Pedro Echeverría V.
1. Ningún estudioso serio, ni Marx que profundizó el estudio y el análisis del capitalismo, pudo adelantar particularidades de esa sociedad explotadora porque no jugaba al adivino; él, con una ayuda de Engels, produjo los tres recios tomos de El Capital a partir de la historia del capitalismo y las claras tendencias que en su hacer anunciaban que después de llegar a su fase superior vendría su desplome en beneficio del proletariado mundial. Hoy parece sencillo repetir esta idea, pero cuando escribió y publicó Marx el primer tomo (1867), todo mundo creía que las sociedades eran eternas y que todo dependía de que las fuerzas externas o la divinidad lo determinaran.
2. El “desplome” del capitalismo al parecer no se dio: a) Por que el capitalismo se recompuso y creo muchas defensas no previstas; b) Porque Marx tampoco señaló que el desplome sería inmediato; pero ahora está a la vista. Marx vio la caída del capitalismo en países avanzados; jamás pensó –no podía prever- que países no capitalistas o poco desarrollados (como Rusia, China, Cuba, etcétera) llegaran a esa posibilidad. Por ello, cuando reflexiono en el gobierno de AMLO, sólo puedo pensar en las tendencias que me llevan a mil un dudas, pero me dan elementos para pensar que si los trabajadores maduran y despiertan en sus luchas, las cosas pueden cambiar radicalmente.
3. En nuestra nación sucede lo mismo analizando lo que será el futuro gobierno de López Obrador (AMLO). Muchos viven con temor a la pérdida de su empleo o la reducción a la mitad de sus salarios a partir de las diferentes interpretaciones o tergiversaciones de los discursos de AMLO. Sin embargo, lo que debe quedar muy claro es que para que haya dinero para los explotados, pobres y desempleados, deben acabarse los grandes salarios que están arriba de los 100 mil pesos, sean estos legisladores, altos funcionarios, jueces de la Suprema Corte, organismos electorales o banqueros. Si algunos, como los jueces, se oponen y no respondemos, se cae el proyecto de AMLO.
4. El recorte de salarios de altos cargos ejecutivos es totalmente justo; es para esos tipejos como los expresidentes Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña, que además de los miles de millones desfalcados en sus gobiernos, quieren más y mucho más. Son los que no tienen “llenadera”. ¿Cómo compensar a los 100 millones de pobres y miserables indígenas, campesinos, jornaleros, artesanos, obreros, desempleados, que hay hoy en México? La esperanza es que López Obrador no se acobarde y se deje chantajear mediante presiones de los grandes empresarios millonarios aliados al imperio yanqui; pero la otra esperanza es movilizar al pueblo en las calles.
5. No se trata de convencer a uno o dos jueces; esos que cobran 600 mil pesos al mes y prestaciones, de que acepten rebajarse el salario para que sea inferior al del presidente de la República que es de 108 mil pesos al mes. Se trata de un decreto, una orden, que tiene que cumplirse para el bien general de todo el país. Se debe prohibir a todos los ladrones que llevan muchas décadas atracando que lo dejen de hacer y si no obedecen pues por el bien del país, deben ir a la cárcel porque no estamos jugando, sino arriesgando la seguridad de la nación. El salario mensual del trabajador es de menos de 3 mil pesos al mes. ¡Que no jodan esos pinches ricos!
6. ¿Por qué un trabajador y su familia han vivido y tienen que vivir con tres mil pesos al mes más otros mil que consiguen como cargadores o vendedores ambulantes, mientras las clases dominantes (gobernantes, banqueros) no lo pueden hacer con un salario 35 veces superior, es decir con 105 mil pesos al mes? Si aquí cede López Obrador, lo más probable es que sea el inicio de una enorme desconfianza a su gobierno por las masas y triunfo de toda la oposición de derecha que buscará enterrarlo. Se supone que AMLO tiene en sus manos el cabio constitucional y nada ni nadie puede jugar a la oposición contra los intereses del pueblo. Hay que esperar, pero vigilando. (16/IX/18)
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