11/18/2025

Columnas y opinión del periódico La Jornada martes 18 noviembre 2025

Trump y el plan de la minimarcha Z // No me rajo: Claudia Sheinbaum // El aumento al salario mínimo 2026
No hay casualidades: después de la minimarcha de la muy mezclada generación Z, el presidente Trump salió a decir que no está contento con México y se sentiría “orgulloso” de ordenar ataques contra narcos en nuestro país, pero no precisó si se atrevería a hacerlo sin consultar al gobierno mexicano. Hay coincidencia con los organizadores de la minimarcha y la violencia en el Zócalo del pasado sábado. Su plan (ni siquiera merece llamarlo estrategia, es muy burdo) consiste en crear una situación de caos que justifique, a los ojos de Washington, su intervención. Quieren ganar a la mala el poder que los electores les negaron.

Los promotores

La presidenta Sheinbaum fue clara y enfática en la mañanera: no habrá represión, no se responderá a la violencia con violencia. Pidió a la Fiscalía de la Ciudad de México investigar quiénes la promueven y pagan, así como si hubo abusos de la policía. No será difícil la identificación. El presidente del PAN, Jorge Romero, llamó a la violencia en un programa de televisión como la única forma para sacar a Morena del gobierno. La fiscalía consignó a los primeros presuntos responsables por intento de homicidio.

Salario mínimo 

Estos días hacemos un sondeo de opi-nión en redes sociales sobre el aumento del salario mínimo general a partir del 1º de enero. Banamex opina que debe ser de 11 por ciento. El actual es de 278.80 pesos, por lo que subiría a 310 pesos aproximadamente. Sin embargo, hay trabajadores que proponen 12 por ciento ante la subida de precios. Sumando los incrementos de los gobiernos de Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum se elevaría de 2 mil 400 a 9 mil 300 pesos al mes si se aplica el 11 por ciento. El argumento de los gobiernos prianistas para mantenerlo congelado fue que un alza desencadenaría una inflación desorbitada. Resultó un mito.

Cobros automáticos

Las compañÍas que cobran sus servicios por Internet hallaron el modo de hacerlos efectivos en forma automática. Cada mes, y sin aviso previo, cargan a la tarjeta de crédito o débito del cliente el importe de la suscripción mensual. Es el caso de las compañías telefónicas, Yahoo, Apple, Amazon Prime, Google, Netflix y muchas más. Ya hecho el cargo no hay modo de revertirlo. Recurrir a Condusef muchas veces sólo representa pérdida de tiempo. El Senado aprobó una reforma a la ley que permitirá que los servicios puedan cancelarse sin penalización alguna y en el momento que el cliente lo desea, sin darle largas. Los obliga a informar si el servicio implica cobros automáticos recurrentes, así como su monto, periodicidad y fecha. Se debe notificar con al menos cinco días de anticipación cualquier renovación automática. Ya veremos si se cumple o queda en el intento.

Díselo a Claudia

Asunto: “¡no nos rajamos!”

La escuché en la mañanera cuando dijo que usted no se va a “rajar” nunca, a pesar de los ataques y leperadas de los opositores. Tampoco nosotras, Presidenta. Las mexicanas le dimos nuestro voto, no para luego “rajarnos” y dejarla sola. La comentocracia y las redes sociales no reflejan la opinión del pueblo, son un lodazal. El sentir de la gente, del verdadero pueblo, es el que se expresa cuando usted visita ciudades y pueblos: la queremos. No se “raje”, no nos vamos a “rajar”.

Rosa María Espinoza

Twitteratti

Veo muy molestos a quienes, sin experiencia ni resultados, formaron parte de la alta burocracia en los gobiernos de Calderón y Peña. Vivieron del poder, no del trabajo. Tienen dos opciones: acostumbrarse o aprender a trabajar. Porque no van a regresar.

Dunia Ludlow @DuniaLudlow

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Donald Trumpstein no está contento // Gozaría atacando a México // Eje GenZ-Azteca-EU // 20-N, siguiente provocación
El acechante Donald Trump no tardó en confirmar que la aparentemente extraña irrupción de la falsa generación Z en el escenario de las protestas incendiarias en México encaja o forma parte del libreto de aplicación ascendente que busca pavimentar la intervención directa de Estados Unidos.

Ayer, con su aire de eterno berrinche-amenaza constante-serpenteo retórico, el tal presidente de la potencia imperial decadente, y por ello más peligrosamente ambiciosa, se permitió expresar que “no está contento” con México, pues el crimen organizado sigue enviando drogas al país vecino que los gringos adictos demandan desaforadamente pero, a ojos del multimillonario que pelea con todo para que no se conozca su grado de involucramiento en los horrores pedófilos de Jeffrey Epstein, sólo es culpa de la mitad proveedora y no de la otra mitad consumidora.

El disgusto de Donald Trumpstein le ha hecho reconocer que se sentiría orgulloso de ordenar ataques directos o envíos de tropas a México para combatir a los cárteles: “si es para detener las drogas, por mí está bien. Haremos lo que sea necesario para detener el narcotráfico de México”.

Y ligó el tema de los estupefacientes y sus organizaciones con lo sucedido el sábado reciente en la Plaza de la Constitución: “estuve viendo lo que pasó en la Ciudad de México el fin de semana. Hay graves problemas allá. Si fuera necesario, haríamos lo que fuera”. Claro, en el juego del policía malo y el policía peor, antes había aparecido Marko Rubio para decir que Estados Unidos no intervendría en México. Y anoche reiteró la postura: no habrá intervención unilateral ni entraremos ni enviaremos tropas a México; a México se le dará lo que pida.

Los tiempos y las formas exhiben la sincronía de acciones que han pretendido generar desestabilización e ingobernabilidad mediante la instrumentación espuria de la etiqueta generación Z, la facciosa y fascinerosa promoción propagandística, que no periodística, de Televisión Azteca y su dueño en pataleta tragicómica por despecho fiscal y los intereses intervencionistas de Estados Unidos con su sombrío embajador en México, Ronald Johnson, ex boina verde y agente de la CIA.

No hubo mayoría de jóvenes en la marcha del sábado reciente, no se conoce aún alguna propuesta política bien planteada y atendible (emitieron 12 “demandas” torpes, que merecieron críticas desde la misma derecha y ultraderecha): lo único que hubo fue un desahogo injurioso, la consolidación de consignas iracundas, la transmisión contínua y en vivo de todo lo sucedido desde la televisión facciosa y, desde luego, la provisión de ingredientes para que el ansioso Trump pudiera avanzar en la cocción del platillo intervencionista o doblegante en México.

La presidenta de México ha mantenido, en lo posible, su hipótesis de la cabeza fría como fórmula para capotear los embates criminales que vienen del norte. Ayer, en la conferencia matutina de prensa, llegó un momento en que endureció el gesto y el tono y aseguró sentirse fuerte, muy fuerte, en alianza con el pueblo. Negó que los ataques e insultos vayan a mellar la entereza necesaria para seguir adelante: no me voy a rajar, dijo.

Y, aun cuando apenas se está entrando al difícil terreno del procesamiento judicial de lo sucedido el sábado, de la responsabilidad penal de los manifestantes detenidos y también de los policías excesivos en el uso de la fuerza, el membrete fraudulento llamado generación Z México ha convocado a nueva marcha, este jueves, con el mismo itinerario, que pretende llegar a la Plaza de la Constitución el día del desfile conmemorativo de la Revolución Mexicana. Una provocación más, en escala ascendente.

Y, mientras Canadá ha emitido una alerta de viaje señalando como peligrosos 13 estados de México, ¡hasta mañana, con el “oportuno” despertar de obispos, hasta ahora en su gran mayoría silenciosos ante los graves problemas del país, pero que ahora mencionan el “Estado autoritario”, en remembranza del movimiento cristero que en 2026 cumplirá 100 años de haber estallado!

X : @julioastillero, Facebook: Julio Astillerojuliohdz@jornada.com.mx

Barones: fracasaron, pero insisten // Trump también es generación Z // No estoy contento con México
¿Casualidad? Ninguna: “Donald Trump declaró que no tendría inconveniente en lanzar ataques contra México si eso detiene el tráfico de drogas hacia Estados Unidos. Luego de que reporteros en la Casa Blanca le preguntaron si aprobaría una operación antidrogas en el territorio mexicano, Trump respondió: ‘Estoy de acuerdo; lo que tengamos que hacer para detener las drogas; estuve viendo la situación en la Ciudad de México durante el fin de semana; hay muchísimos problemas allá (...) He estado hablando con México. Saben cuál es mi postura’” ( La Jornada, Reuters).

