En
febrero de este año, Lorena Gutierrez Landavazo y Ofelia Limón Robles,
tomaron protesta ante el pleno de la Cámara de Diputados como diputadas
federales.
En todo el país, Querétaro es el estado donde menos mujeres han
conseguido representación política. Del Congreso local, apenas 8% son
mujeres, lo que representa la menor proporción con respecto al resto de
las entidades. Además, en Baja California y Quintana Roo ninguna
presidencia municipal es encabezada por mujeres.
Así lo revela el estudio “Participación política de las mujeres
2014”, realizado por el Centro de Estudios para el Adelanto de las
Mujeres y la Equidad de Género de la Cámara de Diputados.
Entre las conclusiones destaca que si bien la participación política
de las mujeres ha tenido avances, la equidad entre hombres y mujeres
“se mira lejos de poder alcanzarla”.
Al interior del país se observan “condiciones heterogéneas de
igualdad”, es decir, hay entidades federativas donde la desigualdad
entre la participación política de hombres y mujeres es menor, y en
otras donde ni siquiera se visibiliza, refiere el estudio realizado por
Rossana Hernández Dávila.
Una muestra de ello es la representación de mujeres en los congresos
de los estados. Mientras en Tabasco se observa la mayor proporción de
mujeres (42%), seguida de Chihuahua con 38% y Oaxaca con 32.1% y en
Nayarit, Chiapas, Baja California, Baja California Sur, Tamaulipas,
Distrito Federal, Campeche, Veracruz, Quintana Roo y Zacatecas hay 30%
de diputadas.
Sin embargo, hay entidades con participación de mujeres menor a 15%,
como Querétaro (8%), Coahuila (12%), Nuevo León (14%) y Puebla (14.6%).
Apenas entre 15 y 20% de las mujeres participan en la toma de
decisiones en los congresos de Durango, Estado de México, Sinaloa, San
Luis Potosí, Tlaxcala, Guanajuato y Guerrero.
Las presidencias municipales en las entidades federativas también
son ocupadas en su mayoría por hombres. El estudio refiere que en el
Distrito Federal 31.3% de las mujeres participan encabezando, en este
caso, las delegaciones políticas, pero en estados como Baja California
y Quintana Roo no cuentan con presencia de mujeres en las decisiones
municipales.
En el análisis sobre la tendencia se desprende que en 1995 sólo 3.5%
de las presidencias municipales de todo el país eran ocupadas por
mujeres. Ese comportamiento siguió hasta el 2008, cuando comenzó a
aumentar el porcentaje de presidentas municipales, al llegar a 4.6%; en
2011 se registró 5.9% y en 2014 la proporción es que 7 de cada 100
presidencias municipales en el país son encabezadas por una mujer.
¿Quién es quién en el Congreso?
Las mujeres han alcanzado espacios de representación política a
nivel nacional más que a nivel local, pero aún no se alcanza la
equidad, ni siquiera entre los partidos políticos.
En 2014, 37.4% de los 500 espacios para las y los diputados
estuvieron ocupados por mujeres, pero en cada uno de los grupos
parlamentarios se presentó una proporción diferente de mujeres y
hombres. En Nueva Alianza (NA) hay el mismo número de hombres y
mujeres, pero la bancada es de 10 personas.
En el Partido Verde Ecologista de México, 42.9% son mujeres, pero la bancada está compuesta por 29 integrantes.
Del grupo parlamentario del PRI, 39% son mujeres y 61% hombres. En
el PRD y Movimiento Ciudadano la participación de mujeres es de 36.6 %
y 40%, respectivamente. El grupo parlamentario del PAN cuenta 31.6% de
diputadas y 68.4% de Diputados.
En cuanto a la participación en el Senado, 32.8%, es decir, 42 de
los 128 lugares son ocupados por mujeres. Por partido político, el PRI
y el PAN se encuentran por debajo de la media, es decir, cuentan con
28.9 y 27.3% de mujeres en su grupo parlamentario, respectivamente.
El PT, el PRD y el PVEM tienen una mayor proporción de senadoras,
entre 33 y 40%. Movimiento Ciudadano y Nueva Alianza tienen un lugar en
esta Cámara, el cual es ocupado por una mujer, lo que hace que al
obtener este indicador en porcentaje se vea que 100% son mujeres.
El estudio advierte una “preocupación” por los aspectos normativos,
formales e instrumentales de la participación política, pues la “gran
producción de normas, ordenanzas, planes y presupuestos participativos
con enfoque de género e instancias como comités deberá verse reflejado
en la composición de las Cámaras, en los cargos del gabinete y en los
altos puestos o de toma de decisiones en las instituciones
gubernamentales”.
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