La
semana pasada intentaron asesinar a Bertita Zúniga Cáceres, hija de la
mujer indígena hondureña líder ambientalista asesinada, Berta Cáceres.
Bertita volvía manejando con dos colegas tras realizar una visita
comunitaria en el centro de Honduras cuando una camioneta negra los
interceptó. Tres personas se bajaron de la camioneta e intentaron
atacarlos, pero Zúniga y sus colegas lograron escaparse por poco. El
incidente se produce solo unas semanas después de que Zúniga fuera
designada nueva líder del grupo de derechos indígenas Consejo Cívico de
Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH).
Además, Zúniga acaba de manifestarse a favor de la ley estadounidense
pendiente destinada a suspender la ayuda militar estadounidense a
Honduras. Su manifestación se realizó en el marco de una semana de
acción coordinada por el grupo de derechos humanos Witness for Peace con
sede en EE.UU.
Transcripción
Esta transcripción es un borrador que puede estar sujeto a cambios.
AMY GOODMAN:
Esto es Democracy Now!, democracynow.org, soy Amy Goodman. El pasado
viernes 30 de junio Bertita Zúniga Cáceres sufrió un intento de
asesinato en su contra. Zúniga Cáceres es la hija de la líder indígena y
activista medioambiental Berta Cáceres, asesinada en 2016. Bertita y
dos miembros de la organización en defensa de los derechos de los
pueblos indígenas COPINH, Sotero Chavarría and
Asunción Martínez, regresaban en un carro de una actividad comunitaria
en el centro de Honduras cuando una camioneta negra bloqueó la carretera
y trató de detener su vehículo. Tres asaltantes salieron de la
camioneta y trataron de atacarlos, pero Zúniga y sus colegas lograron
escapar.
El ataque tuvo lugar solo semanas después de que Zúniga fuera nombrada nueva directora de COPINH,
el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras,
del que su madre, Berta Cáceres, también fue directora. Bertita ha
aumentado su actividad como líder política en los últimos meses y
continúa pidiendo que se investigue de forma independiente el asesinato
de su madre, ocurrido el 2 de marzo de 2016.
Para saber más del ataque nos comunicamos con La Esperanza, Honduras,
desde donde nos acompaña Bertita Zúniga Cáceres. Bienvenida a Democracy
Now!
Me alegra que esté a salvo. ¿Nos puede contar qué pasó el viernes [30 de junio]?
BERTITA ZÚNIGA CÁCERES:
Bueno, un saludo muy grande para todos ustedes. Decirle que, como ya
decían ustedes, el día viernes 30 de junio sufrimos un ataque regresando
de una de las comunidades en las que COPINH hace trabajo permanente. Nosotros nos transportábamos en uno de los carros de COPINH
que es más conocido, y sabemos que [este ataque] tiene que ver también
con la conflictividad instalada nuevamente por el tema del agua, las
fuentes de agua, y también el papel de la agencia USAID, que está teniendo un papel importante en el conflicto suscitado en la comunidad y que dio producto al ataque.
Realmente ahora nosotros no nos esperábamos esto y fuimos de alguna
manera embestidos cuando un carro nos alcanzó a alta velocidad. En un
primer momento nos bloqueó el paso, hombres armados con machetes nos
lanzaron una piedra al vehículo y luego nos persiguieron intentando
sacarnos de la calle.
AMY GOODMAN:
Quisiera volver a lo que ocurrió el pasado 30 de junio, explíquenos el
trayecto en carro, quiénes eran las personas que le atacaron y qué
sucedió después. ¿Qué armas tenían?
BERTITA ZÚNIGA CÁCERES:
Bueno, como les decía, yo me conducía con Sotero Echavarría, que es el
coordinador de organización, que también está conduciendo el vehículo, y
con Asunción Martínez, coordinador de Actas, que estaba en la parte de
atrás del carro. Las personas que nos atacaron, nosotros no las
conocemos. Eran cuatro personas, tres con machetes y el conductor que su
actitud era la más agresiva.
AMY GOODMAN: ¿Qué hicieron? ¿Cuándo se bajaron del vehículo?
BERTITA ZÚNIGA CÁCERES:
Los tres hombres que estaban armados con machetes nos obstaculizaron el
carro y pusieron sus machetes en posición de ataque para posiblemente
dañar el vehículo, pensamos nosotros, y el conductor, al ver que ese
intento fue fallido porque nosotros esquivamos por el lado derecho de la
calle, pues nos lanzó una piedra a la ventana izquierda, que es la de
conductor. En ese momento es que por lo menos yo tomé conciencia de que
nos estaban atacando.
AMY GOODMAN: Y Bertita, ¿resultó usted herida de alguna manera?
