Pero apúntele ahí, es el señor Juárez, que quede escrito que está solicitando pasar, le explicaba en tono serio al guardia de la puerta presidencial, que asistía entre nervioso y enojado, mientras el resto contenía la risa. Ingenio nunca le faltó, ni talento ni generosidad para acompañar con su arte, su presencia, su música y su humor a los movimientos sociales durante al menos la mitad de un siglo.
En los 70, el músico griego Iannis Xenakis le rompió la cabeza al joven estudiante de física. Luego acabaría de voltearle su mundo el libro Helo aquí que viene saltando por las montañas, que se encontró de manera providencial en una librería. De ahí abandonó la ciencia e inició la travesía de la pintura. Y posteriormente, por qué no, a la música junto a su compañera Adriana.
La Antena para cambiar el mundo
, una de sus creaciones con mayor número de instalaciones, fue colocada para despedirlo. Un micromundo del Gritón
se recreó en la funeraria. Carteles por Palestina, la bandera rojinegra
del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), de quien estuvo
cerca desde el inicio del levantamiento; listones y telas con flores de
colores, como las de sus camisas llenas de girasoles, pájaros y figuras
abstractas.
La música y la poesía inundaron el espacio en el que su hijo Silvestre se despide una y otra vez de él. Viví como quise. Me divertí mucho. Hice lo que me dio la gana
,
le dijo hace apenas dos meses, cuando apareció el fulminante cáncer. Y
lo que le dio la gana fue la pintura, la alegría, el activismo, la
gestión cultural, y ayudar a quien se lo pidiera. “Parecía la madre
Teresa versión mexicana –dice Silvestre–, siempre viendo cómo apoyar
para que los demás cumplieran sus sueños”.
¿Cómo estamos?
se preguntan en coro a su alrededor, para responderse, también en coro, ¡Súper bien!
, como solía responder Gritón, antes de despedirse con un súper abrazo.
justiciahan sido públicamente desnudados y en tribunales ha perdido –cuando menos y en prácticamente todas las instancias– nueve juicios por razones tributarias (sólo en México).
En connivencia con sus aliados políticos y empleados entre el muy corrupto aparato de impartición de justicia
,
a lo largo de 18 años Salinas Pliego ha evitado lo inevitable: pagar
multimillonarias cantidades por sus adeudos fiscales, evasión que, dicho
sea de paso, ha sido uno de los pilares de su fortuna. Pero llegó la
hora de pasar a la caja registradora del Servicio de Administración
Tributaria (SAT).
En la mañanera de ayer, la presidenta Claudia Sheinbaum fue muy clara: Salinas Pliego, como
cualquier ciudadano mexicano, tiene que pagar sus impuestos. No voy a
entrar a ese debate, pero no le está ayudando. Ven las acciones cómo
cayeron. Él tiene un estilo, tampoco vamos a estar cayendo... está
buscando, creo, cobertura en algunos lugares, porque va a tener que
pagar los impuestos que debe. A lo mejor se tarda la justicia, pero
siempre llega
. Además, dijo, ya ni tanto poder económico tiene; bajaron un montón (el precio de) las acciones de Elektra
.
Así es: de acuerdo con su propio reporte financiero anual, al cierre de 2023 el precio de cada una de las acciones de Grupo Elektra fue de mil 173 pesos; ayer, al concluir las actividades en el mercado bursátil mexicano, a duras penas llegó a 245 pesos por unidad, lo que da cuenta de que en el transcurso de 2024 la pérdida acumulada ha sido de 80 por ciento, y contando.
Por lo que toca a los litigios, el mismo reporte financiero indica que desde 2006 Grupo Elektra mantiene nueve juicios fiscales derivados de la negativa de la empresa a pagar el impuesto sobre la renta, mismos que involucran alrededor de 30 mil millones de pesos (el gobierno federal reclama algo así como 63 mil millones por actualizaciones, recargos, multa y conexos). El corporativo reconoce que el adeudo de mayor cuantía es de 2013 e involucra cerca de 18 mil 500 millones.
Cuando menos desde el primero de los años citados, el
empresario movilizó su ejército de abogados para evitar a toda costa
cumplir con sus obligaciones tributarias, para lo cual ha contado con la
ayuda
de sus amigos
de la clase política y la de algunos integrantes del Poder Judicial, como el recientemente retirado
y pensionado Luis María Aguilar Morales, ex ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), quien solícitamente atrajo
el caso del magnate y lo archivó
durante 10 meses en lo más profundo del último cajón de su escritorio
para evitar que Salinas Pliego cumpliera con el fisco. Y sólo lo desarchivó
tras la denuncia pública que sobre el particular hiciera el ex presidente Andrés Manuel López Obrador.
