El académico John M. Ackerman (@John M Ackerman
en Twitter) anunció ayer que no hará más comentarios periodísticos en
la segunda emisión informativa de MVS, bajo la conducción de Luis
Cárdenas López (@soyunhereje).
Luego de 61 intervenciones correspondientes a los lunes de otras
tantas semanas, el profesor de derecho, quien forma parte del Instituto
de Investigaciones Jurídicas de la UNAM y del Sistema Nacional de
Investigadores, se topó el 9 del recién pasado mes con que no había
salido al aire su colaboración en la que él, especialista en derecho
electoral, hablaba sobre las posibilidades de que la elección
presidencial celebrada días atrás pudiese ser declarada nula.
Tres lunes después, la empresa presidida por Joaquín Vargas seguía
sin difundir la pieza de análisis producida por Ackerman, así que éste
decidió dar a conocer los hechos en una carta abierta (bit.ly/N4V3Rq) en la que señala, entre otras consideraciones, que la
cuestión exclusivamente de tiemposque según el directivo de MVS, Felipe Chao, había causado la sostenida omisión, respondía en realidad a que luego de esos comicios “hubo una súbita modificación de las ‘prioridades’ en la cobertura mediática de la empresa MVS Noticias”.
Ackerman, quien además escribe en La Jornada y Proceso, atribuye esas modificaciones no a una decisión empresarial unilateral, sino a
una obediente respuesta a una solicitud explícita formulada por personas cercanas al equipo de Peña Nieto. Habla, además, de haberse decidido a dejar esa ventana radiofónica
para no ser cómplice del silencio y la manipulación mediática promovida por el equipo de Enrique Peña Nieto.
La figura estelar del periodismo radiofónico de MVS, Carmen
Aristegui, también entró ayer al torbellino de la polémica. Una frase
dicha al aire en pleno ejercicio informativo fue utilizada por el
Movimiento Progresista en una cápsula de propaganda política que busca
demostrar el fraude electoral.
Inserta su voz sin su conocimiento ni autorización, Aristegui
solicitó al IFE la suspensión del espot, lo que ayer en principio denegó
ese instituto, a la espera de que sea puesto al aire para entonces
juzgar, pero que de inmediato generó reacciones de parte de sus
seguidores auditivos a quienes pareció inaceptable ese deslinde de la
periodista. A juicio de este tecleador, el valorado trabajo de Aristegui
en micrófonos necesita estar desprovisto de tintes partidistas o de
usos instrumentales para propaganda política, por lo que, justamente
para que pueda mantenerse, la voz de Carmen debe desmarcarse de
estigmatizantes torpezas en la producción de esas promociones de
partidos o movimientos; callar o dejar pasar esa
partidizaciónhabría dado pie a posteriores ataques contra la periodista siempre en la mira de poderes en busca de desplazarla.
Lo cierto es que se está ante nuevos tiempos político-periodísticos
derivados del arribo al poder, al parecer inevitable, de un equipo que a
pesar de sus pretensiones discursivas modernistas ha dado muestras
hasta ahora de un doctoral apego a las fórmulas clásicas del priísmo
controlador de medios de comunicación. Los mares de dinero que corrieron
para la compra de una elección han tenido anchas vertientes en puertos
periodísticos de diversa índole, además de la explicable necesidad de
acomodo sexenal y de trazo de negocios colaterales que lleva a algunos
empresarios y ejecutivos de medios a aceptar de exagerada buena gana las
peticiones y presiones de quienes dictan la nueva línea periodística
(ocultar o de plano censurar material incómodo, desatar campañas de
crítica y difamación contra adversarios, ensalzar al
jefe, destacar determinadas notas o ángulos informativos).
El panismo gobernante centró en los medios electrónicos, en
especial en las televisoras, sobre todo en Televisa, su interés
manipulador. La prensa escrita nunca fue especialmente tomada en cuenta,
ni en los tiempos del foxismo que recomendaba no leer periódicos ni
durante el felipismo que se mantuvo amateur, relacionado con el
periodismo escrito mediante personajes de medio pelo o menos. Pero el
PRI que llega tiene en sus genes la noción de la importancia de la
imagen y la difusión electrónica masivas y también la valoración
puntillosa de la información impresa detallada y profesional y del
análisis a profundidad, no volátil, que va generando opinión pública.