BERTITA ZÚNIGA CÁCERES:
No, nosotros no sufrimos ninguna lesión e incluso el vehículo tampoco lo
pudieron sacar del carril de la calle. Pero bueno, obviamente nosotros
nos alertamos porque pudo tener una consecuencia mayor. Y fue casi una
suerte que no nos pasara nada más.
AMY GOODMAN: Usted dijo que cuando regresó al vehículo y la persiguieron, ¿trataron de sacarla de la vía?
BERTITA ZÚNIGA CÁCERES:
Si, así es. El carro nos alcanzó a alta velocidad y se puso a la par de
nosotros y nos lanzó el carro para chocar el nuestro y bueno lo que se
encontraba a ese lado es precisamente el abismo. Entonces nosotros
esquivamos el golpe y no detuvimos nunca la marcha.
AMY GOODMAN: Bertita Zúniga Cáceres, esto sucede tan solo unas semanas después de que usted fuera nombrada líder de COPINH,
la organización que su madre, la líder ambientalista y activista por
los derechos indígenas, Berta Cáceres, dirigió antes de ser asesinada.
¿Usted cree que hay un vínculo entre su posición como directora de COPINH y lo que le sucedió el 30 de junio?
BERTITA ZÚNIGA CÁCERES: Bueno, yo pienso que la asamblea del COPINH, más allá de cambiar la estructura de la coordinación, también reorganiza todas las bases y la estructura completa del COPINH,
y pienso que eso es el resultado obviamente de un trabajo más efectivo
en la defensa territorial, y obviamente ahí es que vienen las reacciones
de los grupos económicos, trasnacionales o empresa privada que se ven
afectadas con el trabajo del COPINH.
AMY GOODMAN:
Esto también sucede justo después de que hiciera un video pidiendo
apoyo para la ley propuesta por el congresista Hank Johnson que de ser
aprobada acabaría que la ayuda militar de Estados Unidos a Honduras.
BERTITA ZÚNIGA CÁCERES: En concreto, la ley ordena la suspensión de toda la ayuda militar que Estados Unidos da a Honduras hasta que el caso de asesinato de Berta Cáceres se resuelva de manera efectiva, pero no solo ese caso, sino también otros que han sido representativos, como los casos en la región del Bajo Aguán, y los casos de activistas ambientalistas hondureños y hondureñas que han muerto defendiendo la vida en este país.
AMY GOODMAN:
¿Puede hablar de la importancia del llamado que está haciendo y de si
cree que puede haber algún vínculo con el intento de asesinato?
BERTITA ZÚNIGA CÁCERES:
Bueno, yo pienso que esta propuesta de ley que promueve el cortar la
ayuda militar de Estados Unidos a Honduras es una de las respuestas más
efectivas y más contundentes que se han dado luego del asesinato de mi
mamá y nuestra compañera Berta Cáceres. Para mí, es una de las acciones
más significativas que, de lograrse, realmente sacudiría la impunidad de
Honduras.
AMY GOODMAN:
Quisiera ir a un clip de Berta Cáceres, la madre de Bertita Cáceres,
hablando en 2015, cuando ganó el prestigioso premio medioambiental
Goldman, el premio más importante de asuntos medioambientales en el
mundo.
BERTA CÁCERES: En nuestras cosmovisiones somos seres surgidos de la tierra, el agua y el maíz. De los ríos somos custodios ancestrales, el pueblo lenca, resguardados además por los espíritus de las niñas que nos enseñan que dar la vida de múltiples formas por la defensa de los ríos es dar la vida para el bien de la humanidad y de este planeta. El COPINH, caminando con otros pueblos por su emancipación, ratifica el compromiso de seguir defendiendo el agua, los ríos y nuestros bienes comunes y de la naturaleza, así como nuestros derechos como pueblos.
¡Despertemos¡ ¡Despertemos Humanidad¡ Ya no hay tiempo. Nuestras conciencias serán sacudidas por el hecho de solo estar contemplando la autodestrucción basada en la depredación capitalista, racista y patriarcal. El río Gualcarque nos ha llamado, así como los demás que están seriamente amenazados. Debemos acudir. La Madre Tierra militarizada, cercada, envenenada, donde se violan sistemáticamente los derechos elementales, nos exige actuar. Construyamos entonces sociedades capaces de coexistir de manera justa, digna y por la vida. Juntémonos y sigamos con esperanza defendiendo y cuidando la sangre de la tierra y los espíritus.
Dedico este premio a todas las rebeldías, a mi madre, al pueblo lenca, a río Blanco, al COPINH, a las y los mártires por la defensa de los bienes naturales.
