Las armamentistas consentidas de las Fuerzas Armadas Mexicanas
Sig Sauer, FN Herstal, Nammo Talley, Milkor y Barret encabezan la lista de las 15 empresas armamentistas consentidas de los militares mexicanos. En 6 años, México les compró armas de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas –ametralladoras, lanzagranadas, fusiles de asalto, pistolas semiautomáticas– por 2 mil millones de pesos. Amarrados otros 4 mil millones de aquí a 2024, último año de gobierno de Andrés Manuel López Obrador
Quince empresas armamentistas son las
principales abastecedoras de los militares mexicanos en la “guerra” de
las drogas. Estadunidenses, europeas e israelíes surten de armas de
fuego a las Fuerzas Armadas Mexicanas para enfrentar a los cárteles del
narcotráfico en una guerra sin fin, es decir, en un negocio sin fin.
En orden de importancia, según el dinero
involucrado en las transacciones con México, se trata de la
estadunidense Sig Sauer; la belga (aunque también con capital
estadunidense) FN Herstal; la noruega Nammo Talley (pero, en específico,
su filial asentada en California, Estados Unidos); la sudafricana
Milkor; las estadunidenses Barret Firearms Manufacturing, Dillon Aero,
Abrams Airbone Manufacturing, Combined Systems, Knight’s Armament
Company y Colt Defense; la israelí IWI; las intermediarias
estadunidenses MLM International Corporation y Essex International
Trading; la intermediaria española Rivi Equipmen, y la fabricante
italiana Fabarm-Fabric Bresciana Armi.
Los datos se desprenden del informe Gross human rights abuses. The legal and ilegal gun trade to Mexico,
elaborado por las organizaciones civiles Comisión Mexicana de Defensa y
Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH) y Stop US Arms to Mexico. El
documento, que se presentó en el Congreso estadunidense en agosto
pasado, será conocido en México –traducido al español– a finales de
septiembre.
Se trata de adquisiciones de armas de
fuego de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas. Es decir, armas largas y
cortas que por su potencia se utilizan para la defensa y seguridad
nacionales, y no para la seguridad pública. Su destino son los
escenarios de guerra.
Las adquisiciones para las corporaciones
policiacas estatales y municipales no están consideradas en estos
datos. Se trata de armas de menor calibre y potencia.
Lo que los militares mexicanos compraron
a estas 15 empresas en un periodo de 6 años –de 2010 a 2016– son 6 mil
622 armas largas (en su mayoría fusiles de asalto y ametralladoras); 4
mil 571 armas cortas, y un número indeterminado de lanzagranadas y
multilanzadores. Son usadas por las fuerzas especiales de las tres
Fuerzas Armadas Permanentes: el Ejército Mexicano, la Fuerza Aérea
Mexicana y la Armada de México.
El país ha erogado en total por estas
armas alrededor de 2 mil millones de pesos. Pero tiene comprometidos
otros 234 millones de dólares (unos 4 mil 680 millones de pesos más) de
aquí a 2024, todo el sexenio que gobernará Andrés Manuel López Obrador,
con sólo una empresa: la estadunidense Sig Sauer.
“No está a discusión que para los
estadunidenses esto sea un negocio”, dice el especialista en Fuerzas
Armadas y seguridad nacional Guillermo Garduño, al referirse a la
“guerra” contra las drogas desatada por Felipe Calderón y continuada por
Enrique Peña Nieto. “Eso está completamente claro”, asienta el doctor
en sociología por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y
especialista en América Latina por la Universidad de Pittsburgh.
Señala que, en efecto, las Fuerzas
Armadas Mexicanas deben de contar con armamento que haga frente a los
poderosos cárteles del narcotráfico. Pero, explica, la sola
confrontación militar no acabará con el problema. La “guerra” seguirá
indefinidamente y el negocio de quienes consumen drogas y venden armas,
es decir, los estadunidenses, seguirá siendo el ganador.
