7/05/2024

Columnas y opinión del periódico La Jornada viernes 5 de julio 2024

 Columnas 

Mario Delgado ¿premio o castigo? // Rosa Icela, un acierto // Harfuch: luna de miel de 100 días

¿A quién le gustó la designación de Mario Delgado como secretario de Educación? Probablemente ni al propio Mario, tenía puesto el ojo en una posición más conectada con la política o las finanzas. No se le pueden regatear méritos al presidente de Morena y coordinador general de la campaña de Claudia Sheinbaum. Contribuyó al triunfo de su partido y su candidata, así como a la obtención de la mayoría en el Congreso. Sin embargo, el sector educativo esperaba que la SEP del próximo gobierno fuera ocupada por alguien familiarizado con sus problemas y necesidades. Habrá que recordar que por ahí han desfilado personajes de la talla de José Vasconcelos, Jaime Torres Bodet, Agustín Yáñez y Jesús Reyes Heroles. Premiaron a Mario en la rifa del tigre: le tocará lidiar con los buenos muchachos de la CNTE. Y puertas adentro del gabinete, lo estará aguardando Marcelo Ebrard resortera en mano. Se agita el oleaje para decidir quién lo sustituirá en la dirección del partido en el poder.

Supermujeres en país machista

La designación de Rosa Icela Rodríguez en Gobernación es un acierto. Claudia incorpora a su equipo la experiencia y el talento de la titular de Seguridad del presidente López Obrador. Va a decirse –ya comenzó– que serán los ojos de Andrés Manuel sobre la nueva administración, pero lo cierto es que Rosa Icela en su larga carrera administrativa ha estado en el equipo de la presidenta entrante y el Presidente saliente. Ya no es una indiscreción comentarlo: acompañó a Claudia en su reciente visita a la directora general de La Jornada, Carmen Lira. Me confió Rosa Icela que preferiría un cargo de segundo nivel, tal vez Profeco o algo así, pero Claudia la atrapó. Fue alucinante tener en nuestro periódico a dos ex compañeras de trabajo: Claudia fue articulista y Rosa Icela reportera. Situación inédita: dos mujeres, la Presidenta y la secretaria de Gobernación, en un país donde el machismo no es una anécdota.

Luna de miel de 100 días

Omar García Harfuch estará en el foco de la atención en los años que vienen. Acaba de ser electo senador; sin embargo, sólo ocupará un mes su escaño porque en octubre asumirá la Secretaría de Seguridad. Claudia generosamente le atribuye una buena parte del mérito de la disminución de los delitos en la capital de la República. Ahora su objetivo será el mismo, sólo que a nivel nacional. García Harfuch sufrió una emboscada de malhechores, salió mal herido pero regresó a hacerse cargo de sus funciones. Gozará de una luna de miel con la ciudadanía de sólo 100 días para mostrar con hechos, no sólo estadísticas, que la inseguridad va en descenso.

Repetidores

El primer funcionario que repetiría en su cargo hasta ayer era Rogelio Ramírez de la O, titular de Hacienda. Ahora también la secretaria de Bienestar, Adriana Montiel. Recordó Claudia que vivió en Acapulco seis meses tras el huracán Otis repartiendo ayuda en las calles a la gente (toda) necesitada. Adriana es la responsable de los programas sociales que ha implementado Andrés Manuel con notable éxito. Seguirá a cargo de ellos.

Tumban a los conservadores

Los pubs de Inglaterra –¿de dónde más?– estarán sirviendo ríos de cerveza a la clientela que festeja el triunfo electoral del Partido Laborista de Keir Starmer tras 14 años en la oposición. Según los sondeos, el centro-izquierda habría conseguido 410 escaños, una mayoría aplastante. En el extremo opuesto, los conservadores del Partido Tory han sufrido una derrota catastrófica, la peor de su historia, desplomándose de 365 escaños a apenas 131. Este resultado abre una nueva época. Starmer tomó posesión inmediatamente de su cargo. Ha prometido una expansión del gasto para dar oxigeno a la debilitada economía británica.

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Los millonarios escondiendo sus yates en los manglares para que no se los lleve el huracán. Ahí no dice nada @EugenioDerbez

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Mario X. Delgado en la SEP // CNTE lo impugna // García Harfuch: Batman sin batiseñales // Rosa Icela y Ariadna, sin ruido

Mario Delgado ligó cargo a pesar de todos los cargos que una parte del cuatroteísmo le endilgó a cuenta de bastantes candidaturas viscosas, no sólo la del tentativamente lilitellezco Sergio Mayer, por cuya bolita de subibaja ideológico (es un decir, este adjetivo) terminó sin rendir cuentas, ya encaminado a dar el brinco a la secretaría de educación electoral, perdón, pública.

Especializado en la materia sí es Mario X. o, con más precisión, en ciertas maniobras relacionadas con la materia, pues junto a Claudio X. González impulsó como diputado ebrardista del PRD la reforma educativa de Enrique Peña Nieto. En la más reciente movilización de la CNTE en la Ciudad de México, los profes de esta organización tan claridosa le soltaron en su cara reproches por aquellos tiempos peñaclaudistas. Incluso le corearon: ¡Morena, decía / que todo cambiaría! / ¡Mentira, mentira! / La misma porquería!

Poco elegante pero, sobre todo, poca visión estadista se advierte en el constante uso de la reverenciable silla secretarial de la educación pública para pagos por servicios políticos o electorales. Mario fue secretario de educación con Marcelo Ebrard en el gobierno de la CDMX, como fue secretario de finanzas y como aún es presidente nacional de Morena: cumplidor de instrucciones superiores con una cuota a rascar (grande o chica, ya es otro asunto) para fines personales.

Por cierto, gruesamente distanciado el susodicho Delgado de su anterior jefe y promotor, Marcelo, del que ya no es carnal. Por cierto, para pagarle a Mario sus servicios partidistas (aparte de lo anteriormente caído, sobre todo en candidaturas y gastos de campañas), la nueva administración hubo de posponer para mejores momentos la designación realmente deseada, la de la universitaria Rosaura Ruiz a la que, en compensación a cuenta de cambios que se podrían dar en el gabinete claudista a mitad de sexenio, se le habilitó un Conahcyt con grado de secretaría. Por cierto, nada de lo que se ve hoy en estos acomodos de gabinete debe darse por políticamente cierto hasta que, un poco más adelante, la científica de la coleta se asiente y se siente en la silla todopoderosa.

