La principal acusación se refería a la adquisición de una mansión valuada en 130 millones de pesos que Alito adquirió
mientras recibía sueldo como gobernador: mármol de Carrara en los
pisos, cuadros y esculturas caras, en una propiedad construida sobre un
terreno registrado a 19 centavos el metro cuadrado aunque el valor
comercial fluctuaba entre 2 mil 500 y 5 mil pesos. También se informó en
aquel agosto de 2022 que la fiscalía campechana investigaba la
adquisición de un departamento de lujo en la calle de Emerson, en
Polanco, Ciudad de México; otro departamento de 250 metros y una casa de
tres niveles en Bosques de Las Lomas, que tiene paredes y cristales
blindados y donde las 24 horas hay guardias con armas largas
(nota de Georgina Saldierna y Enrique Méndez en La Jornada: https://goo.su/Z62t ).
Pero… sinuoso y aparentemente inexplicable fue el camino de inacción del morenismo y sus aliados para dejar con vida política y libertad personal al esquivo ex gobernador de Campeche que, entre estrépito retórico contra la 4T, hizo que en San Lázaro hubiera votos priístas suficientes para sacar adelante iniciativas clave de Palacio Nacional y jugó un papel de veleidad rentable en el proceso de selección de candidatura del resto opositor (el PAN y lo que quedaba del PRD) que siempre receló de Alito. La coartada para sostenerle oxígeno al impresentable priísta: la comisión legislativa correspondiente no lograba integrarse, funcionar adecuadamente y tener mayoría para ir contra el personaje tricolor.
Ahora, a dos años y seis días de aquel primer embate jurídico del poder campechano de Layda Sansores, aquel presidente de la directiva de San Lázaro, Gutiérrez Luna, ocupa el mismo cargo y Morena tiene una muy sobrada aritmética para desaforar a Alito. El presidente de la comisión legislativa correspondiente, la Jurisdiccional, es el dúctil Hugo Eric Flores, quien fundó el Partido Encuentro Social, de orientación evangelista; el mismo que postuló a Cuauhtémoc Blanco para gobernar Morelos y que, como premio, fue superdelegado federal en la entidad.
Alito ya no es mercantilmente útil, pues los votos priístas son
innecesarios a la hora de las mayorías calificadas en las cámaras
legislativas. Y aun cuando siempre será mejor para el partido guinda
contar con un adversario
tan descalificado como Moreno Cárdenas,
bien podría ser que para efectos decorativos combinen mejor al color
hegemónico otros tonos indirectos (Manlio, Dulce María, Pedro Joaquín,
por ejemplo) que el gris rata del citado Alito.
Astillas:
Hubo reversa y no pasó Eruviel Ávila, el ex gobernador del Estado de México, así que el partido de las cuatro mentiras (PVEM) tuvo que habilitar a un cuadro de credenciales similares para presidir la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación: Javier Herrera Borunda, hijo del ex gobernador de Veracruz, Fidel Herrera, emblemático personaje del retablo más oscuro del priísmo clásico. Es decir, la lucha contra la corrupción va muy en serio… Adán Augusto López Hernández no aguantó las ganas y se colocó ayer medalla, compartida con la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, por cuanto a la adquisición del voto de un miembro del Consejo de la Judicatura Federal para derrotar en votación estratégica a la ministra Norma Piña… Y, mientras el siniestro ex gobernador de Guerrero, Rubén Figueroa Alcocer, había estado junto a Alejandro Arcos Catalán cuando tomó posesión de la presidencia de Chilpancingo, y ahora queda como sustituto Gustavo Alarcón, también del grupo de Figueroa… ¡hasta el próximo lunes!
X: @julioastillero, Facebook: Julio Astillero
la invasión de Checoeslovaquia puso fin a nuestra ambigüedad, aludiendo a s u esperanza perdida que el sistema socialista totalitario era reformable. En esta serie que hoy inicio, cubriré la primera parte del libro, que se denomina
Estructura económica y social, formada por tres largos capítulos, escritos por GM; AH escribió la segunda parte denominada
Dominio político y sus consecuencias(caps. 4-10). La tercera y última parte del libro, capítulos 9 al 12, los escribió FF. La primera parte empieza definiendo las dificultades de diálogo entre los disidentes de los países ‘socialistas’ de Europa Oriental (PSEO) y el llamado marxismo occidental (MO), asociadas –para decirlo de manera simple– en torno al mercado: los primeros querían más mercado para anteponerlo a la planificación centralizada, mientras los segundos estaban desilusionados con la democracia capitalista centrada en el mercado. GM analiza en el cap. 1 las diferentes ‘teorías’ sobre los PSEOS que clasifica en tres grupos: 1) Teorías de sociedades transicionales (TST); 2) capitalismo de Estado; y 3) formación asiática. Describe así las posturas del MO y las de los disidentes de los PSEO: “Para muchos de los jóvenes representantes del MO lo que formó sus puntos de vista fue una profunda desilusión con la ideología liberal de derechos democráticos como mecanismo seguro de cambio social racional. Se percataron de que las instituciones de la política democrática formal no bastan para asegurar ni siquiera propósitos moderados de igualdad social y justicia. Los disidentes de los PSEO aprendieron que la ausencia de tales derechos deja al individuo en la impotencia ante el poder arbitrario del Estado y hace imposible el control colectivo sobre la actividad de éste. Por tanto, aún en casos de acuerdo general sobre los principios de un socialismo democrático, los participantes orientales y occidentales en un diálogo posible tenderían, por su naturaleza, a mostrar sensibilidades muy divergentes, atribuirían importancia a diferentes elementos de un sistema común de valores, tomarían diferentes cosas como dadas, pues partirían de diferentes temores e ilusiones”.