Para la investigadora Lucía Chávez,
coordinadora del Área de Investigación de la CMDPDH, la guerra contra el
narcotráfico “sí tiene un factor económico muy fuerte”. Expone que la
venta de armas de Estados Unidos a México es ínfima si se compara con lo
que le venden a otros países. Pero ya se firman contratos en millones
de dólares. “Son cantidades nada despreciables”.
Y agrega que estas compras también dejan “ganadores” en México: aquellos que gestionan las compras.
Sig Sauer
Hasta el momento la estadunidense Sig
Sauer ha vendido a las Fuerzas Armadas Mexicanas 1 mil 383 armas cortas y
214 armas largas. El monto pagado por estos artefactos asciende a 851
mil 145 dólares (alrededor de 17 millones 22 mil 900 pesos).
Pero no es todo. El Departamento de
Estado de Estados Unidos aprobó en 2015 una licencia para que este
productor exporte a México hasta 2024 “kits” de ensamblaje para pistolas
semiautomáticas y ametralladoras, por un valor de hasta 265 millones de
dólares.
Esta licencia permite a militares
mexicanos ensamblar metralletas Sig Sauer MPX, capaces de disparar 850
balas por minuto. De abril de 2015 a mayo de 2018, militares mexicanos
han pagado 26.7 millones de dólares (unos 534 millones de pesos) por
piezas de armas y 4.3 millones de dólares (alrededor de 86 millones de
pesos) en armas completas.
Es decir, Sig Sauer todavía importará
armas y kits de ensamblaje por 234 millones de dólares (aproximadamente 4
mil 680 millones de pesos) antes de que expire su licencia en 2024.
Originalmente Sig Sauer fue
suizo-alemana. Hoy es una empresa estadunidense con sede en New
Hampshire, Estados Unidos. Entre sus armas largas más famosas se
encuentra el fusil de asalto SG 550 (Sturmgewehr 90). En su página
electrónica informa que tal fusil incluye un bípode de plegado integral y
una culata plegable. El rifle tiene una acción de disparo tipo AK-47, y
también se le conoce como FASS 90 (Fusil d’Assaut Standard Suisse 90)
en francés o como Stgw 90 (Sturmgewehr 90) en alemán. La variante SIG SG
551 tipo carabina de este fusil ha sido adoptada por fuerzas especiales
en todo el mundo. Tiene una cadencia de tiro de 700 disparos por
minuto.
En cuanto a armas cortas, destaca la
pistola semiautomática P320. Está fabricada en los calibres .357 SIG,
.40 S&W, .45 ACP, y 9 por 19 milímetros m Parabellum.
FN Herstal
Con FN Herstal, las Fuerzas Armadas
Mexicanas han celebrado contratos por 27 millones 827 mil 623.44 euros
(unos 627 millones de pesos), de acuerdo con el informe Gross human rights abuses. The legal and ilegal gun trade to Mexico. Adquirieron 2 mil 637 armas largas.
Esta empresa nació como Fabrique
Nationale d’Herstal, en Bélgica. Hoy se le conoce sólo como FN Herstal y
cuenta con inversión estadunidense. Además, una división importante ha
instalado sus fábricas en Estados Unidos. Incluso absorbió marcas
emblemáticas como la Winchester y la Browning.
Es la armadora del fusil de asalto M16 y
de los fusiles FAL, FN, SCAR, entre muchos otros; además de las
ametralladoras M240 y M249 y la amplia gama de escopetas Browning.
Nammo Group
Nammo Talley es una división del Grupo
Nammo. Le vendió a los militares mexicanos 2 mil 29 armas largas por 8
millones 301 mil 368 dólares (alrededor de 166 millones 27 mil 360
pesos).
Fundado como Nordic Ammunition Company,
en sus inicios fue una compañía privada de noruegos, finlandeses y
suecos. Hoy el grupo es del gobierno de Noruega y de accionistas
finlandeses. También cuenta con inversión estadunidense e instalaciones
en varios estados de la Unión Americana.
Entre sus muchos diseños se encuentra el
arma de asalto multipropósito de lanzamiento desde el hombro (SMAW),
“un sistema de ataque versátil, liviano y letal”, como señala en su
portal electrónico.