El otro ganador en términos de polémica ha sido el Batman capitalino, Omar García Harfuch, al que han enviado a una oficina de relumbrón desde la cual no necesariamente podrá responder con fuerza y eficacia a las señales luminosas de auxilio. Sí, queda como secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, cosa tan cantada, pero no tendrá fuerza policiaca real, pues la Guardia Nacional ni ha estado ni estará bajo mando civil, así que le quedarán agentes cuidadores de edificios y similares. Aunque habrá de verse si le agencian al secretario favorito, desde ahora mencionado como precandidato presidencial, órganos de inteligencia y otros menesteres (¿y más adelante, Gobernación, como fantasean algunos de sus cercanos?).

Para fortuna de las otras dos designadas, Rosa Icela Rodríguez Velázquez y Ariadna Montiel, sus nombramientos no generaron las turbulencias que hubo con los varones. La próxima secretaria de Gobernación les conoce el modito al saliente y a la entrante, de tal manera que será un puente institucional aceptable en la finca chiapaneca de sonoro nombre y en la silla de Palacio con ocupante femenina. Montiel, confirmada en el Bienestar (es decir, en el cargo), será secretaria transexenal como Rogelio Ramírez de la O en Hacienda.

Por cierto, rondaba ayer en corrillos de maledicencia política una aritmética que este tecleador despistado no alcanza a entender: ¿tres para ya sabes quién y uno para también ya sabes quién? Lo bueno es que a este golpeador de teclas lo que le genera ahora sana curiosidad es saber quién quedará en Morena, ¿una alcaldesa predeterminada, hacia la que ya se mueve algo parecido a la cargada de los tiempos priístas? No se pierda el siguiente episodio. ¡Hasta el próximo lunes, en la semana en que se supone ya estarán los nombramientos de Sedena y Semar (¿qué, tan difícil ha estado la concertación?)!

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Avanza Internet para Todos // Atiende a zonas olvidadas // Sheinbaum: más nombramientos

Cuando al inicio de su mandato anunció la creación del Banco del Bienestar, el presidente López Obrador comentó que algunos banqueros se pusieron más que nerviosos por lo que calificaron de competencia desleal, a lo que el mandatario les dijo: si ustedes se comprometen a invertir y abrir sucursales para atender a la población en las zonas en las que la nueva institución operará (es decir, las más alejadas y desatendidas por esos mismos barones), pues adelante, sin problemas. La respuesta de los angustiados fue el silencio sepulcral. Obvio es que ni un peso arriesgarían en esa aventura popular, porque no les era redituable, y como no lo harían Andrés Manuel les reviró: entonces, no estorben.

Algo similar sucedió cuando el propio López Obrador dio a conocer el programa Internet para Todos, sin fines de lucro: a los oligarcas acaparadores de ese mercado se les pusieron los pelos de punta y arguyeron lo mismo: competencia desleal y aventura popular. Claro, obtuvieron la misma respuesta: si atienden a la población en las zonas olvidadas… Entonces, no estorben, y siguió adelante, en el entendido de que alrededor de 20 millones de mexicanos permanecían incomunicados por no tener acceso a esa tecnología, de tal suerte que era urgente cerrar la brecha de retraso y marginación.

En aquella ocasión, el mandatario denunció que alrededor de 500 municipios del país (más o menos 20 por ciento del total) no tenían posibilidad de comunicarse por medio de Internet, ni las cabeceras municipales; no se podía siquiera hablar por teléfono celular. Por su parte, Manuel Bartlett, director de la Comisión Federal de Electricidad y encargado poner a caminar dicho programa (infraestructura incluida, con cerca de 12 mil torres) comentó que millones de niños en México no pueden quedar en desventaja frente a sus contemporáneos porque viven en lugares a los que el acceso se considere antieconómico y no rentable. Esto es una ina-ceptable injusticia para el país.

Así, en materia, López Obrador procedió en riguroso sentido contrario que, por ejemplo, Felipe Calderón, quien descaradamente entregó al capital privado (Televisa-Telefónica Movistar-Megacable), mediante hoteles de conexión, 34 mil 500 kilómetros (propiedad del Estado) de tendido de fibra óptica, con cobertura nacional, que en ese momento tenían la Comisión Federal de Electricidad y la extinta Luz y Fuerza del Centro (LFC) para dar servicio a esa población marginada.

Pues bien, ayer el coordinador de Estrategia Digital Nacional de la Presidencia de la República, Carlos Calderón Mercado, informó que Internet para Todos se inició prácticamente desde cero, siempre con el objetivo de conectar con Internet a toda la población del país, porque el abandono de la infraestructura en telecomunicación era total en zonas poco redituables para los intereses de empresas particulares, es decir, en la mayor parte de los casos, las comunidades más alejadas y pobres.

A estas alturas, sorteando problemas inesperados, el porcentaje de cobertura poblacional es de 95.3 (si se prefiere alrededor de 120 millones de personas), y van por el 100 por ciento para llevar este derecho humano a las poblaciones más alejadas y conectarlas.

A su vez, el director general de CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos, David Pantoja Meléndez, detalló que para este año estarán funcionando 12 mil 629 torres de telecomunicaciones. En el caso del servicio de Internet gratuito, existen 98 mil 960 puntos instalados en todo el país, sobre todo en las comunidades que tienen más dificultades para conectarse, y a pesar de ello cerca de 27 millones de usuarios lo han logrado, sin costo.

Las rebanadas del pastel

Toma forma cuasi definitiva el equipo de trabajo de la virtual presidenta Claudia Sheinbaum, quien ayer dio a conocer cuatro nombramientos más como parte de su futuro gabinete legal. Faltan posiciones clave, como los titulares de las secretarías de la Defensa Nacional y de Marina, pero en vía de mientras ya se conoce el nombre de quien despachará en Bucareli: Rosa Icela Rodríguez, excelente funcionaria en todos los puestos públicos que ha ocupado. También se destapó al próximo secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, aunque de tiempo atrás estaba más que cantado: Omar García Harfuch. En Bienestar repite Ariadna Montiel y en Educación Pública la próxima mandataria se animó a designar a Mario Delgado. Pendientes quedan, también, aquellos que formarán parte del gabinete ampliado, entre ellos los titulares de Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad.

