La
figura de Hugo Chávez fue convenientemente demonizada para generar un
infundado temor electoral en sociedades donde asomaba la posibilidad
del cambio desde la vía pacífica. En México así sucedió especialmente
en los comicios de 2006, cuando los múltiples poderes de élite
amafiados para frenar a Andrés Manuel López Obrador asociaron en
términos propagandísticos al venezolano con el tabasqueño, sin que
siquiera éstos se conocieran personalmente ni mantuvieran comunicación
o alianza política, en una maniobra de guerra sucia cuyos efectos de
división social, atraso político y agravamiento de la corrupción y la
injusticia se vivieron durante el periodo del calderonismo y continúan.
Chávez, a contrapelo de la imagen negativa que construyeron y
difundieron los poderes por él confrontados, llegó y se sostuvo en el
poder gracias a una aritmética electoral impecable, a una relación
directa de beneficio a las grandes mayorías de su país y a un estilo
personal de comunicación que incluyó ribetes que sacaban de sus
casillas a sus adversarios, en especial la oratoria grandilocuente, la
vocación cantora, las posturas antimperialistas retadoras y esa
decantación inequívoca, tajante, orgullosa y militante en favor de las
masas, del pueblo, de su gente y, desde luego, de la revolución
bolivariana y su vía al socialismo en el siglo 21.
Aún en términos estrictos del muy discutible modelo democrático
vigente, Hugo Chávez tuvo una legitimidad indiscutida, y a pesar de las
permanentes campañas de descrédito en su contra falseando datos
relacionados con la economía y exacerbando los puntos débiles de su
gobierno, colocó a Venezuela en un lugar destacado de los escenarios
mundiales, reavivó y confirmó la esperanza en la lucha por la mejoría
de los pueblos y generó múltiples iniciativas internacionales de
reagrupamiento y fortalecimiento de gobiernos de izquierda o
progresistas (la Unión de Naciones Sudamericanas, Unasur; la Alianza
Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, Alba; la Comunidad de
Estados Latinoamericanos y Caribeños, Celac; Petrocaribe, el Banco del
Sur y Telesur, por dar ejemplos).
El acelerado proceso de declinación física de Chávez tiene como
referente una gran consolidación electoral del Partido Socialista
Unificado de Venezuela, que dejó a la opositora Mesa de la Unidad
Democrática con solamente tres de las 23 gubernaturas en juego en
diciembre pasado. En estos comicios regionales volvió a ser electo como
gobernador de Miranda, la demarcación que incluye parte de la zona
metropolitana de Caracas, el principal opositor de Chávez, Henrique
Capriles, quien había obtenido 44 por ciento de los votos depositados
en octubre del mismo 2012 para elegir presidente de la república,
contra 55 por ciento a favor de quien luego, a causa de sus problemas
de salud, no pudo presentarse a rendir protesta para su nuevo periodo
de gobierno.
Capriles es el único personaje de la oposición venezolana con
posibilidades de enfrentar decorosamente a Nicolás Maduro, designado
por Chávez como su heredero político y encaminado abiertamente desde el
lecho hospitalario cubano a ser el candidato a la continuidad en caso
de que el comandante nacido en Sabaneta no pudiese cumplir su nuevo
periodo de gobierno. Por sí misma, la oposición venezolana al chavismo
parecería naturalmente encaminada a otro fracaso electoral, pero habrá
de verse hasta dónde llega la mano de Estados Unidos, que ha hecho
cuanto le ha sido posible para obstruir el proyecto huguista de cambio.
Las fuerzas armadas han expresado inmediato respaldo a la
institucionalidad venezolana, pero ayer mismo se había informado de la
expulsión de dos agregados aéreos de la embajada de Estados Unidos en
Caracas, uno por haber hecho propuestas
desestabilizadorasa militares venezolanos y otro por haber realizado
contactos no autorizados con oficiales de las fuerzas armadas.
El propio Maduro expresó ayer una hipótesis respecto de la muerte de Chávez:
Nosotros no tenemos ninguna duda, llegará el momento indicado de la historia en que se podrá conformar una comisión científicaque habrá de confirmar
que el comandante Chávez fue atacado con esta enfermedad, (...) los enemigos históricos de esta patria buscaron el punto para dañar la salud de nuestro comandante. Aun cuando hay una cómoda proclividad en algunos medios para tratar de asumir que los procesos políticos se mueven sin conspiraciones (cuando lo natural en la política son los acuerdos secretos o discretos entre aliados que buscan derrotar o exterminar a sus adversarios, y aun cuando la historia de las relaciones de Estados Unidos con sus opositores es la de la permanente búsqueda de asesinar a los líderes insurrectos, como infinidad de veces intentó Washington contra Fidel Castro), el planteamiento de Maduro no es desproporcionado. Basta ver la insólita puntería cancerígena de años recientes contra mandatarios sudamericanos no alineados con Estados Unidos.