AMY GOODMAN:
Escuchábamos a Berta Cáceres, quien obtuvo el Premio Medioambiental
Goldman en 2015. Cáceres fue asesinada en su propia casa en La
Esperanza. Ahora estamos hablando con su hija, Berta Zúniga Cáceres,
quien sufrió un intento de asesinato en su contra el viernes 30 de
junio. Tras escuchar a su madre, quien luchó contra la construcción de
la represa hidroeléctrica Agua Zarca. ¿Nos puede decir cual es la
situación de esta lucha ahora, y la importancia de la represa? Para las
personas que no han oído hablar de este tema, ¿Qué corporaciones están
involucradas en lo que está ocurriendo?
BERTITA ZÚNIGA CÁCERES:
Con respecto al proyecto Agua Zarca, decirles que pues la actividad del
proyecto tiene muy poca actividad. Sin embargo, ha mantenido cierta
actividad en el área de influencia a nivel de las comunidades para
intentar convencer a las personas aledañas de que acepten este proyecto.
Eso dice que, claramente, no hay intenciones de la empresa de salir.
Los bancos y fondos financiadores de este proyecto, que son el Banco
Centroamericano para la Integración Económica, el Fondo de Desarrollo
Holandés y el Fondo de Desarrollo Finlandés han anunciado sus
intenciones de salir. Sin embargo, a más de un año, no han salido
formalmente del proyecto hidroeléctrico y de su contrato con la empresa,
y nosotros estamos exigiendo su salida inmediata y definitiva.
Cuando se cumplió el primer aniversario del asesinato, nosotros
interpusimos un recurso de inconstitucionalidad para quitarle la
concesión al proyecto hidroeléctrico. Sin embargo, este fue rechazado,
nosotros estamos agotando las vías legales. Sin embargo, denunciamos
pues la complicidad de la institucionalidad hondureña de no querer
sancionar un proyecto que claramente es violador de los derechos
humanos, de los derechos de las comunidades indígenas lenca.
AMY GOODMAN: ¿Qué ha pasado con la investigación sobre los asesinos de su madre?
BERTITA ZÚNIGA CÁCERES:
Nosotros hemos denunciado de manera permanente que la investigación ha
estado llena de irregularidades. Ha sido un proceso que no ha respetado
el debido proceso. Hay ocho personas capturadas. Sin embargo, no se
apunta a investigar quién es el autor intelectual del crimen que, por
supuesto, es la cabeza de la estructura criminal que facilitó y generó
su asesinato.
AMY GOODMAN: Bertita Zúñiga Cáceres, ¿tiene un último comentario sobre sus planes como nueva líder de COPINH, la organización que su madre lideraba cuando fue asesinada?
BERTITA ZÚNIGA CÁCERES:
Nosotros aprovecharemos el espacio para hacer un llamado a la población
estadounidense y a sus autoridades para apoyar esta ley llamada Berta
Cáceres, ya que nosotros sabemos que mientras la impunidad en este país
no sea sancionada con acciones contundentes, las acciones de amenaza,
hostigamiento e incluso asesinatos van a seguir sucediendo, y bueno,
nosotros tampoco queremos ser víctimas y que finalmente solo nos queden
los lamentos.
AMY GOODMAN: Y Bertita, ¿Puede dirigirse directamente a los hombre con machetes que intentaron matarla el viernes 30 de junio?
BERTITA ZÚNIGA CÁCERES:
Decir lo mismo, que nosotros vamos a continuar en la lucha y que parte
de esa lucha es romper los círculos de impunidad y eso significa también
sancionar a las personas que nos amenacen y nos amedrenten y que
intenten parar nuestra lucha.
AMY GOODMAN: Bertita, ¿cuantos años tiene? ¿Si le puedo preguntar?
BERTITA ZÚNIGA CÁCERES: 26 años.
AMY GOODMAN: ¿Qué la hace tan valiente?
BERTITA ZÚNIGA CÁCERES: Yo
creo que porque nacimos en un pueblo de gran dignidad, muy valiente y
también que las enseñanzas de mi mamá, Berta Cáceres, tienen que ver con
cultivar una raíces de principio para luchar por cambiar la situación
de nuestras comunidades y también de nuestro país.
AMY GOODMAN:
Muchas gracias, estoy muy contenta de estar hablando con usted. Por
favor, ¡cuídese! Bertita Zúniga Cáceres nos habla desde La Esperanza,
desde su casa en Honduras. Esto es Democracy Now, democracynow.org, el
Informativo de Guerra y Paz. Soy Amy Goodman, gracias por acompañarnos.
Producido por Clara Ibarra, Charina Nadura, Mónica Espitia, Igor Moreno, Democracy Now! en Español y Democracy Now!.
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