Twitter: @cafevegacfvmexico_sa@hotmail.com

Márkus, reificación y las antinomias de su superación / I

El análisis previo del paradigma de la producción, señala György Márkus (GM) al iniciar el capítulo 3 de Language and Production (1986), como proceso dual no es sólo muy abstracto y esquemático, es deficiente porque ofrece una distinción tajante e inmediata cuando en términos históricos lo que existe, según Marx, es una dialéctica entre los conceptos de fuerzas productivas (medios de producción) y relaciones sociales de producción, conceptos cuyas fronteras están por delimitarse. La relatividad de las distinciones antes vistas se pone en evidencia por la existencia de casos intermedios que desafían el carácter mutuamente excluyente de las dicotomías. GM rechaza como simplistas las asociaciones antes presentadas, entre reglas sociales de uso (RSU) y relaciones entre los seres humanos y la naturaleza, por una parte, y la de normas sociales de empleo (NSE) y relaciones sociales entre los humanos, por la otra. Este simplismo falla pues: 1) Hay reglas técnicas (y capacidades asociadas) relacionadas con las relaciones con otras personas (saludar a, o bailar con alguien); 2) Hay objetos (bandera, cruz, corona, dinero), en los cuales el contenido material y la forma económica coinciden, de tal manera que es imposible separar las preguntas sobre cómo deben usarse y quién puede usarlos. A partir de la relatividad de la distinción entre RSU y NSE, GM se pregunta si pueden distinguirse del todo. Antes de contestar precisa que el objeto en su estructura física es simultáneamente una objetivación de capacidades (C) definidas y la materialización de relaciones socioeconómicas definidas, y que la distinción entre ‘forma material’ y ‘contenido social’ se asumió como una distinción analítica. Para hacer más clara y práctica la pregunta, GM la formula en los siguientes términos: ¿Por qué es la demanda de un mundo sin dinero, cañones y banderas nacionales, una demanda radical racional, mientras la demanda de un mundo sin máquinas es Ludismo irracional? Y añade: ¿Por qué es claro que la banda de transmisión, en su misma forma física, define C internas a un sistema de división del trabajo basada en la separación entre el trabajo manual e intelectual y en la dominación del segundo sobre el primero? Y contesta que lo que ha de considerarse contenido material y ha de asimilarse como base factual de la vida social, constitutiva del desarrollo de las fuerzas productivas, y lo que debe considerarse como materialización de relaciones sociales que debe ser cambiado, esta doble cuestión no se puede contestar teóricamente: es una pregunta práctica, cuya respuesta depende de la perspectiva histórica en la que nos situamos. Y desde este punto de vista, añade, no hay datos fijos que deban aceptarse sin cuestionarse y a los que uno deba adaptarse, porque no hay ningún elemento del medio de hechura humana que no pudiera ser concebido en su forma concreta, no sólo como el portador de ciertas relaciones sociales separables de su valor de uso como contenido, sino como la objetivación de esas relaciones en su contenido mismo. Con base en esta inseparabilidad entre lo técnico y lo social, GM modifica el análisis que sostenía que el paradigma marxiano de la producción ancla y justifica la racionalidad de las necesidades radicales en y por la demarcación entre ‘contenido material’ y ‘forma social’, llegando a la conclusión que por la interpenetración práctica de los dos aspectos, la manera que uno haga la distinción entre relaciones con la naturaleza y relaciones entre personas, depende principalmente de qué necesidades y demandas sociales uno concibe como racionales.

El problema de la inseparabilidad entre lo técnico y lo social emerge de manera aún más aguda si se analiza la aplicabilidad histórica de las categorías dicotómicas, ya que las RSU no encajan con las sociedades precapitalistas y las NSE no lo hacen con el capitalismo. En las sociedades precapitalistas incluso el conocimiento técnico sobre el cómo se usa un objeto, especialmente de los instrumentos de trabajo, es frecuentemente materia de normas valorativas explícitas con sus respectivas sanciones, lo que se puede decir también indicando que las C en dichas sociedades cobran el carácter de obligaciones sociales. Esto se debe a que en estas sociedades lo económico está incorporado en relaciones de dependencia como las de parentesco, mientras lo técnico está subsumido en formas específicas de contacto social. Sólo el capitalismo libera al trabajo, como actividad técnica, de las normas sociales y desarrolla la racionalidad instrumental, pero al hacerlo lleva ésta más allá de la esfera técnica a las relaciones sociales propiamente dichas al postular la riqueza social sólo en la forma de objetos, como trabajo abstracto social objetivado, es decir, valor. El capitalismo vuelve a fusionar lo técnico y las determinaciones sociales, pero lo hace ahora al subordinar las decisiones sociales concernientes a los fines a los mecanismos de valorización. Por lo que en el capitalismo las normas sociales dejan de jugar un papel central en el balance de la producción y el consumo, lo que ahora hace el mercado que actúa con aparente lógica propia, como automatismo natural. He aquí el origen de la subordinación de lo social a lo económico, de las necesidades al mercado, lo que no significa que los objetos humano-facturados pierdan su ‘forma social’ en el capitalismo, sólo que ahora todos son reducidos al significado social universal de mercancías. La forma mercancía expresa el hecho histórico que ahora ellos pueden ser adquiridos, usados y desechados por cualquiera que pueda comprarlos, lo que constituye la disolución de las restricciones directas al consumo y la consecuente dependencia de éste de la vida económica reificada del sujeto. También en el capitalismo la conducta económica está determinada por normas: al convertirse la forma de valor en la significación social del objeto, esta forma se convierte en norma de conducta económica; el valor determina cuándo vale la pena usar un objeto y qué objetos debe uno usar. Sólo en la sociedad burguesa, dice GM, se convierten ciertas máximas de conducta económica, como la de maximización de la ganancia, no en deberes y derechos, sino en principios de racionalidad universales despojados de valores. Si se viola uno de estos principios la actividad fracasará de la misma manera (en sentido económico) como si hubiese violado una RSU (regla social de uso). GM concluye que en toda la historia enfrentamos una coalescencia irresoluble de lo técnico y lo social, aunque diversa entre sociedades: en las precapitalistas la utilidad instrumental de los objetos humano-facturados con frecuencia está ligada normativamente a la posición social específica y función de sus usuarios; en la sociedad capitalista, a la forma universal de los productos: mercancía-valor, determina el sistema existente de relaciones sociales y aparece como una cualidad misteriosa de carácter natural y técnico. Esta coalescencia es para Marx característica principal de la prehistoria humana. Designa este fenómeno, en su versión capitalista, como reificación y lo define como la aleación directa de las relaciones materiales de producción con su determinación histórico-social y lo contrasta con épocas en las cuales la dominación de las condiciones de producción sobre los productores estaba disfrazada por relaciones de dominio y servidumbre.