Días antes de concluir su mandato constitucional, López Obrador dijo que la SCJN ya no puede involucrarse en el fondo del litigio
contra Salinas Pliego, pues se ha confirmado legalmente que existe un adeudo fiscal y no hay ninguna posible interpretación de inconstitucionalidad
.
De hecho, dijo entonces, la Suprema Corte, “en sentido estricto, no
debió darle entrada al recurso (de Salinas Pliego); lo hizo y asignó
indebidamente, ilegalmente, a un ministro, una ministra, pero lo que
procede es decir: ‘no tenemos competencia, es cosa juzgada’. Quién sabe
cómo vaya a terminar. Yo para entonces pues ya voy a estar en Palenque y
ni me voy a enterar”.
Y sí, no se ha enterado, porque el culebrón fiscal de Salinas Pliego se mantiene en el aire, pero todo apunta a que más temprano que tarde el de los abonos chiquitos obligadamente pasará a la caja recaudadora del SAT.
Las rebanadas del pastel
Atento mensaje de la presidenta Sheinbaum a los depredadores corporativos mineros canadienses: No puede ser que aquí se apliquen unas normas por ellas y en Canadá se apliquen otras
. Además, “no va a haber fracking”,
y la Secretaría del Trabajo incrementará las inspecciones y revisará a
fondo para garantizar la seguridad de los mineros, un asunto de primera
importancia en lo que las empresa nacionales y foráneas no son
precisamente muestra de cumplimiento. Ahí está, por ejemplo, el caso de
Pasta de Conchos, responsabilidad del tóxico Germán Larrea.
X, antes Twitter: @cafevega, cfvmexico_sa@hotmail.com
El texto remitido a San Lázaro es sin duda una noticia muy positiva para este sector que realiza tareas tradicionales como el transporte público sin itinerario fijo o el reparto de alimentos a domicilio, pero con la mediación de aplicaciones para teléfono móvil que ponen en contacto a solicitantes y proveedores de servicios. De aprobarse, supondría un avance sustancial en la calidad de vida de alrededor de dos millones de personas que laboran bajo este esquema, y haría de México un pionero en el combate a la simulación empresarial de hacerlas pasar como cuentapropistas a fin de explotar su mano de obra sin asumir responsabilidad alguna en sus derechos y prestaciones. El creciente uso de las plataformas mencionadas, así como la apariencia de que su modelo llegó para quedarse, refuerzan la importancia de crear un marco legal específico que aborde sus peculiaridades.
Aquí y en todos los países donde operan, este tipo de plataformas
llevan a cabo intensas campañas de desinformación, a fin de convencer a
la clase política, a la opinión pública y a sus propios trabajadores de
que otorgarles derechos laborales es malo para ellos. Sus piezas de
manipulación no son originales: recurren a toda la panoplia de
eufemismos y neolengua (uso de palabras con un significado contrario al
que tienen) del neoliberalismo, en el que destaca el manido recurso de
llamar flexibilidad
a la precarización, y libertad
a la
ley del más fuerte. De cara a la sociedad, utilizan el chantaje de la
creación de empleo y de la posibilidad de que quienes ya tienen un
empleo formal incrementen sus ingresos en sus tiempos libres
. Con
estos argumentos, piden un lugar en la mesa de negociaciones de la
norma. Sin soslayar su obligación de atender a todas las partes, los
legisladores deben tener presente que permitir a las grandes empresas
participar en la redacción de las leyes destinadas a regularlas equivale
a poner al lobo al cuidado de las ovejas, y que reiteradamente ha
mostrado ser el camino a desastres laborales, ecológicos e incluso a
crisis económicas globales, como ocurrió cuando la desregulación y la
autorregulación del sector financiero en Estados Unidos provocó el
colapso bancario de 2008 –cuyas repercusiones son padecidas hasta hoy
por quienes perdieron sus viviendas en el estallido de la burbuja
hipotecaria, así como por cientos de millones de trabajadores que nunca
recuperaron sus ingresos reales.
Lamentablemente no pocos trabajadores de plataformas digitales
han hecho suyo el discurso patronal y se han lanzado contra la
iniciativa con la idea de que ésta iría en contra de su independencia
.
Está claro que la naturaleza del trabajo por aplicación (en el que
pueden acomodar sus horarios y la longitud de sus jornadas de acuerdo
con sus necesidades) impone desafíos al momento de equipararlo con las
actividades de una oficina o una fábrica, pero los cambios tecnológicos
no son pretexto para negligir derechos, sino motivo para actualizarlos y
perfeccionarlos. Cabe invitar a los choferes y repartidores a
considerar que, para ser en verdad independientes, deberían tener
control sobre aspectos tan elementales como la fijación de precios de
sus servicios, el reparto de costos y ganancias, el alta y baja de los
clientes o las condiciones de entrega-recepción en los establecimientos
de comida con los cuales trabajan. El hecho es que todos estos puntos
que les afectan de forma directa son impuestos por las plataformas sin
hacerles ninguna consulta, y se encuentran sujetos a cambios sin previo
aviso.
