En exclusiva para Sopitas.com, El Día Después nos compartió el cortometraje documental Nosotras sobre la violencia de género y los feminicidios en México. Este proyecto se realizó bajo la dirección de Natalia Beristáin y la producción de Diego Luna como parte de la segunda campaña de El Día Después, asociación de mexicanos para los mexicanos.
Acá les dejamos Nosotras para que le echen un ojo. Y luego encontrarán información que sirve para complementar lo que se presenta en este cortometraje:
El cine como expresión artística, tiene el poder de presentar
la realidad de una sociedad, y al mismo tiempo, de cuestionar a las
audiencias sobre el contexto en el que se desarrollan ciertas
situaciones problemáticas. ¿Por qué suceden, cómo empezó todo y qué es
lo que podemos hacer para solucionar el problema?
En México, el cine siempre ha servido como un catalizador de revoluciones ideológicas. Pero más allá de eso, para enfrentar a los individuos (como parte de una sociedad) contra sí mismos. La filmografía nacional, desde siempre, ha definido su labor de esta forma. Desde Roberto Gavaldón y Luis Buñuel, Felipe Cazals y Arturo Ripsten, hasta los cineastas del nuevo cine mexicano, incluidos los documentalistas que navegan entre una realidad que juega a ser ficción (al menos así lo es en México).
Considerando la ola de violencia que ha azotado al país desde hace algunos años, sobre todo a partir de la gestión de Felipe Calderón cuando se hizo oficial la guerra contra el narco, el cine mexicano ha servido como un testigo, una documentación de las distintas realidades que conforman a un país dividido por los distintos ejercicios de violencia que, sumados, dejan a los mexicanos sin esperanzas.
Películas de ficción sobre violencia que nunca podrían superar a la realidad, convergen en un país que ha dado mucho de qué hablar en relación a la violencia de género y el hecho de que México es el primer país de América Latina en registrar casos de feminicidio en la actualidad; es decir, aquí matan a las mujeres por el simple hecho de serlo. El feminicidio es considerado una violación grave a los derechos humanos y la representación máxima de la violencia de género contra las mujeres.
De este modo, el cine nos enfrenta una vez más con la brutal realidad a partir de Nosotras, un cortometraje documental de Natalia Beristáin bajo la producción de Diego Luna, que muestra los datos y cifras que hay en relación al tema a partir de entrevistas con mujeres que experimentan microviolencias a diario y con familiares de víctimas de feminicidio.
Según los datos oficiales, 6 de cada 10 mujeres en México, han sufrido algún tipo de violencia ya sea en sus hogares, trabajados y en las calles como el transporte público. “¿Dónde hay más violencia, en casa o en la calle?“, preguntan. Las respuestas coinciden: en ambas en un círculo de violencia que se alimenta a sí mismo a partir de la cultura arraigada a la sociedad en el país y que culmina con 9 mujeres asesinadas al día (en los últimos 32 años, se han registrado en el 52 mil 210 muertes de mujeres como presunto homicidio).
Nosotras, como parte de la campaña de feminicidios de El Día Después, abre una conversación necesaria en torno a la violencia de género que viven las mujeres en el país, así como la falta de investigación con perspectiva de género que evita que las víctimas y sus familiares obtengan justicia, y peor aún, existan medidas para evitar que las cifras sigan aumentando.
En este proyecto fílmico, las mujeres dejan de ser una estadística, para recuperar su lugar como personas que forman parte de una sociedad que debe comprender la gravedad de la situación y hacer algo en conjunto. Nosotras como un cortometraje documental, sirve para llegar a distintas audiencias en un formato mucho más amable, pero que no deja de ser preciso.
Nosotras no busca victimizar a las mujeres que van vivido la violencia de cerca, ni aquellas que ya no están aquí para exigir justicia, sino presentar un retrato de quiénes fueron, sus planes de vida y cómo podemos evitar que esto suceda. El cortometraje es un llamado de atención de algo que sabemos, pero preferimos ignorar en la medida que no nos afecte; sin embargo, aún no comprendemos que “una menos” es un error de las autoridades, pero también de la sociedad que debe alzar la voz.
¿Qué hacemos una vez que tenemos la información?, ¿cómo podemos convivir en un país en el que asesinan a 9 mujeres al día de formas violentas y brutales?, ¿dónde lo conversamos y dónde tomamos acción? Quizá no hay respuestas definitivas, y nunca las habrá, pero la conversación en torno al tema, el intercambio de ideas y las manifestaciones de inconformidad, empiezan una revolución. Un cortometraje es el principio de otro diálogo en el que se une el cine con la acción de la sociedad (las ganas de hacer algo).
