Sobre las “medicinas” baste rememorar la santa alianza durante el covid con su correligionario Alberto Bourla, jerarca de Pfizer (BlackRock es su principal accionaria) quien proveyó la “vacuna sionista” (https://bit.ly/43t3AcK). Le faltó agregar su obsesión por el control global del agua mediante la empresa estatal israelí Mekorot, muy bien posicionada en México (https://bit.ly/3WTc8WB).
La bravata de Netanyahu fue interpretada como la militarización (weaponization) de teléfonos celulares, medicinas (¡mega-sic!) y alimentos: la disuasiva capacidad de sabotaje global de Israel con su red de espionaje Pegasus/Candiru (https://bit.ly/3JX003J).
Un mes más tarde, Zhu Xiaoji (ZX) exigió “frenar la conexión de la tecnología al carruaje de los juegos geopolíticos” (https://bit.ly/4oGJCDC), en alusión a la apocalíptica intimidación de Netanyahu. Según ZX, la “intención de Israel es exhibir sus logros tecnológicos y asentar que los teléfonos celulares en el mundo (¡megasic!) dependen de la tecnología israelí” cuando la angustia planetaria se debe a la “militarización de los dispositivos de comunicación de Estados Unidos y otros países occidentales” con el fin de “preservar su hegemonía digital”.
Mes y medio después de la bravata cibernética de Netanyahu, el ex director del Mossad, Yossi Cohen (YC) se jactó de que Israel ha desplegado una red de espionaje y sabotaje global (¡megasic!) que usa equipos manipulados con trampas explosivas y espionaje (https://bit.ly/3LLPOvw): se trata de “un sistema de gran alcance de hardware comercial (sic) comprometido que se utiliza para recopilar información o, en algunos casos, causar daños físicos”.
Al respecto, el ex director de la CIA Leon Panetta comentó que “la capacidad de colocar explosivos en dispositivos tecnológicos de uso común y convertirlos en herramientas de una guerra terrorista es realmente alarmante. Se trata de una nueva forma de guerra” (https://bit.ly/4qWf56x): Una “sofisticada barbarie” (https://bit.ly/4i52sC2).
Según YC, la técnica (sic) está incrustada en “todos (sic) los países que puedas imaginar”. Pregunta tonta: ¿estará México? YC agregó que la técnica “se originó con la conversión en armas de los equipos de comunicaciones utilizados por los combatientes de Hezbolá, concretamente buscapersonas (beepers) modificados para funcionar como herramientas de vigilancia remota o dispositivos explosivos: “Si los adversarios están comprando equipos, Israel debe intervenir infiltrándose en su cadena de suministro y explotándola”.
YC confesó que “el concepto fue refinado y escalado globalmente después de haber sido experimentado profundamente durante la Segunda Guerra del Líbano de 2006”. Ya para la guerra de 2024, Israel decapitó a toda la cúpula de Hezbolá. Nada de que asombrarse del Mossad cuyo lema, inspirado en Proverbios 24:6, es: “Mediante el engaño (sic) participarás en la guerra”, lo cual explayó el ex espía (“katsa”) del Mossad, Victor Ostrovsky, en su libro Mediante el engaño (https://bit.ly/4oSg8CM).
Una de las primeras tácticas de su desinformación (técnica Hasbará) enmarca la narrativa desde el inicio con la “posesión de la primera palabra”: adelantarse a los hechos mediante engaño y fake news (https://bit.ly/4oI2T7W). Dejo de lado la maligna operatividad de Israel, país genocida y paria, con sus empresas lucrativas de venta de armas –Israel Weapon Industry (IWI)/SK Group,Elbit Systems e Israel Aerospace Industries– ¡Todo un tema!
¿Cómo responderán los BRICS? (https://bit.ly/4phLkeS). Por lo pronto, Rusia, China y Brasil prohibieron los celulares instalados con “spyware imposible de eliminar”.
http://alfredojalife.com, Facebook: AlfredoJalife, Vk: alfredojalifeoficial
Justamente la cercanía con esta monumental ciudad da la impresión de quedar a su sombra. Sin embargo, para quien decide seguir los pasos de Cristóbal Colón, cuyos restos se encuentran en la catedral de Sevilla, inevitablemente la historia lo conducirá a Huelva. El Puerto de Palos, que se encontraba en esta provincia, fue de donde el genovés partió a la aventura marítima con sus tres carabelas para descubrir nuevos mundos, hasta entonces inimaginables. De hecho, se conocen como lugares colombinos todos por donde se dice pasó cuando preparaba su viaje.
Huelva guarda en su casco antiguo una mezcla particular de historia, tradición y memoria colombina. El centro de la ciudad aunque pequeño, es un testimonio vivo del pasado marítimo y cultural de la región. Uno de los símbolos más recientes y a la vez significativos de este legado es el Monumento a Cristóbal Colón, en la emblemática Plaza de las Monjas, uno de los lugares más representativos del centro. Está rodeada por edificios notables, como el antiguo Banco de España, el del hotel París, hoy ocupados por oficinas, y el Convento de las Madres Agustinas. Este lugar no sólo es un punto neurálgico para peatones, articula también varias de las principales rutas culturales.
Su acogedor centro histórico cuenta también con numerosos locales comerciales y cafés al aire libre donde el visitante disfruta la generosidad del clima del sur de Europa, que incluso en invierno las bondades del astro rey se dejan asomar. No deja de sorprender que al recabar información Huelva no contara hasta hace más de una década con una escultura dedicada a Colón en el centro de la ciudad, sobre todo si se considera el profundo vínculo histórico con la gestación de su primer viaje.
De cualquier manera, a las afueras, en la llamada Punta del Sebo, desde 1929 está el llamado Monumento a la Fe Descubridora, una imponente escultura de 37 metros de altura. En poco tiempo, el monumento a Colón ha sido definido como una pieza que se ha convertido en un símbolo de identidad de la ciudad; fue develado hace 14 años, en enero de 2011, obra encargada a un escultor oriundo de la provincia: Elías Rodríguez Picó.
