Pedro Echeverría V.
1. En cada sexenio, por evidente mal gobierno, mueren cientos de miles de personas asesinadas, por secuestros, miseria y hambre. Nunca se ha llevado a la cárcel a ningún presidente, seguramente por acuerdos firmados con sus sucesores. Sólo se recuerda que el presidente Díaz se exilió en 1911; que el presidente Madero (enemigo de Zapata, Orozco y otros) fue asesinado en 1913 por una alianza de mexicanos y yanquis; que el presidente Carranza (el asesino de Zapata), fue a la vez asesinado por Obregón y que éste, siendo presidente reelecto, fue asesinado por sus enemigos.
2. El presidente Calles no fue asesinado sino sólo expulsado del país después de imponer y manipular a tres y medio presidentes. Pero después, aunque todos (desde Cárdenas hasta López Obrador) han sido ladrones, saqueadores, asesinos, se ha dedicado a tapar todo lo nefasto de su antecesor. Por ello –para no pisar la cárcel- tienen que asegurar a su sucesor y toda una pandilla de “chupa huesos” con altos salarios, que cubran todos los flancos. Pienso que todos los expresidentes debieron pasar unos 10 añitos en la cárcel para que no sean tan irresponsables e hijos de pura.
3. Los abogados, jueces, la Suprema Corte, los periodistas e investigadores, deberían hacer una lista de las 20 principales acusaciones de sexenio para analizarlas, cuidando que no lleguen al fusilamiento. ¿Se imaginan cuántos ambiciosos en la Presidencia dejarían de contender por miedo? ¿Serán los expresidentes Salinas, Calderón, López Obrador, los que suman en sus seis años más secuestrados y asesinados? De plano, así como se persigue hoy a la llamada “delincuencia organizada”-integrada esencialmente por desempleados y miserables- así se perseguiría a los “delincuentes de cuello blanco”.
4. ¿Cuántos murieron en la pandemia por irresponsabilidad de gobierno? ¿Cuántos miles de migrantes extranjeros han fallecido con la responsabilidad gubernamental? ¿Cuántos miles de personas han muerto por falta de atención médica y medicinas? Ser presidente de la República o alto funcionario tiene que ser para la gente más honesta y capaz; pero en México son cargos para los políticos, hijos y familiares, más corruptos y sagaces que saben aprovechar todas las oportunidades para saltar de un cargo a otro porque al fin no se necesitan conocimientos. Nunca nadie va a la cárcel. (6/V/24)
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