El Subcomité de la ONU para la Prevención de la Tortura y Otros Tratos o
Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes (SPT) realizará una segunda
visita a México del 12 al 21 de diciembre para evaluar el tratamiento de
personas privadas de su libertad, así como las medidas que se han
adoptado para protegerlas de la tortura.
Esta visita se da a 2 años de que en 2014, el entonces relator de la
Organización de las Naciones Unidas (ONU) del SPT, Juan E. Méndez,
realizó un viaje de trabajo a México donde concluyó que la tortura era
una práctica generalizada, y que la tortura sexual contra mujeres se
cometía para obligarlas a inculparse de algún delito.
En esta ocasión la delegación integrada por los expertos Felipe
Villavicencio, Enrique Font, Emilio Ginés Santidrián y Nora Sveass,
acudirá a prisiones, estaciones de Policía, cuarteles, instituciones
psiquiátricas, centros correccionales para jóvenes e instalaciones de
detención para migrantes, tanto a nivel federal como estatal.
Los expertos se reunirán con autoridades del Estado, funcionarios de la
ONU, representantes de la sociedad civil y con la Comisión Nacional de
los Derechos Humanos (CNDH) para presentar al final de la visita sus
observaciones preliminares al Gobierno de México, con carácter de
confidenciales.
Cuando Juan E. Méndez estuvo en el país, el gobierno mexicano a través
del entonces subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos
Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Juan Manuel
Gómez Robledo, calificó de “no profesional y poco ético” el trabajo de
quien fuera relator y señaló la tortura como una práctica generalizada
en México.
En esta ocasión, el SPT revisará los avances de las recomendaciones que
hizo hace 8 años (2008), cuando recomendó al Estado mexicano establecer
mecanismos y controles de seguimiento a las denuncias sobre tortura,
crear un programa nacional de atención a víctimas de tortura y controles
legislativos para prevenir la tortura durante la detención.
De acuerdo con un informe de la Relatoría Especial del SPT de la ONU,
las mujeres, niñas y personas lesbianas, gays, bisexuales y transgénero
están particularmente expuestas a sufrir torturas y maltratos al ser
privadas de su libertad.
Un caso similar es el de las mujeres. Mientras están en detención
preventiva corren un riesgo particular de sufrir torturas y malos
tratos, ya que agentes del Estado pueden emplear la violencia y los
abusos sexuales como medios de coacción o para obtener confesiones,
según el informe.
Tomada de Amnistía Internacional/Londres38
Por: la Redacción
Cimacnoticias | Ciudad de México.-
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