Según la TST, los PSEO muestran una combinación híbrida de
características capitalistas (CPL) y socialistas (SCL), como una etapa
transicional o como casos de desarrollo interrumpido entre las
dos formaciones sociales, que se explica por las distorsiones del
desarrollo SCL, que llevó a la emergencia de un estrato parasitario de
funcionarios del partido que mantuvo a la masa de productores directos
en una posición subordinada, impotente. La TST subraya, por otro lado,
rasgos constitutivos de los PSEO: eliminación de la propiedad privada
[de medios de producción], ausencia de relaciones mercantiles en la producción de medios de producción,
y planificación centralizada. Es decir, un contraste de relaciones de
propiedad (básicamente SCL) y de distribución (básicamente CPL). GM nota
que la personalidad de León Trotsky (LT) está detrás de estas teorías.
Nosotros, dice GM, quien habla por los tres en esta parte del libro, debemos
sostener no sólo que LT fue, en su heroica lucha contra el estalinismo,
el abuelo de todos los disidentes de izquierda, sino que su análisis
fue el de un revolucionario que buscaba la perspectiva práctica óptima
para un desarrollo social alternativo. La cuestión del carácter de
la URSS no ha sido decidida, todavía, por la historia, dijo una vez LT,
según narra GM, quien concluye que estas palabras contienen el meollo de
todas las TST. Según GM, la influencia de LT continuaba en 1983 (cuando
se publicó el libro) en autores como Marcuse y, de manera subrepticia,
en la burocracia de los PSEO. En sus formas consistentes, la TST
trotskyista (TTK) representa un intento de articular las antinomias de
estas sociedades desde el punto de vista de los productores directos:
logra conectar orgánicamente la crítica de su carácter no democrático
con la existencia de desigualdades económicas y sociales profundas. El
TTK muestra que un poder formalmente separado, incontrolado, impone
necesariamente desigualdades generalizadas y relaciones de dominación.
Las desigualdades no son reproducidas sólo por mecanismos económicos.
Para GM es justo esta fuerte crítica de las TST lo que muestra sus
inadecuaciones inherentes y potencialidades apologéticas. Mientras más
consistentes son las TST, más paradójicas parecen. Por una parte señalan
como fuente fundamental de sus desigualdades estructurales a la
burocracia del partido, pero por la otra conciben el mecanismo básico
mediante el cual estas relaciones de dominio social se ejercen, la planificación central,
como un contrapunto contra, y restricción sobre, el poder de la misma
burocracia. Los escritos TTK tienen muchas referencias a la lógica mística de la planificación
como vehículo y objetivación del SCL de las PSEO. Esto, dice GM, es un
sinsentido desde la perspectiva marxista. “La planeación para Marx
significaba la formación racional y democrática de la voluntad social de la asociación de productores directos capaz de mantener bajo control la espontaneidad irrestricta y la lógica reificada del desarrollo económico, y redirigirlo hacia la satisfacción
de las N insatisfechas e inarticulables en el CPL de mercado. Para los
TTK los procesos reales de planeación en los PSEO tienen poco que ver
con la racionalidad o la democracia. Presuponer que hay una lógica de
planificación más allá de la voluntad burocrática y de las relaciones de
ésta, es un caso extremo de pensamiento fetichista: una transformación
de la mano invisible de Adam Smith en una fuerza mística-divina (sin correlato institucional) de la razón social per se;
ésta es la ideología oficial de las sociedades tipo soviéticas. El TTK
rechaza esta ideología legitimizadora, pero al presuponer la existencia
de una lógica de planeación, confirma las bases de esta legitimación
que, por su carácter, es elitista. En términos prácticos, coincide con
los grupos más estalinistas y se opone a los intereses inmediatos de la
población. Una postura que rechaza (como medidas que buscan la
restitución del CPL) todos los pasos hacia la descentralización
económica, los mecanismos económicos autorreguladores y los incentivos
de mercado, resiste en los hechos una de las tendencias liberadoras
espontáneas de estas sociedades, dice GM.
con las empresas privadas nunca hubiera llegado la electricidad a pueblos, poblados, municipios alejados, porque el objetivo de ellas es la gananciay no brindar servicio público. Así es, de no detenerse a tiempo el brutal avance de esos consorcios –estimulados y solapados por el régimen neoliberal–, a estas alturas México estaría electrificado sólo en las áreas donde la población pudiera pagar el servicio y a precios crecientes, es decir, donde el negocio fuera rentable. Del servicio público, ni hablar, y lo mismo en otros sectores.