Asimismo es prudente ver más allá del corto plazo, pues la falsa libertad e independencia que hoy valoran por encima de todo puede resultar muy costosa al llegar a la edad de retiro sin haber generado ningún ahorro, o en caso de que sufran un accidente laboral y su patrón se desentienda de su salud y de los costos de reparación o sustitución del vehículo imprescindible en su quehacer. Por ello es necesario que los legisladores atiendan las inquietudes de los trabajadores, pero también que las autoridades lleven a cabo una tarea de concientización acerca de la importancia de los derechos laborales y de cómo algo que hoy se percibe en términos negativos (por ejemplo, las deducciones destinadas a seguridad social, vivienda y pensiones) es una protección inestimable para ellos y sus familias.
Al inicio de la construcción del segundo piso de la Cuarta Transformación (4T), la presidenta Claudia Sheinbaum continúa con el avance para retirar los candados impuestos por los intereses del imperio neocolonial de Occidente; con la actuación impecable del gobierno mexicano.
El incremento de los salarios mínimos, 12% para el año próximo, refleja la congruencia de un Estado nacional responsable, sensato y maduro con disposición para hacer valer la independencia y soberanía logradas con el sacrificio del pueblo mexicano unido y consciente de su origen, historia y destino.
comunitario(como publicita Salud en tu vida de la CDMX) enfocado a quienes padecen enfermedades, sin consideración alguna a la atención primaria a la salud (APS).
¿Qué hacer con la población sana y con la prevención de su salud? En
pandemia atestiguamos cómo autoridades de Chiapas, Puebla, Oaxaca y
Tabasco ostentaron un modelo comunitario
para enfrentarla. En
verdad aludían a las ruinas que legó el neoliberalismo del programa
IMSS-Bienestar original. Gobernadores comunicaban haber descubierto
el hilo negro en materia comunitaria
,
sorpresa que se diluyó hasta desaparecer. La APS y su correspondiente
AC no volvió a mencionarse (Cfr. 2024, Sánchez, Leal, Escobar y Rivera, Seis modelos de atención en la 4T,
en elaboración). La AC constituye la APS, pero no puede confundirse con
la participación social. Su estatuto es diferente y mucho más profundo.
El Plan Maestro para la desmedicalización de la OMS (Alma Ata, 1978) estableció cuatro programas: la APS como puerta de entrada, lugar donde satisfacer la mayoría de las necesidades sanitarias y un modelo clínico-asistencial con menor farmacoterapia y mayor calidad de la atención, revalorizando métodos biosicosociales dentro del acto clínico.
También entrevista clínica y escucha activa, ampliando funciones de la medicina primaria, brindando atención integral –preventiva, curativa y rehabilitadora– continuada a lo largo de la vida –transversal al núcleo familiar– con participación y empoderamiento comunitarios. Esta primera formulación sería ampliada hacia una visión de la APS como ausencia de enfermedad (OPS-OMS, 2019, Salud universal en el siglo XXI: 40 años de Alma Ata).
Es claro que la AC forma parte de la APS y ocurre donde viven las personas y sus entornos. Al levantar diagnósticos de salud comunitarios inician acciones para modificar hábitos comunitarios integrando determinantes de la salud que pueden alterarse en mediano plazo. La AC opera el trabajo que modifica entornos sicosociales familiares y ambientales.
La AC suma la participación organizada de la comunidad mediante asambleas, comités de salud, escuelas y grupos etarios para jerarquizar los riesgos locales de salud del entorno y con ello levantar el diagnóstico de salud resultante de un diálogo respetuoso. Ello promueve una toma de decisiones que planea las acciones médicas inmediatas y luego incide sobre las causas que generan esos daños a la salud. Finalmente, evalúa periódicamente el impacto de sus resultados.
La AC no es sólo participación social, porque su punto de partida clasifica áreas geográfico/poblacionales de responsabilidad en la infraestructura de servicios, luego intercambia instrumentos de capacitación-supervisión-abastecimiento y participación comunitaria definiendo espacios factibles de coordinación programática.
La AC conlleva procesos organizacionales de participación comunitaria construidos sobre sus necesidades para impactar en salud mejorando la calidad de vida. Busca que las comunidades operen sobre los determinantes de salud con promoción-difusión-información y educación permanente para el autocuidado. No invoca la participación social en general.
Con ella las personas actualizan su derecho a la salud y ordenan la asistencia médica. Esas personas integran una familia en una comunidad. Nunca son sólo receptoras de acciones ofertadas desde los servicios de salud. La comunidad es un actor social: un sujeto que decide sobre su salud. La AC cubre sus necesidades epidemiológicas, ciclos de vida, respetando la pertinencia cultural, el género e integrando una nueva atención con relación médico-paciente. Por ello no es mera participación social. Es mucho más profunda.