La “situación” referida por el inquilino de la Casa Blanca –en buena medida espoleada desde Estados Unidos– no es otra que la fracasada cuan violenta marcha del pasado sábado, pero como Trump no está “contento” y tampoco sus achichincles de este lado, el autodenominado “colectivo Z” –en el que nadie da la cara, pero todos saben quiénes son– utiliza las redes sociales para echar el anzuelo a ver si alguien pica para promover una segunda vuelta el próximo 20 de noviembre.

¿Qué tan “democrático” debe ser un “movimiento de jóvenes”, en su mayoría compuesto por personas de la tercera edad, sin propuestas, pero entusiasta promotor de la violencia? Sin ambages lo dijo el dirigente del cártel inmobiliario y cabeza visible del PAN, Jorge Romero: “Lo que nos falta a la oposición, literalmente, es la violencia”, y actúa en consecuencia, junto a los porros tricolores, todos financiados por barones ultraderechistas que siempre operan en las sombras.

Bien lo dijo ayer la presidenta Sheinbaum: “Quien promueve la violencia no ayuda al país, no se ayuda a sí mismo, no genera un debate de altura en nuestro país. Entonces, no a la violencia, los mexicanos no la quieren; nada de caer en la provocación, y a seguir, a caminar. Es mucho el trabajo hacia adelante”. México requiere de una oposición responsable, con debate de altura y propuestas.

En la “situación” (Trump dixit) del pasado sábado, dijo la mandataria, participaron muy pocos jóvenes, pero sí “un grupo muy violento que llegó al Zócalo de la ciudad, muy violento. Algunos vestidos de negro, otros no; algunos con la cara cubierta, otros no. La mayoría no eran jóvenes de este grupo violento. Llevaban esmeriles, ganzúas, martillos, marros, esto para romper la soldadura. Muy preparados. ¿Cuál era su objetivo? Derribar la valla que pusimos justamente para evitar que hubiera confrontación entre estos grupos, que han marchado en las últimas movilizaciones, pero que ahora tuvieron mayor preparación. Bueno, una supuesta marcha que ‘llama contra la violencia’ y utiliza la violencia”. La intención era “montar la idea de que en México hay represión a los jóvenes”, algo totalmente falso. Y aquellos que promueven la “marcha” del próximo día 20 “hacen muy mal al país y a sí mismos”.

Por lo que toca a Trump, la inminente divulgación de los correos del depredador sexual Jeffrey Epstein, en los que, como su cliente, el inquilino de la Casa Blanca aparecería con frecuencia, lo trae enloquecido más que de costumbre, por lo que inventa evasivas y avienta bombas de humo a diestra y siniestra para desviar la atención (especialmente cuando su índice de aprobación cae en picada) sobre lo que en realidad puede convertirse en casual de destitución, algo que, por lo demás, sería un gran regalo para la comunidad de naciones y la paz mundial.

Con el pretexto de la referida “situación” y del narcotráfico, Trump hace lo único que sabe: amenazar a terceros, presumir el poderío militar de Estados Unidos y mostrar el cobre, especialmente contra gobiernos de corte progresista, y si ellos tienen reservas petroleras y otras riqueza naturales, qué mejor.

Cada vez que puede, y puede seguido, Trump asegura: “Haré todo para detener el ingreso de drogas a mi país”, pero en los hechos no ha movido un dedo para evitarlo, aunque sí lo utiliza como pretexto para intervenir en terceros países. “Hemos perdido cientos de miles de personas al año y gran parte de esas muertes se producen en México; para que quede claro: no estoy contento con México”, pero sus fronteras se mantienen como un enorme queso gruyere y los consumidores perfectamente abastecidos. ¿Qué haría la sociedad gringa sin un día de drogas?

Las rebanadas del pastel

El terraplanismo también entra en acción: “La Conferencia del Episcopado Mexicano se prepara para conmemorar en 2026 el centenario de la Guerra Cristera; “debe ser un examen de conciencia y un compromiso renovado con la respuesta que dieron los católicos cuando el Estado totalitario intentó imponer su dominio absoluto sobre las conciencias”. ¡Ole!

X: @cafevega ,cfvmexico_sa@hotmail.com

Día de la liberación
Donald Trump llamó al 2 de abril de este año el “día de la liberación”, debido a que fijó altos aranceles al mundo con el objetivo de sustituir todo tipo de importaciones por producción nacional. Algo parecido experimentó México a mediados del siglo pasado, pero después lo desechó por una política de apertura comercial.

Se suponía que al frenar las importaciones con el cobro de altos impuestos se generarían los estímulos suficientes para abrir nuevas fábricas y más actividades productivas en el sector agropecuario y en los servicios. Con ello, Estados Unidos retomaría su liderazgo y la población se beneficiaría de esta estrategia.

A lo largo de la historia se han presentado muchos casos de proteccionismo, con la idea de resolver los problemas de un país. En la Edad Media, por ejemplo, la mayoría de las economías europeas se cerraron ante el extranjero, pero el resultado no fue el avance sostenido, sino un estancamiento que se mantuvo a lo largo de siglos.

Como previeron los especialistas, la política proteccionista de Washington tampoco funciona. La productividad y eficiencia en muchos sectores es menor a la de otros países, y no puede generar todo lo que consume.

A la población, más que preocuparle los aranceles (que aprecian como algo lejano a sus bolsillos), lo que le duele es el impuesto escondido, que se traduce en un aumento de precios. El incremento de la inflación ya se nota en muchos productos, como maquinaria y automóviles, pero en donde más le duele a las mayorías es en los supermercados, a los que la acuden con frecuencia. En particular, el alza de precios se refleja en alimentos básicos como frutas, verduras y carnes.

El incremento reciente de los costos de los alimentos y de otro tipo de productos de consumo generalizado ya tuvo repercusiones políticas. En las recientes elecciones para alcaldías y gobiernos estatales los ciudadanos votaron en contra del Partido Republicano.

Es por ello que ahora, sin aspavientos ni discursos triunfalistas, Trump deshecha algunos aranceles y libera el mercado de alimentos y otros bienes básicos. El problema es que el presidente mantiene la idea de que las medidas proteccionistas salvarán a su país, aunque la evidencia muestre que está equivocado.

Salinas Pliego vs. el imperio de la ley
Para las autoridades en Estados Unidos, las empresas de apuestas de Ricardo Salinas Pliego están consideradas como parte de una red internacional de lavado de dinero.

La investigación no fue hecha en México, la efectuó, según nos cuentan, el Departamento del Tesoro de aquel país, mientras aquí, en nuestro país, se encendían todas las luces rojas. En la Unidad de Inteligencia Financiera se tenían más de trescientos mil avisos de actividades vulnerables vinculadas a juegos con apuestas, concursos y sorteos, que traducido a pesos y centavos significan 25 mil 631 millones de pesos, más o menos, tan sólo este año, según la investigación de la reportera Dora Villanueva.

La Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC) y la Red de Control de Delitos Financieros (FinCen), que como decíamos, pertenecen al Departamento del Tesoro de EU, armó la investigación de aquel lado. Los resultados fueron comunicados a las autoridades mexicanas y se presentaron denuncias ante la Fiscalía General de la República.

El caso es que dos de las empresas de apuestas enlistadas por las autoridades gringas pertenecen a Ricardo Salinas o a su grupo empresarial, es decir, deberían estar en las investigaciones de la Fiscalía General de la República.

Para ser claros: no se trata sólo del dinero de todos los que pagamos impuestos y que Salinas se niega a pagar, sino de un supuesto ilícito que se habría cometido desde las empresas de juegos de apuesta, es decir, son dos graves conflictos con la autoridad que desafían a uno de los hombres más rico de México.

Actualmente, 13 casinos fueron suspendidos en su quehacer porque se detectaron flujos financieros en efectivo, transferencias internacionales y uso de plataformas que operaban fuera de la supervisión regulatoria. La investigación llegó no sólo a Estados Unidos, también se detectó en Albania, Panamá, Rumania y Malta. Entre los 13, dos pertenecen al grupo Salinas.

Esos centros de apuesta, Bet365 y Betano, habrían sido ya denunciados por la Unidad de Inteligencia Financiera y seguramente también obra en consecuencia la Fiscalía General de la República, que, por cierto, ya debería haber informado de cuáles son sus avances en las pesquisas a este respecto, aunque ya es del conocimiento de todos la lentitud del organismo.