En otro tema, cardenales brasileños han puesto sobre la mesa, antes
de entrar al enclaustramiento que permitirá elegir al sucesor de
Benedicto XVI, el tema de la investigación (Vatileaks)
ordenada por éste a una tercia de purpurados octogenarios respecto de
pederastia, sexualidad desbordada, corrupción y peleas por el poder.
Según se ha señalado, el quemante informe será entregado solamente al
nuevo papa, de quien se esperan juventud, fuerza y decisión para
encarar las endemoniadas circunstancias de la política vaticana y sus
ramificaciones por el mundo.
Los brasileños consideran que el conocimiento de ese diagnóstico
crudo permitiría contar con elementos fundamentales para definir el
perfil del siguiente pontífice. De otra manera, a fe de este tecleador
hereje, se correrá el riesgo cantado de colocar en la cúspide de la
Iglesia católica a un partícipe o encubridor de los vicios que según
eso llevaron al señor Ratzinger a dimitir del altísimo cargo.
Y, mientras la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación
pelea para impedir que el gordillazo quede en un reacomodo más de lo
mismo, ¡hasta mañana, sin fuero legislativo!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
El jueves 21 de febrero –había regresado de La Habana tres días antes– esta sección publicó el que sería el último tuit del presidente Hugo Chávez: ‘‘Sigo aferrado a Cristo y confiado en mis médicos y enfermeras. ¡Hasta la victoria siempre! ¡Viviremos y venceremos!’’
Si me preguntaran por su legado contestaría a botepronto que Venezuela
tiene la gasolina más barata del mundo: 50 centavos el litro. En
contraste con la más cara, la de México, a $11.14. Pero va mucho más
allá su legado: ejerció una gran influencia a través de la
petrodiplomacia. En materia de relaciones internacionales, firmó
acuerdos con Cuba, Rusia, Bielorrusia, China, Bolivia, Irán, Argentina,
Nicaragua y Brasil, por señalar algunos. El diario Financial Times
dice que ‘‘fue el más controvertido y quijotesco líder latinoamericano
de los años recientes’’. Su paso de 14 años por el gobierno venezolano
marcó un punto alto en el despertar de la izquierda. Su ‘‘socialismo
del siglo XXI’’ estuvo ligado íntimamente a su personalidad y la
incógnita es si sobrevivirá a su muerte. Una trágica ironía marcó la
etapa final de su vida: en octubre pasado ganó una elección que le
otorgó su cuarto periodo en la presidencia. Sin embargo, nunca pudo
tomar posesión. Los poderes legislativo y judicial le dieron una
especie de licencia indefinida por motivos de salud. Su prolongada
estancia en La Habana, sin noticias o con noticias confusas sobre el
desarrollo del cáncer, anticipaba un desenlace funesto. Volvió a
Caracas sólo para morir. Tenía 58 años.
La oposición
Petróleos de Venezuela manifestó que hay ‘‘pleno
abastecimiento de gasolina, ya que se cuenta con suficiente combustible
para proveer el mercado interno, contando con niveles óptimos de
inventarios en el sistema de almacenamiento de las refinerías en todo
el país’’. También se hizo un llamado a los usuarios ‘‘a no hacerse eco
de rumores y hacer caso omiso de ellos, pues con esto sólo generan una
alarma innecesaria que termina por aumentar el consumo del producto por
compras nerviosas’’. Ante la muerte del presidente, la oposición hace
de las suyas desatando rumores para poner en situación difícil al
vicepresidente Maduro.
Euforia en Wall Street
No tiene relación con el lamentable suceso de Venezuela,
pero ayer el índice Dow Jones marcó un récord histórico al alcanzar la
marca de 14,253,77 puntos, superando la de octubre 11 de 2007, que fue
de 14,164.53. Eso significa que los llamados mercados financieros
rebosan optimismo; ya dejaron atrás los amargos recuerdos de la
recesión. Dos acontecimientos marcaron la jornada bursátil: el
compromiso de China de mantener el ritmo de crecimiento de su economía
y el de los bancos centrales de continuar una política de impulso al
desarrollo; ya basta de recortes. Es un buen punto para el gobierno del
presidente Obama, sólo que la Constitución estadunidense no permite una
nueva relección. Ocho años son bastantes.
