Al
menos uno de cada ocho niños mexicanos menores de cinco años de edad,
1.4 millones aproximadamente, tienen desnutrición crónica, reveló la
Encuesta de Niños, Niñas y Mujeres (ENIM) 2015. El promedio nacional de
esta condición que se origina por la carencia de alimentación adecuada o
por tener enfermedades recurrentes o crónicas, es de 12.7 por ciento,
pero en el sur del país se eleva a casi 17 por ciento de los infantes.
Otro
hallazgo de la encuesta es el descenso de la obesidad casi a la mitad
en ese grupo de edad, pues pasó de 9.7 por ciento detectado en la
Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2012 a 5.2 por ciento
en 2015.
El estudio, realizado por el Instituto Nacional de Salud
Pública (INSP) y financiado por el Fondo de Naciones Unidas para la
Infancia (Unicef), exploró la situación de los menores de edad y las
mujeres en diferentes temas, entre ellos el VIH/sida, y encontró que la
población femenina sigue siendo vulnerable a la transmisión de la
enfermedad.
Aunque 96 por ciento de las mujeres de 15 a 49 años
han oído hablar del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (Sida), sólo
31 por ciento de las que tienen de 15 a 24 años identificaron dos
formas de prevenir la transmisión sexual del virus; es decir, el uso del
condón y mantener relaciones sexuales con una pareja fiel y no
infectada.
Poco menos de una tercera parte rechazó las
concepciones erróneas más comunes sobre la transmisión del VIH.
Estuvieron de acuerdo con que la infección no se transmite por la
picadura de un mosquito ni por compartir comida con una persona que vive
con VIH/sida.
Otro dato que revela la vulnerabilidad de las
mujeres a la epidemia es que únicamente 18 por ciento de las mujeres
jóvenes (15 a 24 años) sexualmente activas se hicieron la prueba de
detección en el último año y conocen el resultado.
También está
latente el riesgo de transmisión del VIH de madre a hijo porque más de
40 por ciento de quienes dieron a luz en los dos años previos a la
encuesta dijeron que en la atención prenatal recibieron información,
aceptaron realizarse la prueba de detección del virus y recibieron el
resultado.
Respecto a la desnutrición
crónica que persiste en los niños menores de cinco años, información
oficial resalta mejoría en el indicador, pero desde hace por lo menos
una década se ha mantenido la cantidad de infantes que tienen baja talla
para la edad. Son alrededor de 1.4 millones de individuos, a los que se
suman casi 300 mil en condición severa de desnutrición.
La baja
talla para la edad de los niños en las zonas rurales (18.9 por ciento)
es mayor respecto de los que viven en áreas urbanas (10.2 por ciento).
De igual forma, en la zona sur del país esta deficiencia está presente
en 16.7 por ciento de los infantes, mientras que en el noroeste 8.5 por
ciento presentan esta deficiencia; en el noreste, 11.4; centro, 12.5;
ciudad de México y estado de México, 12 por ciento.
La ENIM llama
la atención respecto a que 32.3 por ciento de los niños con desnutrición
crónica tienen entre uno y dos años, lo cual
es previsible y está relacionado con la edad a la que muchos niños dejan de ser amamantados y están expuestos a la contaminación del agua, de los alimentos y el ambiente.
En cuanto a la obesidad, la ENIM 2015 resalta que
5.2 por ciento de los niños menores de cinco años de edad son obesos, lo
que implica una disminución de 47 por ciento respecto a los datos de
2012.
Nuevamente la zona sur se distingue por estar encima del
promedio nacional, con 7.3 por ciento de ese sector de la población con
obesidad. En la región noroeste, los niños obesos representan 5.2
porciento; noreste, 4.1; centro, 5.6; y ciudad de México y estado de
México, 3.7 por ciento.
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