En el caso de la generación eléctrica, la CFE fue puesta al servicio de los intereses privados, y en un proceso que se denominó privatización silenciosa
del sector, con la venia del régimen neoliberal, los particulares
incrementaron sostenidamente su intervención con fines de desaparecer a
esa institución del Estado mexicano. Pero se acabaron esos tiempos
porque creemos en los derechos del pueblo de México, el acceso a la
educación, a la salud, a la vivienda y también en la soberanía
energética
, dijo la mandataria.
Pero, mañosos que son, los gritones de la supuesta oposición aumentan los decibeles y vociferan estatización, socialismo
y cualquier otra barbaridad, al tiempo que cómodamente olvidan
el texto constitucional (artículo 28) que a la letra subraya: la nación tendrá en todo tiempo el derecho de imponer a la propiedad privada las modalidades que dicte el interés público
. Así de sencillo.
Además, está el tema de los ferrocarriles que de ser propiedad de la nación, Ernesto Zedillo transformó en un negocio estrictamente privado, sin beneficio para el país. Así, como parte de la citada reforma, este sector retoma su carácter prioritario e incluye el transporte de pasajeros. Hay que recordar que Lázaro Cárdenas (1937) expropió y nacionalizó este sector prioritario. Zedillo hizo exactamente lo contrario, sin beneficio alguno para los mexicanos. Todo para el duopolio que surgió de la privatización.
En este espacio se ha comentado que como en tantas otras
privatizaciones del régimen neoliberal, la de los ferrocarriles
mexicanos tuvo el mismo fin: pérdidas para el Estado y pingües ganancias
para el grupúsculo de empresarios amigos
del gobierno en turno.
Han transcurrido casi tres décadas desde el decreto privatizador de
Zedillo y las grandes promesas de captar (crecientes inversiones,
competencia que estimulará la participación de otros actores, decidido
impulso al crecimiento económico, vertiginoso avance de la red
ferroviaria, empleo
y mucho más) no trascendieron la anécdota. Eso
sí, la voluminosa deuda de Ferrocarriles Nacionales de México fue
asumida, íntegra, por el Estado mexicano.
Desde entonces, ya privatizado el sector, la longitud total de la red
ferroviaria del país a duras penas aumentó 105 kilómetros, al pasar de
26 mil 622 en 1997 a 26 mil 727 en 2018, un crecimiento
de 0.4 por ciento en el periodo, lo que ni de lejos se puede considerar un gran beneficio
para el país, amén de que todas las ganancias se quedan en manos privadas.
Sólo como referencia histórica: cuando Porfirio Díaz abordó el
Ypiranga, México contaba con 19 mil 528 kilómetros de longitud total de
red ferroviaria. De entonces al gobierno de Zedillo dicha red creció
casi 7 mil 100 kilómetros, 36.3 por ciento más en el periodo. A partir
de ahí, el avance
ha sido de 105 kilómetros. Ello, sin considerar los mil 554 kilómetros del Tren Maya en seis años.
En su informe de gobierno de 1909, Porfirio Díaz presumía: los
ferrocarriles de jurisdicción federal han tenido en el semestre próximo
pasado un aumento de 263 kilómetros en la construcción de nueva red
; es decir, en sólo seis meses el dictador construyó 2.5 veces más que en casi 30 años de privatización zedillista.
Las rebanadas del pastel
Enloquecido, desesperado y aterrorizado, Ricardo Salinas
Pliego da palos de ciego para evitar lo inevitable: pagar los
voluminosos impuestos que desde tiempos foxistas adeuda. Acostumbrado a llegar a un arreglo
con el gobierno en turno, ahora se dedica a tramitar solicitudes de impedimento legal
para tres ministros que decidirán a qué hora y en cuál ventanilla del
Servicio de Administración Tributaria el barón pasa a pagar (algo así
como 65 mil millones de pesos), y no lo hará en abonos chiquitos.
Twitter: @cafevega, cfvmexico_sa@hotmail.com
Entre las obras donadas destaca una fotografía de Marina Abramović en la que sigue la tradición romántica alemana. Ella está de espaldas al espectador, haciéndose eco del cuadro El caminante sobre el mar de niebla (1817), de Caspar David Friedrich, en el que un hombre contempla colinas cubiertas de niebla. En su versión, Abramović está de pie con un vestido rojo, con los brazos levantados hacia el océano, mientras las olas golpean la tierra hasta convertirla en gránulos arrastrados por el viento.
En 50 años de carrera, la artista serbia es famosa por sus obras en
las que se somete a presión física y emocional extrema. Ha vivido y
pasado hambre en una galería de Nueva York; perdió el conocimiento
mientras yacía en el marco de una estrella de madera ardiendo. Y la más
famosa: en 1974 permaneció pasiva durante seis horas mientras los
espectadores eran invitados a hacer lo que quisieran con ella. Aprendí que el público puede matarte
, dijo sobre esa desgarradora actuación, en la que perdió una parte de su cabello blanco.