Historias de periodistas
El libro Tú y yo coincidimos en la noche terrible,
del colectivo Nuestra aparente rendición, fue presentado en la Facultad
de Estudios Superiores Acatlán. Narra las historias de 127 periodistas
asesinados y desaparecidos en los sexenios de Fox y Calderón. El libro
fue coordinado por Lolita Bosch y Alejandro Pérez Salas. En la
presentación intervinieron Silvia González Quintero (coordinadora del
proyecto Derechos humanos y construcción ciudadana), Alejandro Vélez
Salas y Diego Legrand.
Durante la conferencia
magistral La madre de todas las batallas: el petróleo y gas de México,
celebrada en la sede de las izquierdas (www.youtube.com/watch?v=CW6z Ybgc2vE), dos de los puntos nodales versaron sobre, uno, la gran jugada del gas esquisto ( shale gas) por
encima del petróleo como piedra de toque de la Estrategia Nacional de
Energía (ENE) –que implícitamente acepta el nuevo director de Pemex,
Emilio Lozoya, en sus entrevistas al periódico británico con disfraz
español El País (25/2/13) y a The Financial Times (27/2/13)–
y, segundo, la bidireccionalidad inextricable entre la bursatilización
financiera y los hidrocarburos en el manejo de las añejas
siete hermanasanglosajonas.
En el ranking por renta (revenues) de las sobresalientes 500 trasnacionales globales de la revista Fortune/Time, entre
las 10 primeras aparecen siete petroleras (¡70 por ciento!), lo cual
refleja el gran negocio geoestratégico/geoeconómico/geofinanciero del
oro negro: 1) Royal Dutch Shell (angloholandesa: renta de 484 mil 489
millones de dólares, con ganancias por 30 mil 918 millones) 2.) Exxon
Mobil (EU) 4) British Petroleum 5) Sinopec (China) 6) China National
Petroleum 8) Chevron (EU) 9) Conoco Phillips (EU).
Finalmente
el cáncer venció en la tremenda batalla que entabló contra su duro
rival, el presidente Hugo Chávez. Murió el dirigente, y el pueblo
venezolano pierde un gran líder, pero de él depende dar continuidad y
mayor solidez al proceso revolucionario que vive aquella nación
sudamericana. Y la tarea no es nada fácil, ni de corto plazo, porque en
los 14 años que el fallecido mandatario se mantuvo en el poder la
mancuerna antichavista (la derecha autóctona y la
desinteresadaintervención del gobierno estadunidense) nunca quitó el dedo del renglón, y menos lo hará ahora: echar para atrás todo lo que huela a revolución y a socialismo.
Peligroso momento político y social el que vive Venezuela: el
comandante murió en plena efervescencia de la oligarquía autóctona
(política y económica) y de la siempre activa diplomacia estadunidense
del garrote, quienes, aprovechando la coyuntura, han metido el
acelerador a fondo no sólo para recuperar el negocio-nación que durante
muchísimos años mantuvieron bajo su dominio (petróleo incluido), sino
para aprovechar la importancia geoestratégica que esta nación mantiene
en el contexto latinoamericano.
Es innegable el apoyo popular del que gozó Hugo Chávez (la justicia
social fue premisa de su gobierno y base de su revolución bolivariana).
Sin él, el mandatario nunca hubiera avanzado hasta donde llegó ni le
hubiera dado el giro que logró en la política venezolana, pletórica,
antes de su llegada al poder, de mandatarios y legisladores al servicio
de la oligarquía, antipopulares, corruptos hasta los huesos y
entreguistas a más no poder, quienes no sólo fueron heraldos de la Casa
Blanca, sino sus descarados operadores internos y regionales.
Algunas naciones sudamericanas podrían resentir, más allá del afecto
personal por el mandatario fallecido, la ausencia de Hugo Chávez. Cuba
es un caso especial, porque el intercambio de petróleo por médicos
podría sufrir alteraciones, sino es que la cancelación. La proyección
internacional de Venezuela también es innegable. El ex mandatario la
colocó en los primeros lugares, y aprovechó el petróleo como lo que es:
una herramienta de negociación de política, no un simple producto. A lo
largo de los años, el comandante logró amarres importantes con sus
pares latinoamericanos para el avance de su movimiento, pero llegado el
momento todo esto podría desaparecer. Depende de cómo reaccione el
pueblo venezolano y cómo manejen la sucesión los cercanos al ex jefe de
Estado.