¿Cuál es el paso que sigue para el gobierno? Si como se sabe, las acusaciones, las de las dependencias gringas y las de México, están firmes, ya se debería haber citado en la misma fiscalía a Salinas Pliego para que rindiera declaración sobre el asunto.

De todas formas, Salinas Pliego no se resigna ni a pagar lo que le debe a la población del país vía impuestos, ni a perder las ganancias que le dejan los casinos, y está en uso de todos sus recursos, los económicos, los de la trampa legal y los que le brinda tener un medio de comunicación, porque está en pie de guerra, cualquier cosa que esto signifique para el grupo que encabeza.

Así que si no hay una pronta respuesta por parte de la fiscalía, seguramente veremos más envalentonados a los del grupo Salinas, con las consecuencias que ello pueda traer. ¡Cuidado!

De pasadita

Un aviso por si alguien no quiere creer que la derecha mexicana es muy, pero muy peligrosa. Hay que hacerle saber que para el día 20, cuando se efectuará el desfile militar, se convocó a una nueva marcha que busca, dicen, llegar al Zócalo a la misma hora en la que los militares mexicanos marcharán en la conmemoración de la Revolución Mexicana.

No hay nada qué suponer, se está convocando a una provocación. Lo del sábado no les resultó y ahora prometen escalar la violencia, ir a chocar contra los militares, o que se les impida, mediante la violencia –parece que no habrá ninguna otra forma– ir contra los del desfile.

La provocación es cierta, estará ahí y también un grito de la mayoría que se ve en peligro: ¡Ya basta!

Danzoneando
“El danzón forma parte de la identidad capitalina. Es un lenguaje de respeto, comunidad y alegría que ha acompañado a esta ciudad por generaciones. Hoy lo reconocemos oficialmente como patrimonio vivo de nuestro pueblo”, expresó la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada Molina, en el acto protocolar de la declatoria del danzón como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Ciudad de México.

La jefa de Gobierno destacó que el danzón es más que un baile, es una práctica de convivencia y civismo que ha tejido una red de memoria, afecto y comunidad en los barrios, plazas y salones de la capital. Subrayó que la declaratoria es un acto de justicia para quienes han sostenido esta tradición durante décadas y que permitirá garantizar que esta práctica siga viva en los salones tradicionales, en las escuelas públicas y en las plazas de toda la ciudad.

Presentes y muy atentos a la ceremonia se encontraban Ana Francis Mor, secretaria de Cultura capitalina; Marcos Rodríguez Costa, embajador de la República de Cuba en México; Argel Gómez Concheiro, subsecretario de Grandes Festivales Comunitarios de la Secretaría de Cultura local; María Xóchitl Molina González, secretaria de Cultura de Veracruz; Omara Portuondo, leyenda viva de la música cubana; Miguel Nieto, director y copropietario del Salón Los Ángeles, además de la actriz María Rojo y 200 músicos de 25 danzoneras que testimoniaron la validez del evento.

Durante la ceremonia se recordó que el danzón es una expresión viva gracias al compromiso de las comunidades que lo practican, lo enseñan y lo celebran. Y, aunque no se mencionó la importancia que, para este efecto, ha tenido el Salón Los Ángeles, uno de sus hogares más fértiles, que ha sido testigo de su evolución y de su integración al paisaje cultural urbano, donde se baila semana a semana este ritmo, se precisó: “con esta declaratoria se refuerza la responsabilidad de conservar, documentar, transmitir y promover este legado compartido por generaciones”.

Antes, en las charlas realizadas en el Museo de la Ciudad de México se habló sobre la importancia cultural del género. Durante su participación, la especialista en patrimonio cultural Cecilia Margaona explicó que el danzón no sólo es un género musical, sino “una práctica cultural conformada por rituales, códigos de respeto y expresiones que dan identidad a las comunidades que lo viven”. Destacó que el patrimonio cultural inmaterial depende de sus portadores y que, tras una declaratoria, el verdadero trabajo empieza después para organizarse, salvaguardar el conocimiento y transmitirlo a nuevas generaciones.

“El patrimonio inmaterial no se protege con cal o cemento”, dijo, “sino con afecto, con vida y con emoción. Los portadores, en este caso ustedes, son quienes mantienen vivo al danzón y quienes deben asegurar que llegue a las siguientes generaciones”.

Por su parte, Pável Granados, que podrá saber algo del bolero, pero no mucho de danzón, hizo algunas maromas reflexivas. Habló de la relevancia histórica del danzón y celebró que México haya acogido este ritmo con tanta pasión. “La música viaja, se transforma y encuentra nuevas casas” (¡!), también señaló que el danzón ha construido una comunidad sólida en el país, donde se vive y se baila en plazas, salones y encuentros culturales. “Quiero agradecer a México por apapachar el danzón que nació en Cuba. Me emociona ver cómo esta música forma parte de la vida cotidiana de tantas personas aquí” (doblemente ¡!).

Por su parte, el director de la Orquesta Failde (“conjunto”, no “danzonera”, me dijeron), Ethiel Failde, hizo un recorrido histórico por el surgimiento del danzón en Matanzas, recordando que la base rítmica del género, el cinquillo cubano, proviene de una profunda herencia afrodescendiente. Explicó la evolución de las orquestas típicas hacia las charangas y resaltó que el danzón continúa vivo en Cuba gracias a clubes, orquestas, escuelas y eventos dedicados a su práctica. “El danzón está vivo, en más de 120 clubes en Cuba se reúnen semanalmente para bailarlo; niños, niñas, jóvenes y músicos lo estudian y lo heredan. Es un patrimonio que sigue creciendo de generación en generación”, comentó el joven maestro.

“¡Eso no es cierto!”, exclamó un cubano que estaba a mi lado. “El cubatón, la timba y otras músicas desechables han borrado la tradición de lo que antes era el baile nacional en Cuba (…). Para que exista danzón en Cuba debería haber danzoneras, y no, ¡en Cuba no hay danzoneras! La prueba es esta Failde, que tiene más sones, guarachas y salsa que danzones”, señaló.

El domingo, desde mediodía, el Zócalo capitalino lucía animado por un gentío venido de todas partes del país. Vestidos para la ocasión, ya sabe, elegancia caribe, y rebosantes de alegría, esperaban a que la música orquestal arrancara. En la tarima estaban dispuestos los de Acerina, la danzonera más querida en México; la orquesta La playa, de Paso de Ovejas, Veracruz (donde no hay playa ni mar) y la Orquesta Failde, proveniente de Cuba y heredera directa del legado del danzón.

El programa o “carnet musical”, como le llaman los bailadores, al tiro: puros danzones de abolengo.

Yo, desde mi palco de sombra, recibí la pregunta: ¿Cuántas danzoneras hay en México? Dije: ¡cientos! Porque, desde las más típicas danzoneras como la de Felipe Urban, los Millonarios de Carlos Campos, Casquera o la de Chamaco Aguilar, están los formatos de mariachis, marimbas y conjuntos que tocan danzones. Entonces, cualquier cantidad dicha es inexacta. Tan sólo citar las presentes en la declatoria: Danzonera Isora Club, Danzonera Aragón, Danzonera México, Danzonera Nuevos Aires del Danzón, Danzonera Continental, Danzonera Cui-tláhuac, Danzonera Paz Cisneros, Danzonera Alfil Negro, Danzonera México, Orquesta de la Tercera Edad, Orquesta Antillana de Arturo Núñez, Danzonera Criolla de Adolfo Vega, Danzonera Yucatán y El Internacional Pepe González, nos da una idea de la práctica musical-danzonera en el país.

Coda

Entre música en vivo y un Zócalo repleto, el danzón fue celebrado como lo que es: un patrimonio vivo que sigue latiendo en cada compás y en cada comunidad que lo abraza y lo ejerce.

EDITORIAL
Cuando reporteros le preguntaron si extendería a México su campaña de bombardeos y ejecuciones extrajudiciales en altamar, el presidente Donald Trump dijo que “le sentaría bien” y que hará lo que sea necesario para detener el tráfico de drogas. Sin embargo, se negó a responder si requiere autorización del gobierno mexicano para lanzar tales ataques, limitándose a afirmar que “ha estado hablando con México” y que sus homólogos conocen su postura al respecto. El magnate cerró su conferencia de prensa con una declaración de su descontento hacia nuestro país.

