
Por Adele Robichez y Raquel Setz. Brasil de Fato. Resumen Latinoamericano, 3 de diciembre de 2025
Caroline Sardá informa sobre un debate con 20 antifeministas y alerta sobre proyectos que intentan restringir derechos.
Una feminista señala la falta de comprensión sobre cuestiones básicas y dice que hay grupos que trabajan para obstaculizar los derechos a través de la desinformación.
La publicista y comunicadora Caroline Sardá participó recientemente en un debate en el canal Espectro con 20 personas que se identifican como antifeministas. Según ella, la experiencia dejó claro que «la gente no sabía lo que significaba ser feminista, no feminista y antifeminista».
Según la feminista, muchos participantes ni siquiera entendían lo que defendían. «Creían en caricaturas del feminismo, un feminismo imaginario que odia a los hombres y que busca el matriarcado», declaró en una entrevista con BdF en Rádio Brasil de Fato .
Sardá explica que el antifeminismo no es simplemente un desacuerdo puntual con la agenda del movimiento. «El antifeminismo es una ideología reaccionaria; es una reacción contra el feminismo», señala. Históricamente, afirma, este campo político siempre ha actuado para impedir logros o anular derechos. «A lo largo de la historia de la lucha de las mujeres, siempre hemos tenido discursos y prácticas que han intentado contener, deslegitimar o revertir el progreso de las mujeres», indica.
Como ejemplo, cita proyectos vigentes como el Proyecto de Ley 1904 , que equipara el aborto realizado después de las 22 semanas al delito de homicidio simple; el Proyecto de Decreto Legislativo 03 , que pretende anular una resolución que define pautas para el tratamiento humano de las niñas víctimas de violación; y la Propuesta de Enmienda Constitucional 164 , que modifica el artículo 5 de la Constitución para establecer que el derecho a la vida es «inviolable desde la concepción».
La comunicadora también destacó la presencia de mujeres negras en el debate, quienes se declararon antifeministas porque no se veían reflejadas en el movimiento. Según Sardá, el problema radica en el desconocimiento del feminismo negro y sus referentes.
“No conocían a Marielle Franco, Lélia Gonzalez, Sueli Carneiro ni Djamila Ribeiro”, afirma. Al mismo tiempo, señala que algunos de los participantes defendían agendas alineadas con el masculinismo, un movimiento que aboga por los derechos de los hombres, llegando incluso a apoyar “el control de la sexualidad femenina” y rechazar los métodos anticonceptivos, la planificación familiar y el aborto.
Uno de los momentos que más llamó la atención en el debate fue el relato de una participante negra que sufrió abortos espontáneos y afirmó no haber recibido apoyo de las feministas. Esta queja está directamente relacionada con el Proyecto de Ley 2755, una propuesta de la diputada feminista Sâmia Bomfim (Psol-SP), que busca garantizar una atención diferenciada dentro del Sistema Único de Salud (SUS) para las mujeres que han sufrido abortos espontáneos o muerte fetal.
“Ven la ley en la práctica y no saben cómo llegó ahí”, explicó Sardá. Para ella, la comprensión de las políticas públicas es limitada. “¿Crees que la ley surge por ósmosis?”, preguntó durante el debate. “Todos los derechos requirieron las demandas de los movimientos populares”, señaló.
Para Caroline Sardá, los debates públicos en plataformas digitales, incluso con antifeministas y masculinistas, ayudan a romper barreras y corregir percepciones distorsionadas sobre el feminismo. «La equivalencia entre feministas y masculinistas ya existe en el imaginario colectivo. Nuestro papel es romper esa imagen», argumenta.
Según ella, la verificación independiente de datos, como la que realiza Espectro , es esencial para combatir la desinformación. «Un debatiente puede difundir diez noticias falsas en tres minutos. Sin verificación de datos, esto se viraliza y se convierte en verdad», señala.
La feminista afirma además que el movimiento defiende agendas que también benefician a los hombres, contrariamente a lo que afirman las antifeministas. Como ejemplo, cita el Estatuto de la Parentalidad, que equipara la baja por maternidad y paternidad . «Nosotras, las feministas, defendemos que hombres y mujeres tengan la misma responsabilidad en la crianza de los hijos», afirma.
Algunas congresistas antifeministas están proponiendo proyectos de ley que, según ella, no tienen ningún impacto real. «Incluso un proyecto de ley para hombres culpa al feminismo de la violencia. No mejora la vida de nadie», criticó.
En cuanto a los límites en los debates, Sardá afirma que participa en confrontaciones con figuras políticamente divergentes, pero evita discutir con individuos peligrosos o violentos. «Voy allí a debatir ideas. No acepto debates con extremistas que podrían ponerme en riesgo», revela.
Aun así, dice que estaría dispuesta a debatir con alguien que defienda, por ejemplo, el fin del sufragio femenino. «Me encantaría debatir con alguien así», dice provocativamente, y luego invita a la congresista Carol de Toni (PL-SC), partidaria de Bolsonaro, a un debate.
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