La Redacción
MÉXICO,
D.F. (apro).- Reza un dicho popular: “En casa de herrero azadón de
palo” y éste aplica para el 20.9 % de los dos millones 419 mil 203 de
albañiles del país que, según datos del Instituto Nacional de
Estadística y Geografía (INEGI), viven en casas con techo de lámina.
Las
viviendas de otro 8% de albañiles tienen techo de asbesto y 4.9% de
cartón, 3% de madera o tejamanil, 1.1% de palma o paja y 2.4% de teja.
Casi
el mismo porcentaje, el 20.2% carece de piso firme o de cemento –el
16.1% tiene pisos de madera, mosaico u otro recubrimiento y 4.1% vive
en casas con piso de tierra— señaló el organismo en el marco del Día
del Albañil que se celebra el 3 de mayo.
Según la estadística
oficial cada uno de esos hogares cuenta con 3.4 cuartos y en ellos
habitan 5.1 personas en promedio, entre ellos al menos uno que se
dedica a ese oficio.
Del total de personas que se dedican a esa
actividad, 99.6% son hombres y 0.4% mujeres. Entre todos representan el
4.8% de la población ocupada del país.
La edad promedio de los
trabajadores de la construcción es de 37 años y ocho de cada 100 están
entre los 14 y 19 años. Su grado promedio de escolaridad es de primero
de secundaria.
Casi todo son trabajadores asalariados y alrededor del 74% reciben un pago no mayor a los tres salarios mínimos.
Por si fuera poco, nueve de cada 10 no tienen acceso a instituciones de salud como prestación laboral.
Más
de la mitad de los que se dedican a la albañilería, el 61%, tiene a su
cargo la responsabilidad de un hogar; el 26% son hijo o hija del jefe
de hogar y 4.4% son esposo o esposa.
Asimismo la mayoría de los
albañiles ocupados, el 71% dicen estar casados o en unión libre, el 24%
son solteros y el 5% restante son viudos, separados o divorciados.
Entre los que se dedican a este oficio, nueve de cada 100 hablan alguna lengua indígena y de éstos el 1% no habla español.
De
acuerdo con el Inegi, un 5% de los trabajadores de la construcción
presenta algún tipo de discapacidad, porcentaje ligeramente por debajo
de la media nacional de la población ocupada que es de 5.2%.
Las
limitaciones que presentan los albañiles ocupados son principalmente
motrices y están relacionadas con las tareas que desarrollan y los
riesgos a los que se ven expuestos: 64 de cada 100 que padece alguna
discapacidad, experimentan problemas para moverse, caminar, subir y
bajar; 22% tiene problemas visuales y 11% auditivos.
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