1. En 1962 en la OEA, “el ministerio de colonias yanquis” lo llamó Fidel Castro, integrado por más de 50 países bajo gobiernos serviles, EEUU impuso un bloqueo total a la isla de Cuba porque “su ideología socialista no es compatible con los gobiernos de América”. Dijo entonces el asesino presidente Kennedy: “el país que comercie un clavo, cualquier cosa, con Cuba, será castigado severamente”. Cuba debe ser aislada por comunista y terrorista. La isla tenía alrededor de 10 millones de habitantes y su grito triunfal era: “Patria o muerte, venceremos”.
2. En medio de esa revolución la propaganda en México contra los barbudos revolucionarios cubanos encabezados por Fidel, el Che, Raúl, Camilo –todos barbudos porque durante tres años lucharon armados en la sierra- la propaganda anticomunista se intensificó en el mundo. La prensa, la radio y la TV que apenas nacía –cien por ciento al servicio de las agencias de noticias yanquis- dedicaron las 24 horas de todos los días, semanas y meses, a desarrollar la propaganda anticomunista. Impulsaron en lanchas la salida de 100 mil cubanos condenando al régimen.
3. Todos los “refugiados” –a los que bautizamos como “gusanos”- se instalaron en Miami donde los yanquis les dieron grandes facilidades para intensificar la propaganda por todos los medios. Les resultó porque por lo menos en México al 90 por ciento se le introdujo el ideal anticomunista. Así que el presidente López Mateos –al adoptar la posición tímida como único país, de no romper con Cuba- se salvó de nuestra condena izquierdista. Lo mismo sucede con López Obrador que ha prometido luchar contra el bloqueo y ayudar a una reunión de países que apoyen a Cuba.
4. En México el único partido anticomunista, anticubano, fascistoide, fue el PAN, porque siempre apoyó a los gobiernos de los EEUU. El PRI también fue anticomunista, pero no tan radical. El PRI se hizo igualito al PAN en 1988, cuando Salinas negoció su reconocimiento. Es también el año del PRD, Cárdenas, Muñoz Ledo y López Obrador. Me extraña que AMLO haya adoptado posiciones de izquierda a nivel internacional en sus últimos dos años y que Ebrard, su canciller (bautizado de derecha) las esté instrumentando. Se dice que es “luz en la calle y obscuridad en la casa”, pero hay va.
5. La denuncia del candidato y expresidente Trump, en el sentido de manipular a AMLO amenazándolo con impuestos, es muy importante. Ahora hay que explicarnos lo que sucederá con el abierto apoyo de AMLO a los cubanos. Espero que no lo obliguen a retroceder y que sea –aunque ya muy tarde- el inicio de acabar con su blandenguería o cobardía. Otra cosa hubiese sido si desde el primer mes de su gobierno –aunque desde entonces lo hubieran tachado de “dictador”, hubiera cesado a todos los jueces de la SCJN, así como al todo el INE. Pero cedió y hoy se ríen de él. (12/Feb/23)
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