En el marco de la edición 17 del Festival Internacional de Cine de Morelia, se presentó Nosotras en compañía de Diego Luna y en las personas que hacen posible El Día Después, una asociación civil que busca emprender acciones ciudadanas que en verdad generen cambios en el México que todos queremos vivir.
Acá les dejamos Nosotras para que le echen un ojo. Y luego encontrarán información que sirve para complementar lo que se presenta en este cortometraje:
En México, el cine siempre ha servido como un catalizador de revoluciones ideológicas. Pero más allá de eso, para enfrentar a los individuos (como parte de una sociedad) contra sí mismos. La filmografía nacional, desde siempre, ha definido su labor de esta forma. Desde Roberto Gavaldón y Luis Buñuel, Felipe Cazals y Arturo Ripsten, hasta los cineastas del nuevo cine mexicano, incluidos los documentalistas que navegan entre una realidad que juega a ser ficción (al menos así lo es en México).
Considerando la ola de violencia que ha azotado al país desde hace algunos años, sobre todo a partir de la gestión de Felipe Calderón cuando se hizo oficial la guerra contra el narco, el cine mexicano ha servido como un testigo, una documentación de las distintas realidades que conforman a un país dividido por los distintos ejercicios de violencia que, sumados, dejan a los mexicanos sin esperanzas.
Películas de ficción sobre violencia que nunca podrían superar a la realidad, convergen en un país que ha dado mucho de qué hablar en relación a la violencia de género y el hecho de que México es el primer país de América Latina en registrar casos de feminicidio en la actualidad; es decir, aquí matan a las mujeres por el simple hecho de serlo. El feminicidio es considerado una violación grave a los derechos humanos y la representación máxima de la violencia de género contra las mujeres.
De este modo, el cine nos enfrenta una vez más con la brutal realidad a partir de Nosotras, un cortometraje documental de Natalia Beristáin bajo la producción de Diego Luna, que muestra los datos y cifras que hay en relación al tema a partir de entrevistas con mujeres que experimentan microviolencias a diario y con familiares de víctimas de feminicidio.
Según los datos oficiales, 6 de cada 10 mujeres en México, han sufrido algún tipo de violencia ya sea en sus hogares, trabajados y en las calles como el transporte público. “¿Dónde hay más violencia, en casa o en la calle?“, preguntan. Las respuestas coinciden: en ambas en un círculo de violencia que se alimenta a sí mismo a partir de la cultura arraigada a la sociedad en el país y que culmina con 9 mujeres asesinadas al día (en los últimos 32 años, se han registrado en el 52 mil 210 muertes de mujeres como presunto homicidio).
Nosotras, como parte de la campaña de feminicidios de El Día Después, abre una conversación necesaria en torno a la violencia de género que viven las mujeres en el país, así como la falta de investigación con perspectiva de género que evita que las víctimas y sus familiares obtengan justicia, y peor aún, existan medidas para evitar que las cifras sigan aumentando.
En este proyecto fílmico, las mujeres dejan de ser una estadística, para recuperar su lugar como personas que forman parte de una sociedad que debe comprender la gravedad de la situación y hacer algo en conjunto. Nosotras como un cortometraje documental, sirve para llegar a distintas audiencias en un formato mucho más amable, pero que no deja de ser preciso.
Nosotras no busca victimizar a las mujeres que van vivido la violencia de cerca, ni aquellas que ya no están aquí para exigir justicia, sino presentar un retrato de quiénes fueron, sus planes de vida y cómo podemos evitar que esto suceda. El cortometraje es un llamado de atención de algo que sabemos, pero preferimos ignorar en la medida que no nos afecte; sin embargo, aún no comprendemos que “una menos” es un error de las autoridades, pero también de la sociedad que debe alzar la voz.
¿Qué hacemos una vez que tenemos la información?, ¿cómo podemos convivir en un país en el que asesinan a 9 mujeres al día de formas violentas y brutales?, ¿dónde lo conversamos y dónde tomamos acción? Quizá no hay respuestas definitivas, y nunca las habrá, pero la conversación en torno al tema, el intercambio de ideas y las manifestaciones de inconformidad, empiezan una revolución. Un cortometraje es el principio de otro diálogo en el que se une el cine con la acción de la sociedad (las ganas de hacer algo).
En el marco de la edición 17 del Festival Internacional de Cine de Morelia, se presentó Nosotras en compañía de Diego Luna y en las personas que hacen posible El Día Después, una asociación civil que busca emprender acciones ciudadanas que en verdad generen cambios en el México que todos queremos vivir.
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