Nacida en 1947, en lo que era Yugoslavia, Abramović creció en un hogar privilegiado pero estricto. Sus padres fueron héroes en la Segunda Guerra Mundial por su lucha contra el nazismo; pertenecían a la élite yugoslava. Gran parte de sus primeros trabajos se centró en denunciar la dictadura del presidente Josip Broz Tito, utilizando para ello su cuerpo como metáfora del régimen represivo.
Destaca su viaje a la mina de oro de Serra Pelada, en Brasil, en 1990. Allí supo de las catastróficas consecuencias de la extracción de los metales para los obreros y la naturaleza. Desde entonces denuncia las consecuencias negativas que trae la destrucción del medio ambiente. La estancia de Abramović en esa mina la documentó espléndidamente Sebastião Salgado.
empresas productivas del Estado. Este cambio de nomenclatura tiene profundas consecuencias prácticas, pues significa que dichas entidades dejarán de operar bajo la lógica del mercado para consagrarse al servicio público, al mismo tiempo que se devuelve a la compañía eléctrica su preponderancia en el sector. Además, se definió como prioritaria la comunicación vía ferrocarriles de carga y pasajeros, una medida que pone a México en sintonía con las sociedades avanzadas, en casi todas las cuales –con la única y bochornosa excepción de Estados Unidos– hace tiempo se entendió que los trenes constituyen el medio de transporte más eficaz y respetuoso del medio ambiente.
La aprobación de la iniciativa presentada por el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador hace tres años, simboliza y concreta un paso inestimable en el rescate del patrimonio y la soberanía nacionales que el PAN y el PRI se empeñaron en desmantelar en su obcecación por someter al país a los capitales privados. Al revertir las lesivas políticas de exterminio de las corporaciones públicas, será posible emplear las capacidades de estos sectores estratégicos en el desarrollo nacional y la generación de bienestar para las mayorías.
La desinformación propagada de manera permanente por la oposición y las firmas acostumbradas a enriquecerse mediante contratos leoninos, obliga a recordar que estas medidas no buscan acabar ni siquiera arrinconar a la iniciativa privada, a la que por ley se le garantizará 46 por ciento del mercado eléctrico y con la que Pemex trabaja de manera rutinaria. Lo que sí se quiere es terminar con los abusos sistemáticos, las prácticas predatorias y armonizar a todos los actores con el interés general de la nación. Como explicó la presidenta Claudia Sheinbaum, no se trata de pelear con el empresariado, sino de operar bajo una planeación energética con reglas claras acerca de cómo, dónde y bajo qué condiciones puede invertir.
Debe aplaudirse la restitución de funciones del Estado que deben ser
irrenunciables, y sólo cabe lamentar que el pleno de la Cámara baja haya
eliminado el párrafo de la iniciativa en el cual se establecía la
rectoría del mismo sobre la transición energética, comprometiéndolo a
usar de manera sustentable todas las fuentes de energía de las que
dispone la nación, con el fin de reducir las emisiones de gases y
componentes de efecto invernadero
. De manera relevante, ese inciso
también responsabilizaba al Estado en el despliegue de las políticas
científicas, tecnológicas e industriales necesarias para la transición,
lo que supone el desarrollo de una política integral en materia de
protección del medio ambiente.
Al borrar estas líneas, se resta modernidad a la reforma, queda en entredicho la determinación de abandonar los combustibles fósiles y se abre la puerta a que las transnacionales usen la transición como un reclamo publicitario para atacar a las autoridades, no porque a esas compañías les ocupe el combate al cambio climático, sino porque añoran el marco jurídico que les facilitaba recoger grandes ganancias en condiciones de expolio. Es de esperarse que el Senado corrija la omisión de última hora, de modo que la reforma sea un completo parteaguas en el desarrollo sostenible del país.
La situación tiene que ser analizada desde diversos ángulos, lo que sin duda me permitirá abordar el tema en siguientes artículos; sin embargo, una de las perspectivas más significativas y que ha saltado a la vista desde hace décadas es la falta de reconocimiento y respeto que mantiene la población hacia los cuerpos policiales municipales, estatales y federales.
Lo anterior probablemente se debe a la concepción que se tiene de estas instituciones, y es que no podemos negar que la falta de atención oportuna y eficiente ante una emergencia, la corrupción, la falta de capacitación y la desconfianza han sido términos con que se les ha relacionado de manera usual, pero, por otro lado, como sociedad poco hemos reflexionado sobre su trabajo. No busco justificarles, sino entender qué es lo que hemos pasado por alto.
¿Cuentan con salarios adecuados?, ¿las prestaciones que se ofrecen se equiparan a los peligros que enfrentan día con día?, ¿tienen opciones para adquirir una vivienda de calidad?, ¿sus familiares cuentan con el respaldo del Estado en caso de alguna situación de crisis?, muchas preguntas surgen cuando de analizar las situaciones a las que se enfrentan se trata; incluso se tiene que reconocer abiertamente que les hemos solicitado que enfrenten una guerra contra la delincuencia con pocas o inadecuadas armas, o bien, con armas menos sofisticadas y funcionales que las que tienen los propios criminales.