La descripción oficial informa que para dar forma a la figura se apoyó en documentos históricos y en las pinturas del monasterio franciscano de La Rábida, del siglo XIV. Esa inspiración busca transmitir características de fuerza, seguridad y confianza en sí mismo como rasgos de la personalidad de Colón, reflejando a un navegante firme en sus propósitos a pesar de enfrentarse a una travesía por demás incierta.
El monumento se levanta orgulloso sobre un pedestal de casi cinco metros de altura y tiene una figura de bronce de tres metros. Colón porta en el cuello una medalla de la Virgen de la Cinta, patrona de Huelva, y su bandera está rematada con una cruz parroquial.
Durante décadas, sucesivos delegados de la hoy alcaldía Benito Juárez, donde se ubica la Plaza México, reiteraron, sin ningún resultado, que aplicarían el reglamento taurino vigente y procurarían conciliar intereses legítimos, pues su responsabilidad era garantizar al aficionado que a cambio de lo que pagaba recibiera un espectáculo de calidad. Se trataba de contener la irresponsable autorregulación desatada por el salinato neoliberal. Entonces, un influyente vocero oficioso del sistema taurino mexicano se revolvió en un palmo y desde su columna rebuznó:
“Los delegados repiten lo que acostumbran decir desde tiempo inmemorial los ‘salvadores de la fiesta’, cosas obvias como ‘respetar la normatividad’, quimeras como ‘garantizar’ que se elevará la calidad del espectáculo, combatir ‘la corrupción’ y lo que ahora se estila, ‘auxiliarse’ de la Comisión Taurina”. Engolosinado con sus falacias, el publicronista añadía: “No deben descuidar las nuevas autoridades en sus propósitos, que los públicos, las grandes concurrencias, no van a ver masivamente a los reglamentos sino a los toreros de verdad. Tampoco dicen las normativas cómo se debe torear para ser un torero atractivo. En ellas entonces, no está el rescate de la fiesta, pues no produce toreros”. Con analistas como éste los profesionales de la fiesta dormían tranquilos y el aficionado seguía aguantando el proceder de unos millonarios escasos de imaginación pero metidos a antojadizos promotores taurinos. Lo peor de todo es que durante décadas casi nadie cuestionó al zafio vocero y menos a los impresentables emprezafios.
No era ciencia, sólo cumplir y hacer cumplir el reglamento taurino de la Ciudad de México, con jueces de plaza debidamente respaldados, para mantener y fortalecer la originalidad y vigencia de la fiesta –enfrentar reses con la edad prescrita y sus astas íntegras, fomentar la competencia entre diestros y propiciar el surgimiento de nuevos valores que verdaderamente interesaran al gran público, no a los amigos extranjeros del duopolio primero y del monopolio después, a cual más de postrados ante los ases foráneos.
Tantos años de silencio sin que aficionados ni autoridades cuestionaran a unos concesionarios sin compromiso con la tauromaquia y con un público encandilado con espejitos famosos, facilitó la creciente apropiación de esa tradición popular por parte de los autorregulados, favoreciendo su paulatina banalización como patrimonio cultural de México en detrimento de su valor identitario, por lo que un espectáculo de origen popular devino negocito de improvisados, de espaldas a una sociedad cada vez más indefensa. La frivolidad de unos y el conformismo de los más, desembocó en una prohibición facilona sin sustento jurídico, histórico ni sociocultural, sólo con burocrático fastidio ante tanta superficialidad acumulada.
Más allá de evidenciar a un grupúsculo que anhela el poder perdido en 2018 y de lamentar los incidentes de violencia a cargo de la no por habitual menos condenable brigada de provocadores, es necesario analizar las manifestaciones de ayer en un contexto global de auge de la ultraderecha, así como del exitoso uso que esta corriente ha hecho de las herramientas digitales para propagar su mensaje, atraer a los jóvenes e instalar el fascismo como un elemento normal del debate público y las prácticas gubernamentales. En efecto, se ha constatado que las cuentas de redes sociales dedicadas a promover las protestas provienen de Argentina, Colombia y España, donde los partidos y organizaciones de ultraderecha tienen una enorme presencia y, en el primer caso, son patrocinados y protegidos desde el gobierno nacional. También se ha comprobado su vínculo con el golpismo venezolano y con el bolsonarismo brasileño, donde surgió la actual camada de expertos en manipulación mediática a favor del neofascismo. No puede olvidarse que la estrategia de desinformación y siembra de odio diseñada en Brasil y exportada a Argentina ya llevó a la presidencia a Jair Bolsonaro en 2019 y a Javier Milei en 2023, además de lanzar a millones de brasileños al intento de subvertir las elecciones de 2022. Con el regreso de la derecha a Bolivia este mes, uno de los líderes de esa red se ha instalado como asesor presidencial.
Recientemente, el empresario Ricardo Salinas Pliego ha tratado de importar dicho modelo a México a través del español Javier Negre, copropietario de la plataforma de difusión de noticias falsas La Derecha Diario y referente fascista a ambos lados del Atlántico. Personajes como Negre y sus patrocinadores explotan la frustración de las clases trabajadores, y en particular de los jóvenes, con un sistema que los ignora y los relega, desviando la atención desde los verdaderos causantes de los grandes males sociales (los oligarcas a los que veneran) hacia los grupos más vulnerables, en particular mujeres, migrantes y personas racializadas. Hasta ahora, ni éste ni anteriores intentos de meter a la sociedad mexicana en la “guerra cultural” (nombre que estos grupos dan a la defensa del machismo, la homofobia, la xenofobia, el culto a los multimillonarios y la apología de la violencia) han logrado arraigo en México, tanto por la ausencia en nuestro país de las problemáticas económicas que son caldo de cultivo de sus avances, como porque las cuestiones de género y diversidad que forman el centro de su discurso no tienen aquí la centralidad que han adquirido en otras naciones. Un factor adicional de indudable importancia en su fracaso es que aquí los sectores populares perciben la protección de sus derechos por parte de las autoridades con medidas como los incrementos al salario mínimo, las pensiones universales y, para los jóvenes, becas y programas de integración a la vida laboral.