En un contexto de regresión autoritaria será muy importante cuidar y
fortalecer las opciones informativas críticas e independientes. Carmen
Aristegui ha hecho una tarea titánica al conservar su estilo y criterio a
pesar de las evidentes presiones e incluso daño económico a la empresa
que acoge su voz (los Vargas han sufrido un incesante y obsceno bloqueo a
sus justificadas intenciones de crecimiento en la industria de las
telecomunicaciones, en especial respecto al servicio de banda ancha que
durante años le han impedido prestar). La revista Proceso es
otra de las publicaciones en condición de agregar años de bloqueo
publicitario y acoso desde el poder priísta reconstituido. Y habrá de
verse el desenvolvimiento de los enojos contra Reforma.
Respecto a La Jornada, un diario sin dueños, sin empresarios
dominantes ni vocación por el lucro, los cuidados deben ser
proporcionales a su importancia. Bien dirigida por Carmen Lira, la
presencia jornalera ha dado cuenta de aristas y hechos que de otra
manera no tendrían registro y seguimiento diarios. Con una vida interna
tan vigorosa como corresponde al talante de sus componentes, el diario
ha sabido seguir adelante a pesar de las novedades de cada poder sexenal
que siempre termina en lo de siempre, en la fallida pretensión de
controlar y maniobrar, y en la supervivencia de un medio que una y otra
vez ve pasar las veleidades de los poderosos.
Y, mientras esta columna aérea dice ¡oh! ante declaraciones de un
directivo de la firma española OHL (tan favorecida por políticos
porcentuales en el estado de México y el DF) que
confíaen que con EPN tengan mejores ganancias en el aeropuerto de Toluca, ¡hasta mañana, escuchando a Chavela Vargas!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero
Sin el subsidio del
gobierno mexicano es probable que varias de las más importantes
refinerías de Estados Unidos se hubieran ido a la quiebra en los años
recientes. Bajó notoriamente el consumo de combustibles en los duros
tiempos de la recesión y si no hubiera sido por las compras del vecino
sureño algunas plantas habrían cerrado. México es actualmente el
principal destino de las exportaciones de gasolina de Estados Unidos y
si cortara sus compras, entraría en crisis su planta de producción de
refinados. Según datos de la Secretaría de Hacienda, entre 2008 y 2012,
el gobierno federal gastaría por concepto de subsidio a la gasolina 654
mil 61 millones de pesos. Mañosamente quieren hacernos creer que
beneficia a los consumidores mexicanos, cuando bien sabemos que la mitad
se importa de Estados Unidos. Si realmente quisieran beneficiar a los
mexicanos convertirían el crudo en gasolina en nuestro territorio,
produciéndolo en pesos, no en dólares. Obviamente, primero tendría que
limpiarse a Pemex de la lacra de dirigentes sindicales, pero ya el PRI
premió a Romero Deschamps convirtiéndolo en senador. Y también algunos
funcionarios y contratistas tendrían que renunciar a sus ingresos.
De clavados y clavadas
Hasta cierto punto es explicable que Enrique Peña Nieto
haya confundido los nombres de las clavadistas que ganaron medalla de
plata en los Olímpicos. Invirtió sus apellidos llamándolas Alejandra
Espinosa y Paola Orozco. No forman parte del equipo de clavalistos del
PRI, en el cual sobresalen nombres difíciles de olvidar como Moreira,
medalla platino en el deporte del clavo. Hasta podría decirse que fue
mayor la metida de pezuña de Ernesto Cordero, cuando citó a
Vicente Calderón. Sin embargo, hay otros nombres que Peña Nieto debería memorizar bien. Por ejemplo, el del patrón y el del rival del patrón. No vaya a llamarlos Emilio Slim y Carlos Azcárraga, porque ahí se va a llevar un jalón de esos que dejan coloradas las orejas.
Rajoy lleva a la ruina a España
No hay nada más cobarde que un millón de pesos –y todavía
más si son euros. En teoría los capitales buscan refugio en los países
que tienen gobiernos de derecha. Sin embargo, en España las cosas están
ocurriendo al revés. A pesar del ultraconservador Mariano Rajoy y sus
medidas de austeridad, entre enero y mayo de este año salieron 163 mil
186 millones de euros. La cifra es mayor al capital que espera como
rescate del FMI y el Banco Central Europeo (100 mil millones). Parte del
dinero se refugió en Suiza, parte en Estados Unidos, parte se invirtió
en oro. Son días de locura para los administradores de fondos de
inversión. A México está llegando mucho capital basura, golondrino, que
levanta una ganancia rápida y vuela en busca de otro destino que ofrezca
mayor rendimiento y seguridad. No pagan impuestos, de ahí que este país
sea un paraíso para los lavadores de dinero.
