7/30/2012

Los periodistas pal café.....




Es lamentable el accidente en que falleció antenoche Juan Armando Hinojosa García, al desplomarse el helicóptero en el que volaba en la zona de las inmediaciones de Temoaya, estado de México. Es hijo del empresario Armando Hinojosa Cantú, personaje muy cercano a Enrique Peña Nieto desde que era gobernador del estado de México. La noticia sorprendió al priísta mientras pasaba unos días de vacaciones con su familia en el balneario St. Regis de la costa nayarita, según comentan sus íntimos. El empresario Hinojosa Cantú, oriundo de Tamaulipas, es el accionista principal de Grupo Higa, holding de varios negocios, entre los que se cuenta Eolo Plus, orientado al arrendamiento de aviones y helicópteros. Peña Nieto escasamente viajó en transporte terrestre durante su campaña, siempre lo hizo en aviones privados, proveídos por Eolo Plus. Hinojosa Cantú es uno de los contratistas más favorecido por el gobierno del estado de México. Peña Nieto había utilizado más de una ocasión el helicóptero que se desplomó. También existe el antecedente de que canceló una visita a Tabasco el 27 de junio por un problema técnico del avión en que viajaba con La Gaviota; tuvo que aterrizar en Puebla. El accidente en que infortunadamente perdió un miembro de la familia Hinojosa Cantú presionará el proyecto de renovar la flota aérea gubernamental. Incluye la adquisición de una aeronave muy costosa para vuelos transcontinentales.
El índice Big-Mag
El enfoque del gobierno calderonista al tema de los salarios ha consistido en bajar al máximo el ingreso, minando el poder de compra del salario mínimo. Y ha tenido éxito, como lo muestra el índice BigMac que cada año publica la revista británica The Economist. Este índice mide el poder del consumidor en función de los dólares que debe pagar por una BigMac sencilla –sin doble queso ni papas ni refresco. México descendió al nivel de países como China, que tiene el salario más bajo, con la diferencia de que el ingreso chino ha venido ascendiendo en los años recientes. Muchos trabajaban por un plato de arroz, pero ya no es así; sin embargo, muchos mexicanos siguen trabajando por un plato de frijoles. Nuestra moneda se encuentra tan devaluada que un turista se sorprenderá de lo barata que es una BigMac; sus dólares son muy rendidores y con 2.70 se compra una. En la gráfica pueden advertirse fenómenos interesantes. Por ejemplo, la BigMac más cara es la venezolana. Hugo Chávez tiene el problema de que la moneda bolivariana se ha sobrevaluado, no tarda en desinflarse. Los paisanos que tienen la suerte de asistir a los Juegos Olímpicos de Londres tendrán que pagar el doble que aquí por la misma hamburguesa. Van a resentir la debilidad de nuestro peso: hoteles, transporte, alimentos, souvenirs, todo les parecerá carísimo.
Los migrantes
Aunque se incorporó a la Secretaría de Salud en el último tramo del sexenio, Salomón Chertorivski está realizando una tarea que recibe buenas calificaciones en el exterior. Acaba de recibir el Premio al Liderazgo 2012 que otorga la Red de Empoderamiento Latino SABEResPODER, por su labor en favor del cuidado de la salud de los migrantes mexicanos que viven en ese país. Dijo que este galardón es un reconocimiento a la labor que realizan miles de trabajadores de la salud. La Organización SABEResPODER también premió a Erica Fernández Zamora, de la Universidad de Standford, en la categoría de excelencia académica, y a la periodista Giselle Fernández en la de imagen.

La columneta anterior incluía varios epílogos pero, como tratándose de rebasar caracteres le tengo más miedo a Josetxo que a Mendiolea, me los quedé. Aquí va uno: días después del informe presidencial llegaba El Gordo Saldaña a su trabajo, en la Dirección de Relaciones Culturales de la cancillería, cuando lo detuvo su jefe, el maestro Leopoldo Zea, quien obviamente había llegado antes que él. “Juanito –le dijo–, está usted muy importante. Ya van tres veces que lo buscan de la oficina del señor secretario”. Excuso decir hasta dónde se desplomaron los enormes bóxers de El Gordo