¿Qué sigue? Para efectos legales, la Constitución de Venezuela establece lo siguiente:
serán faltas absolutas del presidente o presidenta de la República: su muerte, su renuncia, o su destitución decretada por sentencia del Tribunal Supremo de Justicia (...). Cuando se produzca la falta absoluta del presidente electo o presidenta electa antes de tomar posesión, se procederá a una nueva elección universal, directa y secreta dentro de los treinta días consecutivos siguientes. Mientras se elige al nuevo presidente, se encargará de la Presidencia de la República el presidente o presidenta de la Asamblea Nacional. Si la falta absoluta del presidente o la presidenta de la República se produce durante los primeros cuatro años del periodo constitucional, se procederá a una nueva elección universal, directa y secreta dentro de los treinta días consecutivos siguientes. Mientras se elige y toma posesión el nuevo presidente o la nueva presidenta, se encargará de la Presidencia de la República el vicepresidente ejecutivo o la vicepresidenta ejecutiva.
La
madurez y solidez de la revolución bolivariana de Hugo Chávez está a
prueba. La mayoría de los venezolanos –y así consta electoralmente– se
pronuncian por mantener la ruta trazada por el ex jefe de Estado. Obvio
es que los integrantes del primer círculo chavista también, pero los
embates de la oligarquía autóctona y los
amigousdel norte, de por sí severos, sin duda subirán de tono e intensidad. Por ello, a pesar del dolor que les provoque la ausencia definitiva del expresidente, deben actuar con la cabeza fría y la unidad por delante.
No es para menos. Lo que está en juego es descomunal, y los de
enfrente lo saben a la perfección. Por la vía legal, la citada
mancuerna intentará de todo para retomar el poder, y si esta vía no les
funciona qué más les da si allí está la ruta de la ilegalidad, que es
la que han intentado explotar a lo largo de los últimos 14 años. Sólo
hay que recordar la intentona golpista de 2002 y el papel jugado por
los
amigousdel norte y los empresarios autóctonos, siempre dispuestos a traicionar a su país de origen.
Desde la Casa Blanca, Barack Obama mandó un mensaje: “en estos
momentos desafiantes de la muerte del presidente Hugo Chávez, Estados
Unidos reafirma su apoyo al pueblo venezolano y su interés en
desarrollar una relación constructiva con el gobierno venezolano…
Mientras Venezuela abre un nuevo capítulo en su historia, Estados
Unidos sigue comprometido con las políticas que promueven los
principios democráticos, el imperio de la ley y el respeto por los
derechos humanos”.
Estados Unidos espera
un nuevo capítuloen su historia, y no es precisamente el segundo de la revolución bolivariana. Las
coyunturas políticashan sido la especialidad gringa a lo largo de su existencia, y la que vive la nación sudamericana no tiene por qué ser la excepción, de tal suerte que el gobierno
amigouque para Venezuela pide
respeto a los derechos humanos(¿tipo Guantánamo?) anuncia oficialmente que está dispuesto a entrarle con todo para
corregirel rumbo heredado por Hugo Chávez. La respuesta, pues, no puede ser otra que la unidad ante la afrenta.
Por lo pronto, un gran mariachi para Hugo Chávez en su despedida, y
muchísima inteligencia, serenidad y cabeza fría en el equipo de relevo.
Las rebanadas del pastel
Será el sereno, pero al comandante no se le podía acusar
de mentiroso: “eres un ignorante, burro, hombre enfermo, inmoral,
cobarde, mentiroso, genocida, mataniños, borracho, ridículo. Ah, mister Danger,
te metiste conmigo pajarito y entonces yo te voy a recordar desde acá,
desde las sabanas de Apure, donde los llaneros le hicieron morder el
polvo a los imperialistas que aquí vinieron. Te lo voy a decir en
verso, mister Danger, en un verso que es de Cantaclaro: yo soy como el espinito, mister Danger,
que en esta sabana florea, le doy aroma al que pasa y espino al que me
menea” (Hugo Chávez, 19 de marzo de 2006, en discurso contra George W.
Bush)... Carlos Romero Deschamps anda de chistoretero:
estoy tranquilo, tengo las manos limpias, dice.
La
muerte del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ocurrida ayer tras
casi tres meses de ausencia en el cargo por motivos de salud, tiene
implicaciones que rebasan, por mucho, el ámbito de la mera sucesión
presidencial en el país caribeño: la ausencia definitiva del mandatario
venezolano plantea una disyuntiva entre la continuidad o no del
proyecto de transformación política, económica y social iniciado hace
casi 14 años, que marcó un parteaguas en la historia de ese país y de
la región.