El exabrupto de ayer supone la enésima provocación del doble discurso de la administración republicana hacia México desde el regreso de Trump a la Casa Blanca en enero pasado. El mandatario, seguido de sus funcionarios, se dedican a elogiar el entendimiento y la cooperación bilateral un día para, al siguiente o unas horas después, emprender agresiones, extorsiones, chantajes y amenazas fuera de lugar en las relaciones entre estados soberanos.

En este juego, Washington parece dar por descontado que México no puede hacer nada contra el matonismo verbal de los trumpistas ni permitirse una ruptura de vínculos con su principal socio comercial y residencia de millones de mexicanos y sus descendientes, cuyos derechos deben ser cuidados por una red consular cuya existencia depende de mantener los lazos diplomáticos, incluso en los contextos más adversos. El peligro de este escenario es que el temple y la prudencia de las autoridades mexicanas sean malinterpretadas por el magnate como una señal de debilidad y una invitación a pasar de los dichos a los hechos en su afán intervencionista.

La presidenta Claudia Sheinbaum ha reaccionado ante los amagos trumpistas con temple y buen juicio. Ha rehuido caer en los garlitos de nuestro vecino del norte. Ha puesto por delante nuestra soberanía e independencia. Esos son los valores que hay que reivindicar hoy ante el más reciente embate de injerencismo estadunidense.

Aclaración sobre notas de cementerios clandestinos

Solicito derecho de réplica por las notas publicadas este prestigiado diario este 14 y 17 de noviembre, con los títulos “Opera cementerio clandestino en el poblado de San Mateo Tlaltenango” y “Presentó la AO tres denuncias por cementerio ilegal; silencio en Cuajimalpa”.

Al respecto, el que suscribe, ingeniero Alejandro Morelos, activista en materia indígena o de pueblos originarios, a petición del subdelegado del pueblo y el administrador del panteón, hacemos las siguientes precisiones para evitar se vulneren los derechos del pueblo originario de Santa Rosa Xochiac, AO, CDMX:

1. El terreno mencionado es la ampliación del panteón comunitario del pueblo.

2. La operación del panteón está considerada en el reglamento de cementerios de la CDMX.

3. Nuestro respaldos legales son: Convenio 169 de la OIT sobre pueblos indígenas y tribales; artículo 2º federal, Constitución CDMX y artículos 57, 58 y 59, inciso A número 1, 2 y 3; Derecho de Autonomía y Libre Determinación, inciso F; Derecho al Desarrollo Propio, párrafo segundo: “La administración y cuidado de los panteones comunitarios es facultad y responsabilidad de los pueblos y barrios originarios”; Ley de Pueblos y Barrios Originarios, artículos 6, 7, 16, 18 y 19 número 1, incisos I, II, IV, VII, VIII, IX, XII y XIII; artículo 50, número 1, 2, 3; Reglamento de Cementerios CDMX artículo 3 y 22 inciso II y demás aplicables.

4. El cementerio cuenta con el respaldo y aprobación del pueblo de Santa Rosa Xochiac.

5. La justicia mexicana ampara la administración y operación de nuestros cementerios, derecho de autonomía y libre determinación. Amparo 1198/2019 de Guillermo Pérez Molina.

6. Los ciudadanos estamos obligados a respetar los derechos de los pueblos originarios.

7. La ley nos otorga, entre otras cosas, derecho para conservar, enaltecer y fortalecer nuestras prácticas culturales y religiosas.

Reiteramos nuestra disposición para mostrar documentación referida a La Jornada.

Alejandro Morelos

Respuesta de la reportera

Agradezco el acercamiento y quedo disponible para dialogar con quienes deseen aportar información. Mis notas se sustentan en expedientes, denuncias oficiales, testimonios y recorridos en sitio, y he dado seguimiento puntual al caso.

Mara Ximena Pérez

Agua, derecho humano y problema vital

Ayer se realizó en el Club de Periodistas la reunión sobre parlamento abierto para difundir las resoluciones de representantes de Puebla, Jalisco, Zacatecas, Oaxaca, San Luis Potosí, Texcoco, Guerrero, Tamaulipas, Toluca, Querétaro, Guanajuato y Ciudad de México, y dar a conocer las sesiones de parlamento abierto en distintos congresos de los estados con asistencia de académicos, expertos, ambientalistas, comunidades, diputados locales y federales, y foros, además de talleres, en Xalapa, La Laguna, Baja California, Baja California Sur, Morelos y Yucatán.

Se presentaron propuestas sobre la Ley de Agua para revertir la privatización y garantizar el líquido vital en manos públicas y la democracia implementando consejos regionales y apoyo a sistemas comunitarios. Se propone para garantizar el derecho al agua combatir la actual hidrocracia sobre concesionamientos, acaparamiento, contaminación y despojo, tipificar la contaminación como delito y exigir el pago de derechos, reparación de daños, acceso equitativo al agua y prohibir el fracking.

Se exige una sola ley y revertir las deficiencias y retrocesos que contiene la actual propuesta de Conagua que está en discusión.

Pablo Moctezuma Barragán

Celebra que declaren el danzón patrimonio inmaterial de la CDMX

En relación con la declaración del danzón como patrimonio cultural inmaterial de la Ciudad de México, me parece que es una excelente iniciativa que ha sido acogida y apoyada por el Gobierno de la CDMX y su Secretaría de Cultura; sin embargo, algunos nos preguntamos dónde quedan las demás entidades federativas y, por supuesto, Cuba.

Pienso que el danzón es un tesoro y patrimonio cultural popular de México, sin distinción de clases sociales ni de ideologías, es decir, sencillamente es patrimonio de todo el pueblo que gusta de cultivarlo, incluso sin ninguna técnica.

Celebro la iniciativa del gobierno de la ciudad con la esperanza de que sirva para que continúe desarrollándose la cultura del danzón.

Agustín Fernández Eguiarte

Critica nueva protesta, este 20 de noviembre

En las redes sociales inesperadamente se convoca –en forma anónima sin firmas– a una nueva “marcha Z”, curiosamente para este jueves 20 de noviembre, en la que se busca deliberadamente coincidir en horario y espacio sobre el Paseo de la Reforma, en el Monumento a la Revolución o en el Zócalo, con el tradicional desfile del Ejercito que celebra año con año el aniversario de la Revolución Mexicana.

Es evidente la desesperación de los odiadores del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum buscando enfrentamientos violentos para poder calificar al gobierno mexicano como un brutal represor.

Ojalá no caiga el gobierno en el tramposo y evidente garlito.

Ernesto Arnoux

 Invitaciones

Las caras de la Conquista de México-Tenochtitlan

El Colectivo Morena Chilangos (Comochi) invita a la conferencia titulada “Las caras de la Conquista de México-Tenochtitlan”, que ofrecerán Cuauhtémoc Domínguez Nava y Abel Nicolás Fernández Herrera.

La cita es en el Albergue del Arte, ubicado en Alberto Zamora número 32, casi esquina con Felipe Carrillo Puerto, paralela a Miguel Ángel de Quevedo, colonia Villa Coyoacán, CDMX, hoy a las 18 horas, en modalidad presencial.

Asimismo se transmitirá en vivo vía Facebook en la siguiente liga: https://www.facebook.com/share/17TgoUyfwe/?mibextid=wwXIfr

Movimientos telúricos en la sociedad andina...

El seminario Procesos políticos y perspectivas de la izquierda en nuestra América invita a la conferencia “Movimientos telúricos en la sociedad andina: Resistencias, oligarquías e intervencionismo”. Expone Rigoberto Reyes Sánchez, profesor e investigador de la UAM.

La cita es hoy a las 18 horas, en Zarco 115, esquina Moctezuma, colonia Guerrero, a unos pasos del Metro Guerrero, línea 3.

Walter Martínez Alves

En los libros de texto la Revolución Mexicana comenzó el 20 de noviembre de 1910 y oficialmente terminó en algún momento de la siguiente década, aunque para historiadores como Adolfo Gilly se trató de una revolución interrumpida (que no derrotada). Evidentemente, el proceso revolucionario contra el régimen del porfiriato venía de lejos, de la mano de pensadores como Ricardo Flores Magón, por ejemplo. Del mismo modo, la segunda república española vio la luz el 14 de abril de 1931 como un proceso de larga data y complejidad que llevó a su promulgación con el afán de derribar el antiguo régimen encarnado en Alfonso XIII y Primo de Rivera.

