De acuerdo con información del último censo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi, 2020), en México existen más de 11 millones 400 mil hogares con mujeres como jefas de hogar. Es decir, el 32% de los hogares mexicanos cuentan con una jefatura femenina, un aumento significativo de lo que nos mostraban los datos una década atrás. No obstante, el número sigue siendo muy reducido, pues un 68% de los hogares cuenta con jefatura masculina.
De acuerdo con el estudio de la SEDATU “Vivienda para nosotras” -publicado en 2023 que da contexto de las mujeres en la vivienda autoproducida y en alquiler en México en el año de 2020, señala que aunque la participación de las mujeres ha aumentado estadísticamente, no solo en los hogares sino también en el mercado laboral, el tiempo dedicado al trabajo doméstico y a labores de cuidado no ha disminuido.
Lo anterior implica una carga excedente y que problematiza dinámicas de acceso y seguridad al ver vulnerable su tiempo para el trabajo remunerado y su reconocimiento en la gestión del acceso a la vivienda.
De acuerdo con datos de Comisión Nacional de Vivienda (Conavi, 2018), solo el 35.6% de los financiamientos otorgados por los Organismos Nacionales de Vivienda (Onavis) y 31.6% de subsidios federales se otorgan a mujeres, en contraposición al 60% y 66.8 % otorgado para los hombres.
Algo similar sucede con el acceso a créditos de banca múltiple (Comisión Nacional Bancaria y de Valores de 2022). Aun cuando con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) 2023 las mujeres tienen una mayor participación en la fuerza laboral, existe una brecha en el acceso a sistemas de financiamiento para la vivienda.
“Para sostener los costos de construcción y gestión, los gastos del hogar deben de ajustarse y las mujeres suelen hacer esto ahorrando en el consumo cotidiano, así como aplicándose a jornadas parciales para aumentar los ingresos del hogar”, se lee en el estudio de la Sedatu.
Datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos por Hogar (ENIGH), 2022 del INEGI, reportó que el ingreso trimestral promedio de los hogares con jefatura de mujeres en México fue de aproximadamente 10 mil pesos menor que el de los hombres, con un promedio de 19 mil 081 pesos mientras que el de los hogares con jefaturas masculinas fue de 29 mil 285 pesos.
De cumplirse los objetivos de las nuevas viviendas, que buscan cobijar a mujeres, estudiantes y personas indígenas, sería posible corregir estas cifras y reducir la brecha de género en términos de vivienda en México. Además, tener un techo seguro es fundamental para la estabilidad mental, familiar y social, de todas las personas, pero más aún para las mujeres, pues en una sociedad machista, ellas tienen menos probabilidades de acceder a estos beneficios, reportó Cimacnoticias.
¿Qué propone el programa de Vivienda y Regularización?
La secretaria del SEDATU explicó que durante el sexenio pasado se abatió el rezago habitacional en 1.5 millones de viviendas. Actualmente 8.9 millones de viviendas en el país se encuentran en rezago habitacional, es decir, con precariedad en materiales, espacios y servicios propios de la construcción.
Los municipios con mayor rezago habitacional son:
- Tijuana
- Mexicali
- Juárez
- Esmeralda
- Acapulco de Juárez
- Centro
- Tapachula
- Iztapalapa
- Cárdenas
- Huimanguillo
La funcionaria de SEDATU explicó que para cubrir las necesidades de vivienda en en el país -es decir, viviendas nuevas para atender el crecimiento demográfico y conformación de nuevos hogares- para 2025 se requerirán por lo menos 2.8 millones de nuevas viviendas y para 2030 se estima que haya una necesidad acumulada de 6.6 millones de viviendas nuevas.
Por ello, la propuesta de vivienda en el sexenio consiste en construir un millón de viviendas distribuidas de la siguiente forma:
- 325 mil región Sur
- 239 mil 400 región Centro
- 228 mil 800 región Centro-Norte
- 206 mil 800 Región Norte
En este sentido, para 2025, se pretende construir 165 mil viviendas nuevas y 100 mil mejoramientos en la zona oriente del Estado de México además de 120 mil escrituras.
¿Para quienes son estos beneficios?
Con la construcción de estas viviendas nuevas se busca beneficiar principalmente a mujeres jefas de familia, jóvenes, población indígena, personas adultas mayores y también generar un programa de viviendas en renta para jóvenes de manera prioritaria pero también en la población en general.
Además de la construcción de viviendas, anunciaron 450 mil mejoramientos y ampliaciones de vivienda, todo esto por una inversión aproximada de 600 millones de pesos. Adicionalmente, se contará con un programa de escrituración para beneficiar a otro millón de viviendas.
El objetivo de estas viviendas de forma general es:
- Atender la población vulnerable
- Atención del rezago habitacional
- Necesidades de vivienda por incremento demográfico
- Atención a familias en zonas de riego y efectos de cambio climático
- Población Indígena
- Municipios con altos índices de inseguridad
- Municipios con necesidad de vivienda por proyectos prioritarios como los trenes
“También buscamos cumplir con los siete conceptos de la vivienda adecuada que señala Naciones Unidas que tiene que ver con los siete componentes de ubicación adecuada, contar con servicios, tener una habitabilidad adecuada, contar con áreas verdes, vialidades primarias y secundarias”.
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