“Sentimos en el alma el dolor de las agresiones, pero mientras la
sociedad no participe, estamos fritos, afirmó la activista María
Herrera Magdaleno (izquierda) quien tiene cuatro hijos desaparecidos.
Junto a ella, Mirna Medina
Las desapariciones forzadas y la ausencia de justicia, a pesar de la
lucha emprendida por familiares de las víctimas, demuestran el estado
de emergencia en que se encuentra el país, afirmó la activista María
Herrera Mag- daleno, quien tiene cuatro hijos desaparecidos.
La dirigente de la fundación que lleva su nombre y de una
organización que suma a grupos de familiares de ausentes en al menos 17
estados del país, es conocida como Mamá Mari: la madre de
todas, la líder rocosa en sus reclamos y gritos al gobierno, pero
también dolorida y triste, con ojos siempre llorosos, incluso sin que
ella se dé cuenta.
La lucha y búsqueda realizada por María Herrera y su familia se
inició en 2008, cuando en el municipio de Atoyac de Álvarez, Guerrero,
desaparecieron sus hijos Raúl y Salvador. Junto con ellos también
fueron privados de la libertad cinco trabajadores.
Cuando buscaban a sus hermanos, hombres armados levantaron
a otros dos de sus hijos: Luis Armando y Gustavo Trujillo Herrera, en
Poza Rica, Veracruz, junto con dos ciudadanos más, el 22 de septiembre
de 2010.
11 desaparecidos
En total, por estos dos hechos permanecen desaparecidos
11 hombres, incluidos los cuatro hermanos. Para iniciar su lucha María
Herrera y sus hijos, entre ellos Carlos, fundaron la organización
Enlaces Nacionales, que incluye grupos de búsqueda y familiares de
desaparecidos en 17 estados.
–Desde que empezaste esta lucha y has estado recorriendo el país,
¿qué ha cambiado en el escenario de los desaparecidos en México?
–Creo que es una pregunta que hay que hacer a otras familias de
desaparecidos, pero en los enlaces nacionales que tenemos, la forma en
que han respondido ha sido un poco conservadora para nosotros. Enlaces
nacionales es una herramienta que pueda servir, que todo mundo la use y
ayude a quien la necesite.
–¿Ya se puso a la altura del problema de los desaparecidos el
gobierno, la Procuraduría General de la República y la Comisión
Ejecutiva de Atención a Víctimas?
–Sigo pensando que están desconcertados. No saben qué hacer y no
esperaban la magnitud de este problema, que fuera a tener estas
consecuencias tan funestas. A la fecha todavía se dan oportunidades
para prepararse, para capacitarse o doctorarse en tal o cual ámbito, y
esto indica que no vienen con la herramienta necesaria para desempeñar
su trabajo al ciento por ciento.
Todavía están viendo la manera de organizarse y esto nos da a entender que no hay tal preparación para una resolución de un problema tan grave como el de los desaparecidos. Creo que lo debemos resolver los tres niveles de gobierno y la sociedad.
–Pareciera que no hay sociedad que los respalde…
–Ha habido respuestas muy buenas de una parte de la sociedad y nos
hemos rodeado de gente, de personas cultas, civilizadas, que entienden
nuestro problema y sentimos que nos respaldan en muchísimas cosas. Creo
que va a llegar un momento en que haya más respaldo de la sociedad,
pero no del gobierno, porque a quienes nos respaldan, los mueven o los
corren.
–¿Dejaron de ser invisibles los desaparecidos y la lucha de ustedes?
–Creo que sí, con paso muy lento, pero es un paso seguro.
–Te tocó tratar con Felipe Calderón, ¿qué diferencia hay con Enrique Peña Nieto?
–Es como de lo blanco a lo negro. No sé si (Felipe) Calderón hizo lo
que otros, que no hayamos cómo remediar la situación. Tal vez fui
injusta, creo que sintió cierta compasión por lo que hizo. No digo que
fue tonto y no supo lo que hizo, porque bien sabía lo que se esperaba:
después de una guerra hay consecuencias y son funestas, y quizá no lo
quiso ver así o pretendió no verlo así.
Calderón nos dañó a morir
“Nos dañó a morir, nos dejó muertos en vida, y sabemos
que él lo hizo por permitir esa guerra absurda y por no haber
prevenido, haber dicho ‘voy a lanzar esta fauna de fieras salvajes,
cierren sus puertas, no salgan’”.
Sin embargo, agrega, “Calderón al menos nos preguntó después de
fregarnos, ‘en qué te ayudo’. Este señor (Peña Nieto) ni siquiera eso.
No ha habido diálogo con él. No sabe ni cómo andamos ni ha dado
seguimiento al tema.
“Empeoró todo con Peña Nieto porque delegó su obligación en (Miguel
Ángel) Osorio Chong (secretario de Gobernación) y él con Lía Limón
(subsecretaria de Derechos Humanos de esa dependencia), y así se hacen
cascarita y cuando pasan las cosas nadie es responsable de nada. Ellos
nos dicen ‘vayan a tal ventanilla, a tal oficina, más allá’, pero no
pasa nada”.
–¿Entonces, ¿el gobierno es parte del problema, por la complicidad, la corrupción?
–El gobierno no es parte, el gobierno está metido, es el problema.
Con esto de Ayotzinapa se destapó lo que ya habíamos dicho: son los
estados los responsables, y el gobierno federal lo sabe, pero son
libres y soberanos, sí señor, para que hagan lo que les da su regalada
gana y nadie les marca límites. Y no hay quién diga ‘esto es federal,
lo atraigo, y esto es estatal’, y ahí están los casos. Sabemos que las
mismas personas con las que nos mandan son las que contribuyeron a la
desaparición de nuestros hijos.
Matan a activistas y periodistas porque saben mucho
–En tiempos en que están matando periodistas y activistas, ¿qué hay por hacer?
–Este es un mensaje muy claro que nos matan a los activistas, a los
reporteros, porque nosotros como familiares sabemos que son las únicas
personas que tratan de pasar al cien la noticia, tal como es, ¿qué
hacen? ¡Los callan! y si los callan están callando miles de voces y
oídos que pudieran darse cuenta de la crueldad, de lo que estamos
viviendo.
Sentimos en el alma el dolor de las agresiones, pero mientras la sociedad no participe estamos fritos, porque bien podemos llorar, gritar y patear, y es poco lo que podemos hacer.
Esto que vivimos es un dolor con el que no te acostumbras, es un dolor que debe compartirse con la sociedad. Esto que vivimos tiene su nombre y al gobierno no le gusta llamarlo así, pero esta es una emergencia nacional que debe unirnos a los afectados y a la sociedad mexicana.
Foto Foto Javier Valdez
Javier Valdez Cárdenas
Periódico La Jornada
Domingo 16 de agosto de 2015, p. 24
Culiacán, Sin.
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