Ello refuerza el trabajo sobre maltrato infantil, embarazo adolescente, suicidio adolescente, depresión, salud del adulto mayor, violencia de género y feminicidio, entre otros. Todos ellos, problemas solubles desde dentro de la comunidad, no en el centro de salud. La AC previene y anticipa actuar cuando el daño ha tocado ya a la puerta. Integra a la APS y no es mera participación social.
Como declara el doctor Kersenovich: la práctica médica tradicional ha sido reactiva
. Los avances permiten visualizar una medicina anticipatoria
( Salud pública de México,
66.5.24). Remontar con real APS y su AC la improvisación puramente
asistencial que Zoé Robledo –siguiendo instrucciones del entonces
presidente López Obrador– llevó a cabo en el OPD durante los años
2022-2024, es una de las grandes tareas de Alejandro Svarch. Nunca será
suficiente invocar en abstracto sólo eficiencia, eficacia y efectividad.
* UAM-X
Así, por ejemplo, a pesar de una prolífica narrativa del fascismo
,
sus conflictos con la administración pública eran en gran medida
personales, no programáticos, productos de su estilo autocrático sui generis
y de su incomprensión de las fronteras entre los intereses del Estado y
los de su familia en torno a la cual giraba −y sigue girando− su
proyecto. En este sentido, éste no tenía nada que ver con la
radicalización de los cuadros que dio la forma a los regímenes fascistas
de entreguerras con los cuales Trump ha sido comparado a menudo,
incluso en el marco de las elecciones recientes (t.ly/sg_av).
Trump no tenía ni tiene una organización ni partido de masas y no ha sido producto de un clima de la radicalización total
en el que surgieron los fascismos (t.ly/JCSOT), sino de una cultura política dominada por el dinero, el espectáculo y una organización familiar
cuyo arco se extiende desde la herencia millonaria de su padre hasta el
velar por los intereses inmobiliarios de su hija y su yerno en la arena
internacional. Así, su gobierno era más bien −y será nuevamente− una
especie de gobierno patrimonial
, en el sentido de Max Weber, pero con el liderazgo carismático característico del bonapartismo del siglo XIX (t.ly/9SfZs).
En la conocida descripción de Weber, el gobierno patrimonial
−manejado como un hogar, con poca distinción entre los intereses
públicos y privados del líder–, carece de la separación burocrática
entre la esfera privada
y la oficial
. La administración
política se trata como un asunto puramente personal del gobernante, el
poder político se considera parte de su propiedad, que puede ser
explotada, y la relación entre sus funcionarios y el líder no indica un
compromiso impersonal con el Estado, sino la lealtad de un servidor basada en una relación estrictamente personal
(M. Weber, Economy and Society, 1978, p. 1028-1029).
Ha sido en este sentido que para Trump la oficina de la presidencia era un hogar
,
con poca o ninguna distinción entre los intereses públicos y privados
del gobernante. Esto hacía que algunas de las características
principales de su régimen −el exceso personalista arbitrario o el
nepotismo rampante− fueran inteligibles o malinterpretadas como fascistas
. Esto explicaba también la conflictividad interna de su gobierno, cuyo eje principal no era la lucha entre un presidente autoritario/fascista
y los defensores de la democracia, sino entre Trump- pater familias y los defensores del Estado burocrático y su lógica oficial
.
Si bien Joe Biden y su administración vinieron explícitamente para salvar las normas democráticas
en Estados Unidos, lo que en realidad prometían restablecer −dado que
Trump nunca ha intentado abolir la Constitución ni llevar a cabo su
propio Gleichschaltung− era más bien esta división entre los
intereses públicos y privados de un líder. Pero igualmente, como en el
caso de la política exterior que mejor se entiende en términos de la
continuidad, sin corte entre las dos administraciones (t.ly/nqTpA),
la lógica patrimonial era también propia para la administración
bidenista denotando que se trata de una faceta sistémica en Estados
Unidos, de modo parecido a que el bonapartismo es el tipo del régimen
preferido allí, independientemente de quien gobierna (D. Losurdo, Democracy and Bonapartism…, 2024, p. 291-295).
Así, el círculo íntimo de los asesores más cercanos de Biden siempre ha sido conformado por su familia: su esposa Jill, su hijo Hunter y su hermana Valerie. Y han sido igualmente siempre los intereses de la familia −al igual que en el caso de Trump−, que motivaban muchas de sus decisiones incluso desde sus tiempos de vicepresidente (por ejemplo, respecto a China o Ucrania, donde su hijo hacía negocios), sólo con esta diferencia: que Biden lo hacía con menos fanfarronería y tratando de guardar las apariencias.