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Recordando a Gary Webb, periodista tenaz

Ahora que Julian Assange goza de libertad, luego de 14 años de persecución multinacional, debemos recordar a otro periodista, Gary Webb, también ejemplo de persistencia frente al poder de Estados Unidos.

Webb publicó en 1996 tres amplios reportajes, Dark Alliance (Alianza oscura), en el San Jose Mercury News, diario de San Francisco con poca influencia regional. Pero al incluirlos en una página web del naciente Internet, se conocieron ampliamente en el mundo.

Webb mostró que el incremento del narcotráfico y el consumo de cocaína y crack, especialmente en los barrios negros de San Francisco, se debía a que las ganancias de dicho negocio financiaban la guerrilla de los contras, que en los años 80 intentaba derrocar al gobierno sandinista de Nicaragua. La Agencia Central de Inteligencia, CIA, era la encargada de la logística y el abastecimiento de esa guerrilla.

Para su trabajo, Webb entrevistó a narcotraficantes en Nicaragua y a colaboradores de la DEA; recopiló declaraciones de ex agentes de inteligencia y rescató informes policiales estadunidenses.

Pero en vez de ahondar en las implicaciones del gobierno en lo que Webb denunciaba, The Washington Post, The New York Times y Los Angeles Times, emprendieron una campaña para desprestigiar sus investigaciones; dudaron del papel de Estados Unidos en la guerra entre la contra y los sandinistas y ocultaron el efecto nocivo del festín de droga barata en los barrios pobres del vecino país.

Multipremiado, ganador del Pulitzer en 1990, sin embargo el periódico en el cual publicó sus reportajes se negó a seguir patrocinando su investigación, lo que le causó una severa depresión. Su nombre estuvo olvidado hasta que en 2004 se informó de su suicidio: dos balazos en la cabeza. Tenía 49 años. Todo indica que lo asesinaron.

Ya entonces, el gobierno estadunidense había reconocido su apoyo a la contra con dinero del narcotráfico. En 2016, su vida se plasmó en la película Matar al mensajero, que se basa en la novela del mismo título escrita por Nick Schou y en la serie de reportajes que realizó Gary Webb.

La película permite a las nuevas generaciones conocer un lado oscuro del gobierno y los grandes diarios de Estados Unidos.

EDITORIAL 

Las encuestas a pie de urna y los primeros resultados anunciados hasta el cierre de esta edición indican que el Partido Laborista obtendrá una victoria aplastante en las elecciones parlamentarias del Reino Unido, lo que permitirá a su dirigente, Keir Starmer, formar gobierno en solitario y desplazar al Partido Conservador por primera vez en 14 años. Para el laborismo se trata de un triunfo incontestable que le dará, según las predicciones, 410 de los 650 escaños en juego, mientras para el conservadurismo supondrá el mayor descalabro en su historia, una caída incluso más significativa si se considera que apenas en 2019 obtuvo sus mejores resultados desde 1987.

Este drástico viraje en las preferencias se explica por las dificultades económicas causadas por factores externos como la pandemia o la guerra en Europa del Este, pero, sobre todo, por la manera en que han sido gestionados por las administraciones derechistas. En el momento más álgido de las restricciones dispuestas para frenar el contagio de covid-19, el entonces primer ministro, Boris Johnson (2019-2022), celebró una fiesta con sus colaboradores en el mismo momento en que la fallecida reina Isabel II velaba completamente sola a su esposo. Ese acto de insensibilidad, que fue también una insólita falta de respeto a la institución de la corona, caló más en el ánimo del electorado que las mentiras, la corrupción, el deterioro económico, la xenofobia, el belicismo y la insondable frivolidad de Johnson. Su efímera sucesora Liz Truss (6 de septiembre al 25 de octubre de 2022) propuso un recorte de impuestos a los más ricos en un momento en que gran parte de la población sufría para llegar a fin de mes debido a la inflación y a las consecuencias de abandonar la Unión Europea sin un verdadero plan de transición.

El mandatario saliente, Rishi Sunak (2022-2024), mostró un talante institucional y una prudencia de la que carecieron sus dos antecesores inmediatos, pero mantuvo intocado el modelo neoliberal que tiene en crisis el acceso a la vivienda, la educación, la salud (otrora orgullo británico) y el conjunto de los servicios públicos. Tecnócrata ortodoxo, Sunak no atendió el clamor social de refrenar la desigualdad y rearticular el Estado de bienestar. Por el contrario, se embarcó en el delirio imperial de sostener una guerra con Rusia peleada por soldados ucranios: hizo del Reino Unido el tercer país que más recursos aporta para sostener al régimen de Kiev, hasta destinar medio punto del producto interno bruto (PIB) a ese fin. En abril, ya embarcado en la campaña electoral, prometió aumentar el presupuesto militar hasta 2.5 por ciento del PIB y dilapidar casi 100 mil millones de dólares en un relanzamiento belicista que no puede devolverle al país un papel relevante en la geopolítica, pero sí implica perpetuar la ruina de la seguridad social y de todas las instancias que mejoran la calidad de vida de las mayorías.

Ante ese desastre multidimensional, no es casualidad que el lema central de Starmer y los suyos haya sido el cambio. El electorado votó con claridad por el cierre del ciclo conservador y la renovación de la vida pública, tomando una alternativa que resulta saludable en un contexto de ascenso generalizado de la ultraderecha en Europa. Cabe a los ciudadanos británicos exigir a sus nuevos gobernantes que cumplan con el mandato de tomar decisiones en función del bien común y no de los intereses de corporaciones y capitales financieros, de impulsar la recuperación del salario, rescatar la seguridad social y no azuzar la guerra. En suma, de responder a los ideales laboristas y no ser un gobierno de la traición como el que encabezó el infame Tony Blair entre 1997 y 2007.

Pide reconocer al Estado palestino para frenar abusos de Israel

Como se dice en nuestro pueblo: ya salió el peine, tratándose del ataque genocida del sionismo israelita a Palestina. Su objetivo es despojarla nuevamente de su territorio. Ahora se aprobó la incautación de 12.7 kilómetros cuadrados de terreno en el valle del Jordán.

Sorpresa, ninguna. Estamos ante una larga historia de robo y destrucción de los bienes palestinos.

