Sara Más
La Habana, 22 sep. 15. AmecoPress/SEMlac.- Desde las investigaciones sociológicas, las redes comunitarias y la comunicación, diversas acciones se abren a la prevención de la violencia contra mujeres y niñas en Cuba y otros países de la región latinoamericana y caribeña.
Sobre
algunas de esas prácticas, que han contado con el apoyo de Oxfam en
Cuba, Nicaragua y Colombia, se conoció en el transcurso de la mesa
"Estrategias por la no violencia de género en Cuba: el reto de la
prevención en momentos de cambio", que sesionó durante el 7mo Congreso
Cubano de Educación, Orientación y Terapia Sexual, instalado en La
Habana del 16 al 18 de septiembre.
Algunas
acciones intentan llegar con mensajes publicitarios y programas
televisivos a una gran cantidad de público, mientras otras buscan
empoderar a las mujeres en los espacios locales, donde se tejen redes
informales de apoyo a quienes han sido blanco de maltratos.
Hechos
concretos hacia mujeres adultas mayores, situaciones generadas por la
inconformidad ante la identidad sexual de adolescentes, manifestaciones
de violencia en parejas jóvenes y sobrecarga femenina en la atención
escolar y el cuidado de hijas e hijos describen, en parte, historias
cotidianas en varios municipios de la provincia de Pinar del Río, en el
extremo occidental cubano.
Así lo confirmó
el diagnóstico realizado por profesionales y estudiantes de la Facultad
de Ciencias Sociales y Humanísticas de la Universidad de esa provincia,
donde cerca de 40 investigaciones de maestrías, especialidades y tesis
de pregrado han abordado el tema de la violencia de género.
"Hacemos un
trabajo concreto, en el terreno, para sensibilizar a la población en el
tema de la violencia familiar, con un enfoque de género", precisó Belkis
Rojas Hernández, quien dirige el equipo multidisciplinario de
investigaciones sociales en la universidad pinareña.
Aunque esta
labor comenzó en 2008, en alianza con instituciones y organizaciones del
territorio como la Federación de Mujeres Cubanas, solo en los últimos
años ha logrado articular la perspectiva jurídica, indispensable, según
Rojas Hernández, para lograr transformar la mirada al problema y
contribuir al conocimiento, a elevar la cultura jurídica y de derechos
de la población ante casos de violencia.
Ellas toman la palabra
Desde las voces
de las propias mujeres, otra experiencia busca "concientizar y
visibilizar la violencia sobre las mujeres en diversos ámbitos de la
vida, así como su creatividad y cultura de resistencia en uno de los
barrios de mayor desigualdad de La Habana", señaló la periodista Paula
Companioni Reyes, del Grupo América Latina Filosofía Social y Axiología
(GALFISA), del Instituto de Filosofía.
"Las Cortes de
Mujeres contra la Violencia son una forma de resistencia tejida con los
sueños de muchas mujeres: contarnos nosotras mismas nuestras historias
en un espacio simbólico, sagrado, donde poder expresar y decidir nuevos
caminos", sostuvo Companioni Reyes.
Se trata de
audiencias públicas donde se escuchan las experiencias de las víctimas y
sobrevivientes de la violencia del patriarcado, como sistema de
dominación múltiple, agregó.
"No tiene un
formato político tradicional, sino que une las voces de las que han
padecido violencia, pero también de las que nos rebelamos y resistimos,
así como a creatividad y cultura que surge en ese proceso", dijo.
En su opinión,
son un desafío a los patrones valorativos normados históricamente para
hombres y mujeres. La denuncia brota del impacto de esas voces que se
escuchan en cada corte, con su metodología y enfoques particulares.
"No se impone ni palabra ni el silencio, cada cual convoca a otras con su historia", resumió.
Reconocer las
diferentes manifestaciones de violencia y sus formas más brutales,
agilizar el diálogo e intercambio entre las mujeres de la región,
fomentar la solidaridad, generar apoyo público nacional e internacional
para las víctimas, reconocer fortalezas y maneras de supervivencia de
las mujeres víctimas son propósitos de estas cortes, que tendrán un
nueva edición en la capital cubana ante de finalizar este año.
