La
Internacional Feminista tendrá su primer encuentro desde este 30 marzo y
hasta el 1 de abril, en Ciudad de México. Esta instancia tendrá la
participación de la ‘‘elite del mundo feminista’’, tanto nacional como
internacional. De hecho, entre sus cofundadoras se encuentran la
ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana; la alcaldesa
de Santiago, Irací Hassler; y la diputada del Partido Comunista (PC)
Karol Cariola, quien también forma parte del comité ejecutivo de la
Internacional.
Según indica la diputada del PC, en conversación con El Mostrador Braga,
este espacio autónomo busca coordinar a las representantes feministas
de distintas partes del mundo, para incorporar las perspectivas de
género en todos los países y gobiernos posibles, lo que en su opinión
aún no se logra, incluso en Chile.
“Nos une la lucha por transformar nuestras sociedades
capitalistas y patriarcales, que han sostenido formas de dominación y
violencia contra las mujeres en cada rincón del planeta”, dictan las
primeras líneas del manifiesto de la Internacional Feminista, espacio
transfronterizo fundado el pasado 8M.
-¿Cómo se gesta la Internacional Feminista?
-Nace a partir de un espacio que hemos ido constituyendo entre
compañeras lideresas a nivel mundial, que por distintas razones nos
hemos ido encontrando y que, al participar de espacios internacionales,
nos dábamos cuenta de que los temas de género, particularmente, siempre
pasaban a ser temas de segunda línea, de segunda prioridad. Entonces con
compañeras, como la exministra de las Mujeres de Argentina, Elizabeth
Gómez Alcorta, o la ministra de Igualdad de España, Irene Montero, en
fin, con mujeres lideresas nos dábamos cuenta de la necesidad de poder
generar un espacio de coordinación política, ya que las lógicas de
violencia política a las que nos veíamos enfrentadas o las políticas
públicas en los distintos países eran bastante similares. Entonces
empezamos a pensar en algún espacio que nos permitiera desarrollar una
perspectiva común, no solo desde América Latina, sino que también desde
el resto del mundo, con compañeras de Palestina, de la India, de África,
donde también compartíamos problemáticas comunes y algunas también que
no las teníamos tan presentes, como los matrimonios infantiles,
mutilación de clítoris, etc. Entonces armamos un grupo de 15 compañeras
donde comenzamos a reflexionar este espacio, empezamos a articularnos y
se nos ocurrió formar la Internacional Feminista. Existe la
Internacional Progresista, han existido distintas formas de organización
internacional, pero no hay un cuerpo que aglomere a las feministas del
mundo.
-Este primer encuentro tiene el objetivo de marcar una hoja de
ruta para la Internacional Feminista. ¿Cuáles son los temas más urgentes
a tratar para comenzar a trazar este mapa?
-Dimos a conocer el 8 de marzo la existencia de la Internacional
Feminista con una carta donde hicimos la primera convocatoria a este
primer encuentro fundacional, donde vamos a tener cerca de 200
delegadas. La Internacional Feminista lo que quiere es delinear el rumbo
de las perspectivas del feminismo y de nuestra contribución a los
distintos pueblos, y en eso nos hemos definido como un feminismo
popular, comunitario y de clase. Hemos tomado la determinación de
construir un feminismo antirracista, antiimperialista, por la paz,
disidente, antipunitivista, ecologista, que desarrolle también una
perspectiva de democratización de nuestros pueblos, un feminismo
anticapitalista. Son algunas definiciones que van delineando la
perspectiva que este espacio va a construir.
Uno de los desafíos de este momento es poder determinar,
también, qué tipo de organización queremos ser, si una organización más
abierta, de masas. Porque, de hecho, a este encuentro están invitadas
parlamentarias, lideresas sociales, hay varias organizaciones de Chile.
Es decir, lo que hemos intentado es construir un espacio que representa
la diversidad de los espacios de poder político y social en que las
mujeres nos estamos desarrollando y tenemos que seguir ampliándolo para
que podamos hacer una contribución concreta desde las políticas
públicas. Hemos pensado en constituir un repositorio y observatorio de
políticas públicas, es decir, que incentive que las políticas públicas
que se llevan en un lugar puedan ser recogidas, adquiridas y aprendidas
en otros lugares, el poder trasladar o compatibilizar las experiencias
que hemos ido construyendo, pero por sobre todo empujar, desde la
militancia feminista, un trabajo de avance de las políticas con
perspectiva de género, de la emancipación de las mujeres y de la
democratización de nuestros países.
-Este encuentro cuenta con la participación de muchas líderes y
representantes, pero finalmente, una vez determinada la hoja de ruta,
¿cómo se planea llegar a estos grupos de mujeres que no llegan a sus
espacios, aquellas más vulnerables?, me refiero a las mujeres migrantes,
a las mujeres que son mutiladas en África, indígenas…
-Una de nuestras perspectivas es la interseccional, que implica
necesariamente la construcción de distintas luchas, que se vinculan
entre sí. En eso hay organizaciones indígenas que están participando del
encuentro, también lideresas negras. Son cerca de 200 compañeras de
distintos sitios las que nos vamos a reunir, más las compañeras
mexicanas, que van a hacer una contribución importante desde sus
distintas realidades. Nosotras entendemos que el feminismo requiere de
mirarse interseccionalmente, que necesariamente tenemos que poner sobre
la mesa la integración de quienes han sido excluidas por tantos años,
como son las mujeres indígenas que han vivido las consecuencias más
brutales. Ericka Ñanco, diputada mapuche, va a participar, por lo tanto,
también vamos a poder tener la perspectiva, al menos desde Chile, de
las mujeres indígenas organizadas.