El resultado de esa declaración del gobierno de Benjamin Netanyahu es que los pobladores de esas zonas pierdan sus derechos de propiedad privada y de utilización de esa superficie.

O sea que nuevamente son despojados de su tierra. Así se hizo después de que la ONU reconoció como Estado a Israel y en 1967 cuando los israelitas se apoderaron violentamente de Cisjordania, Jerusalén Oriental y la franja de Gaza (La Jornada, 4/7/24, página 25).

El delito internacional de genocidio consiste en el exterminio de poblaciones enteras. Más claro no puede ser en este caso. Y se efectúa con la autorización y el financiamiento del gobierno de Joe Biden.

Un grupo de ex colaboradores de éste lo reconoce claramente: La cobertura diplomática de Estados Unidos y el flujo continuo de armas a Israel han asegurado nuestra innegable complicidad en las muertes y la hambruna forzada de la población palestina de la población sitiada en Gaza (ídem).

El pueblo mártir de Palestina merece no sólo nuestra conmiseración, sino nuestra acción efectiva para evitar su exterminio.

Urge, por ello, que los países del mundo, entre ellos México, reconozcan al Estado palestino en plenitud. Sin regateos ni dobleces porque ese pueblo es una nación y sería una fórmula efectiva para contener los afanes expansionistas del sionismo de Israel.

José Enrique González Ruiz

La oposición se enfrasca en nimiedades, opina

Hay ciegos que ven y otros que viendo no ven, decía José Saramago en uno de sus libros y viene al caso cuando se oye a quienes no han asimilado al México actual.

Discutir si la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, se va a desmarcar del actual mandatario, Andrés Manuel López Obrador, es ignorar que ambos vienen del mismo proyecto, más allá de los estilos personales de gobernar.

Dicha cuestión plantean los detractores de la actual administración, cuando hay cosas mucho más importantes como es el de proponer e impulsar acciones que influyan en la profundización de lo que se ha logrado a partir de 2018 hasta hoy, pero eso corresponde a una visión de izquierda antineoliberal.

Hay muchos pendientes para que se pueda terminar la obra negra en qué se encuentra la llamada 4T, por ejemplo en materia económica hay que cambiar las reglas del juego e ir por una reforma fiscal progresiva que grave las grandes fortunas

Cómo no combatir a fondo la desigualdad cuando vemos datos que indican que los millonarios tienen 200 mil millones de dólares en el extranjero, que es 15 por ciento del PIB y que equivale casi a la cantidad obtenida en los últimos cinco meses por todas las exportaciones mexicanas a Estados Unidos.

Urge impulsar el sector social de la economía, sobre todo en el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, para que a través de grandes cooperativas formen parte de la cadena productiva y de la justa distribución de las riqueza que generen los 12 polos de desarrollo que se construirán, que la plusvalía se reparta equitativamente y no quede concentrada en los grandes consorcios.

Asimismo, suspensión y auditoría de la deuda pública, soberanía alimentaria, desprivatizar las Afore, jubilación con salario y no con UMA; en fin, por ahí es el camino de la continuidad.

Benito Mirón Lince

Gran lavadero

Latinus es certero,
por sus chismosas noticias
y finanzas subrepticias,
llamarle gran lavadero.

Benjamín Cortés V.

Acto necesario para frenar la guerra del Poder Judicial

La solicitud de la Gobernación de juicio político contra el juez Rodrigo de la Peza López es un acto necesario para coadyuvar a frenar la guerra judicial que ha emprendido este poder contra el gobierno de AMLO y contra el pueblo de México. El Poder Judicial permitió en el pasado reciente que los gobiernos prianistas pasaran por encima de nuestra Constitución Política durante muchos años, y en ocasiones a través de leyes secundarias, avalaron la violación a nuestra Carta Magna. Así sucedió, por ejemplo, cuando en 1992 a través de las modificaciones salinistas a la Ley del Servicio Público de Energía eléctrica, el Poder Judicial permitió que empresarios privados participaran en la generación de energía eléctrica, a pesar que entonces el artículo 27 constitucional lo prohibía. Ahora en el gobierno de AMLO el Poder Judicial (particularmente el juez De la Peza, con el aval de la SCJN), en marzo de 2021 otorgó amparos a empresarios trasnacionales, como Iberdrola, Mota Engil y otros.

Fernando Oliva Q., Tomás Cruz, Miguel Raya, Jazmín Serrano, Jorge Luis Vargas, Alfredo Arenas, Ricardo Arenas y David Miranda

 
La política de alianzas de cualquier partido es siempre un asunto espinoso, lleno de ambigüedades y peligros, que debe resolverse en el filo de la navaja entre la fidelidad a los principios y la conveniencia táctica, sin que las decisiones caigan en el principismo ni en lo convenenciero. Esa política puede ser factor de peso para la extinción –como acaba de ocurrirle al PRD y puede ocurrirle al PRI en un futuro no lejano– o para el logro de triunfos estratégicos, como el que consiguió Morena el pasado 2 de junio, sin implicar, claro, que esos desenlaces hayan estado condicionados únicamente por las alianzas.

Bajo la conducción de Andrés Manuel López Obrador, su partido definió desde 2017 una política de alianzas que se ha mantenido desde y que se ha ratificado en 2024 con la dirección de Claudia Sheinbaum. En 2018 la coalición con los Partidos del Trabajo y el extinto Encuentro Social, así como la incorporación de numerosos cuadros que venían de las filas del adversario, permitieron despejar todo amago de fraude, al otorgarle a Morena 53 por ciento de los sufragios presidenciales y a la alianza tripartita una amplia mayoría en la Cámara de Diputados.

En el primer trienio del actual gobierno fue posible hacer modificaciones constitucionales negociadas con la oposición, lo que explica la insuficiencia de varias. Tras los comicios de 2021, la oposición estableció un boicot legislativo que hizo imposible negociar reformas a la Carta Magna y limitó al partido en el poder a reformas a las leyes secundarias, reformas que fueron revertidas por un Poder Judicial abiertamente faccioso.

Desde 2022, cuando la Suprema Corte echó abajo la reforma eléctrica, que buscaba moderar algunos de los aspectos más dañinos de los perversos lineamientos constitucionales impuestos en el peñato, resultó claro que para avanzar en la Cuarta Transformación (4T) era indispensable contar con la mayoría calificada en ambas cámaras legislativas; para ello se necesitaba incrementar significativamente la votación de Morena y sus aliados con respecto a la obtenida en 2018. Eso no podría lograrse sin proceder a una ampliación del frente electoral para ganar sufragios en sectores tradicionalmente contrarios a la 4T y en plazas en las que se obtuvieron cifras adversas en 2021.

