Fabrizio Mejía Madrid
Escribo esta columna cuando las encuestadoras dan por ganadora del debate a Claudia Sheinbaum. Cuando el meme del evento es Xóchitl Gálvez mostrando el escudo patrio al revés. Cuando ya se ha demostrado que la descompostura de los relojes del INE, a cargo de una compañía de MVS, sólo perjudicó a una candidata, la de Morena; a nadie más. Cuando los medios corporativos titubearon entre decir “nadie ganó el debate” y, como hizo el senador del PAN, Álvarez Icaza, presagiar que Xóchitl “será la Benito Juárez del siglo XXI”. Dejo de esta columna la imbecilidad de una colunista del Reforma que escribió todo un texto sobre la envidia que el cabello rizado de Claudia le tiene al cabello lacio de Gálvez. Sí, en eso se emplean algunas plumas. También ya sucedieron los encuentros de ambas candidatas con universitarios: Gálvez, en la Ibero, fue cuestionada por tratar de ocultar que es candidata del PRI; Sheinbaum fue recibida con entusiasmo por los politécnicos. Así que esta columna no es un balance de la debacle tras el debate sino un regreso a lo que se dijo para inspeccionarlo de cerca. El descubrimiento es que la debacle fueron las preguntas, las suposiciones negativas para el gobierno actual que implicaban, y cómo cada vez que el INE se las pasó suavecito al pie a la candidata Xóchitl, ésta abanicó, sin siquiera poder contectar.
Lo primero que quiero compartirles es que nunca alcancé a comprender las preguntas. No estaban redactadas para ser leídas en voz alta, y algunas eran abiertamente suposiciones. Pasaron desaparcibidas porque no se entendían. Revisitando algunas de ellas, me di cuenta de que estaban sesgadas hacia la oposición. Pongo tres ejemplos, aunque enumero muchas más. El más obvio es el de salud. Dice el conductor de TVAzteca que fungió como moderador: “según CONEVAL, de 2018 a 2022, aumentó la población que enfrentó carencias de salud, en 2018 eran 20.1 millones de mexicanos; en 2022, 50.4 millones de mexicanos. Candidato Máynez, ¿qué haría usted?, ¿cuál es su propuesta para que la salud esté al alcance de todas y de todos los mexicanos?”
El moderador de TVAzteca se refiere a un estudio que mide la afiliación a algún sistema de salud y no el acceso a la salud. Son cosas distintas que, en su momento, ya habían sido explicadas. El 5 de agosto de 2021, el propio CONEVAL, que es el consejo que evalúa la política social, aclaró en una nota esta diferencia. Dice CONEVAL: “se considera que una persona se encuentra en situación de carencia por acceso a los servicios de salud cuando no cuenta con adscripción o afiliación al Seguro Popular, a las instituciones públicas de seguridad social (IMSS, ISSSTE federal o estatal, Pemex, Ejército o Marina), a servicios médicos privados (…) Por lo cual, para la medición de la carencia por acceso a los servicios de salud, el CONEVAL retoma la declaración de las personas sobre el reconocimiento a la afiliación o inscripción a los servicios de salud o el conocimiento de recibir los servicios que presta el INSABI.” Esto es importante, porque CONEVAL reconoce que lo que está midiendo es si los derechohabientes tienen o no una credencial, no si los reciben en un hospital, les dan medicamentos y diganósticos. Incluso, en su nota el CONEVAL aclara: “En este sentido, las personas sin seguridad social, de acuerdo con la Ley General de Salud, no necesitan afiliarse ni pagar cuotas para recibir atención médica y medicamentos gratuitos; solo deberán presentar su respectiva CURP o el acta de nacimiento”. Es decir, no existe una afiliación a los servicios médicos gratuitos porque basta con tener el CURP para solicitarlos. Coneval, por tanto, no midió el acceso, sino la credencial, el carnet, y dejó de medir el que muchos estados, como los gobernados por el PRI y el PAN, se negaron a incorporarse al Insabi y, otros, lo hicieron después de que se levantó la encuesta. Por lo tanto, el dato no es sobre acceso a la salud sino sobre si estás o no inscrito en un padrón de derechohabientes. Pero la pregunta era malintencionada porque Coneval midió el Insabi, que ya no existe, y fue sustituido por el IMSS-Bienestar. Sin embargo, para los moderadores una medición de 2020, hace cuatro años, valía para describir lo que les interesaba: que la cobertura de servicios médicos ha bajado y no aumentado. Sin tomar en cuenta el cambio en el sistema de salud y la pandemia, hicieron su pregunta malintencionada. Por eso Sheinbaum, adelantándose a esta mala fe, sacó datos del nivel de satisfacción con los servicios medicos públicos, 58% con el IMSS-Bienestar contra 47% que estaba conforme con el Seguro Popular del PRIAN. Pero eso dio pie para que se hablara de una verdadera crisis en la salud mexicana. Imagínese usted el caos que sería que 50 millones no pudieran entrar a una clínica o recibir una medicina. Habría gente muerta en la calle. Eso dio pie para que la candidata del PRIAN dijera su primera sandez del día: “Bueno, saludo a María Isabel, mamá de Brissia, que padece cáncer y yo creo que sería muy importante preguntarles a las personas que murieron”. Luego, más adelante, Gálvez aseguraría otra sandez: según ella, la esperanza de vida bajó 9 años, 9 años, en la ciudad de México. El INEGI dice otra cosa, subió de 76.6 años a 76.8 años entre 2018 y 2024.