Lo anterior no significa que los jóvenes no tengan dificultades y motivos justos para elevar exigencias al gobierno, sino que quienes usurparon la identidad de la generación Z no los representan ni están en sintonía con sus demandas. Por ello, la mejor manera de evitar que el odio y el capitalismo salvaje se implanten en México consiste en reforzar la atención de las necesidades genuinas de los más desfavorecidos y en apostar por la educación para erradicar ideologías misóginas, racistas y aporofóbicas, inaceptables en una sociedad democrática.
para provocarfue un fracaso, opina

La violencia corrió a cargo de los manifestantes al tirar piedras al cuerpo policiaco y derribar algunas vallas que protegían del vandalismo al Palacio Nacional, porque en todo caso, la pretensión de los guardianes del orden era defenderse y salvaguardar el recinto. Afortunadamente, esta vez sí llevaban los instrumentos de resguardo necesarios; también se notó que los policías tomaban por la fuerza a algunos rijosos.
En fin, fue un completo fracaso la manifestación aludida. Aunque los comentarólogos de siempre hacían las clásicas entrevistas a modo, lo cierto es que la derecha nacional e internacional que apoyó la marchita no entiende que no entiende.
Carlos César Cárdenas Márquez
Estado debe garantizar orden frente a golpes de encapuchados, señala
Dado que los encapuchados de siempre, en cada marcha, en cualquier reclamo colectivo, hacen acto de presencia con la clara y única intención de golpear y destruir propiedad pública y privada sin que alguna vez hayan expresado un planteamiento, postura o ideología política, social o religiosa, las preguntas que interesan son las siguentes:
¿Quién o quiénes están detrás? ¿quiénes los financian y con qué propósito? ¿se requiere mucha ciencia para investigar cuando han sido detenidos algunos de ellos en flagrancia?
Si el Estado tiene legítimamente el monopolio de la fuerza, ¿por qué no se hace uso proporcional de ella para garantizar el orden y la protección a la ciudadanía?
Juan Manuel Hernández Castillo
La hidra fascista ha levantado la cabeza
Tomando como pretexto problemas que ellos mismos generaron –la inseguridad, la corrupción, la miseria y la desigualdad social–, decenas de miles de personas desesperadas han salido a la calle con un discurso de odio anticomunista, misógino, machista, homofóbico y de un fanatismo religioso de lo más atrasado.
La mejor manera de enfrentar esta ofensiva ultraderechista es profundizando el actual proceso de transformación. Quedarse a medias sería entendido como signo de debilidad y los envalentonaría.
Los movimientos sociales deben tomar la contraofensiva, denunciando el carácter reaccionario de este movimiento, exhibiendo a quienes lo promueven (que no son otros que los mismos oligarcas que nos oprimen) y demandando que se actúe hasta las últimas consecuencias jurídicas en contra del evasor fiscal, Ricardo Salinas Pliego, y quitarle la concesión de Tv Azteca, por ser un medio faccioso.
José Luis Hernández Ayala
Se solidarizan tras el acoso sexual que sufrió la Presidenta
Por este medio, la comunidad esfemita del Politécnico desea expresar su total solidaridad con Claudia Sheinbaum Pardo, maestra, investigadora y Presidenta de la República, quien fue víctima de una inaceptable agresión sexual en la vía pública. Expresamos, nuestro repudio absoluto a todas las agresiones que ocurren en nuestra sociedad, y condenamos enérgicamente estos hechos. Si tocan a una, nos tocan a todos.
Luis Antonio Arias Hernández y 108 firmas más
Invitaciones
Plantón por Palestina
Te esperamos hoy, como todos los domingos, en el plantón en el Ángel de la Independencia, de las 12 a las 14 horas. ¡No dejemos de hablar de Palestina!
Iriana de la Vega, Guillermina Torres, Mónica Soto, Norma Mendoza, Silvia Ramos, Alberto Escalante, María Elena Chávez Josefina Mena, Columba Jiménez, Pablo Moctezuma, Carlos Luna, Leonardo García, José Librado, Arturo Escobedo, Arturo Hurtado, Francisco Rosas, Javier Bautista, Ignacio Hernández, Armando Martínez, Rogelio Rueda y Gilberto García
Conferencia Las caras de la conquista de México Tenochtitlan
El Colectivo Morena Chilangos (COMOCHI) invita a la conferencia titulada "Las caras de la conquista de MéxicoTenochtitlan", que ofrecerá el doctor. Cuauhtémoc Domínguez Nava y el licenciado Abel Nicolás Fernández Herrera. La cita es en el Albergue del Arte, ubicado en Alberto Zamora núm 32, casi esquina con Felipe Carrillo Puerto, paralela a Miguel Angel de Quevedo, colonia Villa Coyoacán, CDMX el martes 18 de noviembre de 2025, a las 18:00 horas, en modalidad presencial y se transmitirá vía Facebook en vivo https://www.facebook.com/share/17TgoUyfwe/?mibextid=wwXIfr
Se Buscan lectores
En esta oportunidad leeremos El ocaso de los dioses de la estepa, de Ismaíl Kadaré. Anfitrión: Maestro Julio Castañeda.
Jueves 20 de noviembre de 2025, a las 19 horas (horario de la Ciudad de México).
ID de reunión: 305 518 6688
Zoom: https://cutt.ly/oeFlcawK
Código de acceso: galatea24
Convocan: UACM, Programa Galatea y Lectores en activo.
La violencia ha sido, en efecto, una constante en nuestra historia nacional y patria o adulterada; lo grave es que ahora la vemos como una constante del presente con la que hay que aprender a vivir sin remilgos. De maneras diversas, los mexicanos estamos sometidos a su influencia, explícita o subliminal, que condiciona discursos y discusiones, relaciones y emociones, corridos y hasta himnos.
En rigor, la seguridad es una ilusión de nuestro tiempo mexicano, el de ahora, que alevosamente superó a aquel con cuyo estudio Carlos Fuentes buscaba revisar y recrear nuestras evoluciones.
