Las protestas del movimiento feminista han tomado fuerza en la última década gracias a las colectivas que exigen justicia ante la violencia machista
En 2023, la marcha convocó a miles de mujeres
Más de 80 mil mujeres marcharon el 8M de 2020, consolidando el movimiento feminista en la capital del país
Este 8 de marzo se cumplen 10 años de que colectivos de mujeres en la Ciudad de México comenzaron a organizarse para levantar la voz, exigir justicia y luchar por sus derechos.
En 2015 se realizó la primera marcha conmemorativa por el Día Internacional de la Mujer con las madres y padres de los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa y fue en 2020 cuando la fuerza del feminismo marcó historia con la marcha más concurrida.
Durante esta década la ola de violencia contra las mujeres en la capital y el país no ha cesado. El hartazgo, la impotencia, impunidad e injusticia han provocado que las mujeres digan basta y se sigan movilizando.
Carolina Sevilla, integrante de la Coordinación 8M del Colectivo de Igualdad de Género de la Nueva Central de las y los Trabajadores y del Movimiento Urbano Popular, recordó que tras varios acontecimientos de violencia, grupos de mujeres se organizaron ese año para salir a las calles.
“En 2015 varias de las colectivas sindicalistas en el Movimiento Urbano Popular hicimos un encuentro para platicar con las madres de los desaparecidos de Ayotzinapa porque en septiembre de 2014 desaparecen los jóvenes de la Normal Rural. Entonces desde nuestra mirada feminista organizamos una marcha el 8 de marzo, que aunque no fue masiva, fue más grande de las que se habían hecho en las últimas dos décadas”, explicó.
En entrevista con El Sol de México recordó que otra de las manifestaciones que marcó un precedente en la lucha feminista fue la del Movimiento 24A, que se realizó en abril de 2016 contra las violencias machistas bajo la consigna “Vivas nos Queremos”.
“Otro antecedente de los procesos organizativos de lo que hoy es el 8M es que en abril de 2016 se convocó a una manifestación conocida como el 24A, desde ese entonces empezamos a ver las formas de organización que ya conocemos. Una marcha del Estado de México a la Ciudad de México, del Monumento a la Revolución a la Ángela de la Independencia, o la Victoria alada como originalmente se le conoce”, subrayó.
Las organizaciones se unieron en 2017 al llamado nacional para manifestarse el 8 de marzo en las plazas públicas, denominado como el Paro Internacional Mujeres.
“Leímos un comunicado conjunto como parte del Paro Internacional de Mujeres, donde diferentes críticas en el feminismo socialista nos piden hacer este llamado a toda la población para terminar con las desigualdades, pero también con las opresiones sociales que vivimos”, señaló.
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Ese año se registró el feminicidio de Lesvy Berlín Osorio, una estudiante del CCH Sur que fue encontrada muerta al lado de la cabina de un teléfono público en Ciudad Universitaria. Su novio Jorge Luis Hernández González la estranguló hasta asesinarla.
Este acontecimiento, señaló la activista, hizo que para 2018 las organizaciones se manifestaran para exigir justicia por el feminicidio de la joven de 22 años.
Ese año también fue capturado Juan Carlos Hernández, conocido como el Monstruo de Ecatepec, quien cometió más de 20 feminicidios junto con su pareja.
MARCHAS FEMINISTAS
2019 manifestación diamantada y toma de monumentos
Al año siguiente, la denuncia de otra estudiante por acoso sexual de parte de las autoridades y la indiferencia de la ex jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, causaron la indigación de miles de mujeres.
“A mediados de 2019 ocurre otro hecho. Una chica de CCH denuncia que fue víctima de violencia por parte de elementos de la policía judicial, por lo que se realiza una manifestación en la Fiscalía donde una compañera arroja diamantina rosa al ex Secretario de Seguridad Ciudadana (Jesús Orta).
“De ahí surge una lamentable declaración del gobierno de la ciudad, de la jefa de Gobierno que era Claudia Sheinbaum, donde dice que fue un acto de provocación”, destacó.
En respuesta, las organizaciones realizaron una marcha bajo el lema “No me cuidan, me violan”, una manifestación que marcó precedente, pues fue una de las primeras protestas donde tomaron los monumentos.
"En realidad las mujeres siempre han marchado, históricamente siempre se han manifetado y lo han venido haciendo de muchas maneras"Georgina Cárdenas Acosta, académica de la UNAM
“En esta manifestación ocurrió la intervención de monumentos históricos, el poner tinta, quemar, romper, es decir una accción directa del movimiento feminista para decir: ‘Nos están matando’, ‘Que no les importe más a esta sociedad los monumentos’, ‘Que no importe más que la vida de las mujeres”, señaló.