El gobierno panista no quiere abandonar –obligadamente– Los Pinos sin antes cerrar uno de sus capítulos financieros más oscuros, que a la nación le ha significado pérdidas cercanas a 19 mil millones de pesos, cuando menos. Se trata de la estatización transitoria de 27 ingenios azucareros, decretada el 3 de septiembre de 2001 por Vicente Fox, la cual apenas se prolongó por 11 años, involucró a las dos administraciones blanquiazules y fue un rotundo cuan oneroso fracaso.
Resulta que “con procesos judiciales y mercantiles sin concluir, deudas millonarias y diversas irregularidades con costo al erario denunciadas por la Auditoría Superior de la Federación, el gobierno de Felipe Calderón pretende cerrar la controvertida expropiación de 27 ingenios azucareros decretada en 2001 por su antecesor Vicente Fox, con la venta de los últimos nueve que todavía son propiedad estatal. Por indemnizaciones y pasivos, el costo fiscal de la expropiación ascendió a 18 mil 81 millones 961 mil 900 pesos hasta 2010… De ese monto, 5 mil 776 millones (32 por ciento) correspondieron a los recursos públicos que el gobierno de Fox gastó en la expropiación y los restantes 12 mil 305 millones de pesos son pasivos o deuda acumulados por Financiera Nacional Azucarera… De los 27 ingenios expropiados hace casi 11 años, 14 fueron devueltos a sus dueños por resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y cuatro vendidos entre 2005 y 2011. Los nueve ingenios restantes se encuentran pendientes de resolución judicial” (La Jornada, Susana González).
Lo mejor del caso es que Vicente Fox ordenó la expropiación (estatización temporal) de 27 ingenios privados porque sus propietarios, los barones del azúcar, llevaron a sus empresas a perder la salud financiera, contrayendo grandes deudas ante diversas sociedades de crédito y organismos del gobierno federal, poniendo con ello en riesgo además del patrimonio de los trabajadores del campo el de todos los mexicanos. No sólo eso: el 3 de septiembre de 2001, el entonces secretario foxista de Hacienda, Francisco Gil Díaz, aseguró que la intervención gubernamental (algo impensable en el régimen neoliberal) busca proteger la industria azucarera nacional para que dichas centrales no sigan siendo un hoyo negro donde se va el financiamiento del gobierno para el sector... con créditos públicos, los empresarios del ramo ordeñaron a los ingenios en su beneficio particular, y son tan cuantiosos los pasivos y tan bajos los activos de esos ingenios que (sus dueños) nos saldrán debiendo.
Once años después de las sabias palabras de Gil Díaz, los mexicanos, muy lejos de ser acreedores de los ordeñadores barones del azúcar, se enteran que el rotundo fracaso de la citada estatización temporal les ha costado cerca de 19 mil millones de pesos (hasta 2010), monto que se suma al de por sí voluminoso pasivo que cargan sobre sus espaldas por decisiones gubernamentales fallidas o, si se prefiere, por negocios privados con recursos públicos. De los 27 ingenios azucareros expropiados por mandato de Vicente Fox (reprivatizados durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari), nueve eran propiedad del empresario salinista Enrique Molina Sobrino; otro tanto del negociador por la parte empresarial del desastroso capítulo azucarero en el Tratado de Libre Comercio, Juan Gallardo Thurlow; cinco del empresario-político priísta y ex senador de la República Alberto Santos de Hoyos; tres de Teresita Machado, y uno de la familia Seoane. A la vuelta de los años, 14 de las centrales expropiadas en 2001 regresaron a sus dueños, se vendieron cuatro y nueve permanecen en manos del Estado, pendientes de resolución judicial.
Como se ha comentado en este espacio, la de la industria azucarera mexicana es la clásica historia de empresas pobres con trabajadores miserables y empresarios extremadamente ricos, quienes hicieron infinidad de suculentos negocios –en distintos sectores de la actividad económica– con el poder político y a costillas de la nación. Con Fox fue el propio poder político –con máscara blanquiazul– el que en nombre de la nación y por causas de utilidad pública a esos empresarios les quitó de encima deudas por alrededor de 3 mil millones de dólares. Por ejemplo, los dueños de las 27 centrales azucareras adeudaban al fisco, al IMSS, a Financiera Nacional Azucarera, al Bancomext, al FIRA (Banco de México), al Banrural (sepultado por el propio Fox), a la banca comercial, a Conagua, a los productores y a los jornaleros agrícolas (que sobreviven en condiciones feudales), sin olvidar los regalitos que dejaron en el Fobaproa.
Para sustentar la estatización temporal de 27 ingenios azucareros, el entonces inquilino de Los Pinos mandó a cuatro de sus sabios del gabinetazo a detallar la operación (Francisco Gil Díaz, Javier Usabiaga, Francisco Barrio y Luis Ernesto Derbez, secretarios de Hacienda, Agricultura, Contraloría y Economía, respectivamente). El 3 de septiembre de 2001 explicaron lo siguiente: el saneamiento de esas empresas prácticamente nada le costará al gobierno de la República; de mil a 3 mil millones de pesos, tal vez; de continuar las cosas como hasta ahora, existen altas probabilidades de que un cierto número de ingenios con un fuerte porcentaje de participación en la producción del país no cuenten con los recursos necesarios que garanticen el eficaz y oportuno procesamiento de la zafra; la PGR mantiene las líneas de investigación para identificar aquellas operaciones irregulares de las empresas acusadas de propiciar el hoyo negro en la asignación de recursos públicos; la expropiación representa un deslinde de las decisiones erróneas del pasado; se registraron exportaciones simuladas, porque se proporcionaron documentos falsos relacionados con transportes inexistentes, corrupción de funcionarios de aduanas y de algunas secretarías de Estado. En fin, los ingenios no sólo tienen un problema de liquidez, sino de solvencia, y en esta circunstancia hubiera sido una enorme irresponsabilidad del gobierno seguir aportando recursos; no se podía responsablemente estar aportándole dinero a este hoyo negro financiero.
Las rebanadas del pastel
Once años después, la mayoría de los ingenios (ya saneados financieramente) regresaron a sus dueños, la investigación quedó en el aire, y el costo se disparó a 19 mil millones (2010), sin considerar otros pasivos asumidos por el gobierno, es decir, el hoyo negro financiero creció y creció, que para eso están los mexicanos. Y antes de irse muy lejos, a Calderón le urge meter la mugre bajo la alfombra.

