Estaciones migratorias no están saturadas, indica
▲ Debido a la emergencia por la pandemia, el Presidente realizó una inusual conferencia sabatina.
Es tiempo de profundizar y no dar marcha atrás en el
propósito de transformación nacional, convocó el presidente Andrés
Manuel López Obrador, quien fustigó el modelo neoliberal que en 36 años,
con sofismas de por medio, prohijó el individualismo, el interés
personal, el saqueo y la corrupción.
La postura del Ejecutivo en torno a los neoliberales le ocupó ayer la
mayoría del tiempo de su conferencia de prensa matutina. Rei
teró la
herencia de pobreza y marginación que le fue heredada por los priístas
Carlos Salinas, Ernesto Zedillo y Enrique Peña Nieto, junto a los
panistas Vicente Fox y Felipe Calderón, problemas que –dijo– los vamos a
ir enfrentando en la medida de nuestras posibilidades.
“Si se imponen los reaccionarios, si se retrocede, si regresamos al
horror de las políticas neoliberales, pues ya no vamos a tener
posibilidades de que las cosas mejoren, sobre todo en beneficio del
pueblo. Lo que está en juego no es sólo vencer ante el coronavirus, no
sólo es reactivar la economía, sino la transformación de México.
“Por eso, hablando con claridad, los que no quieren la
transformación, los que quieren mantener los privilegios, el mismo
régimen de corrupción, de injusticias, quisieran que se agravara la
crisis del coronavirus. Su doctrina es la hipocresía, en el fondo están
pensando ‘qué bueno que nos vaya mal’; afortunadamente no son todos, es
una minoría de ambiciosos, vulgares. Se van a quedar con las ganas.”
Al iniciar su exposición que ahora abarcó el sábado, en la víspera de
que presente, solo ante medios de comunicación, un informe de gobierno,
con un plan de recuperación económica en apoyo a los pobres y las
micro, pequeñas y medianas empresas, López Obrador ponderó la reforma
constitucional histórica que modificó el artículo 4 para darle
obligatoriedad a los programas sociales, y garantizar el aumento anual
de los presupuestos para ese propósito.
Reconoció la ratificación en 17 congresos locales y solicitó aplauso
para cada uno; algunos representantes de medios en redes respondieron
entre risas.
En torno a los motines de migrantes en las estaciones migratorias de Tenosique y Agua Prieta, señaló que
ya se está atendiendo. Afortunadamente no hubo pérdida de vidas humanas. Se está hablando con todos, se les protege, y también hay un plan de prevención ahora por el coronavirus. Estamos con los albergues que se necesitan y no están saturados.
A quienes identificó como neoliberales –políticos, empresarios,
comentaristas y representantes de medios de comunicación–, les reprochó:
“aunque digan que no, tienen un discursito muy demagógico, diciendo:
‘queremos que le vaya bien al Presidente, porque si le va bien, le va
bien a México’; pero nosotros lo que queremos son hechos, no palabras.
(Y a) los que están pidiendo fondos para el rescate económico, ¡pues eso
no!”
Señaló que los “traficantes de influencias, y sus voceros, que se
dedicaron a aplaudir, a fortalecer con sus escritos a la política
neoliberal, que apoyaban como borregada la reforma energética y todas
las llamadas reformas estructurales, no están conformes.
Incluso académicos, intelectuales que trabajan en instituciones públicas o privadas con una concepción conservadora tampoco están conformes. Yo entiendo que hay ahora una especie de desconcierto por la colonización mental de 36 años de predominio neoliberal, porque no fue nada más política económica, fue una avalancha de sofismas, de retacería ideológica, mentiras y engaño.
López Obrador mencionó que ante los planteamientos que le
presentaron, el jueves les dijo a los líderes de organismos
empresariales, como Carlos Salazar, del Consejo Coordinador Empresarial:
vamos a otra cosa, y lo entendieron. Nosotros tenemos una manera de enfrentar esto y estamos seguros de que va a funcionar; no descartamos todo lo demás.
Foto Yazmín Ortega Cortés
Alma E. Muñoz y Roberto Garduño
Periódico La Jornada
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