Y si bien todo esto se reflejaba también en el marco en el que los medios hablaban de los dos clanes: en el caso de Biden, de una familia llena de amor
, y en el caso de Trump, de una familia gansteril
,
todo el escaparate se cayó la semana pasada cuando el presidente
decidió, usando las prerrogativas extraordinarias del Ejecutivo −y
después de haber prometido y mentido siete veces que no lo iba a hacer−,
indultar a su hijo, Hunter Biden, que esperaba este mes las sentencias
de cárcel en dos casos penales: uno relacionado con posesión de armas y
consumo de drogas y otro por evasión fiscal de más de 1.4 millones de
dólares (t.ly/vdWsj).
Con esto, Biden −apelando a las supuestas motivaciones políticas
de estas condenas y la persecución por parte de Trump y los
trumpistas−, dejó en claro que, igual que su predecesor/sucesor, no
comprende la diferencia entre las responsabilidades hacia su oficina y
las responsabilidades hacia su familia (t.ly/Sl4Ho). Y completó así el proceso de su trumpificación
, cerrando en efecto, al final de su mandato, la poca brecha que quedaba entre él y Trump (t.ly/SHgki).
Trump, que fiel a su verdadera anatomía, entre varias nominaciones de
su nuevo gobierno patrimonial ya nombró a un suegro de una de sus hijas
como asesor principal en asuntos árabes y otro de la otra −que de hecho
ya había indultado en 2020 en un caso de evasión fiscal−, como embajador
en Francia.
Los derechos humanos pueden entenderse como aquellos derechos y condiciones que permiten el desarrollo pleno de la vida propia y colectiva con dignidad, los cuales son inherentes a las personas por el simple hecho de existir. Estos derechos protegen la vida humana, por lo que no hay una jerarquía entre ellos; son indivisibles, interdependientes y progresivos, es decir, van desarrollando condiciones cada vez más favorables para que las personas puedan vivir dignamente.
Esta cuestión forma parte del entramado político e institucional que fomenta la democracia participativa en los estados-nación donde uno de los nichos es la transformación estructural de las desigualdades. Por ende, éste tiene la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos para prevenir cualquier atentado contra la vida personal y comunitaria. Sin embargo, cuando no se respetan los derechos humanos, o bien, cuando se privilegia a actores gubernamentales y sectores que atentan o generan condiciones de vulnerabilidad para poblaciones históricamente en situaciones de desigualdad, ¿aún se puede hablar de democracia y derechos humanos?
De acuerdo con el Informe Mundial 2024 para México de Human Rights Watch, durante este último sexenio, el acceso a la justicia se ha debilitado derivado de que las instituciones de procuración e impartición de justicia tienen deficiencias significativas para rendir cuentas de casos relacionados con crímenes violentos y de violaciones a derechos humanos. Asimismo, hasta 2022, la resolución pronta de las investigaciones fue menos de 2 por ciento.
En cuanto a detenciones arbitrarias, reporta que sigue considerándose una práctica común en el país por elementos del Estado. Además, señala la preocupación de la transferencia de funciones gubernamentales hacia las fuerzas armadas (https://acortar.link/qJBGxY).
Por otro lado, en el informe presentado por el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez sobre el balance sexenal de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (https://acortar.link/28f27p) se señalan algunas nociones sobre el debilitamiento de dicha institución, así como la coyuntura política en la que se inserta, en la que el deterioro de la institucionalidad democrática en el país, la ausencia de un sentido de autonomía y el retroceso de derechos son elementos claves.
Bajo estas consideraciones nacional e internacional sobre el monitoreo de las condiciones democráticas y de derechos humanos, y en el contexto de la conmemoración del 10 de diciembre, es necesario cuestionarnos: ¿cómo se fortalecerá el enfoque de derechos humanos desde una política transformadora de desigualdades y no desde una mirada asistencialista y populista? ¿Cómo es que esta nueva administración federal hará frente al avance de la derecha en nuestros territorios para proteger los derechos conquistados desde los movimientos sociales y sociedad civil organizada? ¿Cómo seguimos fomentando una democracia participativa, popular y con sentido social bajo los más altos estándares para el respeto y la protección de los derechos humanos?
Sin duda estamos en medio de una coyuntura política en distintas escalas y con desafíos estructurales que convocan a organizarnos social y políticamente para construir esos mundos que imaginamos. El futuro del país y del mundo se encuentra en nuestras manos, donde son infinitas las posibilidades de transformarlo y hacerlo sostenible para las generaciones futuras. Sin acceso a la información no podremos hacer críticas que permitan el mejoramiento institucional; con armas y violencia en nuestros territorios no podremos vivir en paz y libertad, y sin personas que defiendan y exijan condiciones equitativas al Estado no podremos vivir en dignidad.
