Gustavo Leal F.*
Es frecuente que, al presentar
sus –casi siempre cuestionables– puntos de vista, el responsable de la
Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) en la
4T, Abraham Vela-Dib, se escude en el principio de que
ni él, ni el presidente Andrés Manuel López Obradorpudieran compartir la sistemática crítica que recibe el comprometido estado del Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) después de 22 de años de operación. Lo hizo, por ejemplo al descalificar el serio estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) Reconstruyendo los sistemas públicos de pensiones en los países de Europa Oriental y América Latina (2000-2018), señalando que
quizá represente la opinión de OIT, pero no la del Presidente, ni la mía. ¡Que quede claro!( El Economista, 19/3/19).
Con esa autoconferida doble
autoridady mientras se aproxima la promulgación de su corta y cuestionada iniciativa –con la morenista Dolores Padierna– para
reformarel SAR (diciembre, 2018), Vela-Dib ha sido profuso en diseminar su visión sobre el
futurodel Sistema de Ahorro para el Retiro.
El 27 de mayo 2019 sentenció que:
estamosante un tsunami pensionario. Ya se trate de ingresos altos o bajos, la
verdades que las pensiones serán
muy modestas, lacerantes, vergonzosas. Y ¿qué hacer? Para Vela-Dib sólo queda una salida: la
granreforma al sistema pensionario. Mientras tanto y frente a las bajas pensiones, aclara, el erario federal
asumirála carga. Los recursos de la cuenta individual los
tomaríael gobierno para fondear
partede la pensión mínima garantizada: hoy equivalente a 3 mil 200 pesos mensuales. Más, claro, agrega Vela, los recursos de la mal llamada
pensiónuniversal para adultos mayores –en realidad un subsidio– que suman mil 275 pesos mensuales más. En total el SAR pagaría entonces pensiones –con recursos públicos– por 4 mil 475 pesos mensuales (Contralínea).
Y todo esto, en el mejor de los casos. Porque la mayoría ni siquiera
aspirará a esa pensión porque, al no lograr cubrir las indispensables
mil 250 semanas de cotización, apenas recibirán sus
ahorrosen una sola exhibición asumiendo, obligadamente, su manutención. Para Vela-Dib, la tasa de remplazo depende de cuánto
pudoacumular el trabajador en su cuenta individual.
Y, nuevamente escudándose en AMLO, el funcionario sólo puede argumentar que la
instruccióndel Presidente y del propio ex secretario de Hacienda Urzúa es que la
granreforma correspondería a la segunda parte del sexenio. ¿Con qué contenido? No hay
sistemaque pueda otorgar pensiones dignas con las aportaciones de 6.5 por ciento que tenemos hoy, precisa. ¿Entonces los trabajadores tendrían que
ahorraruno por ciento de sus salarios? Tampoco
optaríapor regresar al sistema anterior que
representabauna carga creciente a las finanzas públicas, concluye. Es decir, para Vela-Dib todo debe quedar igual, hasta la
granreforma, que tampoco iría al fondo del asunto. Aunque, ciertamente, en todas las combinaciones, se sigan incrementando los recursos fiscales (del erario) que soportan un SAR sin una salida estructural.
Pocos después, Vela-Dib celebró los 22 años del SAR, indicando que
cercade 80 mil personas se jubilarán en la primera generación Afore (2022)
prácticamente todos sin pensión. Los pocos que la tengan
se pueden contar con los dedos de la mano, recibirán menos de 4 mil 500 pesos mensuales. Un porcentaje
muypequeño, prácticamente insignificante, mínimo, va a
podercumplir con las mil 250 semanas de cotización, pero
no van a poderaspirar a una pensión mínima garantizada. Y ahí el gobierno va a tener que
invertirrecursos fiscales para que se puedan ir con esa pensión mínima garantizada. Esta
problemáticase tendrá, agregó, en los
primeroscinco años de las primeras generaciones, por lo que se deben aprobar cambios en la
regulaciónpara mejorar sus
condicionesde retiro ( El Financiero, 1/7/19).
Frente a esta
problemáticaestructural, en la visión de Vela-Dib sólo cabe reiterar que
nosotrosquisiéramos movernos
más rápido, pero los tiempos que nos han
marcadoel ex secretario de Hacienda y
el Presidentees que dicha reforma tendría lugar en la segunda parte de
suadministración, no antes. Tenemos que respetar
la instrucción( Reforma, 10/6/19). Como se aprecia, nuevamente escudándose en AMLO.
Porque para Vela-Dib
pedira los mexicanos que ahorren para su retiro no es trivial. Por ello es fundamental el
aumentode las aportaciones obligatorias y requiere el concurso y esfuerzo de los trabajadores, patrones y gobierno federal. Otro ámbito es el
ahorropatrimonial para el retiro, por lo que es necesario redoblar esfuerzos en esta materia desde el punto de vista de educación para las finanzas personales a temprana edad y crear esquemas que
promuevanel ahorro voluntario. Como si una mejor cultura
financiera, con bajos salarios, pudiera paliar las fallas de diseño estructurales del SAR. ¿Con qué autoridad puede Vela-Dib escudarse en Andrés Manuel López Obrador?
* Universidad Autónoma Metropolitana Xochimilco
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