Esa ampliación del frente tenía dos riesgos: primero, que el proyecto de nación se desdibujara por las nuevas incorporaciones, lo que podría evitarse garantizando el control del gobierno y, segundo, que las bases las repudiaran: el equilibrio al filo de la navaja.

Es posiblemente ese contexto en que debe verse la inclusión de Sergio Mayer, una figura conflictiva que en su primer encargo legislativo bajo las siglas de Morena (2018-21) generó muchas inconformidades por su escaso apego a los principios del partido y por su tendencia a inmiscuirse en barullos opositores. Como agravante, en 2021 perdió en las urnas su relección. Eso no significa que el suyo no fuera un perfil atractivo para votantes indecisos o con una aversión inicial a Morena, circunstancia que, con la presión de la imperiosa necesidad de crear las condiciones para aprobar el plan C –es decir, la ampliación de la base de votantes– tal vez pesó en la decisión de incluirlo en la lista de plurinominales que se presentó ante el INE el 22 de febrero y fue hecha pública en la página oficial del partido.

Fueron muy pocas las voces que en ese momento rechazaron la medida, ante la cual no se presentó ni un recurso directo de impugnación en la Comisión de Honestidad y Justicia ni ante el Tribunal Electoral. Los recursos presentados referidos a la lista en general fueron desechados uno por uno por la segunda de esas instancias.

¿Fue una decisión correcta? Desde un punto de vista estrictamente electoral, pudo serlo, si es que su nombre aportó votos a la coalición Sigamos Haciendo Historia, algo que no es fácil de determinar. Desde una perspectiva política, tener a Mayer en las filas propias y no en las de un partido adversario (Movimiento Ciudadano) fue una medida atinada.

Significativamente, un mes después de la elección, y con los telones de fondo del sexto aniversario del triunfo de 2018 y de la conformación del gabinete de la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, estalló una oleada de malestar y de rabia en las redes sociales de morenistas y de simpatizantes de la 4T que acusaron un severo agravio, oleada que se asoció de inmediato a los ya conocidos chubascos de descalificaciones contra el aún presidente del partido y próximo secretario de Educación, Mario Delgado.

Es lamentable que ante el júbilo por una victoria histórica que ratificó a Morena en la Presidencia, le dio una gubernatura más de las que ya tenía y le entregó la ansiada mayoría calificada, las hojas no dejen ver el bosque. Afortunadamente, el país es mucho más vasto que las redes sociales y, al margen de ese pleito, la transformación nacional está en vías de acelerarse. Llegarán más turbulencias.

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El 27 de junio pasado, en la ciudad de Oaxaca, la Misión Civil de Observación, conformada por 22 organizaciones de la sociedad civil mexicana e internacional defensoras de la naturaleza y el territorio, presentó su informe en que documenta y visibiliza las agresiones a pueblos indígenas, personas y comunidades defensoras de la tierra y el territorio frente a la imposición del megaproyecto Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, entre mayo de 2021 y mayo de 2024 (https://acortar.link/4JF8Bf).

Los datos del informe tienen su origen en las labores de registro y documentación realizadas por colaboradores de la Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo (Ucizoni) y Territorios Diversos para la Vida AC, así como en testimonios directos, investigación en el terreno, notas periodísticas, artículos de prensa, trabajos académicos y reportajes de medios de comunicación independientes, locales, regionales y nacionales.

Además, la Misión Civil de Observación, acompañada de medios de comunicación, nacionales e internacionales, efectuó un recorrido del 25 al 27 de julio de 2023, por municipios habitados por indígenas en el estado de Oaxaca, en que visitó a personas y comunidades afectadas, recabando la descripción narrativa y la información pertinente para la misión de observación.

En las cuatro secciones del informe se presenta el contexto del proyecto a gran escala del Corredor Interoceánico y en torno a la situación generalizada de las personas defensoras ambientales y del territorio en México; los datos relativos a las agresiones perpetradas contra las personas y comunidades defensoras del Istmo de Tehuantepec; las violaciones especificas a los derechos humanos, y por último las recomendaciones elaboradas por las personas, comunidades, organizaciones y colectivos participantes en la Misión Civil de Observación. El informe estipula que la investigación de las agresiones tienen como unidad de medida el ataque, que se entiende como un evento de fecha, lugar y circunstancias específicas en que pudieron perpetrarse una o más agresiones contra una o más personas defensoras del territorio, por uno o más agresores, identificados éstos en 27 categorías, entre las que se incluyen agentes particulares y funcionarios de Estado, federales, estatales, municipales y locales, así como integrantes de las fuerzas armadas.

En el contexto se hace un recuento de los orígenes y contenidos del proyecto de Corredor Interoceánico, anunciado en 2018 como parte del Plan de Desarrollo del Istmo de Tehuantepec, cuyo objetivo principal es hacer más eficiente el enlace entre los puertos de Coatzacoalcos, Veracruz, y Salina Cruz, Oaxaca, y a través de la modernización del trasporte ferroviario, puertos comerciales, red de carreteras principales y secundarias, la infraestructura y las redes de conectividad digital, abastecimiento de gas, insumos básicos, agua potable, energía eléctrica, productos petrolíferos y petroquímicos, vivienda, movilidad y desarrollo tecnológico, red aeroportuaria y creación de polos de desarrollo; todo ello en 76 municipios de Oaxaca y Veracruz, donde se localizan, precisamente, comunidades de los pueblos indígenas zapoteco, mixe, zoque, huave, chontal, chinanteco, mazateco, mixteco, popolucas nahua y también afromexicanos.

Las agresiones en el periodo señalado registran 72 ataques, en los que se cometieron al menos 226 agresiones, que comprenden: intimidación, hostigamiento, amenazas, agresiones físicas, criminalización, daños a propiedad, difamación, detención arbitraria, estigmatización, desplazamiento forzado, homicidio, desaparición forzada, uso indebido de la fuerza, allanamiento, despojo, robo, desaparición. Además, se documentaron tres homicidios contra defensores zapotecos, Jesús Manuel Martínez (2022), Félix Vicente Cruz (2023) y Noel López Gallegos (2023). Se evidencian violaciones a los derechos a la consulta y consentimiento libre, previo e informado, a la propiedad, a no ser desplazado o desaparecido forzadamente, a la libertad personal, al derecho de las mujeres y las infancias a una vida libre de violencia y el derecho a contar con un entorno seguro para los defensores.