La segunda pregunta insidiosa del debate fue: “Candidata Xóchitl Gálvez, hubo enorme polémica en torno a las escuelas de tiempo completo. ¿Usted qué propondría, desaparecerlas, mantenerlas, incrementarlas? ¿Cuál es su posición?” Da por hecho que “hay polémica” y pone a Gálvez en la antesala de que asegure que las escuelas de tiempo completo fueron, así dijo, “destruidas” por el gobierno de la 4T. Hay casi medio millón de niños que hubieran quedado asombrados de que estudian en escuelas que ya fueron destruidas. Pero Gálvez volvió a desaprovechar la oportunidad que la pregunta le daba y empezó con la “impunidad” en la caída del Colegio Rébsamen el 19 de septiembre de 2017, con todo y sus diez directivos sentenciados y en prisión. Más tarde, ese mismo día, los padres de familia del Rébsamen publicaron una carta con Gálvez que decía: “Solicitamos de manera enérgica a todas y todos los actores políticos que cesen de inmediatolos intentos de lucro lamentable con la tragedia del Rébsamen Solicitamos a los medios no difundir “noticias” que únicamente buscan el beneficio personal de aspirantes a cargos elección sin escrúpulos. Se presentará una demanda de juicio de amparo para proteger nuestros derechos fundamentales y preservar la dignidad de nuestros familiares fallecidos”. Así, la salud fue el tema de preguntarle a los muertos y el de la educación acabó también hablando de muertos. La necropolítica del calderonato en boca de su candidata del PRI.
La tercera pregunta sesgada fue: “La corrupción en sus dos grandes acepciones, la del despojo a los ciudadanos en cada trámite o la de la apropiación indebida de los recursos públicos en contrataciones y obras no se ha podido superior. Cada sexenio trae su gran escándalo, privatizaciones, FOBAPROA, Enciclomedia, Odebrecht, Estafa Maestra y SEGALMEX. Lo cierto es que no se ha logrado erradicar ni tener avances contundentes y significativos”. A quien redactó esta pregunta se le fueron varios detalles: primero que la corrupción no es sólo la mordida en el trámite y los contratos de obra pública. Eso es sólo la parte del gobierno, a la que faltó agregarle el dispendio como el del INE, el IFAI, la Suprema Corte en fideicomisos, bonos, viajes, seguros médicos, y un corrupto etcétera. Está la corrupción de los privados, como la del Cartel Inmobiliario, la evasión de impuestos, los paraísos fiscales, el robo de huachicol a escala industrial. La iniciativa privada corrompe también al gobierno. El otro detalle que se le olvidó a quien redactó la pregunta es pensar que nada ha cambiado. ¿Cómo se explica, entonces, que el combate a la corrupción ha ahorrado a la hacienda mexicana 2.4 billones de pesos? Quien redactó esa pregunta tenía en mente el eslogan de la despolitización: “todos son iguales, nada ha cambiado, y no hay que participar porque está ya por demás”. Es curioso que el mensaje intrínseco de esa pregunta se de en el marco de un intercambio organizado por el INE que, se supone, debería estimular la participación. Pero, otra vez, ante este pase a gol del INE, Gálvez se enredó y contestó: “Pues preguntarle, no me contestó por qué le dieron ivermectina que es un medicamento para piojos cuando no estaba aprobado”. Le tuvieron que decir: “la pregunta, ¿no desea contestarla?”
—Ah, bueno, si me la repite —respondió Gálvez ante el asombro de quien siguiera escuchándola.
Ella estaba clavada en un medicamento, la Ivermectina, que es un anti-inflamatorio que se utliza desde 1987 en casos de dengue, influenza, y zika, y que fue recetado para las complicaciones del COVID 19. Y se le fue la pregunta sobre la corrupción que no ha cambiado en nada y que le puso ahí quien redactó la pregunta desde el INE. Así como Xóchitl confesó el 6 de diciembre de 2023 que no tenía un encargado de combate a la corrupción de la mesa temática de su proyecto de gobierno. En aquella ocasión que presentaba a sus allegados, dijo: “Está pendiente la mesa de transparencia y combate a la corrupción, que es clave para nosotros. Si alguien la quiere encabezar, levante la mano”, dijo a un auditorio atónito donde nadie levantó la mano. Por eso, en este debate, cuando se le preguntó sobre corrupción, prefirió hablar de un anti-inflamatorio. Presionada por la moderadora de Televisa, que le sirvió el balón por segunda vez, Xóchitl sólo alcanzó a decir: “A ver, funcionarios honestos que realmente puedan demostrar el origen de sus recursos, su patrimonio. Dos, la caja de cristal, fortalecer las facultades del INAI, yo no voy a desaparecer al INAI, hay que darle dientes”. No voy aquí a repetir que ella misma, Xóchitl, ocultó su patrimonio en su última declaración en el Senado, en mayo de 2023 cuando dejó en blanco el rubro de las tres empresas de la que es dueña y hasta el de la casa que todos le conocemos producto presumible del moche cuando era delegada en Miguel Hidalgo. Según ella, sólo tiene tres tarjetas de crédito. Y, sobre el INAI, pues lo ha defendido porque, según los datos de este mismo organismo autónomo, sus empresas de mantenimiento de oficinas tuvieron contratos en 2019, 2018, y 2017. Los “dientes” del INAI no se aplicarían a sus empresas, suponemos los mal pensados.
