Analizan cumplimiento de acuerdos en salud reproductiva
A
fin de fijar cuáles serán los indicadores con los que los países
evaluarán la implementación del Consenso de Montevideo –acuerdo regional
signado en 2013 que llama a los países a poner en el centro de sus
políticas públicas a la igualdad de género–, arrancó hoy en esta ciudad
la Segunda Reunión de la Conferencia Regional sobre Población y
Desarrollo de América Latina (AL) y el Caribe.
Organizada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe
(Cepal) y el gobierno de México, a través del Consejo Nacional de
Población (Conapo), esta reunión tiene como tema “Las dinámicas de
población como eje del desarrollo sostenible: la implementación del
Consenso de Montevideo para la superación de las desigualdades en el
marco de los Derechos Humanos (DH)”.
En 2013, durante la Primera Reunión Regional en Montevideo, Uruguay, se
aprobó el acuerdo regional en el que las naciones se comprometieron a
promover el desarrollo, poniendo en el centro de sus políticas públicas a
la población, los DH y el papel de las mujeres como motor del
desarrollo económico.
Además los países se comprometieron a “considerar la posibilidad de
modificar las leyes, normativas, estrategias y políticas públicas sobre
la interrupción voluntaria del embarazo, para salvaguardar la vida y la
salud de mujeres y adolescentes”, todo con el objetivo de aminorar los
abortos inseguros.
En la inauguración –en la Biblioteca de México y a la que acudió Enrique
Peña Nieto–, Cristina Lustemberg, viceministra de Salud Pública del
Ministerio de Salud de Uruguay, destacó que el Consenso de Montevideo es
un acuerdo de relevancia histórica, pues pone en la mesa las tres
desigualdades más profundas que se viven en la región: de género,
intergeneracional y de territorio, y plantea que los DH deben ser el
pilar y sustento de las políticas de desarrollo.
Al destacar que la despenalización del aborto en Uruguay ha permitido
alcanzar la segunda tasa más baja de muerte materna, la viceministra
señaló que tanto en su país como en toda la región de AL aún hay severos
desafíos en materia de igualdad de género, especialmente con problemas
relacionados a la violencia y el feminicidio.
Lustemberg llamó a aplicar la visión del gobierno uruguayo, que sostiene
que “ser niño no debe ser una condena; ser viejo, una carga, y que ser
joven no sea un delito, así como que todas las mujeres tengan las mismas
oportunidades”.
Alicia Bárcena Ibarra, secretaria ejecutiva de la Cepal, señaló que el
verdadero reto del Consenso de Montevideo es que los gobiernos se
apropien de su contenido, lo implementen de manera específica para
aprovechar el “bono demográfico” de la juventud, y establezcan un
sistema eficiente para atender a la población adulta mayor que va en
incremento.
“Tenemos el reto de sacar de la pobreza a 71 millones de personas de la
región y esta reunión representa la oportunidad de hacer un balance de
los logros que se han construido, y al mismo tiempo analizar los
desafíos que aún tenemos pendientes”, resaltó.
Bárcena dijo que espera que durante la Conferencia se lleguen a aprobar
indicadores precisos para evaluar el cumplimiento de cada uno de los
puntos del Consenso, “porque lo que no se mide no cuenta y es necesario
visibilizar las múltiples desigualdades que estamos enfrentando en el
continente”.
Explicó que la “Guía operacional para la implementación y el
seguimiento del Consenso de Montevideo sobre Población y Desarrollo”,
cuyos indicadores y líneas de acción deben construirse en estos tres
días de trabajo, pone especial énfasis en la juventud para que pueda
romper el círculo de la pobreza a través de la educación.
Igualmente se pondera el tema del envejecimiento poblacional, ya que
para 2015 en la región hay un registro de más de 70 millones de
habitantes mayores de 60 años de edad, lo que presiona los sistemas de
protección social, pues actualmente los costos de salud para atender a
esta población son cinco veces más altos que los destinados a la salud
de las y los adolescentes.
La secretaria ejecutiva de Cepal remarcó la necesidad de poner en el
centro de los acuerdos a los derechos femeninos: “Más de la mitad de la
población somos mujeres… por ello la autonomía económica, física y
política son requisitos indispensables para nuestra emancipación y para
el ejercicio pleno de nuestros derechos”.
“Ojalá nuestro cuerpo deje de ser el terreno disputado”, demandó Alicia
Bárcena al observar que la “Guía operacional” contiene acciones para
reconocer el trabajo remunerado y no remunerado de las mujeres, así como
acciones para acceder a los derechos sexuales y reproductivos, y
“romper el silencio estadístico” al desagregar las cifras por sexo.
La Segunda Reunión de la Conferencia Regional sobre Población y
Desarrollo de AL y el Caribe concluye el próximo viernes, y en estos
días de trabajo se realizarán foros para analizar cada uno de los puntos
contenidos en el Consenso de Montevideo.
Especial
Por: Anaiz Zamora Márquez
Cimacnoticias | México, DF.-
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