La mayor de las Mirabal nació en 1924 y sus padres decidieron llamarla así por haber nacido el 27 de febrero, día en el que se conmemora la independencia de su país. Desde pequeña demostró una gran afición por las artes; no obstante, terminó graduándose en mecanografía en el Colegio Inmaculada Concepción de La Vega.
Patria se casó a los 17 años con Pedro Antonio González, miembro de una familia adinerada de terratenientes, y tuvieron tres hijos: Nelson Enrique, Noris Mercedes y Raúl Ernesto. Otro hijo más, Juan Antonio, murió sólo cinco meses después de haber nacido.
Probablemente fue eso lo que impulsó a Patria a oponerse al régimen de Leónidas Trujillo: el temor de pensar que sus hijos deberían crecer en un país donde pensar diferente o querer transformar tu realidad podía costarte la vida.
La dictadura de Rafael Trujillo (1930-1961) es recordada, de hecho, como una de las más violentas en América Latina. El político y militar dominicano reprimía a todo aquel que se opusiera a su gobierno o que no fuera conveniente para sus planes, lo que dejó un saldo de cerca de 50 mil personas muertas de acuerdo con el Centro Nacional de Registro de Víctimas, Torturados y Desaparecidos de República Dominicana.
Además de esto, Trujillo desintegró todos los sindicatos del país y obligó a los trabajadores a unirse a una federación afín a su gobierno. De igual forma, entre septiembre y octubre de 1937 ordenó el asesinato de cerca de 20 mil personas originarias de Haití en los límites entre este país y República Dominicana. Aunque este hecho intentó justificarse aludiendo a supuestas conspiraciones contra la dictadura, desde antes, Trujillo ya había expresado su preocupación por la inmigración haitiana hacia su país.
Casa de Patria Mirabal, hogar de la resistencia
Patria se unió a sus hermanas Minerva y María Teresa en el esfuerzo por derrocar a Leónidas Trujillo junto con la Agrupación 14 de junio. Pedro, su esposo, también formaba parte de la organización, y ambos permitían que su hogar sirviera como punto de reunión para abordar diferentes cuestiones políticas y de planificación. Además de eso, de acuerdo con el testimonio de su hija Noris Mercedes, en la casa de la familia González Mirabal también se fabricaban artefactos explosivos.
Así se gestó un grupo revolucionario que, sin embargo, fue descubierto en 1960. Minerva y María Teresa fueron detenidas junto con sus esposos, juzgadas y condenadas a tres años de prisión. También detuvieron a Pedro, el esposo de Patria, junto con su hijo Nelson, además de a varios primos suyos.
La hermana mayor de las Mirabal era la única que quedaba en libertad, por lo que —de acuerdo con una investigación de SWI Swissinfo.ch— tuvo que hacerse cargo de mantener latente el movimiento. Una de sus labores para conseguirlo era mantener informadas e informados a sus compañeros detenidos valiéndose de diferentes engaños para no ser descubierta.
Por su parte, el régimen de Trujillo confiscó la casa de Patria y, supuestamente, puso en subasta todas sus pertenencias y propiedades; no obstante, se dice que estas últimas en realidad fueron regaladas a Alicinio Peña Rivera, jefe del Servicio de Inteligencia Militar (SMI, un tipo de organismo encargado de la investigación y represión de los movimientos de oposición contra la dictadura). Pero, a pesar de haberse quedado sin nada, Patria Mirabal no dejó de apoyar a sus familiares.
Sus dos hermanas salieron de la cárcel en agosto de 1960 pero, desafortunadamente, las Mirabal no pudieron continuar con su esfuerzo por derrocar a la dictadura: el 25 de noviembre de 1960 fueron asesinadas en un ataque dirigido por Alicinio Peña Rivera y ordenado por el dictador Rafael Leónidas Trujillo.
Cuando el vehículo en el que viajaban cerca del puente de Marapica fue interceptado, Patria se zafó de sus agresoresy se abalanzó sobre un camión del seguro social; a gritos, pidió al conductor informar a la familia Mirabal que querían asesinarlas a ella y a sus hermanas.
El asesinato de las hermanas Mirabal fue un factor determinante para que la dictadura de Rafael Trijullo comenzara a tambalearse y culminara con el asesinato del dictador el 30 de mayo de 1961.
Actualmente, en República Dominicana, Patria, María Teresa y Minerva son consideradas un ícono revolucionario; también tienen un lugar importante dentro del movimiento feminista latinoamericano. Cada 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, las Mirabal son recordadas no sólo por ser víctimas de una dictadura feroz: también, por ser un ejemplo de fuerza, valentía e inteligencia que aún perdura en el feminismo de nuestra región.
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