Utopía
Eduardo Ibarra Aguirre*
No fue una casualidad la publicación de Las necesidades de un ombudsman militar en México, en el número 22 de Forum, de octubre de 1993, en coincidencia con los 25 años de la masacre del 2 de octubre de 1968.
Sí fue una manera de hacer un corte de caja, junto con los textos El Ejército vetó la reelección y ¿En busca de cuál verdad? Además de la síntesis de un capítulo de la tesis de maestría del general José Francisco Gallardo y como foto de portada, la de Héctor García con la catedral y la Bandera Nacional como fondo, los oradores del mitin sobre un camión del Instituto Politécnico Nacional y Fausto Trejo al micrófono, en agosto de 1968.
Uno de los actores centrales frente al movimiento estudiantil-popular de 1968 fue sometido a disección por la novel pluma de Gallardo Rodríguez, en una edición de apenas 1 500 ejemplares por decisión del dueño e impresor de Forum y que, sin embargo, fue el número que a lo largo de 400 ediciones le dio la vuelta al mundo, al convertirse en uno de los ensayos más reproducidos y citados en la década de los 90 y la siguiente.
La propuesta de la defensoría de los derechos humanos de los militares y de la sociedad respecto de éstos, desató la ira del alto mando castrense de Carlos Salinas, encabezado por Antonio Riviello, y de Ernesto Zedillo con Enrique Cervantes.
La furia quedó plasmada en las 27 averiguaciones previas, nueve causas penales y nueve autos de formal prisión dictados en contra de Gallardo. También en el hostigamiento ministerial durante 34 meses y el boicot publicitario a Forum.
La prisión política del general Gallardo concluyó a los ocho años, tres meses y 28 días de iniciada, durante el gobierno de la “pareja presidencial”, merced no tanto a la vocación democrática del par de ineptos ahora enriquecidos, sino por la puja de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la decisión de la Corte Interamericana de litigar el caso, de organizaciones no gubernamentales del orbe y las mexicanas, por la opinión pública y publicada.
Una prueba fue el asalto a la oficina de Forum para apoderarse de los discos duros y los archivos digitales, la víspera de la liberación del general, en una advertencia desesperada del grupo castrense que montó el andamiaje ilegal.
Aberraciones jurídicas y acciones despóticas aparte, con Un ombudsman militar para México, Gallardo descubrió en la prolongada prisión convertida por él en centro de estudio, que podía ser la llave para la reforma del Ejército.
Para decirlo en las palabras del general y doctor en su condición de subdirector de la revista Forum: “La tesis sobre el ombudsman militar como institución del Congreso, propone la reforma del Ejército, condición sine qua non para lograr un cambio de régimen político. Según el planteamiento, la reforma del Estado debe pasar inevitablemente por un cambio profundo en el Ejército, para transformarlo de un aparato represor, al de guardián de la soberanía nacional y de las libertades ciudadanas, soportadas en una relación civil-militar democrática.”
Tres lustros después del comienzo de aquella compleja y desigual batalla jurídica y mediática, reportamos en 2008 que valió la pena librarla porque arrojaba los siguientes avances:
1) Puso a debate en los medios de comunicación y la academia el tema del Ejército hasta entonces intocado porque formaba parte de la trilogía prohibida a los periodistas.
2) El Congreso tomó la tesis de base para legislar sobre las fuerzas armadas.
3) El ombudsman militar es tema de estudio e investigación en los centros de educación superior y se elaboran tesis profesionales.
4) La Secretaría de la Defensa Nacional creó la Dirección General de Comunicación Social, la Subprocuraduría de Derechos Humanos y la Dirección General sobre la materia.
5) Por primera vez los tribunales castrenses tomaron en consideración el principio del debido proceso.
6) En las escuelas militares incorporaron a sus materias el tema de los derechos humanos; también se contemplaron en los programas de adiestramiento de los cuerpos de tropa.
7) El Estado Mayor de la Sedena consideró a los derechos humanos dentro de la planeación estratégica y tiene publicaciones al respecto, incluyendo el derecho internacional humanitario. También formuló una cartilla que trae consigo cada soldado durante el desempeño en las operaciones que realiza.
8) Se abrieron libros de registro de amparos. Los abogados civiles y actuarios de los juzgados pueden ingresar a las prisiones militares, incluso los representantes de organismos de los derechos humanos. De esta manera, el personal militar presenta quejas a la CNDH cuando se ven agraviadas sus garantías por la acción del mando.
9) Implícitamente se acepta la tesis de que ninguna institución del Estado puede quedar exenta del escrutinio social, menos aún el Ejército.
No era poca cosa lo logrado. Es mucho más lo que falta por conquistar para la reforma del Ejército, expuesta en la tesis doctoral de Gallardo, bajo el nombre de Ejército y sociedad en México, presentada en julio de 2007.
Por ello, no sólo recibo gustoso la Medalla al mérito general Francisco Gallardo, asignada por decisión de la familia Gallardo Enríquez, sino que la asumo como el reconocimiento para muchos de los presentes y las ausentes, porque se trata de una causa colectiva en el largo y sinuoso camino de la renovación democrática de México.
*Texto leído por la arquitecta Jessica Leticia Gallardo Enríquez, hija del general y ahijada del autor, en el acto organizado por Mexicanos Unidos en el atrio Corpus Cristi, el 27 de abril de 2024.
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