Ritmo de vida y estrés cada vez más asociados con estas enfermedades
Por Guadalupe Cruz Jaimes
México, DF, 2 nov 10 (CIMAC).- Las principales causas de muerte de las mexicanas son la diabetes y las afectaciones cardiacas, enfermedades determinadas por el rol social de las mujeres, y su situación económica.
La muerte de mujeres por esos padecimientos aumentó en la última década. La diabetes, considerada la primera causa de defunciones en mujeres y la segunda en hombres, pasó de 51.7 a 73.6 por cada 100 mil fallecimientos de mexicanas, registrados de 2000 a 2008, según el Sistema Nacional de Información en Salud (Sinais).
Para Axela Romero, de la organización Salud Integral para la Mujer (Sipam), no es casual que esta enfermedad sea la primera causa de mortalidad en mujeres, pues está relacionada con la falta de tiempo libre para ellas y con la falta de recursos para acceder a una alimentación balanceada.
Hace diez años, 25 mil 717 de los fallecimientos de mujeres fueron por esa causa, en 2008 el número de muertes por diabetes aumentó a 39 mil 913 mujeres.
Según información de la Secretaría de Salud, la diabetes está relacionada con el sobrepeso y la obesidad, problemáticas que deben atenderse con acciones preventivas, pues de lo contrario para 2020, la mitad de la población será obesa y la frecuencia de la enfermedad se habrá duplicado.
Padecimientos como la diabetes, tienen que ver con que 46 por ciento de las trabajadoras en el país, perciben de uno a dos salarios mínimos, ingreso insuficiente para alimentarse sanamente, de acuerdo con Centro de Análisis Multidisciplinario, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Los ingresos que reciben las mujeres se destinan principalmente para el cuidado de su familia, “ellas posponen la atención a su salud, es común que no se atiendan hasta que la enfermedad ya está avanzada”.
Otra barrera, es la falta de acceso a las instituciones de salud, situación en la que se encuentran 6 de cada 10 mujeres ocupadas en el país, señala el Centro de Análisis Multidisciplinario de la UNAM.
A la inestabilidad económica, se suma la falta de tiempo libre de las mexicanas para hacer ejercicio de forma programada, ya que en promedio dedican 29.2 horas semanales a las tareas del hogar, mientras que los hombres sólo ocupan 7.8 horas de su tiempo a esta actividad, según datos del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) con base en la Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo 2009.
Además, las mujeres en el país destinan 19.9 horas a labores de cuidado y los hombres 8.8 horas. Por cada hija o hijo menor de cinco años, el trabajo en el hogar aumenta 5.92 por ciento, señala el análisis del Inmujeres.
La falta de actividad física planeada, y su acelerado ritmo de vida entre el empleo remunerado, y el trabajo en el hogar, así como la ingesta de alimentos altos en grasa, y de bajo costo, propicia también las afectaciones cardiacas, segunda causa de muerte entre las mexicanas.
En el 2000, fallecieron 19 mil 908 mexicanas por afectaciones cardiacas (enfermedades isquémicas del corazón), 10.3 por ciento de los 192 mil 593 fallecimientos de mujeres registrados ese año.
Ocho años después, la muerte de mujeres por esta enfermedad se elevó a 25 mil 943 decesos, pasó de 40 a 47.9 fallecimientos debido a esta causa por cada 100 mil, de 2000 a 2008, de acuerdo con el Sinais.
De acuerdo con la Secretaría de Salud, los padecimientos isquémicos del corazón son considerados un problema de salud pública, cuyo riesgo de muerte aumenta cuando las personas sufren también enfermedades como diabetes, obesidad e hipertensión arterial.
La hipertensión hace una década ocupaba la séptima causa de muerte en mujeres, ahora es considerada la quinta causalidad de decesos entre las mexicanas. En 2000, se suscitaron 11.9 decesos de mujeres por esa causa de cada 100 mil registrados. Para 2008 aumentó a 16.4 por el mismo número de fallecimientos.
Las enfermedades cardiacas afectan principalmente a las personas mayores de 50 años y están directamente asociadas con conductas de riesgo como dietas inadecuadas, sedentarismo y tabaquismo, según la Secretaría de Salud.
Más de la mitad de las cardiopatías isquémicas se deben a los altos niveles de colesterol en la sangre, derivados del consumo de alimentos ricos en grasas saturadas, una de las medidas de prevención es la actividad física, señala la dependencia.
Entre los impedimentos que las mujeres afrontan para hacer ejercicio también está la falta de seguridad en los pocos espacios públicos y a que culturalmente a las mujeres no se les estimula a participar de deportes organizados, indicó Axela Romero.
Los factores mencionados muestran que “las causas de muerte de las mujeres, están relacionadas por su estilo de vida y las dinámicas económicas, que a su vez, son determinadas por las diferencias sexuales, que se convierten en diferencias sociales”.
En este escenario existen retos que deben alcanzar no sólo cambios en los hábitos de las mujeres, sino cambios en las políticas públicas de salud, como el Programa Nacional de Salud, el cual, además de estar “descapitalizado”, “fuera de las leyendas de equidad de género, todavía carece de una perspectiva que observe estas desigualdades y trabaje para revertirlas”, concluyó Axela Romero.
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