La moderadora traía otra pregunta a modo para Gálvez: “¿Cómo hacer para que las instituciones de combate a la corrupción no sean instrumentos de intimidación política?” esta pregunta permitía al PRI y al PAN y al PRD decir que sus casos de corrupción eran una persecución política, como Rosario Robles, Cabeza de Vaca, Juan Collado y Emilio Lozoya. Pero Gálvez volvió a abanicar y se fue con una respuesta fuera de pregunta. Contestó: “Pero permítanme hablar de la Línea 12 y quiero saludar hoy a Daniel Hernández, una víctima de la Línea 12, Claudia, o es otro caso de impunidad”. Así siguió todo el debate: los moderadores poniendo preguntas a los pies y ella sin poder conectar el balón para irse a driblar, sin pelota, en los camerinos.
Dsifrazadas de preguntas de “redes sociales”, el INE escogió también esta pregunta que casi no estaba sesgada ideológicamente: “¿Por qué no generar empleos, preguntan, en vez de regalar dinero?” Ahí el INE demostró estar en contra de los derechos universales a los programas sociales, como lo ha expresado en reiteradas ocasiones Xóchitl Gálvez: considera que es regalar dinero, cuando todos sabemos que los programas sociales son a cambio de trabajo y estudio o las dos, como en el caso de las becas para aprendices. Así que el INE disfrazó de una pregunta escogida en redes sociales algo que le podía dar un respiro a Xóchitl para que hablara de su idea de que los adultos mayores sigan trabajando hasta morir. Esta pregunta implicó que se considera que sólo el trabajo que ofrecen las empresas privadas es trabajo “de verdad”. Las becas, sembrar árboles, ser aprendiz en un oficio, no lo son, son regalos para haraganes, como los del sur de México que no trabajan 8 horas diarias, según dijo la propia Xóchitl. La propia pregunta del INE era en contra de los programas sociales y la pensión para adultos mayores. Eso me resultó en una sorpresa porque se supone que este INE es menos parcial que el de Lorenzo Córdoba que estaba en contra de todos los gastos, menos de los suyos.
Vinieron otras preguntas sesgadas, ya muy burdas, como la de violencia contra las mujeres que fue: “¿Qué acciones sustantivas y con enfoque de derechos humanos va a realizar para atender las violencias, las violencias contra las mujeres, si las alertas de violencia de género no han funcionado, si las Secretarías, Institutos de las Mujeres y las Fiscalías Especializadas tampoco han incidido en bajar los índices?” Así, sin mayor explicación, “las alertas de género” no funcionan, no han bajado los feminicidios, a pesar de que lo han hecho en un 35%. Es la misma retórica de “nada ha cambiado, no hay nada qué hacer”, de los melancólicos del régimen del PRIAN. Xóchitl volvió a abanicar cuando plenateó un dato alternativo a la baja de los feminicidios en México y dijo: “Se lo voy a demostrar en las redes sociales cómo el 36 por ciento de las actas de nacimiento tienen una clasificación donde no se identifica la muerte. Por eso bajan”. De inmediato, busqué mi acta de nacimiento pero no decía de qué me voy a morir. Una mentira más de la abanderada del PRIAN.
También se filtró una pregunta que aseguró que hay 30 mil niños reclutados por el crimen organizado, un dato que sólo la organización de Niño de Rivera y Gómez Mont, Redim, ha publicado sin mayor explicación de cómo obtuvieron esa cifra. Pero ya era un jolgorio de temas, los migrantes, la violencia intrafan¡miliar, el bullying, y ya todo estaba puesto para la escena final, aquella en que Xóchitl, diciendo “de verdad esta bandera no se la quitaré a nadie”, en referencia a que no estuvo la bandera en el mitin del INE no se toca, la canidata del PRIAN pasó a ponerse sobre el pecho el escudo nacional, pero al revés.
Fabrizio Mejía Madrid
Es escritor y periodista. Colabora en La Jornada y Aristégui Noticias. Ha publicado más de 20 libros entre los que se encuentran las novelas Disparos en la oscuridad, El rencor, Tequila DF, Un hombre de confianza, Esa luz que nos deslumbra, Vida digital, y Hombre al agua que recibió en 2004 el Premio Antonin Artaud.
https://www.sinembargo.mx/10-04-2024/4486477
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