Este Día Internacional de Derechos Humanos es un momento para continuar visibilizando las luchas desde la digna rabia y la resistencia colectiva; para recordar a nuestras y nuestros colegas defensores de derechos humanos que han sido arrebatados de esta vida, y es una oportunidad para resignificar esta fecha como una deuda del Estado hacia la construcción de condiciones de vida dignas, justas y con paz.
* Directora del Centro Vitoria
anorexia intelectualagravada por la falta de rigor, profundidad y claridad en las ideas actuales de sus sectores más visibles, pero intoxicada con odios de clase añejos, descritos ampliamente por orientaciones científicas diversas que han reflexionado, y demostrado, los estragos de la pobreza intelectual, política y cultural del conservadurismo en su más amplia variedad de estratos. Y todo eso se nota con mayor nitidez en la
batalla culturalque están regimentando. Lo pasan por la tele. Es una decadencia disfrazada con el exitismo de las ganancias.
Es un peligro para la especie humana el vaciamiento y la banalización
en la producción intelectual que la derecha celebra, paradójicamente,
entre sus sectores conservadores más diversos. Festejan con orgullo su
miseria intelectual, patente e incontestable, en sus medios de
comunicación, sus famélicos y falsificadores noticieros y en la farándula mediática
que fomenta narrativas baratijas como si fuese un triunfo moral para
despolitizar a las masas. Esto es un retroceso civilizatorio que tiene
sus extremos macabros en la industria bélica y en las máquinas de guerra
ideológica intoxicadas con la pobreza de imaginación política de la
derecha global, especialmente en su resistencia a ideas emancipadoras y
su insistencia en estereotipos burgueses asfixiantes, obsesionados por
la persecución de ganancias.
Este tipo de anorexia, tanto en su vertiente global
como nacionalista
,
tiene sintomatología alarmante en los límites del neonazifascismo y en
las etapas más tempranas de su desesperación de clase. Son peligrosas
sus expresiones miserables porque, en su caída imparable, se amplía el
rompimiento epistemológico (algunos le llaman grieta) con la realidad
histórica, y eso tiene una lógica y una función específica para su idea
de poder
. Es una problemática de origen económico-ideológico que
los pueblos padecen en forma de dictadura simbólica saturada de
angustias excesivas por el peso de la explotación, el saqueo y la
alienación. El empobrecimiento intelectual de la derecha tiende a
contagiar al conjunto de la sociedad al disminuir y devaluar la cantidad
y calidad de alimentos, todos, incluyendo los educativos, espirituales,
colectivos… que se heredan por cultura y por historia. Este
comportamiento implica una pérdida importante que lleva a situaciones de
ignorancia, insensatez y desfachatez graves.
Hay aberraciones conceptuales a destajo. Sólo hay que escucharlos en
sus reuniones nacionales e internacionales, en sus ponencias y en los
anecdotarios de sus ganancias, que anuncian siempre más desgracia para
los oprimidos, más explotación física, con iniciativas organizadoras
inhumanas para imponer insatisfacción, distorsión de la realidad y
pérdida de dignidad por ignorancia, despojo y desesperanza. Los síntomas
principales de esta anorexia hieren con trastornos o desaparición de la
identidad de clase de lucha y de proyectos. Se transmite por conducto
de los medios de comunicación (televisión, Internet, revistas, redes
sociales) e influye en todos. En los escenarios más duros ya hay influencers
que perpetúan la enfermedad, es decir, que impiden la recuperación de
sus seguidores una vez instaurado el aislamiento social, la negación de
la enfermedad, la desvergüenza, los complejos de superioridad y la
distorsión de la imagen de clase. Estas anormalidades burguesas van
convirtiéndose en una nueva normalidad
llamada por ellos batalla cultural
.
Semejante crisis terminal hace metástasis también como muerte de la ideología
y depauperación de toda producción teórica; en sus discursos que
renuncian a un pensamiento humanista, de justicia integradora, de
igualdad y de moralidad fraterna. Claudican el razonamiento en favor de
eslóganes vacíos. Es una crisis acelerada incubada en la incapacidad de
la derecha para frenar problemas estructurales que ocasiona, como el
cambio climático, que es su pura responsabilidad, o la desigualdad que
ellos fabrican para saquear recursos naturales y mano de obra barata.
Esa anorexia intelectual manifiesta el deseo de operar intencionalmente sobre el detrimento del conocimiento, la historia, las raíces, los contextos y la realidad objetiva; ellos suponen que dicho detrimento produce goce por dejar de lado la educación integral del ser humano, para resolver en colectivo e igualdad los problemas que nos son comunes. Es probable que esto incluya la perversión también decadente de confundir la miseria de la intelectualidad burguesa con los estragos ocasionados por sus políticas educativas, donde ellos gobiernan, cada vez más miserables y paupérrimas que no son sólo retórica o relato de coyuntura. Es una anorexia que se acentúa como doble negación del capitalismo mismo como histeria de la avaricia y la usura, que han llegado a desplegar pobreza de lenguaje, neurosis, sicosis y perversión. Lo pasan por televisión, impúdica e impunemente.