Representación
Para ser justos, Fox no debería ser expulsado del PAN. A partir de la fuga del Chapo Guzmán
al final del primer mes de su sexenio, y analizando su actuación hasta
el día de hoy, junto a la de Martha Sahagún y los chicos Bribiesca,
incluyendo la traición a su partido, representa los valores del nuevo
panismo y sus mandos. ¿Qué panista de la nueva hornada no quisiera ser
como Fox: de vendedor de cocacolas a uno de los hombres más ricos del
mundo?
La pésimamente bautizada primavera árabe por los multimedia propagandísticos occidentaloides –que denominé La revolución del jazmín (Ver mi libro: Las revoluciones árabes en curso: el detonador alimentario global, 2011, ed. Orfila)– se ha metamorfoseado en el verano islámico,
poco más de un año después, con el irresistible ascenso de la triada
sunnita: 1) Hermanos Musulmanes (apoyados por Estados Unidos, Gran
Bretaña y la OTAN, que incluye a Turquía), 2) salafistas –integristas
coránicos, apoyados por Arabia Saudita y Qatar, miembros prominentes de
las seis petromonarquías árabes del Golfo Pérsico–, y 3) Al Qaeda,
presuntamente apuntalada por la CIA/
Al-CIA(ver Bajo la Lupa, 29/7/12).
En la conclusión de mi libro preví, con rigor (24/10/11), la
caída de las repúblicas tiránicas, la consolidación de las petromonarquías, la eclosión del sectarismo, el auge de los Hermanos Musulmanes y el acecho de Al Qaeda/salafistas, escenario que se abate con todo su furor en Egipto, Siria, Irak y Bahrein.
Desde que 30 años atrás
se instaló en Los Pinos, muchísimos han sido los eufemismos utilizados
por la tecnocracia neoliberal para desmantelar el aparato productivo del
Estado y justificar la brutal privatización de los bienes nacionales
(favorable para un reducido grupo de amigos del régimen, autóctonos y
trasnacionales):
desincorporación,
modernización,
redimensionamiento,
capitalización,
inversión complementaria,
asociación estratégica,
democratización del capital,
apertura regulada,
seguridad jurídica para los inversionistas privados(donde la Constitución claramente lo prohíbe), etcétera, etcétera.
Por esa ruta eufemística terminaron privatizados, y en no pocos casos
extranjerizados, bancos, aerolíneas, ferrocarriles, satélites,
telecomunicaciones, puertos y aeropuertos, ingenios azucareros,
fertilizantes, empresas mineras, cementeras, textileras, hoteleras,
refresqueras, papeleras, siderúrgicas, químicas y petroquímicas,
armadoras, electricidad, gas, tendido de fibra óptica, y lo que se quede
en el tintero. Sólo faltaron Los Pinos y Palacio Nacional (los
inmuebles, desde luego, porque sus inquilinos también fueron
privatizados). Cualquier pretexto ha sido bueno para los tecnócratas,
con tal de borrar del mapa los bienes del Estado y privatizar la riqueza
nacional.
Pero la ridícula inventiva privatizadora no había alcanzado el nivel
recién registrado por Juan José Suárez Coppel, director general de
Petróleos Mexicanos:
ser una paraestatal es un lastre para Pemex, por lo que
urgemodificar la Constitución para otorgarle
autonomía de gestión y presupuestaly para que las puertas se abran de par en par en el sector y se permita la llegada del capital privado (
inversión complementaria), según dice el ínclito funcionario, quien para rematar su brillante idea recurrió a la madre Tonatzin para justificar la por él tan ansiada privatización petrolera:
la Virgen de Guadalupe nos sonrió(La Jornada, Israel Rodríguez), ergo, le autorizó la privatización.