Vemos y escuchamos informaciones sobre el odio, las masacres y su crecimiento inaudito, lo mismo en Europa que en América, en Asia que en África y el Medio Oriente. En Ucrania, un dictador siniestro arrastró a vastas franjas de su población a tomarse Ucrania y, de pasada, apoderarse de territorios y activos humanos de todo tipo, simplemente porque les correspondía. Y en Gaza asistimos a una negación colosal de la historia doliente del pueblo judío y de las sangrientas jaculaciones de los fanáticos que sólo le piden al Profeta tiempo para la revancha.
Entre nosotros, y sin despreciar los logros contra el crimen de que el gobierno da cuenta, se ha impuesto como sello funesto la violencia criminal como parámetro y variable. Aquí y ahora sigue su brutal curso.
A nueve días de que Carlos Manzo, el presidente municipal de Uruapan, Michoacán, fuera asesinado en medio de un nutrido festival popular, la presidenta Claudia Sheinbaum presentó en Palacio Nacional (el pasado día 9) los 12 ejes que dan cuerpo al llamado Plan Michoacán por la Paz y la Justicia. Se trata de toda una estrategia integral que contempla más de 100 acciones y una inversión (mixta) de más de 57 mil millones de pesos. Ante la presencia de cárteles y verdugos, de jóvenes destrozados y convertidos en sicarios y luego en víctimas, la mandataria postuló que “la seguridad se sostiene garantizando los derechos del pueblo a la educación, a la salud, a la vivienda y al empleo digno para el desarrollo con justicia y bienestar” (https://www.gob.mx/ presidencia/articulos/version-esteno grafica-plan-michoacan-por-la-paz-y -la-justicia-palacio-nacional).
Veremos si este nuevo proyecto para el desarrollo humano cambia algo la precaria situación en ese estado. Sin embargo, admitamos que más allá de la investigación seria y exhaustiva de lo ocurrido en Uruapan por parte de los cuerpos de seguridad del Estado, algunos de sus primeros hallazgos han sido teñidos por los dimes y diretes, encubrimientos reales o supuestos, en torno a responsabilidades y protocolos cuyo eje tiene que ser, no puede ser de otra forma, una violencia sin fronteras. Es frente a ella, que se ha apoltronado, que tendremos que reflexionar sobre lo que somos, lo que queremos ser como comunidad, lo que no hemos podido convertir en sustancia de una sociedad madura que quiere ser, además de democrática, constitucional.
No se trata de dejar que el tiempo corra, se estigmaticen regiones y redescubramos las fatalidades del mexicano. Es mucha la corrupción y más la indolencia que rodean la tragedia de hoy y de mañana. No podrán las fuerzas políticas, de querer hacerlo, extirpar lacra y simulaciones enraizados en el territorio y su difícil orografía. Menos se podrán exorcizar los espectros de la devastación humana en que nos hemos metido con meras convocatorias y simulacros de (re)unificación nacional, que no hacen sino exacerbar y diseminar una suerte de esquizofrenia maligna que corroe esfuerzos y ponernos de cara a una república que pudo ser, pero…
Después de años de la actuación de los grupos criminales de todo signo, los métodos de la delincuencia se han refuncionalizado. Las cifras –conocidas– de muertos y desaparecidos dan una idea del tamaño de la corrosión, una crisis que nos cruza. Más allá de los “éxitos” y destrezas de los grupos criminales ha sido –y es– la incapacidad y complicidad de muchas autoridades, la falta de instituciones preparadas, técnica y moralmente, para realizar un trabajo que cada vez es más sofisticado, complejo, global y letal.
Ya van muchos aniversarios. ¿Violencia es destino?
Nos preguntamos: ¿por qué avanza China casi en todos los rubros? Porque cuentan con la voluntad para hacerlo, en primer lugar, y en segundo, porque tienen una industria energética sólida. Y cuentan con la suficiente para destinarla a aquellos programas que le van a retribuir en cualquier sector.
El esfuerzo para crear la mejor tecnología debería ser tarea mundial, en la que intervengan aquellos países con desarrollo científico-tecnológico y cuyo beneficio sea universal, apoyando indistintamente a aquellas naciones de escasos recursos.
El gobierno de Xi Jinping cuenta con un desarrollo en infraestructura energética muy avanzado, y esta es una gran ventaja sobre los países que también están investigando y utilizando la IA. Hasta el momento, aunque con menor gasto que Estados Unidos, China está invirtiendo un total de 98 mil millones de dólares, alrededor de 700 mil millones de yuanes, hasta el presente año. La inversión es tanto privada como oficial. El incremento de 2024 a la fecha ha sido de 48 por ciento; la finalidad es la competitividad, especialmente con la administración de Trump. El gobierno chino tiene la meta de demostrar que su modelo productivo por medio de la IA es mucho más efectivo que el estadunidense.
Es un principio de ética compartir los hallazgos tecnológicos; el beneficio debe ser para la sociedad humana. Sin embargo, una gran preocupación acerca del perjuicio laboral que implica la utilización indiscriminada de la IA es la sustitución del trabajo humano. En este aspecto, también China nos lleva bastante ventaja.
Lo dijimos en el artículo anterior: las fábricas manejadas por obreros y obreras tendrían que desaparecer como las conocemos actualmente. Con la IA ya no se necesitarían personas para la fabricación de cosas. Una cantidad mucho mayor de productos se realizaría en el menor tiempo y a muy bajo costo. Ésta es la preocupación más inquietante en la actualidad.
No es en sí la tecnología que creó la IA la que sigue causando polémica: es la forma como se está utilizando y la estrategia para enfrentar los aspectos negativos, éstos ya han empezado a causar rechazo. La IA se está perfilando en contra de la mano de obra humana. Ya no hablamos de un futuro cercano, el problema ya empezó. Las múltiples protestas están a la orden del día en estos momentos en varios países. Las diversas empresas que han caído en la tentación de abaratar su producción en perjuicio de su planta de trabajadores y trabajadoras también están siendo cuestionadas.