Para la UNODC el valor de mercado de las drogas ilícitas sigue rondando en 2009 los 320 mil millones de dólares, cifra similar a la de un lustro atrás (322 mm en 2004). De este total, la cocaína representa 85 mil millones (el 27%) y los derivados del opio 68 mm (el 21%); el 52% restante del mercado corresponde por lo tanto a la marihuana y el hachís, las drogas sintéticas, alucinógenos, inhalantes, y drogas de patente (metanfetaminas, calmantes,...).
A dos años de nuestra Revisión del mercado de las drogas (www.vectoreconomico.com.mx), encontramos que el consumo global mantiene un crecimiento lento pero constante, aunque en los países de alto ingreso parece haber un ligero desplazamiento de la demanda de cocaína y heroína hacia las drogas sintéticas y las psicoterapéuticas de patente; también parece estarse acelerando el consumo (aunque aun en baja escala) en muchos países atrasados.

Los súper ricos de Estados Unidos, y sus contrapartes en otras regiones del mundo han cometido lo que sólo se podría describir como un intento de golpe de Estado. No sólo controlan la economía, sobre todo mediante el sector financiero, sino buscan tomar el control de los procesos políticos.
Igual que otros países que implementaron versiones de la receta neoliberal, Estados Unidos se caracteriza hoy por una desigualdad económica y/o concentración de riqueza sin precedente desde el periodo anterior de la gran depresión; es el país con mayor desigualdad económica en el mundo avanzado.


Interesantes, como en todo duelo conscientemente asumido, las reacciones de amables lectores en relación con la columna anterior. Desde el que se indignó por llamar incipiente a nuestra democracia, hasta el que sostiene que si aprendemos a morir nos condenamos de antemano, pasando por calificativos como derrotista, necrófilo burgués, acomodaticio y otras lindezas, que contribuyen a dar sentido a este espacio de reflexión, no de doctrina.
Difícil de creer, por ejemplo, que el de México sea uno de los sistemas democráticos con menos experiencia electoral de América Latina, luego de siete décadas de dictadura priísta y 12 años de continuismo neoliberal, ahora a cargo de los del Jesús en la boca. Y aún más difícil admitir que este bochornoso regreso a lo malo por conocido es lo que podemos darnos como sociedad. ¿Quiénes? Cuantos la conformamos: pobres, ricos, ignorantes, cultos, explotadores, explotables, gobernantes, gobernados, izquierda, derecha, centro, redes sociales, campesinos, concesionarios de televisión y radio, públicos lelos, conservadores, liberales, ancianos, maduros, jóvenes, rezanderos y descreídos.



La gira del virtual aspirante a la presidencia de Estados Unidos por el Partido Republicano, Mitt Romney, por Europa y Medio Oriente ha estado marcada por dislates verbales que ponen en entredicho la imagen de estadista y líder internacional que el propio precandidato ha buscado construirse con el referido periplo, y que siembran preocupaciones en torno al cariz de la política exterior de una eventual presidencia del ex gobernador de Massachusetts.

De San Jerónimo Lídice a Santa Fe, EU
Por motivos de trabajo resido en Tuxtepec, Oaxaca, de modo que me mantengo en comunicación telefónica con mi madre de edad provecta, que vive en el DF, en San Jerónimo Lídice.