Milkor
Por su parte, Milkor ha logrado
contratos con las Fuerzas Armadas Mexicanas por 8 millones 300 mil
dólares (unos 166 millones de pesos). Lo que han adquirido las cuerpos
castrenses son lanzagranadas, aunque el informe no logra precisar su
número.
Esta empresa con sede en Sudáfrica
fabrica el MGL, siglas de Multiple Grenade Launcher (lanzagranadas
múltiple). Milkor fue fundada en 1981 para diseñar y fabricar los
sistemas de armas de mano lanzagranadas múltiples de 40 milímetros.
Información de la propia compañía señala que en 36 años ha suministrado
más de 60 mil armas de este tipo a más de 60 países.
Hoy Milkor, además de lanzagranadas,
cuenta con una gama de productos que incluye vehículos blindados,
lanchas patrulleras, sistemas aéreos no tripulados, aparatos y programas
de seguridad cibernética y otros sistemas de armas.
Barret
México ha pagado 2 millones 804 mil
dólares a Barret Firearms Manufacturing por 200 “armas largas”. En
pesos, la cifra ascendería a 56 millones 80 mil.
El documento no señala el modelo de
armas de fuego adquiridas (más allá de que sean “largas”). Pero Barret
es famoso por su fusil M82, un rifle de alta potencia, de aplicaciones
especiales con mira telescópica. También es llamado “Cincuenta Ligero”
por su calibre .50 (12.7 milímetros).
La firma Barrett Firearms Company fue
fundada por Ronnie Barrett con el único propósito de construir fusiles
semiautomáticos de gran potencia con munición calibre .50. Los primeros
fusiles estuvieron disponibles en 1982.
Este fusil, más conocido en México sólo
como “Barret”, tiene la capacidad de penetrar fácilmente los chalecos
antibalas Tipo IV y la mayoría de materiales de construcción de un
edificio. Con la potencia añadida debido a su tamaño, el M82 puede
además perforar blindajes ligeros y vidrio blindado de nivel 8 (el más
fuerte existente).
Dillon Aero
A Dillon Aero, las Fuerzas Armadas
Mexicanas le compraron entre 2010 y 2016 armas largas por 1 millón 81
mil 536 dólares, es decir, alrededor de 22 millones de pesos). Otras 16
habrían sido compradas posteriormente, según el portal especializado en
Fuerzas Armadas infodefensa.com. Sin embargo, de ellas no da
cuenta la información entregada por la secretaría militares de México a
la CMDPDH y Stop US Arms to Mexico.
La empresa estadunidense está asentada
en Scottsdale, Arizona. Es famosa por producir la M134 Minigun, una
poderosa ametralladora rotativa de seis cilindros y municiones 7.62 por
51 milímetros. Es un arma desarrollada para los ejércitos de los países
de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Su letalidad
es ampliamente comprobada: su cadencia de tiro alcanza los 6 mil
disparos por minuto. Generalmente se instala en aeronaves, pero también
puede instalarse en vehículos terrestres, tanques y fragatas. Incluso
puede ser disparada por una persona de pie.
Una Minigum fue la utilizada para acabar con el último líder del cártel de los Beltrán Leyva, Juan Francisco Patrón Sánchez, el H2.
El 9 de febrero de 2017 una potente descarga desde un helicóptero
contra la casa habitación terminó con la vida de patrón Sánchez y 10
personas más. Los efectivos encargados del operativo no fueron a detener
a los supuestos delincuentes, sino a aniquilarlos. Sabían que al
utilizar la Minigun no habría sobrevivientes entre los narcotraficantes.
Abrams
En el informe Gross human rights abuses. The legal and ilegal gun trade to Mexico,
se documenta que las Fuerzas Armadas Mexicanas celebraron contratos con
la Abrams Airborne Manufacturing por 1 millón 86 mil 825 dólares
(alrededor de 21 millones 736 mil 500 pesos). A esta armamentista le
compraron 129 armas largas.