Cinco sexenios al hilo (de Miguel de la Madrid a Felipe Calderón;
seis si en Los Pinos se instala el que también olímpicamente mete la
pata en Twitter), y no han podido privatizar el petróleo, aunque no
quitan el dedo del renglón. Lo han intentado por todos los medios, por
todos los rincones, por todos los resquicios legales, mediante todo tipo
de trucos legaloides, pero no lo han logrado al ciento por ciento. Han
invertido todo el tiempo y el dinero para hallar la ruta privatizadora,
pero no en mejorar el perfil y la productividad de Pemex, ni en combatir
la brutal corrupción que impera en la paraestatal y en la empresa
privada asociada –disfrazada de sindicato– propiedad de Carlos Romero
Deschamps. Miles de millones de pesos en corrupción, en negocios
fallidos, en proyectos equivocados, en aventuras especulativas, en
altísimos salarios y prestaciones de la burocracia dorada, pero el
lastre, dice Suárez Coppel, es
ser una paraestatal.
Treinta años de venta de garaje privatizando la
infraestructura productiva del Estado (a estas alturas muy poco es lo
queda, por no decir nada), y la tecnocracia no tiene llenadera. No está
satisfecha con el resultado, por mucho que su política ha dejado un
lamentable tiradero en el país, y sólo ha concentrado más la riqueza y
el poder de unos cuantos. Pero quiere más, y va por la joya de la
corona. ¿Qué haría el gobierno federal (y, por ende, los estatales) con
un Pemex entregado al capital privado? ¿De dónde sacaría, como ahora,
los 35-40 centavos de cada peso presupuestal? ¿De los inversionistas
privados que se queden con la gallina de los huevos de oro negro?
Como se ha comentado en este espacio, en esas tres décadas los
barones autóctonos y foráneos se quedaron con prácticamente toda la
infraestructura productiva del Estado, bajo la premisa –según repitieron
los cinco inquilinos de Los Pinos involucrados en esa venta de garaje,
cuya última pieza es Pemex– de que el capital privado generaría
crecimiento económico, empleos a granel, con todas las prestaciones de
ley excelentemente remunerados, con precios a la baja por la creciente
competencia, mayor fortaleza del erario (porque no sólo captaría más
impuestos del capital privado, sino que ahorraría multimillonarias
cantidades otrora destinadas a mantener el aparato paraestatal),
bienestar a los naturales y un futuro más que venturoso, de tal suerte
que México, con todo y habitantes, se convertiría en el primer mundo del
primer mundo y en la envidia de las comunidad de naciones, toda vez que
el gobierno no sólo ahorraría miles y miles de millones de pesos, sino
que se dedicaría de tiempo completo al crecimiento y al desarrollo de
esta gran nación. ¿Qué sucedió?: exactamente lo contrario.
Aunque lo hace de forma encubierta (mal, desde luego, porque todos
los saben), Suárez Coppel debería emplearse abiertamente con alguno de
los consorcios nacionales y extranjeros que pugnan por la privatización
del petróleo mexicano. Por ejemplo, podría ser secretario particular del
ex embajador Jeffrey Davidow, quien a los mexicanos ha prometido que
progresarían al estilo Noruegasi finalmente le abren la puerta de par en par a las trasnacionales del ramo. O tal vez podría fungir como asistente del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios (que concentra la crema y nata de los barones autóctonos), o de alguna trasnacional petrolera, a elegir. Pero lo que no puede permitirse es que siendo parte del gobierno federal descaradamente promueva algo que la Constitución prohíbe. Está en su derecho que no le guste lo que dicta la Carta Magna, pero como funcionario está obligado a su cumplimiento.
Y para rematar, Suárez Coppel repitió la cantaleta de que sería un grave error construir refinerías en el país, pues
no es, financieramente, un buen negocio. Pues bien, retomo lo aquí escrito semanas atrás (29 de junio de 2012) para conocer de qué tamaño es el negocio y quién se lo queda:
la falta de infraestructura para refinar los petrolíferos que consume el mercado nacional, particularmente gasolinas automotrices, le ha costado al país 112 mil 569.2 millones de dólares, además de una cantidad superior a 511 mil millones de pesos en subsidios durante el actual gobierno. Con base en informes oficiales, el actual gobierno federal gastó 53 por ciento de los ingresos por exportaciones petroleras en la compra de un volumen cada vez mayor de combustibles automotrices, que alcanzó su máximo nivel histórico en octubre del año pasado. En efecto, no es negocio para México (que es el que paga), pero qué tal para los refinadores en el extranjero (que son los que cobran).
