Foro Mujeres Científicas en la BUAP
Las políticas de inserción laboral en el ámbito científico aún son
incompatibles con los tiempos biológicos de la mujer. La exigencia para
entrar a una universidad o institución como investigadora implica que
antes de los 37 años tenga logros académicos importantes como
doctorados, posdoctorados y eso requiere de una inversión importante de
tiempo que va postergando la maternidad.
Así lo consideró en entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, la
doctora Patricia Ávila García, del Instituto de Investigaciones en
Ecosistemas y Sustentabilidad de la Universidad Nacional Autónoma de
México (UNAM), campus Morelia, tras participar en el Primer foro Mujeres
Científicas en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP),
organizado por el Comité Institucional para la Promoción de la Igualdad
Sustantiva en la BUAP, a propuesta del Instituto de Física, ingeniero
Luis Rivera Terrazas.
“Hay avances pero no son suficientes, creo que las mujeres en la ciencia
viven esa adversidad, o deciden no tener hijos o los hijos los
descuidan para poder cumplir con la exigencia de los papers, del
posdoctorado, de la producción, etcétera, pero en general, en la
composición del ámbito científico cada vez hay más participación
femenina y eso también se tiene que destacar”, refirió.
La doctora Ávila García ha obtenido reconocimientos importantes por sus
aportaciones en el tema de la relación agua-sociedad, desde una
perspectiva transdisciplinaria, destacando el Premio de Investigación en
Ciencias Sociales 2003, otorgado por la Academia Mexicana de Ciencias
(AMC); Premio Internacional en Ciencias Sociales (Global Development
Network-Banco Mundial); Premio anual del Instituto Nacional de
Antropología e Historia 2001 y el Premio Fray Bernardino de Sahagún en
Antropología, entre otros reconocimientos.
Entre los avances que hay dentro de la participación de las mujeres en
la ciencia, la doctora Ávila García refirió que el Sistema Nacional de
Investigadores (SNI) ha mejorado sus políticas en ese sentido y ahora ya
ofrece un año de prórroga para las mujeres que están dentro del sistema
y deciden embarazarse, a fin de que no produzcan o por lo menos no al
ritmo habitual. Ese tipo de implementaciones, destacó, favorecen la
participación y denotan sensibilidad en las diferencias biológicas.
SU EXPERIENCIA
En su intervención durante este primer Foro de Mujeres, la doctora Ávila
García, miembro nivel II del Sistema Nacional de Investigadores,
recordó los inconvenientes a los que se enfrentó cuando decidió estudiar
la carrera de ingeniería y cómo, a pesar de la crítica y el desmérito
de algunos de sus propios compañeros, demostró capacidad y constancia
para enfocar sus propósitos y conseguir no solo terminar la
licenciatura, sino orientar sus intereses hacia un campo de la
investigación definido.
“Ser mujer en ingeniería era sumamente difícil porque en la época en la
que yo estudié, en los años 80, había muy pocas mujeres y recuerdo mucho
que las chicas que llegaban a pasar por el área de ingeniería
provocaban gritos, parecía la isla de los hombres solos y aunque eso
puede parecer divertido, cuando estabas dentro sí había cierto tipo de
rechazo. Recuerdo que algunos compañeros me decían que yo no tenía
posibilidad ni de terminar la carrera, pero demostré lo contrario y
ahora me muevo perfectamente en campos en los que el hombre es mayoría”.
Actualmente, la doctora Ávila García trabaja sus líneas de investigación
con un enfoque antropológico y sociológico, orientado a conocer las
sociedades rurales y urbanas, con especial atención en los grupos
vulnerables como indígenas, campesinos y grupos urbanos en situación de
pobreza, así como su relación con el territorio y el manejo de recursos
naturales.
CURIOSIDAD EN LA CIENCIA
Posterior a la intervención de la doctora Ávila García se llevó a cabo
un panel con la participación de ocho jóvenes destacadas por su
inclinación por las ciencias y el conocimiento y una menor del círculo
infantil de la BUAP. En este encuentro, las jóvenes relataron sus
experiencias, la visión que tienen de su futuro y los problemas a los
que se enfrentan las mujeres en ámbitos dominados por la población
masculina.
Amalia Silva Villaseñor, estudiante de preescolar en el Círculo Infantil
de la BUAP, abrió el foro y dijo que su edad no es un impedimento para
que sienta curiosidad por las cosas que la rodean.
“Yo tengo seis años y me interesa la ciencia porque de grande quiero
dedicarme a eso. Lo que me gusta de los científicos es que construyen
aparatos para personas que a veces no pueden caminar o crean cosas para
salvar animales, también hay otros que hacen robots (...) Hay personas
que dicen que no podemos ser científicos pero yo digo que no, porque
todos somos inteligentes. Yo creo que la ciencia nos ayuda a ser más
felices”.
Otra de las participantes fue Diana León Silverio, de 21 años,
estudiante de octavo semestre de la licenciatura en física y ganadora
del Premio León M. Lederman 2017; actualmente participa en un proyecto
para el diseño de un detector llamado REDTOP de Fermilab.
León Silverio se mostró confiada en que a través de la ciencia se puedan
vencer las barreras que impiden una participación plena e igualitaria
de las mujeres en todos los ámbitos.
“Les puedo decir que las mujeres que nos encontramos dentro de la
ciencia es porque realmente nos hemos ganado ese lugar y hemos luchado
por destacar ante los demás y, sobre todo, hemos demostrado que como
científicas tenemos valor. Yo les diría que estudiar ciencia es
maravilloso y que siempre hay gente que te apoya en el proceso”.
En el mismo sentido, se pronunciaron otras de las participantes, quienes
reconocieron que mientras las mujeres sigan siendo minoría en el ámbito
científico siempre habrá retos que vencer.
*Este artículo fue retomado del portal http://conacytprensa.mx
Imagen retomada del portal conacytprensa.com
Por: Dalia Patiño González*
Cimacnoticias | Puebla, Pue.-
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