El sueño republicano español se vio interrumpido el 18 de julio de 1936 por el golpe de Estado de sectores militares, civiles y religiosos de las oligarquías desplazadas. Francisco Franco es la cara más visible, pero no la única, de la sublevación al orden constitucional roto con la ayuda del fascismo italiano y alemán, y la contemplación de potencias europeas. Franco anunció su sangrienta victoria el 1º de abril de 1939.

Vinieron 36 años de dictadura. El franquismo se alineó con el fascismo de Hitler y Mussolini, los saludos nazis eran los saludos franquistas. Sin embargo, el dictador jugó sus cartas para permanecer en una supuesta neutralidad de balanza variable. Al caer Berlín en mayo de 1945, hasta él mismo debió suponer que vendría la caída de su régimen en cascada. Los exiliados republicanos españoles, desde luego, lo creyeron. Los que combatieron en Francia para la liberación de París, siendo los primeros en entrar a la ciudad, tenían como secuencia lógica la liberación de España. Pero no sucedió, el mundo de la guerra fría había comenzado.

Franco vivió bajo la protección de occidente, a la vez que albergó a conocidos nazis en las costas de Levante. El caudillo dio rienda suelta a la falsificación de la historia, vanagloriando lo que llamaron alzamiento nacional para una cruzada de liberación contra el comunismo, que costó la vida a casi 500 mil personas, llenó de fosas clandestinas el territorio y exilió a miles por todo el mundo. Una vez instalado en el poder, la dictadura materializó su fervor militar y religioso en el Movimiento Nacional a través de su partido único, la falange española. Entre la maraña de símbolos fascistas también se lee la frase carlista “Dios, patria y Rey” (retomada en cierta medida actualmente por el PAN), cuyo reclamo monárquico de momento tendría que esperar.

El nacional catolicismo franquista apretó en todos los rubros de la vida social. La represión era su moneda común y el alto coste de haber sido o estar cercano a la defensa del orden constitucional de la República se pagó con trabajos forzados y, en muchas ocasiones, con la vida. Quizá la más conocida, que no la peor, de sus injusticias, sea la firma de las últimas penas de muerte del dictador en septiembre de 1975. Los fusilamientos en Madrid y el garrote vil ejecutado en Barcelona, como en el caso de Salvador Puig Antich, y que dieron pie a la canción Al alba, de Luis Eduardo Aute.

Y llegó el 20 de noviembre de 1975, y Franco murió. Hace exactamente 50 años. Existe documentación que explica que al dictador lo tuvieron conectado a la vida mediante distintas tuberías que prolongaron su agonía. El régimen alargó lo que pudo para poder atar cabos de la sucesión. Franco había mantenido a su lado al heredero de la corona borbónica, el nieto de Alfonso XIII, Juan Carlos I. Los mecanismos sucesorios le llevan a la jefatura del Estado como continuidad del régimen, aunque con una careta más amigable. El rey campechano, que en sus recientes memorias, Reconciliación, reivindica la figura de Franco.

Juan Carlos I, sin embargo, vio la conveniencia de librarse de la caspa franquista e impulsó la apertura del régimen. Llegó el gobierno con el también franquista, pero aperturista, Adolfo Suárez, con lo que comenzó el proceso de transición política que permitió la legalización de los partidos de izquierda y una nueva Constitución que, pese a todo, aún mantiene la pátina del régimen.

Se suele decir que Franco murió en su cama, es decir, que su régimen no fue juzgado, que la mayoría de los represores fueron amnistiados, que todo se llevó con cautela, incluso desde la izquierda, para no frenar la posibilidad de dar marcha atrás a la transición y, con ello, el fin del régimen. Sin embargo, a 50 años de la muerte de Franco, cada vez es más patente que, a diferencia de Alemania o Italia, el fascismo español no fue derrotado.

Una encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas indica que 20 por ciento de los jóvenes españoles de entre 18 y 24 piensa que el franquismo fue una etapa “buena” o “muy buena”. El consumo de los mensajes que justifican la dictadura va en aumento. Aunque los motivos son variados, y es una tendencia existente en varios países, el contexto español, caracterizado por la dificultad para materializar la ley de memoria histórica o los bulos en redes sociales de partidos como Vox, entre otros factores, complica la vía para desarticular la falsificación de las narrativas a favor del franquismo entre los jóvenes. Lo cierto es que existe una imposibilidad política para enseñar sobre el franquismo en las aulas e incluso para poder dignificar a las personas perseguidas por el régimen. En España cerca de 6 mil fosas clandestinas utilizadas entre 1936 y el final del franquismo siguen sin abrir. Más de 2 mil 200 personas fueron fusiladas por la represión de la que algunos jóvenes no tienen idea o minimizan sus efectos. El silencio fue la verdadera herencia del franquismo, y cuesta mucho romperlo.

Quizá haga falta escuchar las palabras de Robert Jordan, profesor estadunidense combatiente por la legalidad republicana con las Brigadas Internacionales en la novela Por quién doblan las campanas, de Ernest Hemingway: “Soy antifascista desde que entendí el fascismo”.

* Sociólogo, Taula per Mèxic

Decía Alain Rouquié que el término fascista decía más de quien lo utilizaba que de aquello a lo que se quería aludir. Y es que la eclosión productiva de las ciencias sociales latinoamericanas, durante la década de 1970, tuvo como uno de sus ejes centrales el análisis de procesos que se consideraron fascistizantes. Buena parte de las energías intelectuales se enfocaron en descifrar un conjunto de fenómenos políticos de alta intensidad: las dictaduras militares. Para ello se utilizaron calificativos como “dependiente”, “criollo” o del “subdesarrollo”. En las teorizaciones del momento era clave vincular la noción de acumulación de capital con la andanada violenta y represiva de distintos gobiernos. Así se buscaba comprender fenómenos extremos como los encabezados por Duvalier, Somoza y Trujillo, pero también las modernizadas e implacables juntas en Chile, Brasil, Argentina y Uruguay.

La pléyade de personajes que participaron en aquel debate fue impresionante: Vania Bambirra, Theotonio dos Santos, Hugo Zemelman, Helio Jaguaribe, Darcy Ribeiro, Marcos Kaplan, Agustín Cueva, Juan Bosch, Alvaro Briones, René Zavaleta, Gerard Pierre-Charles, Suzy Castor, Ruy Mauro Marini, Clodomiro Almeyra, Cayetano Llobet, Eduardo Galeano y Pedro Vuskovic, así como los comunistas Rodney Arismendi y Luis Corvalán. Dada la cantidad de autores y la diversidad de casos, era difícil lograr un mínimo consenso. Sin embargo, algunos elementos se delinearon como esenciales para hablar a favor o en contra del uso de esta categoría. A propósito de esto, es llamativo que en su Fascismo tardío, Alberto Toscano promete revisar las discusiones de aquella década, pero elude totalmente la perspectiva latinoamericana, pese a su productividad.

El eje central de las reflexiones de aquel cúmulo de personalidades versaba sobre el carácter de movimiento de masas del fascismo histórico, especialmente del impacto de la presencia de la llamada “pequeña burguesía”; este era uno de los elementos sobre los que había menos acuerdo, pues salvo el caso chileno, no existía entre las experiencias analizadas una considerable movilización social. En segundo lugar se colocaba la mirada en la operación específica de estos gobiernos, en cuyo eje estaba el uso extremo de la violencia terrorista e ilegal; sobre este tópico, el acuerdo era indudable. Finalmente, el tercer elemento era el que tenía que ver con la inserción subordinada de estos gobiernos a la economía global, de tal manera que las formas “fascistizantes” de la región tenían una diferencia sustancial con las de la década de 1930, al no ser expansionistas o ultranacionalistas, sino productos de la dependencia.

La multiplicidad de proposiciones se acompañaba de una perspectiva política que se bifurcó entre quienes imaginaban la revolución como la única respuesta frente a los procesos derechistas y quienes apuntalaban la necesidad de un proceso en clave de frente popular, como grandes alianzas que restauraran los mínimos acuerdos democráticos. Resulta paradójico que pese a que fue en México donde acontecieron algunas de estas discusiones, los autores de nuestro país, especialmente los de izquierda, utilizaron poco la categoría.