Tras la demanda de los colectivos, el 25 de noviembre de 2019, la exmandataria capitalina decretó la Alerta de Género en la Ciudad de México, con la finalidad de disminuir las violencias contra las mujeres. Ésta, anunció ayer el gobierno de Clara Brugara, será retomada.
Sin embargo, en 2020 dos feminicidios marcaron un antes y un después en el movimiento. El 9 de febrero Ingrid Escamilla Vargas fue asesinada por su pareja en su domicilio de la alcaldía Gustavo A. Madero, tras una discusión. Días después circularon imágenes del cuerpo de Ingrid que fueron filtradas por las autoridades.
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Mientras que el 11 de febrero una mujer se llevó a Fatima Cecelia Aldrighett Antón cuando esperaba a su madre afuera de la escuela. Días después, fue hallada en un predio de la alcaldía Tlahuác dentro de una bolsa de plástico con signos de violencia y tortura.
“En 2020 se agrupa más la potencia del movimiento feminista a partir de dos hechos trágicos, el feminicidio de Ingrid Escamilla y la niña Fátima que indignaron a la sociedad y que hizo que la gente, los medios, la clase política y el país en general se manifestara ese día y hubiera cobertura en la manifestación”, dijo.
2020 la marcha histórica
Georgina Cárdenas Acosta, académica de la UNAM, explicó que el boom de la marcha del 8M en 2020 está relacionado con el impacto de la denominada Cuarta ola feminista, que no sólo surge en México sino en todo el mundo.
La primera ola, explicó, surgió a mediados del siglo XVIII cuando las mujeres no tenían voz en la sociedad. Motivo que las orilló a luchar por los derechos de igualdad, al voto, al estudio, la libertad, así como los derechos matrimoniales.
La segunda ola se dio entre los años 60 y 70, cuando las mujeres lucharon contra la discriminación en el ámbito laboral y social, buscando la igualdad en los sueldos salariales.
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En 2019 fue activada la Alerta de Género en la CDMX / Graciela López/Cuartoscuro.com
En los 90, surgió la tercera ola, en ella las mujeres se cuestionaron los roles tradicionales de género y de la familia. Comenzaron a buscar el reconocimiento de la identidad de género, la orientación sexual y la raza.
La cuarta ola vino a partir de 2010 y es reconocida por el activismo social en redes sociales, por la lucha contra la violencia machista, el acoso sexual, así como por el reconocimiento de las personas trans y no binarias.
Diez años después, más de 80 mil mujeres tomaron las calles del Centro Histórico de la CdMx. Se congregaron en diversos puntos que se han convertido en espacios emblemáticos para salir a marchar. El Ángel de la Independencia, el Monumento a la Revolución, La Glorieta de las Mujeres que Luchan, la Glorieta de los Desaparecidos, entre otros.
“En realidad las mujeres siempre han marchado, históricamente siempre se han manifestado y lo han venido haciendo de muchas maneras. Sin embargo, particularmente la de 2020 tiene que ver con el impacto de lo que llamamos en la academia, la cuarta ola del movimiento feminista, este movimiento de mujeres que surge no solo en México, sino en todo el mundo”, subrayó.
En esta marcha colectivos, activistas, madres, estudiantes, trabajadoras y miles de mujeres se congregaron a exigir justicia y poner fin a la violencia contra la mujer. La marea morada invadió calles, tomó monumentos y dejó claro que las mujeres están cansadas de la violencia.
Cardenas Acosta resaltó que esta Cuarta ola se caracteriza por tener un amplio poder de convocatoria a través de redes sociales, para salir a las calles a exigir justicia, particularmente por la denuncia de violencias contra las mujeres, como los feminicidios, desapariciones, acoso sexual, brechas de género, entre otras.
“O sea, el que tú vayas a una marcha es que estás convencida de que hay un hartazgo social, un hartazgo de las mujeres de que haya feminicidios, un hartazgo de reducción de presupuestos, en todas las temáticas donde hay brechas, es decir, no estamos para felicitar, estamos para exigir igualdad”, dijo.
Iconoclasia, resignificación de la toma de monumentos
La socióloga destacó que actualmente, la toma de monumentos se ha resignificado con el término de iconoclasia, pues es una acción directa y una forma de exigir a las autoridades que se termine la desigualdad y la violencia de género.
“Lo que es preocupante es que las autoridades pongan vallas de tres metros porque prefieren proteger monumentos que perfeccionar la política pública para que no haya más violencia contra las mujeres, si ya se hubiera erradicado todo lo que motiva las marchas, es probable que solamente fueran simbólicas, pero no es así”, expresó.
/ Graciela López / Cuartoscuro.com
Gloria López / El Sol de México
https://oem.com.mx/elsoldemexico/metropoli/8m-a-10-anos-de-la-organizacion-de-mujeres-en-la-cdmx-22047532
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