Insistimos: es indispensable sistematizar y delimitar, histórica y
rigurosamente, lo que es la anorexia intelectual de las derechas y
ultraderechas, sus orígenes y alcances de clase y sus expresiones en la
disputa por el sentido. Sus expresiones en toda educación, en las
relaciones sociales, en los medios y sus modos. Y las perturbaciones
sobre la historia futura que no da lugar a quienes rechazan o no aceptan
el control del ideal burgués. Ese futuro ha cancelado todo
cuestionamiento y transformación. La operación destierro frente a toda
iniciativa de organización social para salir de las miserias que impone
el capitalismo. Han falsificado la democracia con su populismo de la
mercancía, argumentado que eso es un triunfo, que eso es el fin de la historia
con nacionalismos estrechos. Es una crisis intelectual que promueve un neoliberalismo salvaje
, anarcocapitalismo, que suprime la justicia social para imponer retóricas de vulgaridad, banalidad y caprichos.
Ahogada en su anorexia intelectual, la derecha se emborracha con sus
elixires de individualismo en su batalla cultural, como si fuese eso la libertad
para reducir el pensamiento al minimalismo mercantil tan peligroso como su libertad de mercado
.
Además de peligroso es monstruoso el modo y los medios de degradación
intelectual de una burguesía que se derrumba en sus propios principios
inhumanos y depredadores del planeta, además del palabrerío simplista
orientado a mantener privilegios y desmovilizar resistencias. Muy
peligroso retroceso civilizatorio, fábrica de baratijas simbólicas.
* Doctor en filosofía
Por eso y más me enorgullece la actitud digna, meditada y patriótica de la presidenta Sheinbaum.
Falacias. Que Trump sea un loco incontrolable es una falacia para disimular sus políticas rencorosas y pendejadas. Que una cosa es lo que dice y otra la que hace, es otro mito. Hace lo que dice hasta donde los límites de otros poderes se lo permiten.
Migrantes y fentanilo. Para alimentar los instintos sanguinarios de sus seguidores tiene a los migrantes. El combate al fentanilo es una enorme tragedia. Como lo son los más de 100 mil muertos y desaparecidos en México. El problema es que la sociedad estadunidense está atravesada por todas las adicciones del mundo y los principales incitadores de esas adicciones son las empresas comerciales estadunidenses, desde las farmacéuticas que originaron las adicciones a las drogas, hasta las casas apostadoras, empresas deportivas y fabricantes de comida chatarra.
La abstención juega contra Harris. Volvamos a los resultados electorales. No es que Trump arrasó es que Harris se desplomó. En 2020, Biden obtuvo poco más de 81 millones de votos, mientras en 2024 Harris obtuvo 75 millones, una caída de 6 millones de votos. El voto de Trump aumentó en 3 millones de 2020 a 2024. Entonces, la pregunta es ¿qué pasó con los 3 millones que no votaron por Trump? Es importante señalar que el índice de participación bajó en tres puntos en esos años. De suerte que Harrisperdió 3 millones de votos de posibles abstencionistas.
Los electores indecisos jugaron a favor de Trump. Los pequeños
deslizamientos de ciertos electores que en general votan demócrata le
dieron a Trump alrededor de 3 millones votos. Entre los votantes negros
el margen de ganancia de los demócratas bajó en 13 puntos, entre los
latinos el margen de ventaja de los demócratas bajó en 28 puntos. Entre
los no blancos con bachillerato el margen demócrata cayó en 21 puntos,
pero entre los no blancos sin estudios cayó en 37 puntos, y entre los
jóvenes de 18 a 29 años el margen demócrata cayó en 14 puntos. Es decir,
esta estrategia de erosionarle los bordes
del electorado típico
demócrata le dio al menos 3 millones de votos, y en varios de los
estados columpio le dio el triunfo. La forma en que se operó es
importante explicitarla, porque fue la operación básicamente de Musk y
sus seguidores. Usaron las plataformas para focalizar entre el
electorado demócrata los segmentos menos comprometidos que probablemente
no votarían. Luego contrataron a otros jóvenes para que los llevaran a
votar por Trump a cambio de dinero. Los cuatro estados donde Harris tuvo
peor desempeño en términos relativos, fueron en las fortalezas
demócratas: California, Nueva York, Massachusetts y Nueva Jersey.
