Escrito por Citlalli López Velázquez
Imagen: Citlalli López Velázquez
Oaxaca, Oax.- “En la carpeta de investigación dicen que ella se disparó, pero a mí el médico, cuando fuimos a traer el certificado de defunción, me dijo que en sus manos no había pólvora. Ella traía muchos hematomas. Eran visibles. En su labio superior traía un golpe y en su cuerpo había varios más” afirma Mónica Morales López.
Ella es madre de Susana Elizabeth Díaz Morales, de 18 años de edad, quien fue hallada asesinada el pasado 12 de marzo en La Ventosa, Oaxaca. La Fiscalía de Oaxaca inició la averiguación como suicidio a partir del testimonio de Elisandro L.V. quien era pareja de Susana, acusado por violencia familiar, con antecedentes penales por portación ilícita de armas y con el doble de la edad de la joven.
Mónica Morales López señaló que el Ministerio Público que llegó al lugar fue omiso en varios elementos señalados por la familia como prueba de que aquello no había sido un suicidio como por ejemplo que la hamaca en donde presuntamente se suicidó Susana no tenía manchas de sangre, la presencia de una escopeta y drogas, así como salpicadura de sangre en la cara de Elisandro.
“Nosotros tenemos fotos de cómo estaba mi hija y no coincide con lo que él dice. Mi hija era grandota, medía 1.70, estaba gordita, él estaba todo flaco, más chaparrito que ella. Es imposible que él la haya bajado de la hamaca en donde él dice que ella estaba. En la hamaca no había sangre, en el piso no había sangre. Mi hija tenía arenilla en las piernas como si la hubieran arrastrado, su ropa estaba desgarrada, mal puesta, de las mangas estaba rota, no coincide con lo que él dice. Él dice que él estaba en el patio, pero tenía salpicadura de sangre en la cara cuando fue a avisar a mi familia de la Ventosa”, explicó.
Lejos de investigar el hecho, la fiscalía le pidió a Mónica que presente testigos y pruebas del feminicidio. “Ellos no salen a investigar, no están haciendo nada. Ese es un proceso que apenas se va a iniciar, dicen. Sólo me piden testigos, pero nadie quiere ir, todos tienen miedo de este hombre porque siempre está armado. El año pasado fue detenido por la Guardia Nacional con un arma exclusiva del Ejército. A mí me dijeron que iba a pasar ocho años en prisión por lo que hallaron: cartuchos recortados y droga. Al día siguiente lo sacaron. ¿Y ahora, qué haces aquí? le dije porque fue por mi hija. ¿Cómo es que saliste? mi mamá pagó, le dio 20 mil al juez y me sacaron”, relató.
Cuando Susana tenía 16 años de edad y una bebé recién nacida, Elisandro a través de engaños, logró que viviera con él, de igual manera la involucró en adicción a las drogas, hecho por el cual Susana estuvo internada en un centro de rehabilitación.
La violencia que vivía llevó a Mónica a denunciar ante el Ministerio Público el 28 de mayo de 2021, sin embargo no hubo ninguna acción contra Elisandro. Dos días antes de que presuntamente se suicidara, Susana había sacado parte de sus cosas de la casa en donde vivía con su agresor. Ella ya tenía pensado dejarlo, pero no lo había hecho por el temor de que cumpliera sus amenazas de matarla.
Desde el 1 de diciembre de 2016 hasta el 3 de abril de 2022 se han registrado 3 mil 431 agresiones en una población estimada de 2 millones 156 mil 981 mujeres en el territorio oaxaqueño, lo que arroja una tasa de 159.06 delitos de género por cada 100 mil mujeres, lo que significa que 615 mujeres han sido asesinadas en lo que va del sexenio de Alejandro Murat Hinojosa, señala la organización Consorcio para el Diálogo Parlamentario, Oaxaca.
22/CLV/LGL
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