9/16/2018

Indignado por acciones estudiantiles, Díaz Ordaz olvidó su disposición al diálogo

El 68 a medio siglo
Vísperas del cuarto informe
Tras la marcha de las antorchas, el presidente tuvo pretexto para desatar la represión


Foto
▲ Concentración estudiantil en la Plaza de la Constitución, con la Catedral Metropolitana al fondo, en agosto de 1968.Foto Manuel Gutiérrez Paredes. AH/UNAM

Declarada ya la mejor disposición del gobierno del presidente Gustavo Díaz Ordaz a dialogar para resolver el conflicto y la aceptación por parte de los estudiantes de efectuar un encuentro, el Consejo Nacional de Huelga (CNH) convocó para el 27 de agosto de 1968 a una manifestación, que se conocería como la marcha de las antorchas. El clímax de las jornadas de protesta del movimiento ­estudiantil.
Esta marcha, a la que acudieron cientos de miles de personas, partió del Museo Nacional de Antropología al Zócalo capitalino. Para ese entonces, sectores populares, obreros y campesinos iban acercándose a los jóvenes y a muchos de los padres de familia. Incluso, contingentes de trabajadores electricistas y petroleros participaron en esta enorme concentración que, de acuerdo con diferentes reportes, sumó hasta 400 mil participantes.
Ya avanzado el mitin, de manera sorpresiva, Sócrates Amado Campos Lemus, representante ante el CNH de la Escuela de Economía del Instituto Politécnico Nacional (IPN), tomó el micrófono y propuso permanecer en el Zócalo para dialogar de manera directa con el presidente Díaz Ordaz el primero de septiembre a las 10 de la mañana, el mismo día y hora en que el mandatario presentaba su cuarto Informe de Gobierno.
Esta decisión, junto con el izamiento de una bandera rojinegra en el asta del Zócalo, el intento de quemar las puertas de Palacio Nacional y una andanada de insultos contra el presidente Díaz Ordaz, coreadas al calor de la indignación por hechos violentos previos, dio al gobierno federal argumentos para la represión.
Horas después, en la madrugada del 28 de agosto, del Palacio Nacional salieron tanques para dispersar a quienes habían permanecido de guardia en la Plaza de la Constitución y desalojaron a los manifestantes, cerrándose el camino del diálogo. Hay quienes afirman que esa disposición al diálogo nunca existió por parte del gobierno.

Agosto
Martes 27. La manifestación convocada por el CNH, a la que asisten unas 400 mil personas, se lleva a cabo sin incidentes, en la misma participan contingentes de trabajadores electricistas y petroleros con mantas que decían: “Muera el charrismo sindical”, Apoyamos el movimiento estudiantil y Libertad a los presos políticos. Hubo letreros que decían: Las madres mexicanas apoyamos a nuestros hijos.
A su llegada al Zócalo, un ­contingente estudiantil entró en la Catedral, encendió las luces e hizo sonar las campanas a todo vuelo, todo con la autorización de Jesús Pérez, sacerdote de guardia y encargado en ese momento del recinto religioso. Casi al finalizar el mitin, el estudiante politécnico Sócrates Amado Campos Lemus propuso permanecer en el Zócalo para celebrar allí el diálogo ­público con el presidente Díaz Ordaz el primero de septiembre, día del ­Informe de Gobierno. Alrededor de 5 mil personas permanecieron en el sitio. Además, fue colocada en el asta central una bandera rojinegra.
Miércoles 28. A la una de la ma­drugada, varias horas después de la marcha, los batallones 43 y 44 de infantería, 12 carros blindados de guardias presidenciales, un batallón de paracaidistas, cuatro carros de bomberos, 200 patrullas y cuatro batallones de tránsito desalojan de la Plaza de la Constitución al grupo de estudiantes. A raíz de esa intervención hubo varias escisiones en el movimiento estudiantil y una actitud autocrítica dentro del mismo.
Tras la colocación de la bandera rojinegra –hay versiones de que los estudiantes colocaron una muy modesta y descolorida; en cambio, amanece una nueva, más grande y con colores firmes–, autoridades del entonces Departamento del Distrito Federal organizan un acto de desagravio de la bandera nacional, en el que se obliga a los burócratas a asistir como acarreados.
Jueves 29. En la madrugada, un grupo de personas enmascaradas dispara durante 10 minutos contra la Vocacional 7. En esa acción usan ametralladoras y rifles de alto poder. Médicos residentes e internos del Hospital General, al igual que la sección 37 del Sindicato de Trabajadores Petróleos de la República Mexicana, se declaran en huelga. Vecinos de la unidad Tlatelolco y estudiantes deciden realizar un mitin a las tres de la tarde. Fuerzas de la policía y del Ejército, apoyadas con 26 tanques y 13 camiones, lo impiden y ocupan la Vocacional 7. Aprehenden a 23 estudiantes que pretendían concentrarse frente a la refinería de Azcapotzalco. La muchedumbre apedrea al Ejército y éste dispara dejando un herido.
Viernes 30. El CNH llega a los siguientes acuerdos:
1) No habría mítines ni manifestaciones estudiantiles en el Zócalo durante el Informe presidencial.
2) Expresa su disposición a reunirse con autorirades lo antes posible con la condición de que el diálogo sea público y cese la represión.
3) Las comisiones estudiantiles son designadas.
4) El CNH desarrollará una ofensiva política entre todos los sectores populares mediante brigadas, que tendrán la instrucción de no provocar la represión de la policía y el Ejército.
5) El movimiento no tiene relación alguna con los XIX Juegos Olímpicos y no intentaría entorpecer su celebración.
Sábado 31. La Vocacional 7 y la Prevocacional 4, en la unidad Tlatelolco, sufren un ataque de unos 200 paramilitares del gobierno. Los estudiantes y vecinos de Tlatelolco luchan contra los granaderos y el Ejército, y desde las ventanas de los departamentos lanzan macetas, piedras, basura y todo tipo de proyectiles; muchos estudiantes y vecinos son salvajemente ­golpeados.
Gran número de estudiantes es aprehendido en esos días. En tanto, la prensa silencia o falsea la información. Alboratadores, agentes extranjeros y agitadores son algunos de los calificativos endilgados a los estudiantes y sus simpatizantes. Desde días antes del cuarto Informe presidencial era previsible que Díaz Ordaz haría referencia a estos hechos, pero se desconocía en qué términos.
La tercera parte de esta crono­lo­gía se publicará el lunes 17 de ­septiembre.

José Antonio Román Y Emir Olivares /II
Periódico La Jornada
Lunes 10 de septiembre de 2018, p. 14

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