Por un lado, se habla de grandes beneficios en favor de la calidad de vida; sin embargo, no se ve claro por dónde llegaría ese gran beneficio del que hablan para la clase obrera. El tema ya ocupa los encabezados en periódicos de todo el mundo, y las horas de transmisión por todos los medios de información para hablar de las bondades y los perjuicios de la IA se han multiplicado. Sin embargo, falta mucho que explicar y, sobre todo, mucho que legislar para que las situaciones adversas no se multipliquen, como ha sucedido a lo largo de la historia. No permitamos que el intelecto, el talento y la capacidad humana para resolver problemas sea sustituido sin ninguna retribución, como ya ha sucedido en la mayoría de los casos. Estamos hablando no sólo de la paz social, estamos hablando de consecuencias más devastadoras: nos referimos a la pobreza mundial que puede generar la IA.
Recordemos el ejemplo del descubrimiento de la fisión nuclear por los científicos Otto Hahn y Fritz Strassmann en 1938, quienes lograron separar un átomo de uranio y generar gran cantidad de energía. Gracias a este descubrimiento se ha podido utilizar la nuclear para generar energía eléctrica y dejar la quema de hidrocarburos. Pero mentes distorsionadas utilizaron el beneficio del uranio para crear armas de destrucción masiva. El resultado en Nagasaki e Hiroshima ha sido una gran herida para la humanidad. Nos oponemos a que suceda lo mismo con la IA.
Queremos referirnos a una frase importante que escuchamos en la película Jurassic Park, dirigida por Steven Spielberg, en la que el personaje del doctor Ian Malcolm, interpretado por Jeff Goldblum, reflexiona sobre la creación por medio de modelos de inteligencia artificial y sobre la ética que debería prevalecer sin cuestionamiento alguno. Las empresas corporativas no están preocupándose por el efecto nocivo de las nuevas técnicas, como la IA; el doctor Malcom reflexiona: “están más preocupadas por saber si pueden hacerlo a si deben hacerlo”. Y nuestra pregunta es: ¿en realidad nos hace falta utilizar la IA para la producción o reproducción de cualquier cosa?
El desarrollo de la IA va. Pero entonces presionemos para que la legislación acerca de su uso vaya un paso adelante. Ya está en el mercado la venta de un perro robot, con las mismas características de un cachorro. No es necesario sacarlo a pasear ni darle de comer. ¿Podrá este artefacto sustituir el afecto que proporciona una mascota real? ¿Llegaremos al extremo de crear bebés robots para satisfacer el instinto materno y paterno de las personas que no quieren responsabilidades? No lo sabemos. Lo que sí deseamos es una sociedad cada vez más humana, inteligente, solidaria, responsable y ambientalista.
(Colaboró Ruxi Mendieta)
Para Ximena Guzmán y José Muñoz Vega, la justicia llegará
La frontera no cambió, pero el flujo se redujo sensiblemente, como si los últimos migrantes hubieran pasado en diciembre, porque luego la puerta se iba a cerrar. Y efectivamente, Trump amenazó y luego firmó una orden ejecutiva para cerrar la frontera, pero ya no era necesario: el flujo de rezagados se redujo a niveles mínimos.
Tampoco fue necesario amenazar a México con aranceles, como había hecho en 2019 y había puesto en jaque al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que finalmente negoció poner a su disposición 20 mil miembros de la Guardia Nacional para resguardar la frontera norte y obstruir el flujo de migrantes.
La presidenta Claudia Sheinbaum rápidamente puso a su disposición 10 mil guardias nacionales para controlar el flujo y que los migrantes no llegaran a la frontera y pretendieran cruzarla. No hubo prácticamente negociación, la experiencia de 2019 fue bastante aterradora. El tema migratorio pasó a tercer plano; ahora los aranceles se aplicarían para el asunto del fentanilo y los narcotraficantes, declarados oficialmente terroristas, lo que les da, supuestamente, derecho a aniquilarlos, como se hizo con varias lanchas de supuestos narcotraficantes.
Las reglas del juego han cambiado a nivel regional y global. Pero en el tema migratorio es impresionante el poder y el impacto que tiene el discurso de odio antinmigrante de Trump. En un comienzo formaba parte de una estrategia electoral que había dado buenos resultados a los candidatos republicanos; el enemigo era claramente identificable, se le consideraba ilegal y por añadidura era extranjero, un alien.
Pero el asunto fue mucho más allá de lo electoral: formaba parte de un discurso ideológico en contra de la diversidad, las minorías, los activistas y los defensores de los derechos humanos. Un discurso de trasfondo racista y supremacista disfrazado de lucha por la legalidad.
La retórica antinmigrante escaló a niveles nunca vistos: son gente que “está envenenando la sangre en Estados Unidos”, no son migrantes como los de antes, son invasores; el término ilegal era demasiado suave. En este punto, todos los migrantes irregulares debían ser considerados criminales por el solo hecho de estar en situación irregular, lo que en realidad es una falta administrativa. Para Trump, el derecho al asilo era una tontería de los abogados, activistas y demócratas; era un abuso que se tenía que terminar, por eso canceló todos los procesos nuevos de asilo y todos los distintas formas de parole humanitario ya concedidos, las visas CBP One y otros programas.
Según el último reporte del Pew Hispanic, se estima en 14 millones el número de indocumentados. No obstante, considera dos grupos: el primero, de 8 millones, que propiamente son migrantes irregulares, y en el segundo, a los 6 millones restantes que están en situación especial e incluye a los dreamers, los que tienen estatus temporal protegido (TPS) y los que están en alguna fase de proceso de regularización, asilo o reclamación legal. Una manera peculiar de agrupar peras con manzanas, que da pie para inflar de manera artificial al grupo de indocumentados, algo que no se hacía antes en las estadísticas del Pew Hispanic.
La noticia de que se cerró la puerta y que las condiciones para migrar no son favorables llegó incluso a Asia y África, donde los traficantes habían tendido sus redes y contactos con sus pares mexicanos. Las estadísticas corroboran una caída muy drástica, a niveles mínimos, de migrantes latinoamericanos, asiáticos y africanos.