Réquiem por Hugo Chávez
Hugo Chávez fue de esos
gigantes que saben dar vuelta a la historia con generosidad y amplitud
de miras. Que avanzan hacia el horizonte sin tropezarse con las
piedras. Que derraman dignidad y no saben vivir sin luchar por la
justicia. Es de esos grandes libertarios, pensadores, constructores que
nunca dejan de crear, de tejer, de hacer posible un futuro de
esperanza. América Latina fue su patria, su utopía y su campo de lucha.
América Latina creció con él.
En octubre de 2010, Hugo Chávez acudió a dar el pésame a la presidenta
de Argentina, Cristina Fernández, por la muerte de su esposo, Néstor
Kirchner Foto Ap
Ha
muerto un hombre de bien, un hombre del pueblo y para el pueblo que
luchó por dignificar y dar poder a los humildes de su querida República
Bolivariana de Venezuela. Fue un hombre de su tiempo y un adelantado
que alcanza la inmortalidad de los predestinados para dejar huella en
la historia del mundo de las resistencias y revoluciones. Soñó, como su
mentor Bolívar, con una América Latina unida y libre de la dominación
imperialista. Como su gran amigo y consejero Fidel, puso en marcha las
fuerzas telúricas de los explotados para dejar de serlo y avanzó a
contracorriente de inercias, telarañas seculares y conspiraciones.
Soberbio,
como es, Norberto Rivera Carrera desoye las voces que desde México
exigen que no forme parte del cónclave para elegir al nuevo papa. Esas
voces han concentrado su llamado en una carta en la que refieren el
sistemático proceder del cardenal Rivera al encubrir a sacerdotes
católicos cuyos actos de pederastia están bien documentados.
Con
un simple manotazo autoritario, el resarcido coágulo de poder
presidencial descuadró a la élite mexicana. Unos corrieron a esconderse
sabedores de las cuentas que tienen pendientes. Otros, presos de santo
temor, pusieron sus barbas a remojar y juraron, ante el espejo de sus
propias trabazones, emprender la limpieza de sus cuarteadas imágenes
públicas. El coro del aparato de convencimiento acudió, como siempre,
presuroso y lamentable, para realzar los nuevos botones de mando que le
surgieron de pronto al Ejecutivo federal. Ahora Peña Nieto es otro,
dicen, no sólo porta un atuendo distinto, sino que se ha vestido con
otro invulnerable. El anunciado parteaguas inaugural tomó por asalto la
escena pública ante los atónitos ojos de los ciudadanos, aún los
enterados. Una jauría acudió presta y gozosa al festín de la foto tras
las rejas. La celebración se extendió por el ámbito público y, también,
en la intimidad, en ambas partidas no sin buena dosis de regocijo
malsano. La caída de una de las inaceptables reinas de la decadente
frivolidad: Elba Esther Gordillo.
La
muerte del presidente Hugo Chávez se prestará como lúgubre y festivo
telón de fondo para los magnates y achichincles de la Sociedad
Interamericana de Prensa (SIP) que el próximo fin de semana se reunirán
en el hotel Intercontinental de Puebla.
Escribo
estas líneas no como experto en educación –que no lo soy–, sino como
maestro universitario, que he sido desde hace ya treinta años.
Para
decirlo suavemente, el desempeño del capitalismo a escala mundial ha
dejado mucho que desear. De manera más clara, frente a nuestros ojos
tenemos un desastre desarrollándose en cámara lenta. No sólo el
crecimiento ha sido mediocre y el problema de la desigualdad se ha
agravado, sino que las crisis se hicieron más comunes y agudas. Los
desequilibrios económicos mundiales se intensificaron y hoy constituyen
uno de los factores más importantes de inestabilidad e incertidumbre.
El sector financiero se expandió de manera absurda y en lugar de que
las agencias reguladoras le tengan bajo control, pudo someter a la
política económica a sus necesidades.
El Banco Mundial (BM) acaba de publicar una investigación sobre la clase media en América Latina (Economic Mobility and the Rise of the Latin American Middle Class).
Este texto seguramente será ampliamente citado por políticos e
investigadores. Conviene analizarlo porque contiene una definición,
cálculos y estimaciones poco rigurosos.
A veces los autores ilegibles caen en la cursilería. Pretenden ser finos
sin serlo para justificar la dificultad que implica la lectura de sus
cuentos, ensayos, poemas o novelas. No son de difícil lectura por
buenos, sino por malos. No lo son por exigirle mayor esfuerzo al lector
para multiplicar el goce de la lectura, como hace Vila-Matas en un
ejercicio gozosamente lúdico donde las referencias eruditas son como
espejos que ensanchan el espacio de su narrativa, sino porque son de
plano incapaces de emocionar al lector. Y los buenos libros, conviene
recordar, se miden por la emoción que provocan.
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