-La Internacional Feminista, según plantea su comunicado, nace a
partir de las crisis políticas, el avance del neoliberalismo y de la
ultraderecha, ¿cuál es su balance de ese contexto, sobre todo a nivel
nacional?
-En los últimos años, hemos visto cómo la ultraderecha ha ido
avanzando a nivel mundial, han ido tomando espacios desde una
perspectiva antimujeres, hemos visto cómo el discurso antigénero ha
tomado cada vez más espacio público. Nosotras lo hemos dicho con mucha
fuerza y lo dice nuestro manifiesto. Lamentablemente, hay sectores
políticos que reivindican la violencia contra las mujeres, desconocen el
patriarcado como método de dominación, reivindican el capitalismo como
el mecanismo de subsistencia de la humanidad y lo defienden a costa de
cualquier cosa. Y también han utilizado el espacio público para buscar
retroceder. Nosotras lo hemos vivido en Chile, por ejemplo, de manera
permanente con los republicanos, que han buscado retroceder concepciones
básicas respecto de la violencia, sobre la decisión de nuestros
cuerpos, ellos intentan permanentemente desconocer la perspectiva de
género en el desarrollo de las políticas públicas.
Ese es un ejemplo concreto respecto del desconocimiento de esta
desigualdad y eso no solo pasa en Chile, es una arremetida que se ha
venido dando en distintas partes del mundo, por eso es que hemos tomado
la determinación de trabajar en esta dirección. De hecho, vamos a tener
cuatro mesas de trabajo: una es la lucha feminista frente al
neofascismo; las alianzas de luchas e interseccionalidades; la
despatriarcalización del Estado, los gobiernos y los partidos políticos;
y el feminismo popular como herramienta de organización social. Esos
son los cuatro ejes de trabajo que vamos a tener. Nuestro objetivo es
fortalecer nuestra declaración de principios, pero también poder
desarrollar un plan de acción, no nos queremos quedar solo en el
levantamiento de un encuentro que sea testimonial.
-¿En estas mesas de trabajo van a participar todas o va a estar
más focalizado?, porque me llama la atención que en la mesa de
despatriarcalización del Estado pueda estar, por ejemplo, la ministra
Antonia Orellana, tomando en cuenta la perspectiva feminista que ha
querido levantar el Gobierno…
-En las distintas mesas vamos a distribuirnos según los intereses
particulares, la idea es que cada mesa trabaje el tema en profundidad en
dos perspectivas, en desarrollarlo políticamente y, al mismo tiempo,
también en construir planes de acción. Hemos llegado al convencimiento
de que las instituciones del Estado, los partidos y los gobiernos son
instituciones profundamente machistas en todas sus expresiones, no hay
ninguno que por sí mismo haya logrado salir de las lógicas del
patriarcado y eso es una realidad que tenemos que enfrentar. Por más que
haya declaraciones de buenas intenciones, de decir que queremos ser o
aspiramos ser un Gobierno feminista o que aspiramos a construir
políticas de mayor igualdad, no hay ninguna institución en Chile ni en
el mundo que haya logrado despatriarcalizarse completamente.
La ministra Orellana estaba confirmada, pero todavía no sabe si
va a poder ir, a propósito de la coyuntura que hay en nuestro país en
materia de seguridad. Sin embargo, ella es una de las fundadoras de este
espacio de articulación política, así que, bueno, si no puede
participar físicamente, va a poder hacer sus contribuciones de otra
manera. Además, este es el primer encuentro de muchos.
-¿Cómo les transmitiría la importancia o el impacto que va a tener
la Internacional Feminista a las mujeres que, por ejemplo, no saben del
feminismo?
-La Internacional Feminista es un espacio que esperamos proyectar
con la fuerza que tiene un espacio de coordinación de mujeres feministas
por sí mismo. Pero, sobre todo, poder contribuir a que los países
tengan procesos de democratización mucho más concretos y efectivos. La
paridad como concepto es un elemento muy importante para el feminismo,
no solo porque buscamos igualdad de condiciones en los espacios de
representación política, sino que porque buscamos mismas oportunidades y
derechos entre hombres y mujeres. Entendernos como pares significa
mirarnos a la cara y poder decir que somos lo mismo, no hay un género de
primera categoría y otro de segunda categoría y hasta de cuarta, por
ser de un determinado género. Y en eso también nos referimos a las
disidencias en general, nosotras esperamos desde el feminismo poder
contribuir a la comunidad LGBTQ+, por eso es que la perspectiva de
nuestro feminismo también es transincluyente. Nosotras esperamos desde
este espacio contribuir a la lucha internacional contra el patriarcado,
contra el capitalismo, desarrollar una organización colectiva
internacional que impulse una agenda común en favor de la igualdad de
oportunidades y, por supuesto, por la erradicación de todas las formas
de violencia machista contra las mujeres, contra las disidencias y, por
supuesto, también por lograr más derechos y decisiones políticas que
sean favorables a nuestra autonomía, incluida en eso la decisión de
elegir sobre nuestras vidas y sobre nuestros cuerpos.
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