La fuerza del discurso de Trump en el tema migratorio se complementa con su promesa de deportar a todos los migrantes indocumentados, a los 14 millones. De ahí que ya no tenga sentido cruzar la frontera, porque ya no admiten a solicitantes de refugio y por el ambiente tan sórdido que existe en contra de los migrantes y la persecución que recién empieza.
No obstante, hay claros signos de resistencia de la población, que apoya y protege a los migrantes. En Los Ángeles y en Chicago, algunos políticos, policías, iglesias y autoridades han dado la cara por los migrantes. Pero también la gente de la calle, que se manifiesta e impide las redadas, una solidaridad nunca antes vista. Paradójicamente, el derecho inalienable de la propiedad privada se ha convertido en el mejor argumento de los que quieren defender a los migrantes e impiden el ingreso a sus casas o centros de trabajo.
Rubio aparece así como la figura performativa de un orden que pretende pontificar sobre la conducta de los insurrectos, no por fuerza de argumentos, sino por la naturalización de una posición de petulancia supremacista gusana. Su discurso no es sólo un despliegue de frases, sino un sistema de amenazas que pretenden funcionar como advertencias, ultimátums o chantajes, dirigidos a gobiernos, pueblos y adversarios geopolíticos. Es el gesto clásico del perdonavidas: “Yo podría destruirte, pero te concedo la oportunidad de someterte”. Esta semiótica del castigo, recubierta de moralismo servilista, produce un personaje siniestro, no porque posea poder propio –que no lo tiene–, sino porque simboliza la estructura de un imperio que lo utiliza como vocero del disciplinamiento global. La náusea.
Rubio cumple su guion con precisión teatral; su figura pública es un manual de gestualidad del castigo, una liturgia del señalamiento, un repertorio de amenazas presentadas como advertencias responsables. En su retórica, la “preocupación” por América Latina es el envoltorio del saqueo, del asesinato y de la intervención; su payasada vestida como denuncia contra gobiernos soberanos es una fórmula asesina en la moral burguesa más macabra; la propuesta de sanciones se presenta como “paso necesario” para defender la libertad. En cada una de esas ofensivas semióticas, el perdonavidas concede –desde arriba– una oportunidad al otro para rectificar, obedecer o “volver al camino correcto”. Retórica clásica de gánster que simula cordialidad antes de golpear. Lo siniestro de Rubio no radica solamente en su biografía individual, sino en la manera en que su cuerpo discursivo está diseñado para ser vehículo de esta dramaturgia.
Nuestra semiótica crítica permite mostrar que el perdonavidas no sólo amenaza, también produce un orden perceptivo. Sus mensajes buscan generar un clima de terror administrado, de duda, de inestabilidad calculada. Al mismo tiempo, intenta consolidar una narrativa en la cual Estados Unidos figura como el guardián de los pueblos, el protector magnánimo que –pese a su “paciencia”– se ve obligado a castigar. Rubio dramatiza esa tensión, haciendo del lenguaje un instrumento pedagógico del miedo. Así se construye una pedagogía de la sumisión, cada intervención suya enseña qué comportamientos serán castigados, quiénes serán los “malos” del momento y qué sanciones se consideran legítimas. Lo siniestro emerge de la naturalización de esta estructura, el perdonavidas no se concibe a sí mismo como agresor, sino como salvador. Y ahí reside la violencia más profunda: el castigo se traviste de virtud.
En la escena latinoamericana, Rubio desata una semántica de injerencia que presenta las decisiones soberanas de los pueblos como desviaciones patológicas que necesitan corrección. Su lógica es la del adulto autoritario frente al niño díscolo: “sé lo que te conviene, obedece y te irá mejor”. Esta infantilización es uno de los núcleos simbólicos del perdonavidas. Y, de nuevo, el personaje siniestro no es por su capacidad personal, sino por la estructura que encarna, la del imperio que cree tener derecho a decidir qué países merecen vivir y cuáles deben ser disciplinados.
Rubio despliega, además, una textura discursiva obsesionada con la idea del enemigo. Cada palabra suya fabrica un adversario absoluto que debe ser combatido sin matices. Esta absolutización del otro –técnica clásica de la propaganda– permite justificar cualquier medida: sanciones, presiones económicas, golpes blandos, financiamiento a oposiciones desestabilizadoras. El perdonavidas necesita crear enemigos para justificar su propio rol; necesita producir la expectativa de caos para presentarse como el gestor del orden. Por eso, su discurso es siempre apocalíptico: “si no actúo, ocurrirá la catástrofe”. Es la semiótica del salvador oscuro, él mismo infla la amenaza que luego promete resolver.
En el fondo, Rubio representa una función: la de traducir la doctrina del intervencionismo en lenguaje cotidiano. Su misión semiótica es “hacer digerible” la agresión imperial. Presenta la injerencia como necesidad, la sanción como responsabilidad, la amenaza como gesto moral. El perdonavidas siempre necesita justificarse: sólo puede mantener su poder si logra que el otro crea –al menos por un instante– que la amenaza es legítima. El personaje siniestro se vuelve eficaz cuando su violencia parece sentido común. Y Rubio trabaja incansablemente para que la violencia imperial parezca razonable, inevitable o moralmente correcta.
Por eso es crucial desmontar la gramática de su lógica, cada palabra suya funciona como dispositivo de dominación simbólica. Sus gestos públicos, sus entrevistas, sus declaraciones en redes, sus intervenciones en el Senado: todo está articulado como una cadena de signos destinados a intimidar, persuadir, sobreactuar y disciplinar. Desenmascarar al perdonavidas no es criticar a Rubio como individuo, sino señalar la maquinaria ideológica que él representa. Es entender cómo un personaje siniestro se convierte en portavoz de una semiótica de la amenaza que busca someter a los pueblos al orden del capital global.