Es de esperarse que el gobierno entrante tome en cuenta las recomendaciones asentadas en el informe, entre ellas, garantizar la implementación de medidas de protección efectivas en favor de los defensores del ambiente y el territorio, poner un alto a su criminalización; reconocer y respetar los derechos humanos individuales y colectivos de los pueblos indígenas como sujetos de derecho público, su autonomía y libre determinación, la asamblea comunitaria como órgano máximo, deteniendo de manera urgente el proceso de militarización en el istmo.

Aunque con el paso de los años casa y hogar han sido usados como sinónimos, sus raíces gramaticales son muy diferentes e incluso podría decirse que nos remontan a emociones y sentimientos especiales y trascendentales. El término casa proviene del hebreo kisá que en español significa cubrir; sin embargo, hogar procede del latín focare y hace referencia al lugar donde se encendía el fuego.

Podemos tener una casa, pero no un hogar; una vivienda física no garantiza el amor, la comprensión y la paciencia que implica el sentimiento que relacionamos con el hogar y el conjunto de individuos que nos ayudan y nos impulsan cuando más requerimos aliento.

Un hogar se refiere a los vínculos de las personas y cada hogar requiere habitar un lugar físico, por lo que hoy abordaré la importancia de la dignidad de la vivienda. ¿Qué viene a nuestra mente cuando mencionamos la palabra casa? Usualmente hacemos referencia a nuestro patrimonio, un espacio seguro para vivir, un lugar que será heredado a nuestros hijos o nietos y que a su vez representa también cierta estabilidad tanto para ellos como para nosotros.

La evolución de las viviendas a lo largo de la historia ha sido visible e implica diversos puntos de análisis. Las primeras fueron cuevas y chozas elaboradas con ramas y algunos otros componentes, pero a medida que las civilizaciones florecieron se produjo una serie de cambios arquitectónicos, como las construcciones de la antigua Mesopotamia; sin embargo, es probable que una de las mayores transformaciones se diera durante la Revolución Industrial, en que la urbanización y el crecimiento poblacional produjeron la realización de los denominados multifamiliares.

El siglo XXI se ha encargado de que la tecnología, la sostenibilidad y la innovación sean las características esenciales en cuanto a las casas, aunque desafortunadamente cada vez es más difícil adquirir una vivienda o un espacio para la construcción; en nuestro país, de acuerdo con datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en su análisis Principales retos en el ejercicio del derecho a la vivienda digna y decorosa afirma que tener una casa apropiada implica: 1) que no se ponga en riesgo la satisfacción de otras necesidades básicas; 2) que cuente con seguridad en su tenencia; 3) con materiales y diseño de calidad; 4) bien ubicada y con acceso a servicios básicos y complementarios funcionales y suficientes; 5) emplazada en un barrio seguro, con espacios comunes, áreas verdes y calidad comunitaria; 6) con un diseño que como unidad y como asentamiento atienda a estándares técnicos de calidad y sea aceptable para sus habitantes, y 7) en un hábitat digno, integrado al entorno natural de manera responsable e incorporando tecnologías.

Claro que lo mencionado anteriormente es sólo el ideal de muchos mexicanos; sin embargo, los datos arrojan información desalentadora. Esta misma institución menciona que en México existe un rezago habitacional de 45 por ciento con una clara desigualdad en disponibilidad de equipamiento, infraestructura, y acceso a servicios básicos, además de que más de la mitad de las personas se encuentra por debajo de la línea de bienestar y únicamente 14.7 por ciento de las reservas territoriales tienen ubicaciones adecuadas para el desarrollo de vivienda.

Muchos desafíos son los que se deben abordar, sobre todo porque, de acuerdo con datos de ONU-Habitat, hay casi 2 mil áreas metropolitanas en todo el mundo, en las que actualmente vive un tercio de la población mundial y se proyecta que para los próximos 15 años habrá casi mil millones de personas que se convertirán en habitantes metropolitanos y para 2035 existirán alrededor de 430 nuevas metrópolis.

Tan sólo en nuestro país se observa un detrimento del tamaño en las construcciones, los materiales que se usan y la calidad de los espacios. ¿Cuántas personas carecen de privacidad?, ¿cuántas familias no viven con miedo al desalojo?, incluso ahora con los estragos del cambio climático, ¿cuántas viviendas no tienen protección ante los fuertes fríos, carecen de ventilación para enfrentar las abrumadoras olas de calor o presentan daños estructurales ante lluvias o rachas de vientos?

Muchas son las preguntas que surgen alrededor del tema de las viviendas e incluso por separado deben analizarse las diferentes situaciones que implicó y la manera en que la arquitectura y el diseño de las viviendas y parques impactó tras la pandemia por SARS-CoV-2 y el confinamiento, temas que abordaré en una futura publicación.

El trabajo debe ser conjunto entre los diferentes niveles de gobierno, las instituciones públicas y privadas e incluso los colegios de arquitectos, ingenieros, notarios y, por supuesto, las empresas de construcción e inmobiliarias, por lo que quizá implementar las estrategias y los lineamientos sea complejo, pero no imposible.

No podemos perder de vista que todos necesitamos un refugio, un lugar donde dormir, donde podamos recordar la importancia de la unión, un espacio que nos permita recobrar el aliento, un sitio que nos brinde la oportunidad de escapar de aquello que nos aqueja; lamentablemente aún nos queda mucho camino para lograr viviendas dignas.

* Consultor en temas de seguridad, inteligencia, educación, religión, justicia, y política

La historia está llena de damas ilustres por mil razones, pero los varones las hemos tratado egoístamente. Les hemos dado acceso a presidir su país sólo cuando irrumpen imparables.

En tiempos cercanos la cosecha política ha sido notable: Margaret Thatcher, Angela Merkel, en Europa, y en terrenos latinoamericanos mucho más: Michelle Bachelet, en Chile; Dilma Rousseff, en Brasil; Laura Chinchilla, en Costa Rica; Violeta Chamorro, en Nicaragua; Mireya Moscoso, en Panamá, y María Estela Martínez de Perón y Cristina Fernández de Kirchner, ambas de Argentina.

Repasando esta larga nomenclatura se extraña la ausencia de una jefa de Estado mexicana. Países tan pequeños como Panamá o grandes como Brasil las han tenido, México no. ¿La razón?, no es la ausencia de grandes mujeres. Busquemos más bien en el machismo del régimen político posrevolucionario.