La noche del pasado sábado 21, Manuel Díaz, de 25 años, originario de México, fue baleado por la policía de la ciudad de Anaheim, que le provocó la muerte. Veinticuatro horas después Joel Acevedo, de 21 años, también de origen mexicano, fue alcanzado por las balas de otro policía de la misma ciudad, y murió horas después en el hospital. Los policías han argüido que los jóvenes pertenecían a grupos gangsteriles y pretendían agredirlos. En lo que va del año es el octavo incidente violento en el que la policía ha participado; cinco de ellos han sido de consecuencias fatales para otros tantos ciudadanos de origen mexicano.

Según la publicidad oficial, la mitad de las inundaciones que sufre la ciudad de México se deben a la basura que tiran en la calle y otros sitios inadecuados, lo que termina por obstruir el sistema de captación de agua de lluvia. Para evitar que esto suceda las autoridades locales invitan a la ciudadanía a que adopte una coladera. En paralelo informaron que en junio la generación de basura aumentó en la capital en 500 toneladas. Se investiga si se debe a que las poblaciones conurbadas están mandando sus desechos al Distrito Federal o a que la población citadina los produce ahora en mayor cantidad. En cualquier caso es un problema que debe atenderse prioritariamente, pues se suponía que estaba funcionando la coordinación entre las instancias oficiales de la zona metropolitana en la materia. Y que la tendencia era reducir la producción de basura gracias a prácticas sustentables de empaquetado y comercialización, así como a los programas de separación, reutilización y reciclaje.

La definición del concepto legitimidad es mucho más compleja cuando se busca evitar imprecisiones que solamente agregarían confusión a las partes en conflicto, cuando se trata de resolver una confontación de un Estado, cuya legitimidad se cuestionará, bien sea en el curso o al término de un proceso electoral. Pero es mucho más difícil hacerlo cuando, como sucede actualmente en nuestro país, el triunfador declarado como tal en estas elecciones presidenciales que acaban de concluir pertenece a un partido diferente y antitético desde su origen mismo, pues, como es ineludible concluir en cualquier análisis por superficial que sea, el Partido Acción Nacional nace como grupo de presión para bloquear las acciones del gobierno de Lázaro Cárdenas –incluida, por supuesto, la expropiación de los bienes de las compañias petroleras y la nacionalización del subsuelo mediante la modificación del párrafo sexto del artículo 127 de la Constitución de Querétaro–, para no mencionar con más detalles otros aspectos del gobierno del divisionario mexicano, como serían los repartos de tierra en La Laguna, en Coahuila y Durango, así como la zona henequera de Yucatán, entre otras varias, incluidas las haciendas de Lombardía y Nueva Italia en el propio estado de Michoacán.

De un juez se espera imparcialidad y libertad para dictar sus resoluciones; cuando hay alguna circunstancia personal o social que constituya un obstáculo para que en un caso bajo su responsabilidad deje de contar con esas calidades, el juez debe inhibirse de conocer del asunto y dejar a otro juzgador que resuelva.
Neomaltusianismo es una palabra que molesta al Vaticano y a la izquierda tradicional. Designa, según ellos, un complot para acabar con los pobres, una política de esterilización de mujeres sin aviso previo, una apoteosis del racismo. Tienen alguna razón. Recuerden la llamada ética del bote salvavidas propugnada en 1970 por el biólogo Garrett Hardin: a quienes quieran subirse a la barca de los países ricos hay que golpearles los dedos y que se ahoguen en el mar (o se mueran en el desierto de Arizona). Ellos tienen la culpa de sus males por sus excesos reproductivos.

Bastó apenas una declaración de Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, hace unos días, para que el índice de la bolsa de valores de España subiera 6 por ciento en la jornada, con la mayor alza en dos años, y bajara la prima de riesgo de los bonos de deuda estatal que tiene a ese país contra las cuerdas desde hace muchas semanas. Un entusiasmo similar se provocó en Italia.

Ahora, en medio del tormento de Alepo, recordemos a las minorías: los palestinos de Siria, más de medio millón, y los 1.5 millones de cristianos –el mayor número vive en Alepo– que son ciudadanos sirios y ahora están sentados al borde de un volcán.

Hoy todos hablan de política. Hasta los que no lo hacían. Priva un clima de nerviosismo, que se eufemiza como efervescencia postelectoral pero revela algo más canijo y tenaz: de pronto (o ni tan pronto) la gente (sí, la gente en general) acabó por asumir que los políticos en el poder no nos representan. Y que ellos, desde los poderes, han secuestrado a la política y la juegan en sus propios términos a pesar del resto, donde lo que no se dobla lo convierten en judicial, y desde ahí, a ver ¿quién dijo democracia?


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