Las rebanadas del pastel
Entonces, si de lastre se trata, mejor que Suárez Coppel busque chamba en el sector privado.
El poeta no sabe lo que sabe pero sabe que si no lo sabe al menos puede saberlo, o vislumbrarlo, en el poema.
Todo poema es a final de cuentas indescifrable, en cierto modo ininteligible, pero no imperceptible, no inintuible.
El poema llega, cuando llega –y aquí el asunto es no muy diferente
para poeta y lector–, de modo que se le reconoce aun cuando no haya modo
de comprobar que antes se le conocía.
La Subprocuraduría de
Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (Siedo) obtuvo
ayer una orden de aprehensión contra el general de división en retiro
Tomás Ángeles Dauahare, y los generales de brigada en activo Roberto
Dawe González y Roberto Escorcia –quienes permanecen bajo arraigo desde
mediados de mayo–, así como del teniente coronel Silvio Hernández Soto,
por sus presuntos vínculos con la delincuencia organizada en su
modalidad de delitos contra la salud. La orden emitida por un juez de
distrito en Toluca también afecta a los presuntos narcotraficantes Edgar
Valdez Villarreal, La Barbie, y Gerardo Álvarez Vázquez, El Indio, quienes, según las autoridades, se desempeñaron en su momento como importantes operadores del cártel de los Beltrán Leyva.
En defensa del ejido chol de Tila
Este 2 de agosto la Suprema
Corte discutirá el destino de 130 hectáreas del ejido chol de Tila,
Chiapas, de las que el ayuntamiento de Tila quiere despojar.
Cnvocados por una vergüenza que nos afrenta, comienza el texto que ha conmovido a muchas conciencias en la impresionante declaración del movimiento #YoSoy132 del 27 de julio de 2012 ante las puertas de Televisa (medio monopólico antidemocrático de comunicación denunciado en esa convocaria y mostrada en toda su indigna inmoralidad). Es un texto que pasará a la historia de México, no sólo literariamente espléndido (como siguiendo los pasos del Sub, que sabe que la retórica política puede ser bellamente expresada), sino también por su precisión política. El movimiento merece todo el respeto de los maestros que, como dice un texto semita, debemosdespertar cada mañana con el oído de discípulos. Sí, discípulos de nuestros discípulos, maestros generosos de una senda de la que tantos políticos viejos sería bueno que aprendieran a caminar.
La disputa por el
presente tiene, porque las tendrá después a manos llenas, profundas y
ramificadas consecuencias. Un preñado dilema se sitúa en el centro
gravitacional de tal discusión. Se quiera, o no, habrá que enfrentarlo:
unos participando activamente, otros con lateral atención y los demás
cruzando de lejos con indiferencia. En cualquiera de estas actitudes
habrá sacrificios y penalidades al por mayor. No hay escapatoria a la
dicotomía actual: arrellanarse con la inercia poselectoral que busca la
normalidad a pesar de las evidencias delictivas o se resiste en busca de
una penosa salida fundada en la ley.
A18 años del atentado
dinamitero que demolió la sede de la Asociación Mutual Israelita
Argentina (AMIA, Buenos Aires, 18/7/94, 85 muertos, 300 heridos), las
investigaciones de la justicia son igualmente demoledoras: cero
resultados. Nada por aquí, nada por allá, lo más probable es que
quién sabe(consultar antecedentes en mi artículo
¿Terrorismo israelí en Buenos Aires?, La Jornada, 6 y 13/9/06).
El Vaticano optó,
apoyándose en la legislación canónica, retirar a la Pontificia
Universidad Católica de Perú el derecho a usar en su denominación los
títulos de
pontificiay de
católicaa través de un decreto firmado por el secretario de Estado, Tarsicio Bertone.
Cinco años en la peor
crisis en ocho décadas y el mundo financiero sigue sin cambios
significativos. Aquí se localizó el epicentro del terremoto y las
reformas a su sistema regulatorio debían impedir una nueva debacle. Pero
el poderío del sector financiero y bancario ha impedido que se apliquen
restricciones a su actividad especulativa. La economía mundial enfrenta
el riesgo de un nuevo derrumbe. La crisis actual sería apenas un
preámbulo del nuevo Apocalipsis.
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