Comunicar para el cambio
Tarjeta roja en
mano y silbato en la boca, una joven colombiana deja un mensaje directo
y claro desde un cartel, como árbitro que avisa salida del juego: "La
violencia contra las mujeres no te hace campeón", dice el anuncio. Más
abajo se amplía la idea: "Si para amar necesitas maltratar estás fuera
de lugar.
"Es una acción
de incidencia política, social y cultural con proyección nacional, que
utiliza el lenguaje y simbologías de un deporte como el fútbol para
llegar mucho más al público, en especial al masculino", explica Soledad
Bermúdez, La Asociación Santa Rita para la Educación y Promoción
(Funsarep), organización de la sociedad civil colombiana.
Liderada desde
2007 por la Corporación Casa de la Mujer, la Corporación Vamos Mujer y
Funsarep, bajo el acompañamiento de OXFAM Colombia, en 2014 la campaña
logró articular a otras cinco organizaciones más del país: el Centro de
Promoción y Cultura, la Asociación Mujeres y Madres Abriendo Caminos, la
Red de Mujeres Afrocolombianas Kambirí, Comunitar y Casa Amazonia.
"Mediante este
esfuerzo contribuimos a deslegitimar imaginarios y prácticas instaladas a
nivel social y cultural, que sostienen la violencia contra las mujeres
en ámbitos tanto privados como públicos; se denuncian los hechos de
violencia contra ellas y la impunidad existente, y se exige la
implementación y ampliación de normatividad, legislación y
jurisprudencia vigentes para erradicar esta violencia", amplió Bermúdez.
Desde otro
contexto y experiencia, la Fundación Puntos de Encuentro para la
Transformación de la Vida Cotidiana, en Nicaragua, se apropia del
formato de la telenovela televisiva y las series de televisión para
enviar sus mensajes, elaborados a partir de las necesidades sentidas
diagnosticadas en grupos de población.
"Nos enfocamos
así en la comunicación para el cambio social, con el objetivo de llegar
con estos temas y crear un entorno favorable para entender las
situaciones asociadas a la violencia contra las mujeres, a partir de
historias de la vida real que nos permitan llegar mejor a los distintos
públicos", relató Fernando Carcahe.
El especialista
precisó que en las propias comunidades donde la organización desarrolla
su trabajo se seleccionan las personas que actúan de forma voluntaria
en las series televisivas "Sexto sentido" y "Contracorriente", exhibidas
ya en Nicaragua, Bolivia, El Salvador y Guatemala.
Los materiales
producidos por Puntos de Encuentro reúnen no solo información, sino
también paquetes educativos y ediciones especiales de los audiovisuales
creados a partir de las series para trabajar con jóvenes y poblaciones
específicas.
"Los cambios no
son lineales ni inmediatos, se llega a ellos por procesos complejos.
Por eso nos valemos de estos medios para empezar a cuestionar algo que
se entiende como natural", sostuvo Carcache.
También con
apoyo de Oxfam, otras organizaciones de la cooperación internacional y
la alianza de entidades cubanas, el Centro Oscar Arnulfo Romero (OAR)
impulsa en Cuba, desde 2008, una campaña que busca sensibilizar a la
población acerca de las distintas formas de maltrato hacia mujeres y
niñas, sus causas y la necesidad de denunciarlas.
Bajo el mensaje
"Eres más•, dirigido a las mujeres, la campaña actual "utiliza como eje
conductor la violencia psicológica, una de las formas de agresión más
invisibilizada, naturalizada y silenciada", señaló María Teresa Díaz,
especialista de esa organización.
"Visualizar la
violencia, promover su reconocimiento, identificar sus diferentes
manifestaciones y graves consecuencias para la mujer en el contexto de
la relación de pareja y en los diferentes espacios de relación, se torna
la propuesta temática de esta campaña", indicó Díaz.
Foto: Archivo AmecoPress.
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