En este contexto, es llamativa la revista Nueva Política, cuyo número sexto se tituló: “Fascismo en América Latina”. Paradojas del tiempo político, mientras que el uso que le daban los autores latinoamericanos los llevaba a la dicotomía “reforma o revolución”, en México esto no era equivalente. Una parte de quienes participaban de aquella publicación no hacía mucho habían decantado su simpatía política por el entonces candidato Luis Echeverría, bajo la consigna “Echeverría o el fascismo”. Así, en la elección de 1970, el PRI había recurrido al expediente fascista como recurso para cerrar filas, según explicó críticamente Enrique Semo unos años más tarde. Aunque el historiador marxista reconocía la existencia de grupos fascistas en la sociedad, no veía en éstos ni influencia de masas ni tampoco simpatía de las oligarquías: “Al agitar el espectro del fascismo en México, los voceros del PRI aprovechan algunas presiones del imperialismo y sus asociados locales, para darle nueva vida al monstruo derechista”, alertaba.

Volver a aquellas discusiones es significativo, pues permite trazar las líneas de demarcación respecto a nuestro presente. Hoy las experiencias derechistas se muestran diversas, con poca homogeneidad en su programa económico, apelando a sectores que exceden a los grandes financieros y a los “sectores medios”. Sin embargo, lo que más llama la atención de ellas es la ausencia de un proyecto de futuro, pues su activación es resultado del nihilismo, mismo del que también son víctimas. Así, las derechas de hoy apelan al recurso del pasado como nostalgia destructiva, ejercen el poder sin eje rector claro y usan la violencia irracional en su papel de opositoras. Sin embargo, como hicieron las y los intelectuales de la década de 1970, es preciso profundizar más allá de las miradas generales y entrar de lleno a las contradicciones locales, pues las derechas no están exentas de la impronta nacional que evoca el tiempo contemporáneo, volviéndose herederas y partícipes de una historia que no eligieron, pero que también las determina.

Investigador UAM, autor de En el medio día de la revolución

El ominoso crimen de Carlos Manzo, presidente municipal de Uruapan, Michoacán, en un evento público el pasado 1º de noviembre, generó ciertamente una demanda de justicia de amplios sectores sociales agraviados, no sólo en Uruapan, sino en vastas regiones del país. Y no sólo por el crimen de un presidente municipal con fuerte y real liderazgo, sino también por los otros presidentes municipales asesinados en el último tiempo, que no derivaron en una investigación que mostrara autores intelectuales y materiales sometidos a proceso penal, idea elemental de un Estado de derecho. En este caso, como en los otros, “se está investigando”.

Mientras eso sucede y da o no resultados, ocho días después del crimen, el gobierno federal, encabezado por la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, con el gabinete en pleno, presentó desde la Ciudad de México el Plan Michoacán por la Paz y la Justicia (9 de noviembre de 2025) con 12 ejes de estrategia, más de 100 acciones y una inversión superior a 57 mil millones de pesos, que aún no se conoce si ya estaban previstos o fueron reubicados para enfrentar la crisis de violencia e inseguridad que vive la entidad. Es inobjetable que se defina atender seguridad, desarrollo económico con bienestar, infraestructura carretera, caminos y senderos seguros, infraestructura con agua potable, riego y saneamiento, programas para el bienestar, educación, salud, vivienda, cultura, mujeres, jóvenes y planes de justicia para pueblos indígenas.

La pregunta inevitable es si se trata de un plan que también se requiere en el resto del país o por qué Michoacán no lo tenía antes del crimen referido y, lo más importante, cuál es el vínculo directo esperado respecto a la erradicación de la violencia y la impunidad que la acompaña. Contrastemos sólo con un ejemplo: el reciente crimen de Marco Antonio Suástegui en Acapulco, Guerrero, luchador histórico contra la construcción de la presa La Parota, sigue impune, a pesar de que generó fuertes reacciones del movimiento social en la entidad y a nivel internacional, pero él no era parte de la clase política. ¿Será por eso que no se anunció plan en Guerrero? Habrá que desentrañar la lógica de las reacciones gubernamentales independientemente de que con plan y sin plan, la violencia sigue imparable en varias regiones del país. Grecia Quiroz, viuda de Carlos Manzo, ahora presidenta municipal sustituta en Uruapan, ha declarado que esperan resultados en dos meses y que de ninguna manera están avalando una suerte de intercambio utilitario del plan por la indispensable Justicia.

Y precisamente contamos con otra muestra de la lógica política que guía al actual gobierno federal, y que a mi juicio ameritaría una profunda revisión y corrección consecuente. Me refiero al combate abierto a la convocatoria de la llamada Generación Z a una marcha el pasado 15 de noviembre. Se denunció desde la llamada mañanera que tenía intereses desestabilizadores y la promoción en redes con financiamientos de ese corte. Nada casual que al propio tiempo que se declarara, sin necesidad de ello, que se respeta la libertad de expresión, se amurallara en la Ciudad de México el Palacio Nacional, escenario preferido y anhelado por grupos violentos que “aparecen”, y lo hicieron de nuevo, provocando el enfrentamiento con la policía.

La narrativa de medios y redes sobre la marcha, que fue pacífica antes de llegar al Zócalo, fue destacar justo ese enfrentamiento y enfatizar que no todos y todas sus participantes eran jóvenes. Me decían dos de ellas que no se vio a ningún camión rentado como en otras, que llegaron por sus pies y su voluntad. Lo que fue una constante es el grito de alto a la violencia y sí, la molestia con la descalificación oficial previa, y no obstante muchos y muchas jóvenes vencieron su miedo y con coraje salieron a manifestarse. Y de nueva cuenta hay que anotar que la juventud, Z o no, está siendo fuertemente afectada por la violencia de diverso tipo y ese era el sentimiento mas fuerte que motivó a jóvenes –y no– a salir a marchar.

Sigamos con las preguntas. Cuando se convoca una marcha por una fuerza política electoral, no se enfatiza ni se investiga si son realmente parte de la misma, pero en este caso, resultaba censurable que no todas y todos los participantes fueran jóvenes. ¿Quiénes no lo somos no tenemos derecho a unirnos a la causa de ellos? ¿Quién se erige con el derecho a fiscalizar? Finalmente, también en este caso se requeriría un abordaje nacional en torno a los jóvenes y la revisión a fondo del reclutamiento forzoso que viven en diversas regiones. No es nada casual que quien accionó el arma para asesinar a Carlos Manzo tuviera 17 años. Mucho que revisar en el discurso oficial, desde la mirada de largo alcance antes de denunciar conspiraciones de iniciativas ciudadanas, hasta expresiones recientes como “quienes no nacen no van a las escuelas”, o bien, “si estamos cerca del pueblo, no podemos estar lejos”.

El engendro avieso terminó de zafarse el velo: era un estorbo inútil. Estados Unidos está decidido a actuar conforme a la imagen de su realidad efectiva: si somos el terror, actuemos en consecuencia. Somos los dueños de Occidente, en primerísimo lugar de la América hasta Tierra de Fuego; tomemos ya, enteramente, lo que es nuestro. ¿Algún mareado narcoterrorista reclama? Lo perseguiremos y lo mataremos, sin resquemores: matar es lo nuestro; sabemos cómo hacerlo. Hemos dicho, porque es así al menos desde John Foster Dulles, que no tenemos amigos, sino intereses. Hemos dicho, porque es así al menos desde Theodore Roosevelt, que nuestra política exterior es el Gran Garrote. Pues ya está, nadie se llame a engaño. Si algún sujeto interno alza la voz, es también un narcoterrorista.

El nombre del Departamento de Defensa era pura hipocresía; llámese, debidamente, Departamento de Guerra. Hemos decidido asumir así, proactivamente, la responsabilidad de coordinar y supervisar todas las agencias y las funciones relacionadas con la seguridad nacional y las fuerzas militares de Estados Unidos: Ejército, Armada, Fuerza Aérea, Fuerza Espacial, Infantería de Marina: el conjunto armado más letal del planeta. Avancemos. Trump anunció que Estados Unidos reanudaría sus “ensayos nucleares”. ¿Objetivo? Prevalecer como superpotencia y engrandecer, vale decir, enriquecer, sin freno, a los de arriba, especialmente a Trump y a los escogidos de MAGA. No hay límite. Queremos Groenlandia y también Canadá, no consentiremos pasos atrás. Tomemos nuestras reservas de petróleo venezolano. El discurso trumpiano se desgañita, pero por ahí algo tiembla. Trump es un gorila, pero también es un fanfarrón maniático.