Durante décadas, la petición ha resonado tanto en el interior como en el exterior de las instituciones de seguridad: se debe erradicar la corrupción. Si se busca aumentar los niveles de confianza, es necesario realmente trabajar en este rubro, que, como bien sabemos, consume desde el interior cualquier organismo.
Es innegable que los casos de sobornos, extorsiones y prácticas controversiales de algunos elementos deterioran la imagen a escala general. Pero, además, en muchos países los procedimientos han estado enfocados en acciones reactivas más que preventivas, siendo incluso en ocasiones las reactivas mal realizadas, lo que impide a largo plazo la disposición de los ciudadanos para cooperar.
México enfrenta números alarmantes, de acuerdo con la encuesta Miradas sobre el crimen y las fuerzas de seguridad alrededor del mundo, emitida por IPSOS, multinacional de investigación de mercados y consultoría con sede en París, Francia; en una lista que contempla a 29 naciones, México se encuentra en el segundo lugar, sólo por debajo de Sudáfrica en aquellos que tienen menos confianza en su policía. Ante la pregunta sobre qué tan posible considera que la policía evite crímenes no violentos, 56 por ciento de los encuestados emitieron una calificación negativa; además, 60 por ciento consideran que las fuerzas del orden no detendrían a los autores correctos y 54 por ciento aseguraron que no se trata a toda la población con el mismo respeto.
En una época caracterizada por la globalización y una sociedad cada vez más reflejada a través de los proyectos audiovisuales, México ha llegado a niveles de autoburla difíciles de concebir para otros países, ya que, por ejemplo, en naciones como Estados Unidos, Italia, Francia o Inglaterra las series televisivas y las películas dotan de una investidura de respeto, honorabilidad, inteligencia, eficacia y humanismo, sobre todo en el entorno familiar, entre otros múltiples adjetivos a sus cuerpos policiacos y de investigación; en México, Harina, programa estrenado en streamig en 2022, hace escarnio de la policía; centrada en un comandante corrupto, adicto y con poca vocación ha dejado muy mal proyectadas a las fuerzas del orden.
También hay que reconocer que no todo ha sido negativo, también se debe admitir que durante la gestión de la ahora presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, la policía de la Ciudad de México presentó cambios significativos, se instauró la carrera policial de forma obligatoria, se brindo mayor formación y capacitación, se hicieron públicas las bases de reclutamiento, se realizaron promociones y reconocimientos y se dieron recompensas económicas, entre otras múltiples acciones que lograron que la eficiencia se detonara sustancialmente.
Otro caso de éxito fue el implementado por el actual senador Luis Donaldo Colosio, en la ciudad de Monterrey, quien pudo ver que la dignificación es el camino adecuado para lograr de forma conjunta los avances que se requieren en materia de seguridad. Durante su gestión se incrementó 30 por ciento el salario de los policías; además, se les incorporó al Infonavit y se otorgaron becas a nivel medio superior y superior para sus hijos; reconstituyó la Coordinación de Policía Digna para mejorar la atención de los policías y sus familias, y lanzó una convocatoria para que los agentes puedan obtener una carrera técnica mediante el Ceneval, entre otras medidas. El reporte Policía desprotegida: ruta para su dignificación laboral; caso Monterrey, emitido por México Evalúa, brinda un panorama un poco más amplio de este caso digno de análisis.
La disminución de la violencia es multifactorial, y aunque es claro que las instituciones de seguridad juegan un rol primordial y la imagen que se proyecta es vital para influir en la población; es necesario que, además de que los individuos se sientan seguros frente a la policía, también se requiere un trabajo en unidad que permitirá mejorar los índices de paz.
* Consultor en temas de seguridad, inteligencia, educación, religión, justicia y política
Hablo de La Herradura, acaba de morir mi general Ávila Camacho. El interlocutor no dio lugar a más. Colgó.
En esos tiempos no se conocían las bromas por teléfono, así que quedé pasmado. Me comuniqué a la comandancia del Cuerpo de Cadetes y pasé la insólita novedad. Se trataba del ex presidente. Así empezó esa rara experiencia, que seguramente tuvo también otros caminos.
El reinicio de tal experiencia se dio al otro día, cuando a una treintena de cadetes nos embarcaron en camiones que nos llevaron hasta lo que ya se identificaba como Avenida del Conscripto. Al llegar al final de la avenida empezó una bajada por un camino de tierra hasta el final de la pendiente.
Dimos con una rústica puerta de madera y alambre de púas. En la parte
superior había un maltrecho tablón con un letrero que decía Rancho la Herradura
.
Era la enorme posesión del ex presidente que junto con el Hipódromo de
las Américas y el Club de Golf Chapultepec había sido propiedad de la
nación, y que fueron entregados por el propio presidente al hipódromo y
al club mediante tramposas concesiones ad eternum.
Fue hasta llegados a la residencia cuando nos enteramos de la causa, abríamos que rendir honores militares al difunto en el momento de su sepultura en el propio jardín. La decisión llamó la atención, pues era conocido el acendrado catolicismo de la pareja y el jardín no era tierra consagrada.
