil y caótica.

Vengar la sangre se encuentra en la plataforma Lionsgate+. Ésta e Historias extraordinarias, disponibles en okru.com

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