Luchar juntos
2. En tanto en aquellos años tanto de 1915-17 los pocos artesanos y
obreros de la ciudad, así como los campesinos y sectores progresistas
(entre ellos las mujeres) buscaban sumarse al alvaradismo revolucionario
de avanzada, hoy 2016, no hubo discursos contra el gobierno, contra los
partidos, contra la pobreza y la miseria que se vive en México; no hubo
anticapitalismo como sucede en otras reuniones de mujeres en la ciudad
de México y algunos estados. De acuerdo al programa y conociendo, creo
que bien, el subdesarrollo político de la universidad y del estado, me
atrevo a asegurar que es un evento académico donde no tendrá cabida el
“antigobiernismo”.
3. Espero que alguna ponencia supere el muy
trillado estudio de género y feminismo y se atreva a ubicar a la mujer
junto al hombre como víctimas de la explotación y la opresión
capitalista; que se atreva a plantear que las mujeres y los hombres son
iguales, que son simples seres humanos que absolutamente nada lograrán
si no luchan juntos por enterrar el sistema que ha dominado en los
últimos 500 años. La liberación política e ideológica femenina va junto a
la liberación masculina y tiene que ser profunda. No es problema de si
gobiernan hombres o mujeres en un 50 por ciento porque es lo mismo
mientras los dos posean la misma ideología de dominación.
4. Fox
y Marta Sahagún son igual de corruptos que Margarita Zavala y Calderón;
Rosario Robles, Vázquez Mota y Beatriz Paredes son lo mismo que
Beltrones, los Chuchos o el panista Anaya. ¿Existe acaso un hombre o una
mujer, un buen ejemplo, de los cientos que ocupan altos cargos que haya
demostrado algún poquito de honestidad? Pienso que las Elvias Carrillo,
Rita Cetina, Consuelos Zavalas, formaban el bloque de políticas de su
tiempo que se movían dentro del aparato de poder político y medios de
información que les dieron un escenario para figurar porque no se sabe
de luchas de ellas con los pobres, en manifestaciones y calles.
5. Si analizamos quienes son las figuras que aparecen en la historia
encontraremos siempre que no son el “pueblo de a pie” sino sus
autoproclamados representantes en los que dominan las clases medias
ávidas de poder. ¿En dónde están las mujeres indígenas, campesinas,
obreras, empleadas de comercios privados, burócratas de gobierno que son
los sectores que más necesitan una posición crítica y politizada?
Pienso que las batallas de las mujeres como las de los hombres tienen
que ser contra el capitalismo representado por hombres pero también por
mujeres. Hubo un tiempo que pensé que era de féminas contra machos, pero
entendí que no.
6. Pensé que aunque si hiciera una revolución
llamada “socialista”, tal como la Rusa, la cubana o la nicaragüense de
todas maneras los hombres continuarían oprimiendo a la mujer, seguirían
casándose, dominando a los hijos y consolidando a la familia autoritaria
y por ello la mujer tendría que luchar por adelantado para que no
suceda lo mismo. Pero cuando me dí cuenta de que no hubo tal socialismo y
que la conciencia no se transformó, pensé entonces en que hombre y
mujer tendrían que luchar juntos para destruir –arrancando de raíz- el
capitalismo. Si juntos no destruimos la familia, el matrimonio, la idea
de propiedad privada de los hijos, el capitalismo seguirá vivo.
7. Si se sigue pensando en la pareja feliz, en el cuidado exclusivo de
“mis” hijos, en “mi esposo”, en “mi casa”, en “mi dinero”, “mi
propiedad”, “mis familiares” y no se alcanza pensar en el trabajo y la
vida comunitaria donde todos se aman y respetan, pues seguiremos en el
capitalismo aunque tengamos floridos discursos “socialistas”. Cuando
recuerdo grandes etapas de mi vida –a pesar de que nunca he tenido
poder- encuentro enormes cambios de mi concepción respecto a la mujer.
Estudié a las teóricas de mi tiempo; edité un folleto de artículos,
organicé junto a mis alumnas y con anarquistas españolas en el CCH-UNAM
un congreso de por lo menos cien mujeres y creamos una revista. Pienso
que sigue siendo una lucha de clases anticapitalista entre opresores y
oprimidos.
Blog del autor: http://pedroecheverriav. wordpress.com
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