Ahí permanecieron los restos del difunto hasta la muerte de la señora Soledad, el 28 de agosto de 1996, cuando los restos de ambas personas fueron llevados al Panteón Francés.
En la cima de la colina estaba la formidable mansión del estilo de las grandes residencias del sur esclavista de EU, recuérdese la clásica película Lo que el viento se llevó. Sólo ella ocupaba una enorme superficie ajardinada de aproximadamente 50 mil metros, y unos 2 mil metros de construcción por cada planta, siendo dos.
A la muerte del general los enormes terrenos integrantes del rancho mágicamente se convirtieron en propiedad privada, se fraccionaron y se enajenaron. La mansión quedó en el corazón del desarrollo urbano. ¿Hubo usufructo?, sin duda. ¿Para quién?, no hay noticia, pero en su facilitación necesariamente participaron autoridades municipales, estatales y federales en este negocio de magnitudes incalculables.
No termina ahí la historia, antes habría que describir que durante los años en que los Ávila Camacho la habitaron se dio a la residencia un uso contradictorio al espíritu modesto y sencillo del presidente. La señora gustaba de lucir emperifollada. Se convirtió en un visitado sitio de reuniones de grandes personajes políticos y de la farándula local e internacional, como Rita Hayworth. En una palabra: frivolidad.
A la muerte de doña Soledad los deudos entregaron la propiedad formalmente al general Riviello Bazán, secretario de le Defensa Nacional, informándole que había sido instrucción de doña Soledad, diciendo: regrésenla al Ejército. La residencia se entregó en términos absolutos, esto es, continente y contenido.
Éste era sorprendentemente lujoso y de buen gusto, sería razonable que hubiera habido una asesoría para tan espléndida selección. Abundaba obra de pincel nacional y extranjero, pero sobresalían los Siqueiros y Rivera, así como grandes cuadros con escenas de la guerra franco-prusiana. Enormes candiles, soberbias alfombras y mobiliario francés. Todo sorprendentemente contradictorio, como se dijo, con el espíritu beato de ese matrimonio.
Riviello Bazán dio cuenta del hecho al presidente Salinas de Gortari, quien le ordenó entregar la propiedad al Estado Mayor Presidencial mediante un inventario y acta.
El uso de la casa no dio lugar a ninguna referencia relevante hasta los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, en el que, sí hubo usos disipados por Calderón, Camilo Muriño y contertulios y las rumbosas expediciones de Enrique Peña Nieto y sus 40.
Hay muchas leyendas callejeras sobre usos extremos de la casa, la mayoría son fabulaciones, la verdad es que permaneció fantasmalmente deshabitada por largo tiempo.
Coincidiendo con el dramatismo del relato se desprenden conclusiones lamentables. Unas parecerán ingenuas por todo lo que con los años hemos atestiguado, pero al analizarlas resultan terribles.
Nos preguntaríamos si El Presidente Caballero –así le decían– podía disponer impunemente de cerros y caudales propiedad de la nación, usarlos y regalarlos displicentemente.
Si fuera cierto, entonces Miguel Alemán, secretario de Gobernación de mi general, no implantó la corrupción, nada más la adoptó y luego llegó más descomposición con López Mateos y luego, y luego y… luego.
Entonces, ¿es natural y, por ende, legítima esa vocación ladrona en el servidor público?
dragonadasde Luis XIV un siglo después; menos conocidas son las salvajes oleadas represivas con que las jacqueries –revueltas campesinas que tuvieron lugar en Francia entre los siglos XIV y XVIII– fueron ahogadas en sangre.
Significativamente, la derecha acuñó el vocablo para atacar al régimen revolucionario por una modalidad que ahora conocemos como terrorismo de Estado y a la que habían recurrido la mayor parte de las monarquías para disuadir a sus opositores. En el siglo XIX, los populistas rusos reivindicaron la palabra en el manifiesto La joven Rusia, guía de la organización Naródnaya Volia (Voluntad del pueblo), responsable del asesinato del zar Alejandro II. Muy pronto, autores de izquierda como Plejánov, Trotsky y el propio Lenin se deslindaron de tales prácticas y las criticaron en sus escritos.
En ambos lados del Atlántico, populistas y anarquistas se dedicaron a
cazar, bomba o revólver en mano, a integrantes destacados de la nobleza
o dignatarios como el presidente estadunidense Willian McKinley,
asesinado por un anarquista de origen polaco. Más allá de juicios
morales, el terrorismo como medio de lucha política, ideológica o
religiosa tiene fundamentos teóricos en Tomás de Aquino, Isidoro de
Sevilla, Maquiavelo o el propio Thomas Jefferson, a quien se atribuye la
frase el árbol de la libertad se riega con sangre de patriotas y tiranos
.
Los nazis emplearon profusamente el término para señalar a los movimientos de resistencia que se le oponían en los países ocupados por las tropas del Tercer Reich y en la posguerra fue retomado por el gobierno estadunidense como parte de su discurso de seguridad nacional, de donde abrevaron las dictaduras militares latinoamericanas de la segunda mitad del siglo pasado.