Por 80 años el PRI/gobierno ni remotamente consideró a una señora como candidata. No dio espacio a María de los Ángeles Moreno, a Dulce María Sauri o a Beatriz Paredes. El PAN que también tuvo su oportunidad después de Fox, no lo pensó impedido por su misoginia religiosa. La izquierda no supo crear una oferta para personajes del tamaño de Ifigenia. El sistema en conjunto nunca tuvo un proyecto femenino, tuvo que venir una corriente universal y una voluntad nacional para que se diera.

Pero como sea, ahí está la señora virtual presidenta electa Claudia Sheinbaum. Llegó por la voluntad popular. Ahora nos viene una exigencia de gran calibre: ¡dejémosla gobernar! El país requiere corrientes adversas inteligentes, firmes, leales a la democracia. No confundamos rencillas con oposición ni frustraciones con legitimidad.

Claudia es presidenta en momentos de enorme complejidad por más que en cada fin de administración nos jalemos los pelos anunciando el fin del mundo. Recordemos aquella histeria de José López Portillo quien, al rendir su último Informe, lloró, golpeó el atril, se declaró culpable de sus fallas; pidió perdón y se fue.

A pesar de que esas escenas hoy pintan más que ridículas, es inevitable recordarlas como lección: no es lo que cuenta empezar bien, sino terminar bien, asumiendo los propios riesgos desde el primer momento con entereza y serenidad para ejercer un mandato exigido como de alto nivel.

Un ejercicio justo, honesto y eficiente, al que hoy habrá que sumar aquello que hasta hoy no habíamos tenido necesidad de descifrar: los enigmas y circunstancias del hecho de ser gobernados por una mujer.

Se trata de gobernar un país desapasionadamente, con firmeza, objetivos, metas y programas sensatos. Eso sería algo y ya es mucho. Ahora la responsable es una mujer a la que nuestro machismo originario ya le señala como defectos centrales ser serena, firme, clara y predecible. ¡Vaya defectos! Cuando es eso precisamente por lo que se le eligió. Esos antis desearían ver a la mujer actual como un personaje literario delicado, propio de la Jane Austen del siglo XIX.

Del PRI brotan voces machistas, valentonas, ataviadas de oposición ideológica. No conocen el camino de ser de respetables; son indigentes en la materia, sólo buscan el poder por el dinero, más dinero. Emocionalmente se identifican con la personalidad de algún ídolo ranchero y bravucón.

La presidenta Claudia suma como opositores a empeñosos stars miembros del PAN, que no son lo peor, están fracasados. Más letales son los embozados que sonríen, lucran y atacan con golpes bajos. Pero los hay peores: aquellos membretados como fieles miembros de su círculo, pero que dan la espalda cuando en los hechos no se cumplen sus expectativas.

Y ese es el frente palabrero. Ahora viene el desafío formal: la señora tiene el deber institucional de garantizar la gobernabilidad, considerando en ello como lo más arduo la seguridad pública, debe definir el perfil de las fuerzas armadas, cuidar las finanzas, torear a Trump y 100 lindezas más. Ese es a la ligera el paquete duro de la debutante señora presidenta.

Ese es su desafío institucional agregado por el recóndito plus de ser la primera presidenta de este nudo gordiano llamado México. El paquete se constituye tanto con grandes retos como promisorios momentos, ¡capturemos los dos! La coyuntura es propia para reconocer que en ciertos espacios nuestra democracia tiene limitados avances como es la igualdad de oportunidades ante la desigualdad vigente. Hoy se da un delicado paso más.

Para terminar con acento histórico, femenino fundamental de fines de la Edad Media, es propio recordar a la primera reina de España, Isabel la Católica, que igual quieren llevarla a los altares que hundirla en el averno. Desempolvemos entre otras cosas que en 1503 aprobó los casamientos interétnicos. Una forma eminente de igualdad.

Don Miguel de Cervantes dejó en claro que sus obras se estructuran de acuerdo con una visión no patriarcal de la identidad. El cuestionamiento de la autoridad se perfila en el primer capítulo, donde la historia de don Quijote se vislumbra como el producto de autorías diversas en versiones divergentes. Vemos en ello la pertenencia de la aseveración de Miguel Unamuno al decir que el lector de El Quijote se encuentra con dos novelas superpuestas: la de la escritura externa y la de la inscripción interna, con lo que se hace asimismo evidente el movimiento de los personajes del aparente centro hacia la marginalidad.

Más adelante aparece como escenario el Toledo de Carlos V, ciudad fortificada que ejemplifica el tema centralizante e inmovilizador del Estado moderno.

Cervantes, con tal planteamiento, denuncia con lucidez sorprendente el asunto de la violencia del poder basada en la centralidad y la fijeza del logofonocentrismo al que se aferrará toda la cultura de Occidente apuntalada en la metafísica tradicional.

Personajes y discursos que se desdoblan, descentramiento de la razón y la certidumbre, cuestionamiento sobre la paternidad, la autoría, el centro y el margen aparecen en Cervantes, quien con estos planteamientos se coloca desde hace 400 años, como antes se dijo, como precursor de la deconstrucción preconizada por Jacques Derrida basada en Sigmund Freud.

Enlace entre Cervantes, Freud y Derrida, quienes por la misma senda, a 400 años de distancia, pretenden destacar que el texto escrito nos aleja de la presencia del autor y del lector, facilitando la multiplicidad de interpretaciones y con ello la apertura a nuevos sentidos, que a su vez remitirán a otros; es decir, potenciación en la búsqueda de huellas que conforman lo que Derrida llama archiescritura (o escritura que tacha el origen), condición de la posibilidad del lenguaje como sistema: articulado, abierto, vivo.

Tanto la obra cervantina como el pensamiento derridiano resultan ser obras en constante transformación huyendo de un querer decir (sentido) permanente e inamovible. Ambas obras comparten lo que el filósofo francés sentencia con rigor: que la filosofía ha olvidado su condición de lenguaje entendiendo como complejo sistema de cadenas abiertas de términos indecibles (más que de signos, de series significantes que nunca remiten a un origen, a una presencia), lo que la ha llevado a construirse en una metafísica de la presencia, que pretende las verdades absolutas recurriendo al discurso oral en detrimento del escrito, de la escritura interna.

(Cueli, José. Entre el sueño y el delirio, Ediciones La Jornada, México, 2013.)

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