EPN "ya tiene la vista puesta en el fin de su periodo y en la elección del próximo candidato potencial", comentó el analista.
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Cuando el presidente Enrique Peña Nieto envíe su informe ante el Congreso, reflexionará sobre un año en el que las
tasas de homicidios se incrementaron, la economía se desaceleró y su
partido resultó fuertemente castigado en las elecciones legislativas.
Su gobierno también ha resultado golpeado por una serie de escándalos,
así como reportes de supuestas torturas y violaciones de los derechos
humanos por parte de policías y militares. Y las protestas de los
maestros disidentes contra la reforma educativa que él asegura es un
gran logro luego de que han transcurrido casi dos terceras partes de su
mandato.
“Ha sido un año muy duro para el gobierno”, comentó
Shannon O’Neil, una analista de México y Latinoamérica para el Consejo
de Relaciones Extranjeras, con sede en Estados Unidos”. “Y creo que
ahora él ya tiene la vista puesta en el fin de su periodo y en la
elección del próximo candidato potencial dentro (de su partido) y su
propio estatus de presidente cuyo poder se va debilitando. Así que no es
un discurso sencillo de dar”.
La oficina de Peña Nieto no respondió a las preguntas que le planteó The Associated Press
por correo electrónico. Se espera que el jueves envíe su informe por
escrito al Congreso y el viernes pronuncie su discurso en un encuentro
ante jóvenes.
Su informe podría verse empañado por el sorpresivo anuncio realizado
el martes en Twitter por el candidato republicano a la presidencia de
Estados Unidos, Donald Trump, de que aceptó la invitación para reunirse
en privado con Peña Nieto el miércoles. El empresario ha sido
ampliamente criticado en México por su promesa de construir un muro en
la frontera y por calificar a los migrantes de “violadores” que llevan
drogas y delitos a Estados Unidos.
Una encuesta publicada el 11 de agosto en el periódico Reforma indica que la aprobación al gobierno de Peña Nieto se encuentra en 23%,
la más baja para un mandatario mexicano desde que el diario comenzó a
realizar sondeos hace 21 años. El 74% de las personas que respondieron
se expresaron en desacuerdo con la manera en que maneja al país. La
encuesta tiene un margen de error de 3 puntos porcentuales.
La inseguridad es una de las principales preocupaciones para muchos mexicanos.
Las tasas de homicidios descendieron durante la primera parte del
gobierno de Peña Nieto, que comenzó a finales de 2012 y termina en 2018.
Pero en los primeros cinco meses de este año, los asesinatos están 16%
por encima del mismo periodo de 2015.
“Empeora más… y las autoridades no hacen nada”, comentó Alejandro
Sánchez, de 62 años, quien maneja un quiosco de revistas en el centro de
la Ciudad de México.
Sánchez señala que vive en el suburbio industrial y residencial de
Naucalpan, al noroeste de la capital, y que dos de sus amigos allí
tuvieron que cerrar sus negocios debido a las amenazas de extorsión por
parte de las organizaciones delictivas.
“Aparte de las extorsiones, robos, continuamente son robos, y más en las colonias (barrios)”, sentenció.
Muchos se quejan sobre el incremento en los precios y la falta de oportunidades laborales ante la desaceleración de la economía.
“En mi caso tengo la fortuna de tener un trabajo bien y todo eso,
pero siento que para los otros chavos (jóvenes) necesitan más apoyo y
cosas así”, dijo Ángel Díaz González, un diseñador gráfico que labora en
una empresa de telemercadeo.
Los bajos precios del petróleo, un pilar de la
economía mexicana, y otros factores externos en los que el gobierno
tiene poco o nulo control tienen al país pasando apuros. Este mes, la
Secretaría de Hacienda redujo nuevamente el panorama de crecimiento del
producto interno bruto para 2016 a entre el 2% y el 2,6%.
El hecho de que el crudo tenga precio bajo también ha entorpecido la
implementación de la muy promocionada apertura del sector energético a
las compañías privadas, aunque algunos expertos señalan que
probablemente las recompensas llegarán en el largo plazo.