Ya para entonces, la palabra había perdido su significación original y se empleaba como mero insulto. Así, mientras con una mano Washington alentaba a los gorilatos para que aplastaran a las guerrillas de izquierda, patrocinaba una infinidad de movimientos mucho más merecedores de tal descalificación: exiliados cubanos que sembraban el terror en su país mediante acciones violentas, crueles ejércitos mercenarios que operaban en África, u organizaciones fundamentalistas que luchaban contra la ocupación soviética en Afganistán y que fueron el origen de grupos como Al Qaeda y el Estado Islámico.
En el marco de la guerra contra las drogas lanzada desde tiempos de
Nixon, Washington terminó de tergiversar el sentido del término al
acuñar la expresión narcoterrorismo
; así terminó de desvincularse
un método determinado de una reivindicación ideológica. En 2001, tras
los atentados del 11 de septiembre, la Casa Blanca se subió a un caballo
del que sigue sin bajarse: el de la lucha contra el terrorismo
.
Esa cruzada, aplicable casi a cualquier cosa, ha convertido en
sospechosos automáticos a todas las personas del planeta, incluyendo a
Marko Cortés, quien cada vez que aborda un avión es sometido a una
minuciosa revisión para asegurar que no podrá secuestrar un avión y
estrellarlo en algún edificio emblemático de la Estados Unidos.
Para las autoridades de Washington, perpetradoras sistemáticas y
masivas de acciones de terrorismo de Estado, por sí mismas o a través de
terceros, la categoría de terrorista es un comodín que justifica la
persecución extraterritorial, el secuestro, el asesinato, el bombardeo,
la injerencia encubierta y la adopción de sanciones comerciales y
diplomáticas contra cualquier persona, organización o gobierno que no se
someta a sus designios. En esas circunstancias, la introducción de la
figura narcoterrorismo
en la estrategia de seguridad de México,
como lo propuso el jefe panista, sería invitar a los comandos del país
vecino a operar en nuestro territorio (¿permiso?, ¿cuándo lo han
requerido?) para suprimir supuestas amenazas a su seguridad nacional; a
fin de cuentas, el propio gobierno mexicano les estaría dando la
coartada.
Sería pertinente canalizar el talento de Marko Cortés hacia propuestas menos perniciosas para la soberanía nacional, el estado de derecho y la seguridad de la ciudadanía mexicana en general; darle, por ejemplo, un hueso como organizador de tours por la ruta de la expedición punitiva del general Pershing. Intuyo que eso lo haría muy feliz.
En EU, Simón Trinidad enfrentó, en varios juicios, acusaciones de tráfico de drogas, que no pudieron comprobarse y fueron retiradas, aunque finalmente los tribunales de ese país lo sentenciaron a 60 años, por el cargo de conspirar para secuestrar a tres estadunidenses, contratistas militares de la corporación Northrop Grumman, quienes, por cierto, desarrollaban una misión de espionaje supervisada por el Comando Sur y financiada por el llamado Plan Colombia, que formó parte medular de la estrategia contrainsurgente estadunidense, con el pretexto de la lucha contra el narcotráfico. Estos mercenarios fueron capturados cuando su avión aterrizó de emergencia en territorio de las FARC, mientras volaba por la región de Caquetá, en la que Simón Trinidad nunca operó, ni fue responsable.
Durante estas dos décadas, Simón Trinidad ha estado recluido en una prisión de máxima seguridad en Colorado, conocida como el Alcatraz de las Montañas Rocosas
,
en una pequeña celda de confinamiento solitario, con la luz siempre
encendida, sin acceso a lecturas, y sin posibilidad de escribir, recibir
o enviar correo. La periodista independiente Tanya Núñez señala que
tras “años de aislamiento, recientemente, a Simón se le
concedió permiso para interactuar con otros prisioneros y hacer
ejercicio fuera de su celda durante un par de horas al día. Aun así, sus
condiciones sólo pueden describirse como indignas, tortuosas y
completamente injustas” (https://acortar.link/x6zv6D).
A partir de estos antecedentes, es de celebrarse que la Coordinadora
Americana por los Derechos de los Pueblos y de las Víctimas de la
Prisión Política lance una campaña internacional para exigir a los
gobiernos de EU y Colombia la repatriación de Simón Trinidad,
antes de que finalice el mandato del presidente Joe Biden, el 20 de
enero de 2025. En carta abierta dirigida a los dos mandatarios, firmada
por más de 300 personas y organizaciones de derechos humanos de todo el
mundo, se solicita que se tomen las medidas legales pertinentes y
necesarias para repatriar a Ricardo Palmera a Colombia, a la mayor
brevedad posible, para que pueda participar en el desarrollo del Plan de
Paz Total. Que hasta que Palmero sea repatriado a Colombia, se le
permita participar en sesiones virtuales con la Jurisdicción Especial
para la Paz (bit.ly/bringsimonhome)
Con toda razón, Jorge Enrique Botero, quien escribe un libro con el significativo título Un hombre de hierro, sostiene que Simón Trinidad es
uno de los colombianos más sobresalientes del siglo XX, pues en esta
época no es fácil encontrar a una persona que abandona todas las
comodidades del estrato 6 a cambio de ser fiel a sus ideas
.
