Pedro Echeverría V.
1. Al pobre, humilde pueblo, sólo le enseñaron a trabajar, ver la televisión, gozar el futbol e ir a una iglesia. La clase dominante controló los planes y programas de las escuelas para orientarlos hacia el “entretenimiento agradable”, para nunca enseñar a pensar, preguntar, investigar, cuestionar, el mundo en que vive. Por ello, desde hace muchas décadas la población vive en medio del engaño, la manipulación y el acarreo. Sus gobiernos, manejando muchos billones del erario público, se aprovechan de la ignorancia mayoritaria, para construirle algunas obras vistosas y tapar el gigantesco despojo que realiza el 100 por ciento de los políticos.
2. Esto del robo y el despojo de políticos en México se sabe desde hace un siglo; sin embargo, hay cientos de trampas y engaños hoy que la clase política, empresarial, la delincuencia, incluso la milicia esconde. Desde 1929 –cuando se fundó el PRI- hasta el año 2000 que dejó la Presidencia al PAN, todos los presidentes de la República, sus 30 miembros de gabinete, el 95 por ciento de los legisladores, la policía, el ejército, las leyes, estuvieron bajo su control. En esas elecciones aún no intervenía el narco ni la llamada delincuencia organizada porque casi no existieron antes de la década de los setenta. Pero a partir de los ochenta todo se destapó.
3. Los gobiernos guerreristas y asesinos de EEUU pusieron el ejemplo, marcaron la ruta de la descomposición: Reagan (1980-90), Bush, Clinton, Bush, Obama, Trump, Biden (2021-25), siempre seguidores: de De La Madrid (1982-88), Salinas, Zedillo, Fox, Calderón, Peña, hasta el actual: López Obrador (2018-24) ¿Qué se descompuso que no haya sido provocado por la extensión de la agresión capitalista? ¿Alguien ignora que Reagan, la Thatcher y el papa Juan Pablo II (1978-2005) se encargaron de manera directa de enterrar a la URSS y el muro de Berlín? Destruyeron un falso y engañoso “socialismo” que nunca fue tal, pero su intervención fue silenciada.
4. Bien, así como los asesinos hacen cosas que no nos enteramos, así es la política, por lo menos en México, en la que se esconde en donde vienen los miles de millones de pesos que se dilapidan en las campañas políticas para comprar votos de la gente humilde con regalos que tanto necesitan. ¿De dónde sale el dinero para pagar a decenas de miles de propagandistas que van de casa en casa y luego acarrean a la gente a votar? ¿De dónde salen los cientos de millones para viajes, banquetes, vehículos, artistas, locales y mil cosas más? Antes los empresarios entregaban los miles de millones, hoy lo hace el narcotráfico y la llamada “delincuencia organizada”.
5. Mientras la población muere de hambre y enfermedades curables, se esconde, se guarda muy bien, lo que partidos y políticos hacen con la hoy alta delincuencia y el empresariado. Todo, todito, muy escondido. ¿Has escuchado alguna vez a un presidente que antes de salir diga que tiene dinero ahorrado? No, nunca, pero a los pocos meses nos enteramos que tienen inversiones en empresas, que son socios de negocios, que se pasan vacaciones en Europa y que tienen inversiones en Andorra. En los sesenta soñábamos con hacer una revolución armada en México siguiendo el ejemplo de la revolución cubana y varias guerrillas. Nos quedamos con la pendeja ilusión. (26/IX/23)
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