Y es, finalmente, recordar que el perdonavidas no existe sin la complicidad de un sistema que lo instituye. Rubio es la máscara rota de un imperio en decadencia que, incapaz de sostener su hegemonía por consenso, recurre a la teatralización del castigo, con armas y con “aranceles”. En esa teatralización macabra se reproduce un viejo gesto colonial, el amo que, antes de golpear, manda a sus sirvientes para conceder al esclavo la oportunidad de arrepentirse. Una farsa cruel, una semiótica del sometimiento. Y, por medio de ella, el intento desesperado de mantener un poder que la historia misma ya está erosionando. Mientras, nosotros muy desorganizados.
* Doctor en filosofía
Después de la conquista, una vez restablecida la ciudad sobre los vestigios de la gran Tenochtitlan, la urbe hispana continuó siendo un centro político y comercial al que permanentemente acudían comerciantes, enviados de otras tierras que venían a negociar, misiones religiosas y al paso del tiempo arribaron diplomáticos, científicos y aventureros ávidos de conocer el nuevo mundo.
Esto llevó a que recién establecida la nueva urbe, se destinaran lugares para hospedaje –los primeros fueron los mesones en el siglo XVI, tan temprano como 1525–. El español Pedro Hernández Paniagua estableció el primero, “donde pueda acoger a los que a él vinieren e vender pan, é vino, é carne, é todas las otras cosas necesarias”. La mayoría contaba con instalaciones para resguardar las bestias y la carga de los viajeros, que en el caso de los comerciantes podía ser voluminosa.
Proliferaron de tal manera que bautizaron la calle del barrio de la Merced, que hasta la fecha lleva el nombre de Mesones. Los paseantes curiosos que se asomen a los patios de las viejas casonas descubrirán varias que conservan el carácter de los antiguas hospederías.
A orillas de los caminos se levantaron las ventas, que brindaban cobijo y alimentos a los viajeros, sus animales y mercancías. Solían contar con abastecimientos para las travesías. En los pueblos y villas se contaba con las posadas, que atendían a huéspedes que no viajaban con grandes cargas y les ofrecían cama y comida.
En el siglo XIX comenzaron a aparecer los hoteles, novedad europea que tuvo mucho éxito entre los viajeros de recursos holgados, ya que además de habitaciones individuales y confortables, a menudo lujosas, ofrecían buena comida y contaban con caballerizas y cocheras para los carruajes.
Increíblemente algunos de ellos todavía existen; en 1833 se estableció el primer Hotel Washington, que sobrevivió hasta 1846, cuando los muebles y otros efectos de la instalación fueron rematados públicamente. Cinco décadas más tarde, en 1891, renació en la calle 5 de Mayo número 54, donde había funcionado una casa de huéspedes. Se le agregó un piso, se “modernizó” y ofrecía “habitaciones amplias, cómodas y bien ventiladas, además de English spoken”. Todo eso sigue vigente a sus 134 años de antigüedad y con precios muy económicos.
Otro centenario que sigue en plena actividad es el Hotel Gillow; en 1869, tras la aplicación de las Leyes de Reforma, el empresario joyero británico, Thomas Gillow, compró una de las propiedades de la orden de San Felipe Neri –originalmente de los jesuitas– junto al templo de La Profesa, en la esquina de Isabel la Católica con 5 de mayo, y construyó un hotel que abrió sus puertas en 1872. Se anunciaba en la prensa como “un edificio diseñado con inteligencia y buen gusto donde los huéspedes se sorprenderán con el aseo, cuidado y moralidad de la atención”.
Hasta la fecha, en el Centro Histórico siguen surgiendo muchos, en antiguos edificios que se adaptan a las necesidades actuales sin perder su esencia original, lo que les brinda un atractivo especial.
Uno de ellos es el Hotel Bellas Artes, antiguo edificio de oficinas de postín, recién inaugurado en la calle 5 de mayo número 10, que ahora fusiona la distinción clásica con la comodidad de la tecnología contemporánea en una ubicación privilegiada. Se anuncia como “el destino perfecto para aquellos que buscan historia, refinamiento y exclusividad en cada aspecto”. Conserva amplios pasillos con las antiguas puertas de maderas finas, tiene biblioteca y fitness center.
A un lado está el restaurante Patio Bellas Artes, que entre otros, ofrece sus desayunos “Delicias...”, inspiradas en disciplinas artísticas: pintura, literatura, danza, música y demás, convertidas en sabrosos platillos, para comenzar la mañana fortalecido e ir a disfrutar todas las maravillas que nos ofrece el corazón de la Ciudad de México.
–El espionaje en el mundo, Elena, es muy grave. Sirve a los políticos para tener influencia. En el caso de los israelíes, les sirve para tener control en Palestina.
–¿Cómo sabe usted eso?
–Harvard hizo un estudio de que aquí en México hay reportes, muchos, y documentos, y hay estudios avalados desde la Corte Internacional de Justicia, por ejemplo, que hablan sobre las desapariciones de niños y de mujeres. El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia tiene amplios testimonios escritos sobre estos abusos en infancias en México, y hay un montón de periódicos serios que han hecho investigaciones sobre cómo se ha infiltrado el Mossad en instituciones de seguridad en México, como la policía, la Armada y el Ejército. Por ejemplo, Carmen Aristegui hizo todo un escándalo con Pegasus, cuando empezaron a espiarla en todos los ámbitos, no sólo el laboral.
–¿Qué pasó?
–Empezó a espiarla el gobierno de Peña Nieto. Siempre México ha tenido vínculos con Israel, pero no de manera tan cínica como ahora.
–Estados Unidos intervine en muchos países, ¿verdad?
–También tienen miedo a las represalias, a los aranceles. El vecino del Norte ejerce el máximo poder que se pueda en favor de su país, y actúa de inmediato en contra de cualquier país que intente confrontarlo. Tiene delirios de grandeza y su despotismo no tienen límites.
–Pero, ¿qué lo animó a usted personalmente a poner en riesgo su vida misma para defender a niños que no pertenecen a su país y que defiende sin conocer?
–Los derechos de los niños y las niñas son una obligación moral de cualquier hombre y mujer que se respete.
–Usted, Diego, tiene un especial interés en la infancia.