Desde agosto, Estados Unidos ha desplegado una brutal fuerza militar frente a las costas de Venezuela: buques de guerra, submarinos, aviones de combate y tropas para luchar… ¡contra el narcotráfico! Bájenle. Estados Unidos ha bombardeado presuntas lanchas con drogas y asesinado a decenas de personas, venezolanos y otros latinoamericanos, al margen de toda ley internacional, que es así como opera la violencia del engendro del norte. La ley me vale madres, suele decir JD Vance. Por sí y ante sí, Trump acusa al presidente Nicolás Maduro y a un grupo de altos funcionarios venezolanos de integrar el inexistente Cártel de Los Soles; sólo Trump y MAGA, y seguramente la CIA, saben de tal organización. Su ambición, o su sueño guajiro, es derrocar a Maduro, instaurar un gobierno pelele con Corina Machado o bicho similar, y cargarse el crudo venezolano.

El martes 11 de noviembre, Trump sumó el Gerald R. Ford, el mayor portaviones del mundo, al despliegue militar acumulado en el área gringa Comando Sur. El Gerald R. Ford llegó con 4 mil marines y docenas de aviones tácticos y, dicen los militares gringos, puede “catapultar, lanzar y recuperar simultáneamente aviones de ala fija en su cubierta de vuelo”. Y sigue gastando millones de dólares en amontonar armamentos en el área. Estados Unidos presenta falsamente su intervención como un conflicto entre dos naciones. No hay tal conflicto, Estados Unidos sueña con engullirse Venezuela.

El pasado 7 de noviembre, en el National War College de Washington, ante responsables del ejército y representantes de la industria de las armas, el secretario de Guerra, Pete Hegseth, en un discurso de 30 páginas, anunció su estrategia “para potenciar” el ejército estadunidense. Se trata de eliminar las regulaciones “demasiado pesadas”, y burlar los contratos públicos obligatorios para la adquisición de nuevas armas. “Nuestro objetivo es sencillo. Transformar todo el sistema de adquisiciones para que funcione en tiempos de guerra… Estamos viviendo un momento como el de 1939 o, esperemos, como el de 1981. Un momento de creciente urgencia. Los enemigos se están reuniendo, las amenazas se intensifican… Estamos sentando las bases para un dominio continuo durante las próximas décadas”. Así aúllan las sirenas de Hegseth; le urge bombardear y matar a diestra y siniestra. Y que vengan los businesses.

Los hombres del MAGA alardean: Trump es un “maestro de la ambigüedad estratégica”, dicen. Pues, puede que sirva para el terror sicológico. Mientras, los precios de los alimentos aumentan y el empleo se debilita, así que Trump recula echando atrás diversos aranceles; y una encuesta de YouGov informa que 58 por ciento desaprueba su gestión; su aprobación neta en el tema migratorio es de -7, y en el de la gestión de los precios es de -33 por ciento. Y nada vale tanto para Trump como preservar el gobierno para MAGA en las intermedias del año próximo, y en la siguiente presidencial.

Trump no puede derrocar el gobierno de Maduro sin una invasión de cientos de miles de soldados. Pero una cantidad así es imposible que llegue por mar o por aire; y por Colombia no se puede por ahora. Con los datos señalados, parece que prevalecerá, por lo pronto, la “ambigüedad estratégica”, más que la invasión de Venezuela. Instalado en el fangal de sangre, Trump puede intentar asesinar a Maduro, pero en Venezuela esto no equivale a un cambio de régimen.

Convocadas por medio de redes sociales por una fantasmal Generación Z México, sin rostros visibles pero promovidas por una febril actividad anónima en la blogósfera, las manifestaciones que este sábado tomaron masivamente las calles de Querétaro, Guadalajara, Hermosillo y la Ciudad de México son un hecho relevante en nuestra política. Pero no completamente inédito.

No es la primera vez que las derechas miden fuerzas en las calles. Tres ejemplos: la Marea Rosa, la Marea Blanca y las peregrinaciones políticas impulsadas por el clero. A pesar de lo que se dijo en su momento, ninguna tuvo que ver con la preparación de un “golpe de Estado blando”.

Antecedente inmediato de protestas masivas anti-4T fueron las cuatro marchas por la Marea Rosa. Pero, a diferencia de la manifestación de la Generación Z México, aquellas tuvieron un liderazgo estructurado, actos centrales con oradores y demandas claras en torno a la defensa del Instituto Nacional Electoral.

Hace 21 años, el 27 de junio de 2004, se efectuó la Marcha Blanca en contra de la inseguridad pública. La multitud desbordó a los organizadores. El repudio a la delincuencia y la solidaridad con las víctimas congregaron a una variopinta confluencia ciudadana, ajena en su mayoría a siglas partidistas o membretes ciudadanos convocantes. Ellos hicieron de la marcha de la derecha y la mediocracia su propia protesta contra la inseguridad pública. Sin embargo, fue indudable el éxito de grandes televisoras y radiodifusoras que, en escasas tres semanas, pusieron en las calles a decenas de miles de personas.

En 2016, la jerarquía católica impulsó jornadas en multitud de ciudades, en defensa de la familia y en rechazo a la iniciativa para legalizar el matrimonio gay, propuesta por el entonces presidente Enrique Peña Nieto. El pulso lo ganó la Iglesia. La iniciativa quedó congelada en la Cámara de Diputados.

La movilización, que tuvo como estandarte la bandera de One Piece, tiene aspectos inéditos propios de la política en la era digital, distintos de las anteriores.

Sin vocero y sin mitin con orador central, los mensajes del acto se divulgaron a través de mantas, consignas y multitud de entrevistas banqueteras. La protesta tuvo un fuerte tono anti Claudia Sheinbaum. Abundaron las expresiones soeces en su contra. Fue una constante el señalamiento de que vivimos en un narcoestado y los llamados a destituirlo. Usó como bandera el asesinato de Carlos Manzo, ex alcalde de Uruapan.

Como distintas fuentes documentaron, en la movilización de la Generación Z (un verdadero fraude de membrete, al que nadie vio) hubo una evidente y significativa intervención de la derecha internacional. Pero no hay en ello novedad alguna. Siempre ha sido así. Lo raro es que no la hubiera. La Cortina de Nopal no existe más. La globalización de la política era ya una realidad en el siglo XIX. Desde su fundación, el fantasma del comunismo recorrió Europa. Y, actualmente, la injerencia de Donald Trump o Elon Musk en elecciones de otros países es más que evidente, como pudo verse en los comicios alemanes y argentinos. Las derechas mexicanas acusan a la 4T de tener apoyo de progresismos latinoamericanos, y al obradorismo de inmiscuirse en asuntos de Perú y Ecuador. Los movimientos socioambientales y los indígenas del continente son parte de redes trasnacionales. El PAN es integrante de la Internacional Demócrata Cristiana y el PRI de la Socialista. El Estado del Vaticano actúa a través de la curia mexicana.

Las derechas mexicanas que impulsaron la movilización tuvieron en esta ocasión el converger con clases medias descontentas. En México existe un amplio archipiélago de derechas. No todas son iguales. Entre otras, la integran conservadores, neoliberales, la derecha política histórica, sinarquistas, neofascistas, libertarios, ultras, pentecostales. Meterlas a todas en el mismo saco, hacerlas pasar como si fueran lo mismo, le hará un gran favor a sus elementos más radicales. Igual de equivocado es presentar inconformidades legítimas como si fueran una manipulación de esta corriente.

Es un hecho que en sectores medios hay descontento con el gobierno por fallas en seguridad, salud, asesinato de opositores y, en fuerzas más reaccionarias, por los libros de texto gratuitos. Ese crecimiento del malestar social lo están capitalizando las derechas, englobándolo en consignas contra lo que llaman “el mal gobierno”.

Muchos de quienes fueron a las manifestaciones son ciudadanos que por primera vez tomaron las calles. Ejercieron su libertad espontáneamente. Nadie los acarreó, ni los lidereó, ni llegaron por el llamado de algún político. No entienden mucho de política, pero están convencidos de que los actuales gobernantes no funcionan, y hay que quitarlos. Los acusan de estar ligados al narco. Probablemente, se sumarán a futuras convocatorias. Junto a ellos estuvieron también grupos neonazis que “vieron burro y se les antojó viaje”.

