Se pauperiza nivel de vida de jefas de familia
Por Guadalupe Cruz Jaimes
México, DF, 10 oct 11 (CIMAC).- La reducción de 40 por ciento de los ingresos de las personas ocupadas por cuenta propia y del 8 por ciento de las que laboran en la actividad formal, de 2008 a 2010, significó un aumento en el deterioro de la calidad de vida de las familias del país, sobre todo en los hogares encabezados por mujeres.
Rosario Ortiz Magallón, integrante de la Red de Mujeres Sindicalistas (RMS), señaló a Cimacnoticias que la disminución de los ingresos de las mexicanas ocupadas de forma independiente o asalariada provoca el “desgaste físico y emocional” de las mujeres que deben completar un ingreso familiar, o asumirlo totalmente “como las jefas de familia”.
En México uno de cada cuatro hogares está encabezado por una mujer. Los hogares con jefatura femenina tienen en promedio tres integrantes, aunque casi la mitad (46.5 por ciento) están conformados por cuatro o más personas, reporta el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Los ingresos de estas mujeres, “independientemente del sector en el que se ocupen, fueron disminuidos”, y con ello su calidad de vida, aseveró la ex legisladora Ortiz Magallón.
De acuerdo con la Encuesta de Ingresos y Gastos de los Hogares (Enigh) 2010, la caída de los ingresos entre 2008 y 2010 fue de 8 por ciento para remuneraciones, y de 40 por ciento para el trabajo independiente.
En el país, dos terceras partes de las mujeres trabajadoras (64.8 por ciento) reciben un salario, mientras que una cuarta parte (25.8 por ciento) labora por cuenta propia, señala el Inegi.
A decir de Rosario Ortiz, también integrante del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana, las trabajadoras asalariadas están en una situación “crítica” porque las condiciones en las que la mayoría son contratadas se caracterizan por una “alta precarización: sin prestaciones, sin seguridad social y con bajos salarios”.
Cabe señalar que cerca de 4.3 de los 16.9 millones de trabajadoras del país gana de uno a dos salarios mínimos (entre 54 y 114 pesos) al día. De acuerdo con Jimena Maroto, integrante del Observatorio de Política Social y Derechos Humanos, “debido a que las mujeres ocupadas tienen menores niveles de ingreso, la caída del salario mínimo real les pega más que a los hombres”.
En tanto, las mujeres en el autoempleo “están lejos de ser las grandes empresarias; la mayoría está en la ‘changarrización’, dedicadas a la venta de diversos productos por catálogo o de alimentos en el espacio público”, refirió Rosario Ortiz.
De acuerdo con la sindicalista, los ingresos que obtienen las trabajadoras por cuenta propia “en el mejor de los casos, les permite cubrir sus necesidades básicas, pero no genera una ganancia que les posibilite superar las condiciones de pobreza”.
Mientras los ingresos van a la baja, el precio de la canasta básica se ha mantenido en “aumento constante”, lamentó la ex legisladora.
Y es que entre 2008 y el primer trimestre de 2011, la dificultad para adquirir una canasta básica en zonas urbanas creció casi en un 25 por ciento, mientras que en las zonas rurales sólo fue del 5 por ciento, según la Tendencia Laboral de la Pobreza, del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
El análisis Ingresos, empleo y pobreza en México 2008 a 2010, elaborado por el Observatorio de Política Social y Derechos Humanos, indica que la recuperación en los salarios tendrá que ser de cerca de 3 por ciento anual para llegar al nivel de 2005 en el 2013.
Para superar la situación “no basta con que la política social alcance el 100 por ciento de cobertura –algo que tardará varios años, quizá más de una década–, es indispensable que el ingreso crezca, en especial el salario”, advierte el Observatorio.
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