¿Por qué perdió Harris? En breve, subestimó el efecto que la inflación, no los índices que publica la Reserva Federal, sino los efectos que sufre la gente en los supermercados o en las gasolineras; así como el impacto negativo de ciertos temas culturales como el género. Este tema, explotado viciosamente por Trump, afectó en el margen el voto latino de origen mexicano. Más ampliamente:
a) Apareció siempre como candidata de continuidad y el presidente Biden tenía una fuerte desaprobación en las encuestas.
b) Su deslizamiento hacia posiciones centristas no convenció a los centristas y decepcionó a los segmentos de izquierda.
c) Queriendo complacer a las minorías expresadas en las ONG, enajenó el voto tradicional de trabajadores.
d) No se evaluaron correctamente las tendencias racistas y misóginas de una parte del electorado estadunidense.
Registro con gran dolor el fallecimiento de la querida Rosaura Cadena. Ha partido también mí gran amigo, colega y colaborador en múltiples aventuras, Juan de la Fuente. Los extrañaré.
como terreno, lo cual quiere decir que la cantidad solicitada se refiere sólo al valor de la tierra, mientras la edificación –al presentar un desgaste importante– tiene un valor mínimo. Las viviendas son especiales en el mundo de la mercancía, al componerse de dos elementos esenciales de muy distinta naturaleza: por un lado, el suelo urbano y, por otro, la edificación.
Esta última, una vez estrenada, sólo tiende a desgastarse a un ritmo que depende de las acciones de mantenimiento que tenga a paso de los años. El terreno, en cambio, si se ubica en ciudades que crecen, suele incrementar su valor, especialmente por vía de una mejoría en su localización.
La ubicación de un terreno cambia en términos relativos, es decir, si la ciudad se expande puede, poco a poco, hallarse más cerca de la parte central; tanto porque se realicen inversiones en vialidades o medios de transporte como en infraestructura o equipamiento urbano, todo lo cual coloca al mismo predio en una nueva situación, más accesible y con mejores servicios.
De esta manera, los terrenos urbanos sin moverse
tienden a
mejorar su localización; esto, por cierto, sin que su propietario
invierta en la mejora de su inmueble, a fin de cuentas, sin hacer nada,
porque el que invierte, en el caso referido, es principalmente el
Estado, y en mucho menor medida, algunos de los propietarios vecinos.
Al incrementarse el precio del suelo de los terrenos comúnmente sus dueños se dan cuenta de que con el uso inicial decidido, por ejemplo una casa unifamiliar, no están obteniendo las ganancias correspondientes, por lo que se aventuran a cambiarlo, al igual que la densidad utilizadas. En muchas ocasiones son los inversionistas inmobiliarios quienes les ofrecen comprar la propiedad. Y mientras este cambio no ocurra, los actores de ese mercado considerarán que el predio en cuestión está subutilizado porque su valor potencial aún no se cristaliza.
Este es el caso del conocido proceso de gentrificación, y por tanto del potencial desalojo de los usuarios y vecinos de una zona con valores altos del suelo que no logran realizarse efectivamente. Este fenómeno urbano de gran escala podemos imaginarlo como una espiral de cambios de uso del suelo, de densificación y, en consecuencia, de desalojo; es decir, una espiral inmobiliaria.
En la definición del ritmo de crecimiento de ella participan tanto los propietarios del predio –como vimos en el artículo publicado en esta sección el pasado 9 de octubre–, los inversionistas inmobiliarios, los organismos gubernamentales con atribuciones en el ordenamiento de la ciudad y los propios vecinos y usuarios de la zona en cuestión.
Unos tratan de acelerar el proceso para maximizar sus ganancias y otros se esfuerzan en frenarlo, según sea el caso. Como referente esencial en esta confrontación por el aprovechamiento del espacio urbano se encuentra el proceso de elaboración y aprobación de los planes de uso del suelo, en los que se asigna, a fin de cuentas, un aprovechamiento posible para cada propiedad, con lo cual, por cierto, se afecta la localización de los terrenos de acuerdo con las características de uso y densidad definidas y, por tanto, también se afecta su valor.
Así, la espiral inmobiliaria transforma radicalmente la imagen de ciertas zonas de la urbe, esencialmente las ubicadas a lo largo de las principales avenidas, como Paseo de la Reforma e Insurgentes, en la Ciudad de México, por lo que los caminos urbanos se convierten en concentradores de inversiones inmobiliarias públicas y privadas y, por tanto, con altos valores del suelo.
Las características sociales de los desalojados tienen diferencias importantes, ya que no es lo mismo quien vende a muy buen precio su casona en Polanco que quien es presionado para deshacerse de su único patrimonio en el pueblo de Xoco; es necesario apoyar la producción y el acceso a la vivienda social para que las familias de menores ingresos permanezcan en áreas urbanas, bien comunicadas y con servicios de calidad, modificando para eso el precio ofrecido por el mercado inmobiliario. Ese problema lo trataré en una próxima entrega.
* Doctor en estudios urbanos; maestro en urbanismo y arquitecto.
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