Personas embozadas y otras con el rostro descubierto, algunas con pelo con casquete corto, lograron tirar un tramo de vallas que resguardaban Palacio Nacional. No eran integrantes de organizaciones anarquistas de acción directa contra la autoridad o el gobierno. No integraban el bloque negro. Todo hace suponer que, al menos algunos de ellos, son parte de grupos de provocación que pasaron a una nueva etapa de intervención.

Caídas las vallas, en lugar de proteger Palacio Nacional y contener a los manifestantes, los policías salieron al Zócalo a maltratar, golpear y desalojar manifestantes. Nuestro compañero, el fotógrafo Víctor Camacho, fue furiosamente apaleado por uniformados, y además, le robaron celular, cámara y lente fotográfica.

Donald Trump aprovechó el viaje para seguir estrechando el cerco contra nuestro país y obtener nuevas concesiones. “No estoy contento con México… Estuve viendo la situación en Ciudad de México el fin de semana. Hay muchísimos problemas allá”, dijo. No hay novedad en sus palabras. Desde que tomó posesión, ha afirmado cosas similares en múltiples ocasiones con cualquier pretexto. Así lo seguirá haciendo.

X:@lhan55

En una de las acciones de mayor cinismo, la ultraderecha del país montó un escaparate el pasado sábado 15 de noviembre bajo el nombre de “Marcha de la Generación Z”, que fue puntualmente registrada, comentada, festejada y multiplicada por las principales plataformas conservadoras del país como El Financiero, revista Merca2.0, Uno TV, El Sol de México, W Radio, N+, ADN40, Tv Azteca, CNN, El Universal, Reporte Índigo, Telediario, R é cord, SDP noticias, Ovaciones, Generación Z, y otras más.

Carlos Zenteno (El Soberano), en un video en Tik Tok llamado “Marcha artificial del 15N al descubierto”, hace un análisis detallado y muy bien documentado de cómo la supuesta marcha fue anunciada ya desde el 3, 7, 12 y 19 de octubre por voceros de la ultraderecha mexicana para supuestamente solicitar la revocación de mandato y en contra de la Cuarta Transformación. Se trata de una operación articulada, financiada y amplificada por actores políticos, empresariales y mediáticos de derecha nacionales e internacionales. No puede dejar de señalarse que los videos que acompañan a esos llamados están manipulados en su edición para aparentar presencias masivas, como puede corroborarse en las movilizaciones que tuvieron lugar en la Ciudad de México, Aguascalientes, Guadalajara, Monterrey, Tepic, Chihuahua, San Luis Potosí, Morelia, León y Xalapa. Todas esas marchas, sin excepción, tuvieron un rasgo común: todas terminaron de manera violenta y fueron dirigidas contra los policías, que sólo portaban escudos. El saldo de estas acciones, según la Secretaría de Seguridad Ciudadana, fue de 100 policías y 20 civiles heridos y 40 detenidos. Como fue señalado por la propia presidenta en la Mañanera de ayer, las autoridades respectivas deben investigar a todos estos sujetos que actuaron sincronizadamente en 10 ciudades y, en su caso, juzgarlos y consignarlos. Todo bajo las leyes del país.

Las redes sociales de ese “movimiento” aparecen exigiendo la revocación del mandato de la presidenta Claudia Sheinbaum y del gobierno de la 4T, al que califican como un “narco-Estado”, según la gigantesca manta desplegada sobre la valla del Palacio Nacional en el Zócalo de la Ciudad de México. Aquí no puede dejar de señalarse el rol de Donald Trump, quien ha acusado repetidamente al gobierno de México de ser controlado o estar en “alianza” con los cárteles de la droga, una idea que ha sido reiterada por su hijo Barron y que amerita una intervención.

En las marchas supuestamente de jóvenes, que los hubo pero de manera minoritaria, se hizo notable y absurda la presencia de una buena cantidad de adultos como Vicente Fox, Claudio X. González, Emilio Álvarez Icaza, Alessandra Rojo y la abuelita de Carlos Manzo.

Los organizadores de la marcha convocaron a realizarla en 50 ciudades e hicieron público un pliego petitorio de 12 puntos de “reforma institucional”, todos los cuales son descabellados e inviables por que se hacen sin los partidos políticos bajo el supuesto control de un poder exclusivamente ciudadano.

En suma, por todo lo aquí señalado, hoy 80 por ciento de las mexicanas y los mexicanos que aprueban al gobierno de la 4T debemos cerrar filas en torno a la presidenta Claudia Sheinbaum.

 Javier Aranda Luna: La triple alianza de Bellinghausen

En la obra de Hermann Bellinghausen poesía, prosa y trabajo periodístico forman una triple alianza donde reverberan temas, atmósferas y un profundo amor por el lenguaje.

Imposible no pensar en su poema “El universo en el jardín” al leer el cuento “Viaje a las estrellas”, incluido en su libro Mester de alfarería: el poeta mira a lo alto desde su ventana vieja de madera, el prosista tumbado en la yerba pierde la vista en la bóveda inmensa. Pero uno y otro descifran, en silencio, el lejano fulgor de las altas esferas cuyos movimientos vislumbró Kepler en el siglo XVII.

¿Y no en sus crónicas periodísticas del alzamiento zapatista también aparecen el cielo y la lluvia? “¿A quién importa si llovía?”, cuestionaron algunos reporteros. Para ellos lo importante era dar cuenta de tropas, armas largas, enfrentamientos, pero la respuesta de Hermann Bellinghausen fue sencilla: si lo consignó fue “porque llovía”.

En sus crónicas, reportajes o ficciones la naturaleza es un elemento importante y a veces un personaje cabal, como ese mar encrespado que aparece en “Viejo mar”, un inmenso cuerpo de agua que está de “mal humor”.

Se inspiró para escribirlo en un hecho real: “recuerdo perfectamente que fue un día que yo venía manejando por la costa de Veracruz en medio de un huracán y llegué a Tlacolula. El mar estaba enloquecido y había un señor que tenía como un hotelito en la playa; todo se lo llevaba el viento, pero el viento le pegaba al mar y el mar chocaba con el viento. Entonces, no sé en qué momento posterior se me ocurrió contarlo así, que el mar era alguien que era como una especie de persona que estaba de mal humor porque el pinche viento no lo dejaba en paz”.

Llama la atención que cuentos, poemas y crónicas periodísticas tengan un ritmo muy cercano a la oralidad. Por momentos da la impresión de que unos y otros fueron escritos para ser leídos en voz alta. Eso nos dice el ritmo de su escritura y también que muchos de ellos, casi todos, cuentan historias.

Historias propias y ajenas que siempre terminan siendo nuestras, como la del poeta y médico Víctor Segalen, amigo de Debussy, quien descubrió las últimas obras de Gauguin en los Mares del Sur, concretamente en Tahití y las Islas Marquesas. Cuando el médico-poeta asistió al remate de los bienes del pintor adquirió varias de sus obras y eso lo animó a escribir uno de los primeros ensayos críticos sobre Gauguin en la revista Le Mercure de France, en 1904, donde aborda el exotismo como “la noción de lo diferente”.

Otras historias lo han inspirado en Mester de alfarería, su libro más reciente, como el poema “One More”, de Raymond Carver, en su cuento “Un día menos”. Historias que pueden ser de un instante, de un encuentro inesperado, o surgidas de una película o de una canción.

Al Bellinghausen poeta y prosista le interesa lo inesperado, lo fortuito, pero también lo cotidiano para transformarlo en algo significativo. Tan variados son sus temas, que vistos en conjunto bien podrían ser un mapa de los muchos Méxicos que conforman México. Allí aparece el mundo indígena, pero también la vida cotidiana de la urbe.

Hermann Bellinghausen está seguro de que un buen poema o un buen cuento “se queda contigo, aunque se te olvide. Cuando lo necesites te va a hablar, te va a decir”.

Sin temor por el crecimiento de la cultura audiovisual y la redes sociales nos dice que “hemos tenido un siglo de cine, y el cine es una forma de estar contando todo el tiempo. Es lo que hacen las series, contarte historias todo el tiempo”.

Su libro Mester de alfarería refrenda la triple alianza presente en su obra. En estos cuentos de lagunas y alcantarillas, de la veloz inmovilidad del colibrí, del viento que azota las selvas y no tiene fondo, de fotógrafos lúbricos y modelos impávidas, se asoma la crónica y la iridiscencia de la poesía para contarnos algo; para que se nos quede una historia, aunque la olvidemos, pues algún día, cuando nos haga falta, nos dice Bellinghausen, la volveremos a escuchar.

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