Fue fundada en 1965 por el veterano Harold Abrams. En apenas 7 años, la empresa logró ventas por 1 millón de dólares.
La familia Abrams ha destacado como
defensora a ultranza del derecho de los estadunidenses a portar armas.
Diseñó el MK 14 MOD 0, un fusil de asalto de los grupos de operaciones
especiales de los ejércitos de la OTAN con una cadencia de tiro de 750
disparos por minuto.
KAC
A otra ciento por ciento estadunidense,
la Knight’s Armament Company, las Fuerzas Armadas Mexicanas le compraron
en el periodo 54 armas largas por 900 mil 547 dólares, unos 18 millones
10 mil 940 pesos.
Con sede en Titusville, Florida, la
Knight’s Armament Company es famosa por sus fusiles de asalto AR15,
populares en México entre las corporaciones militares pero también entre
los sicarios de los cárteles del narcotráfico y otras expresiones de la
delincuencia organizada.
Fundada en 1982, también produce una
línea de armas de fuego que incluye la línea de rifles semiautomáticos
SR-15, la carabina SR-16 totalmente automática y el rifle de
francotirador SR-25.
El SR-25 (Stoner Rifle-25) tiene un calibre de 7.62 milímetros y está equipado con un mira telescópica y trípode.
IWI
La Israel Weapon Industries (IWI) ha
firmado contratos con las Fuerzas Armadas por 870 mil 580 euros
(alrededor de 17 millones 411 mil 600 pesos). Los cuerpos castrenses le
han comprado 2 mil 204 armas cortas.
Esta fabricante de armas israelí, con
sede en Ramat Hasharon, fue fundada en 1933 como una empresa del Estado
de Israel. En 2005 pasó a manos privadas. Es una de las fabricantes de
armas militares más famosas del mundo y de las que cuentan un mayor
número de ventas. Es la inventora del subfusil Uzi, del cual ha
fabricado 10 millones de unidades.
En cuanto a armas cortas, como las que
vendió a los militares mexicanos, destaca la pistola semiautomática
Jericho 941, también conocida como mágnum. Tiene un calibre de 11.43
milímetros y puede utilizarse en guerras o en misiones encubiertas.
Cuenta con mira fija para combate, mira ajustable y fosforescente para
operaciones en la noche.
Combined Systems
Un total de 180 armas largas le
compraron las Fuerzas Armadas Mexicanas a la estadunidense Combined
Systems. Por ellas pagaron 143 mil 100 dólares (alrededor de 2 millones
800 mil pesos).
La principal planta de fabricación de la
compañía se encuentra en Jamestown, Pensilvania. Es propiedad de Point
Lookout Capital y Carlye Group. Se especializa en la fabricación de
equipos militares y policiales, como latas de gas lacrimógeno, granadas
de destello, municiones y esposas. Suministra estos productos a la
policía y al Ejército de Estados Unidos, así como a Egipto e Israel. Ha
sido blanco de ataques de los activistas en línea Anonymous.
De las armas largas de Penn Arms, la
división de Combined Sytems, destacan las strikers 12 y la 37 MM
Multilauncher. Se trata de lanzagranadas que también son utilizados para
lanzar bombas con agentes químicos para neutralizar enemigos.
Colt
Colt Defense obtuvo de los militares
mexicanos contratos por 58 mil 899.60 dólares (alrededor de 1 millón 800
mil pesos). La estadunidense entregó 30 armas largas.
Colt fue el productor original del rifle
M16, hoy fabricado –por derechos adquiridos– por el diseñador ArmaLite.
Pero Colt Defense hoy cuenta con una completa “familia de armas”
derivada de la carabina M4, que incluye un rifle de cañón pesado (HBAR),
una carabina con material deslizante (M4 y ACC-M), un arma de defensa
personal con culata plegable plegable (SCW), una carabina de pistón
(APC), un Commando M4 con un cañón de 10.5 pulgadas (26.7 centímetros),
un rifle automático de infantería (IARTM), una ametralladora con cámara
para munición de 9 milímetros y el lanzagranadas M203 de 40 milímetros.