–Sí, me conmueve mucho el potencial y la pureza de los pequeños que aún ven la vida de manera distinta, y rechazo que el mundo atroz de los adultos contamine esta pureza, lo siento como una gran injusticia, porque puedo ver la nobleza de los niños no sólo en México, sino en el mundo.
“Cuando vi la guerra que se desató en Gaza registré también los abusos que se cometen contra los niños y fui testigo de que los matan. La infancia es un estado. Usted tuvo su infancia, yo tuve la mía, protegida, pero la de ellos es una etapa en la que se están cometiendo atrocidades. Cuando veo que niños y niñas son asesinados, y las balas atraviesan su cráneo, sé que no es por accidente, sino un blanco clarísimo, y que esto se repite y se repite; ya es totalmente inaceptable, intolerable. Hay quienes tienen que ser amputados, porque cuando cae una bomba, su cuerpo queda mutilado. Este sufrimiento tremendo es el que me mueve a hacer algo al respecto. Me sentí muy triste de no poder hacer nada; me sentí totalmente desesperado. Me dije: ‘tengo que hacer algo’, y ahora se lo repito a usted que es periodista.
“Es tremendo. En Cisjordania también son asediados todo el tiempo: adultos, jóvenes, niños. En Cisjordania hay más de 600 niños en la cárcel. En Cisjordania existe una corte militar infantil. El ejército tiene una corte especial para casos de niños.
–No entiendo, ¿cómo es posible?
–Es lo que yo digo también, cómo es posible, pero existe y se llama Corte Militar Infantil; ahí se procesa a los pequeños que son arrestados por aventar piedras a los tanques.
–¿De qué edades son esos niños?
–De entre 11 y 16 años. Es horrible. Nadie me lo contó, yo lo vi. Si los papás no saben de ese niño en 72 horas, tienen que ir a la Corte, porque a lo mejor llegó un policía, le quitó el teléfono al chamaco y en él tenía una imagen en contra del Estado de Israel. Con eso es suficiente para que se lo lleven y desaparezcan.
–Israel es un monstruo.
–Es un monstruo que tenemos que detener de alguna u otra manera. Hay que detenerlo, porque sí hay israelíes conscientes que están en contra de esas políticas y tenemos que recurrir a ellos.
–En México no hay un solo judío capaz de semejantes acciones. Todos los judíos banqueros, los empresarios, están en Nueva York; aquí yo sólo conozco a los judíos de la Merced, como Rosita Nissan…
–En Israel hay muchísimo dinero y mucho poder económico. Israel es un proyecto colonialista que quiere adueñarse de esa tierra por muchas razones. Palestina es un espacio estratégico, porque tiene acceso directo al Mediterráneo y al mar Rojo; porque frente a la franja de Gaza hay un montón de reservas de gas; porque puede controlar todo lo que llaman Medio Oriente, que para el mundo occidental es una amenaza. El mundo árabe musulmán es una amenaza, pero si tiene ahí a Israel en el centro, armado hasta los dientes, es otra forma de controlar. Son muchas razones y, obviamente, los ricos de Estados Unidos, sobre todo de Nueva York, están involucrados en ese proyecto político.
–¿Y están dispuestos a dar todo?
–Todo. Lo que sea.
–¿Es su causa santa?
–Así es. En promedio, Estados Unidos manda a Israel 80 millones de dólares al día en armamento.
–¡Qué horror! Aunque recuerdo que aquí en México a un empresario judío que mandaba todo su dinero a Israel le respondí: “Pero cómo, si ese dinero es de los mexicanos que trabajan en tus fábricas, que el dinero sea en beneficio de los mexicanos”.
–Pero es con el sionismo, con Theodor Herzl a finales del siglo XIX, que empiezan con esta idea de un estado para el pueblo judío, y comienzan a armar el proyecto desde finales del siglo XIX. Al principio iban a ocupar un espacio en Uganda; hasta después de la Segunda Guerra Mundial, Gran Bretaña toma el Imperio Otomano, como le debían favores a los usureros de la guerra, los Rothschild dicen: “Bueno, ya está tu Palestina”, se firman los tratados de Balfour y a partir de ahí, la gran Naqba, la gran tragedia, como la llaman los palestinos, ocurre en 1948, cuando entra Israel, expulsan a miles de palestinos, hay una diáspora enorme, muchos son asesinados y otros se quedan en Palestina.
–En México hay una comunidad muy grande de judíos que hace el bien…
–Sí, están en Interlomas. Antes estaban en Polanco, en La Condesa, es una comunidad enorme. Pero hay que hacer la distinción entre judío y sionista. Eso es lo que hace que uno pueda tener más libertad. Yo creo que la diferencia para que los periódicos puedan publicar este tipo de cosas es que temen que los discursos en favor de Palestina se vuelvan antisemitas, y son dos cosas distintas, porque el antisemitismo es contra del pueblo judío y la religión judía como etnia. Nosotros estamos luchando por abolir el sionismo, es otra cosa. Son muy trabajadores, muy estrategas, pero una cosa es poder convivir con la gente nativa, con los musulmanes. Los judíos se sienten superiores, por eso ven a los palestinos de arriba a abajo.
–Sería interesante saber qué piensan los grandes judíos que viven en México.
–En México, la gran mayoría si está en favor del sionismo, pero también hay movimientos grandes de judíos proPalestina; están completamente en contra del Estado de Israel. Son jóvenes que están en sus 20 años. Están en la UNAM, en la Ibero, en la Anáhuac; en escuelas privadas y públicas. Son movimientos grandes; es muy conmovedor verlos en las marchas, hacen conciertos por el pueblo palestinos. Ellos me preguntan cómo fue desprenderme de mi familia, y son los mismos que dicen: “no estoy de acuerdo con el sionismo”, y esa decisión provoca una ruptura en su familia, porque sus abuelos, sus tíos dejan de hablarles. Dicen: “cuando es Yom Kippur no puedo ir a las comidas, no puedo celebrar Shabat con ellos”. Son exiliados dentro de la familia, pero dicen: “Mi conciencia me lleva a tomar esta acción, no puedo ser partícipe de la guerra contra los palestinos”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario