3/07/2013

Los periodistas pal cafe....


Andrés Manuel López Obrador se tropezó a la hora de deslindarse de Hugo Chávez. Como si lo más importante fuese la fijación de su postura personal y no la condolencia generosa hacia un hombre que significó el cumplimiento desde el gobierno de algunos de los planteamientos que el tabasqueño ha propuesto pero no ha podido ejercer desde el poder nacional, el constructor de Morena colocó por delante de un tuit funerario la toma de distancia: No tuve vinculación con Chávez. Mis adversarios usaron su imagen para atacarme. Luego de esas doce palabras expiatorias, pasó a dejar el mensaje protocolario: Expreso mi pésame a sus familiares, amigos y a su pueblo.
El tuiteo de López Obrador tiene una virtud esclarecedora, pues permite apreciar los perfiles y el contenido de la propuesta política que ha sostenido hasta ahora y que no corresponde a la izquierda real. A quien ha sido dos veces candidato presidencial le sigue pareciendo necesario repeler cualquier vinculación con un personaje que logró viabilidad electoral para desarrollar desde el poder, frente a las mafias venezolanas y estadunidenses del poder (entre otras), un proyecto de socialismo que llevó verdaderos beneficios a amplias capas populares que hoy están listas para defender en las calles la continuidad de los cambios conseguidos.
A Marcelo Ebrard le urge deslindarse de Andrés Manuel López Obrador y del tufo de izquierdismo anticuado que cree encontrar en él. Entrevistado por Milenio, el aspirante a presidir el PRD y a ser candidato presidencial en 2018 dejó pasar, sin contradecirla, la pregunta respecto al costo que tuvo haber cedido a Andrés Manuel la candidatura presidencial ( http://bit.ly/15yDUXk). Diciendo sin decir, dejó correr la versión de la cesión: Todas las opciones políticas que tomes en tu vida tienen costos. El costo de haber ido y de haber desconocido la encuesta... habría yo dividido en dos a la izquierda mexicana y probablemente habría puesto en riesgo la ciudad de México, tal vez Tabasco, por supuesto, también Morelos, amén de tener menos diputados y senadores que se obtuvieron. Entonces el costo habría sido muy grande. El punto fue reforzado por Jesús Ortega, el decisorio factor de poder en la estructura del PRD, quien dijo a Carlos Puig que Ebrard se había hecho a un lado para ceder su lugar como candidato presidencial a AMLO. La postura de Ortega tiene sustento en lo que planteó desde noviembre de 2011: Pienso que el resultado de las encuestas realizadas para definir al candidato de las izquierdas no es contundente y se sostiene en una diferencia muy estrecha. Lo cierto, a fe de esta columna que en su momento precisó la incongruencia de confiar a las artes de las encuestas (tan repudiadas en el ámbito lopezobradorista) una resolución netamente política e ideológica, es que con la oportunidad debida no se informó de los términos en que se realizaron esos presuntos estudios de opinión, ni se aportaron asideros a la confiabilidad, quedando todo en un arreglo de dos, en una cúpula que decidió candidatura presidencial para el tabasqueño y cesión del Distrito Federal como pago inmediato a Ebrard y su equipo.
A Miguel Ángel Mancera le urge deslindarse de Marcelo Ebrard para intentar la construcción de su propia hoja de servicios y una eventual candidatura presidencial. Ayer, luego de salir de una reunión con el elenco principal del PRD y trazar proyectos políticos conjuntos, el ex procurador ebrardista creyó necesario puntualizar que el jefe del gobierno de la ciudad de México es él y no su antecesor. Copado por el marcelismo que le impuso varios de los principales cargos en el nuevo gobierno capitalino, y amenazado en su presunto crecimiento como carta presidencial para 2018 por el mismo Marcelo, que anda en desesperada campaña de reposicionamiento (ha anunciado hasta un Carnal Tours que le llevará por el país dando pláticas y entrevistas), Mancera ha cerrado tratos con el perredismo chucho, que tampoco desea abrirle a Ebrard la puerta que habían convenido el año pasado, antes del encarecedor Pacto por México, y pretende sostener tan buenas relaciones con el peñismo que, en una frase de colección, ha dicho que al PRI y a su gobierno se le habrá de criticar cuando se le tenga que criticar ( http://bit.ly/YdDHlY ). Pero no más.
En otro tema, el doctor Mauricio Mora Pale comenta que, a diferencia de lo planteado en la entrega de ayer de esta columna, con base en lo expresado por Nicolás Maduro, a él sí le parece desproporcionado sugerir la hipótesis de que Hugo Chávez fue atacado por sus enemigos históricos con el cáncer que acabó su vida: El único argumento es que a otros políticos de izquierda les ha dado cáncer en el pasado reciente (tampoco meparece que sea masivo, estamos hablando de tres o cuatro personas). El vicepresidente Maduro no tiene ninguna prueba científica que valide tal afirmación, al punto de que propone que algún día se forme una comisión científica que evalúe tal hipótesis.
Desde el Centro de Biotecnología y Estudios Interdisciplinarios del prestigioso Instituto Politécnico Rensselaer, con sede en Troy, estado de Nueva York, el veracruzano con doctorado en ingeniería química por la UNAM expresa: “Me parece que se están dejando ganar por el dolor (…) pero me parece desconocen lo complejo de esta enfermedad (desde un punto de vista científico) cuyas causas pueden ser muy diversas. Puedo entender que los análisis políticos se hagan para analizar la labor de Chávez como presidente, y en esta área seguramente leeremos un sinfín de opiniones de diversos matices, pero darle eco a semejante dicho me parece más el ánimo de generar polémicas que en poco contribuyen al análisis y que no tienen ningún sustento racional, y no es más que una cuestión de fe en las palabras de Maduro”.
Y, mientras Mónica Arriola y otros familiares tratan de deslindarse aunque sea judicialmente de Elba Esther Gordillo, ante el amago de más acciones penales contra involucrados en las andanzas financieras de la chiapaneca presa, ¡hasta mañana, con el gran Gabo cumpliendo 86!
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El año pasado la mitad de los créditos otorgados por Infonavit fueron utilizados para comprar casas usadas. Los grandes desarrolladores de fraccionamientos –Urbi, Javer, Homex y Geo– se han ido quedando con un número considerable de unidades nuevas sin vender. Por otro lado, han hecho inversiones en la compra de grandes extensiones de tierra para utilizarlas algún día en nuevos desarrollos, sin embargo, su ejecución se ve lejana. Están padeciendo una situación difícil por la falta de flujo de efectivo. Aunque el gobierno prefiere no usar la palabra rescate –quiere mantener alejado el fantasma del Fobaproa–, anunció una decisión que se parece mucho a eso. La Sociedad Hipotecaria Federal activó un mecanismo cuyo fin es aumentar las garantías que se otorgan a las constructoras y facilitar que obtengan créditos de la banca comercial. Hubo una reacción inmediata en la Bolsa Mexicana de Valores. Se fue hacia arriba el valor de las acciones de Urbi, Homex y Geo. Falta ver si la banca comercial responde al programa y arriesga capital en un sector fuertemente presionado por las deudas. Para efectos prácticos, este sería el segundo rescate en los primeros 100 días del regreso del PRI. El primero tendrá un costo mayor: es el de los gobiernos estatales quebrados.
Reset con Venezuela
El presidente Enrique Peña Nieto viajará hoy a Venezuela para asistir a las exequias del presidente Hugo Chávez. Fox o Calderón no lo hubieran podido hacer. Chávez despreciaba a Fox –el cachorro del imperialismo, lo llamó alguna vez– y sabía que Calderón había usado negativamente su imagen para el fraude electoral. La presencia de Peña Nieto podría significar un reset en las relaciones con Venezuela, tan estropeadas durante la docena trágica panista. Chávez más de una vez mencionó que era necesario estrechar esa relación en materia de petróleo y comercio, hoy casi inexistente. Puede ser que eso no suceda pronto; vienen tiempos difíciles para el país que posee las mayores reservas de petróleo del planeta.



Con la atención concentrada en el arranque del gobierno entrante, la pactomanía desatada, las grillas prelectorales y los acontecimientos de gran calado, como el encarcelamiento de Elba Esther Gordillo (y los que se acumulen en semanas venideras), la actividad económica ha pasado a un segundo plano, no obstante que genera noticias no del todo alentadoras. De hecho, en San Lázaro advierten que la tendencia descendente de dicha actividad –más que obvia desde cuando menos el inicio de la segunda mitad del año pasado– resulta inquietante, por mucho que el ruido político ocupe los principales espacios informativos.
Los especialistas de la Cámara de Diputados lo resumen así: los indicadores dados a conocer en la semana por diversos organismos fueron desfavorables. El producto interno bruto reportó una variación anual de 3.18 por ciento durante el cuarto trimestre de 2012, el menor incremento en los últimos seis trimestres. Incluso, 2012 cerró con un crecimiento económico (3.92) por debajo de lo esperado por el Banco de México y por la Secretaría de Hacienda (4). En particular, para diciembre se reportaron datos negativos, pues el Indicador Global de la Actividad Económica disminuyó 0.99 por ciento respecto al mes anterior y las ventas al menudeo y mayoreo cayeron significantemente (1.81 y 8.77 por ciento anual, respectivamente).
Además, los datos económicos de inicio de año tampoco son halagüeños. En materia laboral, en enero, el empleo formal se expandió en sólo 35 mil puestos de trabajo y la Tasa de Desocupación Urbana creció 0.66 puntos porcentuales anuales, para ubicarse en 6.4 por ciento. Asimismo, la inflación de la primera quincena de febrero aumentó 0.24 por ciento, considerablemente por arriba de lo observado el mismo mes del año anterior (0.07 por ciento). Si además se considera que en Guanajuato se detectó un nuevo brote de gripe aviar, es de esperar que la inflación repunte en febrero.
El Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados reseña que el Inegi reveló que en el cuarto trimestre de 2012 el producto interno bruto registró un incremento anual de 3.18 por ciento, proporción por debajo de la observada en el mismo trimestre de 2011 (3.94 por ciento) y la más reducida de los últimos seis trimestres. Se aprecia que el crecimiento del PIB no fue del todo satisfactorio dado que fue menor a lo previsto en la Encuesta de las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado de enero de 2013 (3.3 por ciento), a lo anticipado por el Banco de México (3.3) y a lo pronosticado por la Secretaría de Hacienda (3.6).
El impulso económico fue resultado de la dinámica diferenciada de sus actividades. Las actividades primarias pasaron de un alza de 0.34 por ciento en el cuarto trimestre de 2011 a un incremento de 7.24 por ciento en el mismo trimestre de 2012. Por su parte, en el periodo señalado, las secundarias y terciarias perdieron dinamismo al pasar de 3.80 y 5.07 por ciento a 1.75 y 3.37 por ciento, en ese orden. A lo largo de 2012, el PIB tuvo un incremento anual de 3.92 por ciento, por debajo de lo anticipado por la SHCP y el Banco de México (4 por ciento) y de lo estimado por el sector privado (3.96). Si bien es marginalmente mayor a lo observado en 2011 (3.89), es inferior a la expansión que se tuvo en 2010 (5.28).
Así, apunta, la tendencia descendente de la actividad económica nacional anual en la segunda mitad de 2012 es inquietante, toda vez que el entorno externo es adverso. La economía global muestra signos de debilidad y se ha dado un ajuste a la baja en sus expectativas de crecimiento económico para 2013 (tanto para economías avanzadas como emergentes, como la mexicana), lo cual significaría un alza de los riesgos a la baja sobre la actividad productiva nacional ante, posiblemente, una menor dinámica de las exportaciones mexicanas.
Por lo que toca al mercado laboral, el citado centro de estudios señala que (independientemente de su reducida calidad) la cantidad de empleos generados en los últimos doce meses también presenta una ligera desaceleración. Mientras que a diciembre de 2012 habían 699 mil 406 nuevos trabajadores registrados en el IMSS (tasa de crecimiento de 4.6 por ciento), en enero de 2013 pasó a 684 mil 265 (4.5 por ciento), el menor dinamismo anual desde mayo de 2012 y la tercera disminución consecutiva en el ritmo de crecimiento, lo que se vio reflejado en la economía en su conjunto (no sólo en el sector formal).
En el primer mes del presente año, la tasa de desocupación (TD) en el país se ubicó en 5.4 por ciento, lo que equivale a un incremento anual de 0.52 puntos porcentuales. Si el desempleo se analiza sólo en zonas urbanas (como se calcula en Estados Unidos), tal indicador fue de 6.4 por ciento, para un crecimiento de 0.66 puntos. Si bien parte del aumento en la tasa de desocupación se explica por la reducción en la población económicamente activa, pues el indicador se calcula como proporción de ésta, la mayor parte del deterioro se debe a un aumento real en el nivel de desempleo; de acuerdo con estimaciones del CEFP, tan sólo en enero el desempleo creció en 239 mil.
En suma, anota el CEFP, tanto el reporte del IMSS como el de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo caracterizan un mercado laboral que va perdiendo dinamismo, pues prácticamente todos los indicadores laborales tuvieron retrocesos. Es importante tener en cuenta que la salida de personas del mercado laboral (la proporción de la PEA se ubicó en el nivel más bajo en los últimos dos años), podría significar un cambio sustancial en el mercado laboral, pues el que este indicador se encuentre en niveles tan bajos podría implicar que las oportunidades laborales escasean por la baja actividad económica, motivando a que la gente deje de buscar trabajo.
Las rebanadas del pastel
Impresionante el interminable río humano que acompañó al féretro de Hugo Chávez a la Academia Militar de Caracas. Y de la unidad de ese pueblo venezolano depende que la profecía no se cumpla: cuando yo me muera volverán los políticos a repartirse esta vaina como en los tiempos de los godos, ya lo verán, decía, se volverán a repartir todo entre los curas, los gringos y los ricos, y nada para los pobres, por supuesto, porque ésos estarán siempre tan jodidos que el día en que la mierda tenga algún valor los pobres nacerán sin culo, ya lo verán, decía, citando a alguien de sus tiempos de gloria (Gabriel García Márquez, El otoño del patriarca).



Más allá de filias y de fobias, casi siempre la muerte es una mala cosa. Son contadísimos los fallecimientos que generan un consenso de satisfacción, incluida la del protagonista, porque uno de los mecanismos para contrarrestar la fugacidad de la vida consiste en imaginar inmutable la constelación de personas a las que uno está acostumbrado a tener en su panorama cotidiano, sea porque les ve la nariz en mitad de la cara todas las mañanas, sea porque, sin conocerlas, se entera de sus actos en el noticiero. Y cuando se de-sacompleta la colección de rostros y de nombres con los que uno mira al mundo, se desvanece la ilusión de entendimiento y orden y todo se vuelve incierto.
La incertidumbre se multiplica y se ahonda cuando el muerto es un dirigente de esos que alebrestan al mundo, como Hugo Chávez, y cuando, como en su caso, el fallecimiento es causa de luto para buena parte –la mayoría absoluta, a juzgar por los números de la democracia– de los venezolanos, para más de medio continente y para pueblos remotos, como el palestino, hacia los cuales el mandatario difunto mantuvo siempre una activa solidaridad. Una desventaja adicional de que muera un individuo polémico como él es que todo, lo bueno, lo malo y lo pésimo, parece estar ya dicho y no queda un resquicio en el que uno pueda colar su propio azoro.


Ayer, mientras millones de personas desbordaban las calles de Venezuela en señal de duelo por la muerte de Hugo Chávez, en el interior de la cúpula bolivariana se consolidaba la transferencia del poder presidencial a Nicolás Maduro, quien en su primer decreto como mandatario ordenó siete días de luto nacional.

En la victoria final
El 5 de marzo de 2013 quedará registrada en la historia contemporánea la pérdida física de un hombre venezolano y latinoamericano que confió firmemente en el sueño del gran libertador, Simón Bolívar.En la victoria final

Venezuela: el día después
Hugo Chávez murió tras una terrible y valiente lucha por su vida. Se ha cerrado la larga fase de su liderazgo y se abre el poschavismo en Venezuela y en toda América Latina.

Al tomar la determinación de detener a la dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, el gobierno actual asume el compromiso de cambiar el país, comenzando por establecer una política de combate a la corrupción y la impunidad. Este es un mensaje claro de una de las decisiones que más han sacudido recientemente a nuestro país, pero no sólo debe serlo indiscriminadamente hacia los sindicatos, a los cuales les han soltado en contra los más bajos instintos, sino también hacia innumerables políticos, empresarios, periodistas y medios de comunicación, jueces, magistrados y ministros, despachos de abogados, sacerdotes, cámaras empresariales y otros más.

No existe un claro candidato al pontificado. A diferencia de hace ocho años, ahora se barajan muchos nombres, sin que se perfile un claro aspirante. Pareciera que hay dramáticos vacíos de liderazgos internos: no se vislumbra ningún cardenal que brille con luz propia, ninguno tiene un fuerte ascendiente, ni está precedido de antecedentes legendarios, merecedor de votos y admiración. Pocos poseen un protagonismo eclesial digno de un epígrafe o de plausibilidad tal que lo coloque en la antesala del papado. Reflejan la oscura y gris generación de un prolongado invierno eclesial. Esto explica por qué los cardenales que constituyen el colegio cardenalicio aún no han fijado la fecha para la realización del próximo cónclave; quieren conocerse más e intercambiar sus diagnósticos sobre el desastre en que se ha convertido el más alto gobierno de una iglesia sacudida y debilitada por los escándalos. Los purpurados que han llegado a Roma no quieren apresurarse en la lógica del cónclave hasta no ahondar en la clarificación de ciertos problemas como el Vatileaks y las nuevas filtraciones, al parecer hechas desde el despacho de Ratzinger, sobre degradación sexual, financiera y política de la curia. Sobre todo los llamados cardenales foráneos han llegado a Roma preocupados más por frenar los escándalos y finiquitar las luchas intestinas de la curia romana como primer paso, establecer consensos y pactos, para después elegir un nuevo papa como subsiguiente curso. Muchos cardenales recién llegados a Roma piden no apresurarse para entrar en cónclave hasta no precisar y discernir esos problemas que la Iglesia presenta como apremio de corrupción interna, que no son otra cosa que la consecuencia de su falta de transparencia y escaso espíritu evangélico. El proceso del cónclave vive bajo la presión, no de los atentos medios, sino de las divisiones internas, las desconfianzas de bloques de la curia y recelos antagónicos de aquellos actores que durante ocho años rodearon al ahora ex papa Benedicto XVI. Queda claro que el proyecto conservador de la Iglesia católica ha fracasado estrepitosamente; la tendencia autoritaria que bloqueó el ímpetu progresista emanado del concilio ha mostrado su agotamiento e inviabilidad y ha colocado a la Iglesia al borde de un cisma. El conservadurismo intransigente del bloque Juan Pablo II y Benedicto XVI disciplinó y reprimió a los sectores progresistas, alegando que atentaban a la identidad eclesial y ponían en riesgo la continuidad y tradición de la Iglesia. Dicho bloque se ha derrotado a sí mismo y ha puesto a la Iglesia al borde del abismo e infortunio. La Iglesia, en términos generales, está en estado de shock, de crisis, y mientras no se reconozca será muy difícil buscar salidas. Una iglesia envejecida, sus templos cada vez más solitarios, dificultad para encontrar vocaciones, menos sacerdotes en relación con el crecimiento de la población y más parroquias desatendidas. Los jóvenes no se sienten cómodos y tienen dificultades para interactuar con la Iglesia. Las mujeres encuentran en la retórica clerical una amenaza a su cuerpo y su dignidad. La Iglesia requiere más que nunca, bajo el acoso de escándalos y pérdida de autoridad moral, un nuevo papa que, como Juan XXIII, proclame la necesidad de volver a abrir las ventanas para que entre aire nuevo. No se trata de una nostalgia sesentera sino de una apremiante necesidad de encontrar nuevos equilibrios e hipótesis de salida al naufragio actual. La Iglesia debe recuperar el espíritu optimista del Concilio Vaticano II o diseñar uno nuevo para que dialogue con franqueza y naturalidad con la cultura contemporánea.

En la pantalla de la tv, Maduro informa sin sorpresa, con voz entrecortada, la noticia previsible: Hugo Chávez, el bolivariano, el presidente y comandante de una revolución única, odiado por sus enemigos e idolatrado por los suyos, ha muerto en Caracas. Un recuerdo me viene a la memoria: hace 57 años, el 5 de marzo de 1956, distraído en alguna vagancia adolescente me estalló en la cara el titular de las Últimas Noticias formado con la más enorme tipografía que el griterío del voceador remarcaba: ¡Ya!, ¡Al fin! Elocuencia suficiente para notificar que Stalin había descendido a los infiernos. Ahora escucho, veo y leo la catarata de discursos, comentarios, mensajes, condolencias afligidas por el fallecimiento de Chávez, sinceras unas, pronunciadas con dolor, espontáneamente; otras son textos preescritos para la ocasión inminente. ¡Ya!, o ¡Al fin!, podrían repetir muchos noticiarios y periódicos globales, sin ocultar el gesto de satisfacción perfilado en los labios de sus corresponsales. Guerra mediática para influir en la espera. Tensión vigilada. Duelo. La muerte de Chávez es un acontecimiento político cuyas consecuencias apenas se alcanzan a vislumbrar, pero no pasará mucho tiempo antes de que los enigmas comiencen a despejarse para Venezuela, en primer término; para Cuba y, a querer o no, para Latinoamérica, que será otra sin la presencia del revolucionario venezolano. Chávez ya es parte de la historia, la disputa por su legado ha comenzado. Para registrar el momento, quisiera traer a colación algunas palabras dichas por Chávez a José Vicente Rangel en ya famosa entrevista, de la cual tomé varios fragmentos en los que el presidente se refiere (con el ritmo de la improvisación) a su infancia en Sabaneta, su pueblo natal, seguida de dos opiniones en torno a debates que lo acompañaron en vida. Son ejemplos, pero estimo que esas citas ayudarán al lector a comprender mejor la personalidad de Chávez, sus raíces y complejidades.

Estamos engordillados, pues tantas noticias y comentarios sobre la detención de Elba Esther Gordillo (EEG) nos han inundado como pocos temas, y todavía saldrán más información y posibles cómplices.

La boleta de calificaciones escolares se coló al centro mismo de la política nacional. Ignorante, le dijo Elba Esther Gordillo al secretario Chuayffet, quien afirmó terminante: No hay marcha atrás, la decisión de la reforma educativa se tomó desde el poder constitucional. Uno de los asuntos, materia aparente de ese rudo intercambio entre ambos personajes, son los exámenes, evaluaciones, calificaciones y certificados de los estudiantes, regulados desde agosto pasado por el acuerdo 648 de la SEP calderoniana. Dicho acuerdo, anunció el flamante secretario priísta, se derogará, y este anuncio fue parte del pretexto de la violenta explosión de la lideresa.

En la tarde del 5 de marzo, visiblemente conmovido, el vicepresidente Nicolás Maduro dio la trágica y dolorosa noticia que nunca hubiéramos querido escuchar. Había fallecido el presidente comandante Hugo Rafael Chávez Frías. Difícil asociar la muerte con ese hombre tan vital que tanto amó la vida y movió cielo y tierra por hacerla más libre y digna a los pobres de la Tierra.

Hoy todos estamos perdiendo hasta la camisa. No ganamos dinero. Las cuentas, en rojo, dijo Rex Tillerson, gerente de Exxon-Mobil (XOM), al Council on Foreign Relations al reconocer los pésimos resultados de las cuantiosas inversiones hechas en la explotación de gas de esquisto (shale) (Wall Street Journal (27/VI/12). Aquello fue un balde de agua fría para la exuberante retórica por fósiles no-convencionales de las grandes firmas encabezadas por XOM, principal productora de gas natural de Estados Unidos, tras comprar la gasera XTO en 2010 (ibid). Tillerson mencionó la seguridad energética de Estados Unidos y mostró esperanza por una reforma (léase desnacionalización energética) en México. Poco después y en línea con XOM, los diputados del PRI avisaron que se les instruyó “dar prioridad a la privatización del gas shale”, hoy parte de la Estrategia Nacional de Energía (La Jornada, 1/III/13, p.18).

En cortísima temporada de tres días en el teatro El Milagro, el creador escénico argentino Rubén Szchumacher inicia una breve temporada en México con el unipersonal Escandinavia escrita por el también argentino Lautaro Vilo que lo codirige junto a Rubén, quien muestra algunas de las razones por las que es tenido como uno de los teatristas más sólidos de su país y de muchos otros, aunque entre nosotros no sea muy conocido. Con un amplísimo currículum que incluye la dirección y adaptación de muchos montajes teatrales, estudios, entre otros, de música y de psicología social, además de los premios el Ace y el Ace de oro de la Asociación de Críticos del Espectáculo, el Florencio Sánchez y el María Guerrero, además de ser cooperativista del espacio teatral Elkafka en donde suele estrenar sus escenificaciones. Como director pudimos conocer en visita previa su trabajo en un texto brechtiano con un excelente grupo que así egresó del Centro Universitario de Teatro (CUT), y ahora el público en general podrá apreciar su dirección escénica con el estreno de Viejos tiempos de Harold Pinter (y por cierto, es una excelente idea de Juan Meliá enviar un sobre con las invitaciones para los estrenos de todo marzo en los teatros del Centro Cultural del Bosque).



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