7/12/2012

por Jorge Meléndez Preciado
Un diario señalaba, como gran hazaña, que Enrique Peña Nieto había dado 40 entrevistas a  la prensa internacional…y las que faltaban. No decía que en muchas de ellas la pregunta recurrente es si no existió compra de votos para obtener el  primer lugar. Y es que en la elección pasada hubo varias anomalías, sobre todo al descubrirse que las encuestas donde lo hacían ganador con amplio margen resultaron un fraude, los apoyos evidentes en muchos lugares –en Netzahualcóyotl es hora que no hay un resultado claro- y que por medio de tarjetas de Monex y Soriana se indujo el voto.
Claro, el antecedente fue el apoyo anticipado de Televisa a Peña Nieto. Algo en lo que puso el acento el informativo británico The Guardian.
Los resultados hasta ahora de este desaseo son, cuando menos dos: la pérdida de 474 millones de dólares en Soriana –empresa que ha crecido a pasos agigantados en los últimos años, casi igualando a Wal-Mart, debido a su relación con priistas- y la baja de Televisa en sus acciones, no obstante su alianza con Iusacell.
Pero también el asedio a Enrique, internacional y nacionalmente. La tumultuoso manifestación  del sábado 7 en el DF, sin que la citaran ni López Obrador ni los #YoSoy132, que impidió, además, la transmisión de la boda de Eugenio Derbez por parte de Televisa.  Y la movilización que hubo en 18 ciudades de manera harto concurrida.  Esas acciones alertaron a los priistas que la indignación ciudadana aumenta no importando lo que digan  autoridades y  partidos.
A la posición que tomará el jueves 12 Andrés Manuel, se han sumado lo mismo el PAN que, insólitamente, Felipe Calderón. Ambos planteando que hubo manejo indebido de dinero. Gustavo Madero señalando que insistirán en el asunto Monex, el cual ellos abrieron a través de Roberto Gil. Y el ejecutivo diciendo que “es inaceptable la compra de votos” y  llamando a “que la autoridad electoral rectifique de inmediato y castigue a quien debe castigar”.
Hay un dato en esto que muestra la incongruencia de Calderón: la Fepade depende de la PGR. O dichas instituciones no han realizado su trabajo o es hora de que Felipe las ponga en acción y den los resultados esperados. Aunque ya sabemos que la Fiscalía, ahora con una nueva dirigente, es un organismo más de nuestra etapa reciente que sirve únicamente para consumir recursos y querer engañar a las agencias internacionales.
Por si algo faltara, el siempre mesurado Cuauhtémoc Cárdenas señaló que era evidente la altísima compra de sufragios y que de comprobase, se debiera proceder a  la invalidación o anulación de la elección.
Ante ese panorama, Peña Nieto dijo que las impugnaciones eran una burla al voto libre (sic paseador) y razonado de los mexicanos. Agregó que esos reclamos son un montaje de la oposición y de quienes no han reconocido los resultados (sic que se viste de azul).  Y una mentira que se quiere hacer verdad que ha dañado y confundido al jefe del Ejecutivo (sic que le recuerda que hay un solo ejecutivo, por lo tanto nadie puede ser jefe de sí mismo).
Convocó Enrique al Movimiento Progresista y al movimiento #YoSoy132 a deponer cualquier actitud que ponga  en riesgo la condición de armonía y paz (sic celestial) que vivimos. Seguramente lo oyeron azorados los directivos de los periódicos El Norte de Monterrey y El Mañana de Nuevo Laredo, quienes han sufrido en los últimos días atentados con bombas. Asimismo los indígenas de Cherán y el padre  Solalinde, los cuales insisten en  denunciar las agresiones de que han sido objeto. Y además quienes tuvieron que cerrar la casa de migrantes de Tultitlán, estado de México, por falta de seguridad para ayudar a los centroamericanos que van rumbo a EU.
Nadie puede negar que millones ejercieran su derecho ciudadano de elegir autoridades  sin mayores dificultades. Pero como lo documentó Alianza Cívica, 28 por ciento de los votantes fueron coaccionados para tomar la opción que les indicaban. Y varios miles ni siquiera pudieron hacerlo debido a que no contaron con la papelería necesaria.
Así pues, no hubo tal jornada ejemplar. Menos aún, los cuentos de Leonardo Valdés, el que funge como presidente del IFE, quien había dicho el 27 de junio (La Jornada) que la compra del voto era algo folclórico y mítico (sic que baila la danza del venado). Autoridad que mostraba un optimismo desbordado sabiendo que la democracia mexicana es un queso gruyere donde los hoyos son más grandes que los de Armando, el personaje que encarna Eugenio Derbez, quien sufrió en su boda los reclamos de manifestantes y lo tomó con humor, aclarando que él no había votado por el tricolor.
Grupos empresariales y televisoras, como sucede en todo el orbe, son los que posibilitan, actualmente, que alguien tenga enormes posibilidades de triunfar en las contiendas electorales. Por eso, los que llegan a los puestos públicos quieren hacer las reformas que les piden. En el caso mexicano ya se preparan las modificaciones a Pemex, jornada de trabajo más amplia y con menos remuneración, pensiones más raquíticas y un largo etcétera. Esa es la agenda que le urge aprobar con el PAN a Enrique Peña Nieto y por ello insiste en la elección impoluta.
jamelendez44@gmail.com


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