De las armas largas publicadas en su
portal electrónico, destaca la M4, un fusil de asalto automático en
versión carabina, derivado del fusil AR15. Es el arma principal de
infantería estándar del Ejército de Estados Unidos. El M4A1 suele
desempeñar un papel relevante en las distintas operaciones de combate,
en especial, el que se desarrolla en espacios cerrados, con
tripulaciones de unidades móviles y aéreas, paracaidistas y en
operaciones militares especiales.
Se trata de una versión carabina del
fusil de asalto M16, que utiliza munición 5.56 por 45 OTAN con un
cargador de 30 cartuchos. Es más maniobrable en combate a corta
distancia. Se le considera ideal para el combate urbano. La versión M4A1
incorpora rieles Picatinny para adaptar miras telescópicas, alzas,
lanzagranadas, agarraderas, sistema láser, linternas tácticas,
iluminadores infrarrojos y miras de visión nocturna.
Fabarm
La italiana Fabbrica Bresciana di Armi
(Fabarm) le ha vendido a las Fuerzas Armadas Mexicanas 770 armas cortas
por 74 mil 690 dólares (es decir, alrededor de 1 millón 493 mil 800
pesos).
Fabarm es una de las armamentistas más
viejas en el mercado que ha logrado mantenerse entre las principales.
Fue fundada en 1900 por la familia Galesi, en Brescia. Durante las
primeras décadas del siglo XX, la producción de esta empresa era casi
exclusivamente de escopetas y pistolas.
Entre las armas “cortas” destaca un
subfusil llamado martial pistola 11. El calibre es de 12/76
milímetros, con capacidad total de cinco disparos y un peso de 2 kilo
con 340 gramos. En la página de Fabarm se recalca que esta arma califica
como “arma corta”.
Intermediarias
Las Fuerzas Armadas Mexicanas también
compraron armas a intermediarias en vez de adquirirlas directamente con
el fabricante. Resalta el caso de las 150 armas largas de Nammo Talley
compradas a MLM International Corporation. Por ellas, los militares
mexicanos pagaron 626 mil 250 dólares (alrededor de 12 millones 525 mil
pesos). Lo anterior a pesar de que Nammo Talley mantiene una relación
directa con las fuerzas castrenses de México. MLM International es una
contratista fundada en Estados Unidos en 1986. Opera en 80 países y se
especializa en servicios de marketing, capacitación y logística.
Por otra parte, la Essex International
Trading obtuvo 80 mil 420 euros (unos 2 millones de pesos) de los
militares mexicanos por 97 armas largas de OF Mossberg & Sons).
Essex International Trading es una empresa privada con sede en
Bradenton, Florida, Estados Unidos. Su principal negocio es la venta de
artículos deportivos al mayoreo.
Finalmente, Rivi Equipmen vendió 56
armas largas de RM Equipment por 77 mil 840 dólares (alrededor de 1
millón 556 mil 800 pesos).
Negocio son fin
“La vida de un arma es bastante larga.
No es un producto que se extinga a los pocos años. De hecho, se les da
mantenimiento a las armas que se compran. Entonces por qué se compran
tantas armas cada año”, pregunta la investigadora Lucía Chávez.
Ejemplifica con la compra de misiles por
parte de México, anunciada el 14 de agosto pasado por el Departamento
de Estado de Estados Unidos, por un monto de 41 millones de dólares. Qué
utilidad tendrán los misiles. Cómo se justifica su compra. “Y hacemos
estas preguntas pensando en toda la corrupción que hay detrás. Sí
pudiera haber funcionarios que estarían beneficiándose de estas
compras”.
Guillermo Garduño señala que cuando un
Ejército adquiere todo se armamento de un país extranjero, está poniendo
su capacidad operativa en ese país. Señala que las compras no deben
suspenderse totalmente, pero sí se debe fortalecer la producción propia
y, sobre todo, dejar de ver el problema de las drogas como un asunto
exclusivamente militar.
Zósimo Camacho
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