Los analistas también le dan crédito a México por aplicar una
política conservadora de cobertura que ha limitado su vulnerabilidad a
la agitación del mercado petrolero y ha ayudado a que la economía siga
creciendo en momentos en los que otros países latinoamericanos que
dependen de las materias primas han resultado mucho más afectados.
Pero la mayoría de las noticias han sido malas para el gobierno.
Este mes, una investigación por parte de Aristegui Noticias acusó que grandes porciones de la tesis en derecho que Peña Nieto presentó hace 25 años fueron plagiadas
de otras fuentes no citadas, algo que posteriormente fue corroborado
por la Universidad Panamericana en la que estudió. La revelación ocurre
luego de vergonzosos reportes en 2014 y 2015 que vinculan al presidente,
su esposa y conocidos con acuerdos cuestionables de bienes raíces que
involucran a contratistas del gobierno.
El Congreso aprobó el mes pasado una ley anticorrupción, aunque está
por verse la manera en que será aplicada y existen distintas opiniones
sobre si se aprobó debido al Partido Revolucionario Institucional, o
pese a él. Peña Nieto es miembro del PRI.
“En muchas formas la corrupción ha dominado la política y la agenda
pública durante gran parte del último año. En parte debido a los muchos
escándalos, en parte debido al debate en el Congreso”, dijo Alejandro
Hope, un analista que vive en la Ciudad de México. “De alguna manera se
ha convertido en la narrativa dominante del gobierno actual, les guste o
no… Ciertamente no es el legado al que aspiran, pero probablemente es
lo que va a suceder”.
Azotado por el descontento popular, en junio el PRI ganó solo cinco de 12 gubernaturas
en disputa durante las elecciones a la mitad del período presidencial,
incluidos algunos estados en los que el partido nunca había perdido
desde su fundación hace casi nueve décadas.
Además, este año un grupo independiente de expertos difundió un duro
informe que desacredita la versión oficial de los investigadores del
gobierno sobre lo sucedido a los 43 estudiantes secuestrados por la policía en el estado de Guerrero en 2014 y que se encuentran desaparecidos desde entonces.
Han surgido también varios videos que muestran a policías y soldados
mientras torturan a sospechosos detenidos, lo que ha proyectado un
incómodo reflector sobre el comportamiento de las fuerzas de seguridad
responsables de la guerra contra el narcotráfico.
Y anteriormente este mes, la Comisión Nacional de Derechos Humanos
determinó que 22 de los 42 supuestos miembros de un cártel que murieron
durante el allanamiento a una hacienda el año pasado fueron “ejecutados
arbitrariamente” por la policía, que posteriormente plantó armas en
algunos de ellos para que pareciera que habían muerto en una balacera.
El comisionado Nacional de Seguridad rechazó las acusaciones del
informe, pero el lunes el jefe de la Policía Federal fue reemplazado en
lo que los analistas consideran es un reconocimiento tácito a la gran
cantidad de controversias en torno al departamento a su cargo.
El gobierno resalta el arresto o muerte de unos 100 preciados integrantes del narcotráfico como éxitos en su ofensiva contra el crimen organizado.
Pero incluso a la recaptura del jefe del cártel de Sinaloa, Joaquín “El
Chapo” Guzmán, en enero pasado se le restó algo de importancia por el
hecho de que su fuga de prisión más reciente ocurrió durante el gobierno
de Peña Nieto.
En el aspecto positivo, señaló O’Neil, México sigue
gozando de elevados niveles de inversión extranjera, es considerado en
general como un lugar estable para hacer negocios y ha encontrado un
interés significativo en contratos para extraer petróleo en aguas
profundas que serán subastados más adelante este año.
Hizo notar que Peña Nieto no estará mucho más tiempo solo en el
escenario, pues la campaña presidencial de 2018 ya habrá tomado fuerza
en esta época el próximo año.
“De muchas maneras, es probable que este sea el último discurso que
Peña Nieto pronuncie como la cabeza indiscutible del PRI y del país”,
comentó la analista. “Así que este es su momento para presentar lo que
él vislumbra… y creo que el desafío que enfrenta es que la mayoría de la población mexicana simplemente no le creerá“. (AP)
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