Efectivamente, el origen familiar de Ricardo Palmera es de un sector
acomodado y políticamente influyente, graduándose como economista y
trabajando como profesor universitario durante nueve años, y gerente
bancario en Valledupar, norte de Colombia, antes de unirse a las FARC. Su
naturaleza humanista, las circunstancias políticas y sociales de la
época y la enorme desigualdad y corrupción que presenció trabajando en
el Banco de Comercio en Valledupar, lo impulsaron a volverse
políticamente activo en organizaciones de izquierda y defender a
campesinos y clase trabajadora. Fue en 1987, tras presenciar el
asesinato de la mayoría de sus amigos y camaradas dentro del partido
político de izquierda, Unión Patriótica, que Palmera, bajo amenaza él
mismo, decidió dejar a su familia y su carrera y unirse a las guerrillas
rebeldes en la montaña, adoptando el nuevo nombre
(https://derechosdelospueblos.net/).
Habiendo participado en enero de 1999, como diputado federal, en los diálogos de paz en El Caguán, Colombia, durante el gobierno de Andrés Pastrana, junto con el entrañable Carlos Payán, entonces senador, conociendo en esa ocasión al legendario comandante Manuel Marulanda, Tiro Fijo, y a Raúl Reyes, importante negociador de la guerrilla asesinado en un bombardeo a su campamento, considero que la iniciativa para la liberación y repatriación de Simón Trinidad, será muy importante para lograr la paz en ese hermano país, tan lacerado por siglos de guerras y cruentos conflictos armados.
El tema más actual es el aborto. Después de la sentencia de la Suprema Corte de EU en el caso Roe vs Wade en 1973, en principio el aborto era legal y fue justificado para impedir que las mujeres se sometieran a intervenciones peligrosas y hasta mortales. Además, se sostenía que las mujeres tienen derecho a decidir sobre su cuerpo y participar plenamente en la vida social y económica. Después de que Donald Trump logró nombrar nuevos miembros de la Suprema Corte, los conservadores lograron tener la mayoría y derogaron la Roe vs Wade en 2022, o sea casi medio siglo después.
Esta nueva sentencia ha causado una gran movilización de mujeres. Ha provocado malestar también entre mujeres del centro político y no sólo de las demócratas. Como en todas partes este tipo de legislación es nociva para las mujeres de bajos recursos que corren riesgos de vida sometiéndose a abortos poco profesionales. En este tema Kamala Harris tiene una posición clara de defensa de las mujeres y a favor del aborto. Como es esperable Trump sostiene la derogación de este derecho, lo que es particularmente espantoso pero previsible en vista de su desprecio por las mujeres y su machismo. Los 50 años de retroceso resultan muy simbólicos.
El segundo tema a discusión, ACA tiene más recovecos, ya que durante los años de la presidencia de Trump la gente empezó a apreciar sus ventajas. Es así porque creó un mercado regulado y competitivo para las personas y familias que carecen de un seguro privado. Redujo, sin duda, sustancialmente la población sin seguro médico y con gastos catastróficos en EU. Durante su gobierno Trump (2017-2021) intentó una serie de maniobras para debilitar o derogar la ACA, pero la popularidad de ésta las obstaculizaba. Por otra parte, uno de sus oponentes en la contienda, Bernie Sanders, propuso un sistema público y nacional de salud. Esta iniciativa captó mucha atención en vista de que en el país más rico del mundo los ciudadanos morían sin atención por falta de un seguro médico o dinero. Y como si fuera poco, es el país que más dinero gasta en atención médica en el mundo, 18 por ciento del PIB. Es un problema de su economía nacional que frena la inversión productiva. Adicionalmente, el complejo médico-industrial estadunidense es un financiador sobresaliente de las campañas electorales.
En este tema ninguno de los dos candidatos tiene una posición sin ambigüedades, pero los demócratas claramente están comprometidos con un seguro público semejante a la ACA mientras los republicanos parecen estar pensando en cómo debilitarlo. La prensa especializada ha planteado varias hipótesis al respecto. Una primera es que en el caso de que los republicanos tengan mayoría puedan simultáneamente derogar la ACA y sustituirla por una nueva propuesta de salud y aprobar la ley de disminución de impuestos propuesta por Trump.
Existe una situación poco clara respecto a la negociación de los precios de medicamentos que supuestamente fue introducida por Trump. Para entender este tema hay que señalar que los sistemas públicos, Medicare y Medicaid, por ley no podían negociar los precios de los medicamentos, a pesar de ser los grandes compradores del mercado; ilustración notoria del poder de la industria farmacéutica. Respecto a este asunto hay mucha confusión ya que no se sabe a ciencia cierta si Trump efectivamente la instrumentó, pero tampoco está clara la posición al respecto de Kamala Harris. Y mientras tanto la población pobre muere y se incapacita por falta de dinero.
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