Por La Redacción
(apro).- La Organización de las Naciones Unidas
(ONU) manifestó su preocupación por el acoso a los defensores de
derechos humanos, parientes de las víctimas, testigos y abogados que se
ocupan de los casos de desaparición forzada, una práctica que a menudo
–apuntó– se ha usado como estrategia para infundir el terror en los
ciudadanos.
La sensación de inseguridad que ese ejercicio genera no se limita a
los parientes próximos del desaparecido, sino que afecta a su comunidad y
al conjunto de la sociedad, destacó la ONU en un comunicado.
“La desaparición forzada se ha convertido en un problema mundial que
no afecta únicamente a una región concreta del mundo. Las desapariciones
forzadas, que en su día fueron principalmente el producto de las
dictaduras militares, pueden perpetrarse hoy día en situaciones
complejas de conflicto interno, especialmente como método de represión
política de los oponentes”, puntualizó.
Y planteó como “motivo de especial preocupación” el acoso a los
defensores de los derechos humanos, los parientes de las víctimas, los
testigos y los abogados que se ocupan de los casos de desaparición
forzada.
Asimismo, el uso que hacen los Estados de la lucha contra el
terrorismo como excusa para el incumplimiento de sus obligaciones y la
todavía generalizada impunidad por la práctica de la desaparición
forzada.
La ONU pidió prestar “especial atención” a los grupos de personas
especialmente vulnerables, como los niños y las personas con
discapacidad.
Señaló que desde el 21 de diciembre de 2010, la Asamblea General, en
virtud de la resolución, expresó su preocupación, en particular por el
aumento de las desapariciones forzadas o involuntarias en diversas
regiones del mundo, como los arrestos, detenciones y secuestros cuando
son parte de las desapariciones forzadas o equivalen a ellas, y por el
creciente número de denuncias de actos de hostigamiento, maltrato e
intimidación padecidos por testigos de desapariciones o familiares de
personas que han desaparecido.
Por otra parte, organizaciones de la sociedad civil destacaron la
necesidad de crear en México una Fiscalía General de la República
auténticamente independiente para que investigue el paradero de más de
28 mil personas desaparecidas, por lo que hicieron un llamado al Senado
de la República para que al discutir y aprobar la creación de la
Fiscalía, que sustituirá a la actual Procuraduría, garantice la
independencia y autonomía de la institución.
En el marco del Día Internacional de las Víctimas de Desaparición
Forzada, demandaron a las autoridades fortalecer sus capacidades de
investigación de conformidad con el derecho internacional.
Además, presentaron la ‘guía de estándares básicos’ para investigar
penalmente con debida diligencia ejecuciones extrajudiciales o
arbitrarias, homicidios y desapariciones de personas.
En un comunicado, Amnistía Internacional dio a conocer que ese
documento contiene información vital para un país en el que se desconoce
el paradero de más de 28 mil personas, según datos oficiales, y en el
que las autoridades suelen realizar investigaciones omisas y
deficientes.
Según el texto, en los últimos años los casos de desaparición
ocurridos en el país muestran que las fallas en las investigaciones
comparten elementos comunes, y destaca que la búsqueda de personas
desaparecidas se inicia tarde y se ejecuta de forma deficiente.
Tampoco se preservan ni recolectan adecuadamente las evidencias, lo
que obstaculiza seriamente las investigaciones, afectando incluso la
pronta identificación de los restos que llegan a ser encontrados.
La falta de una debida diligencia en la investigación de casos de
violaciones graves a derechos humanos ha contribuido a la persistencia
de la impunidad, así como a la falta de verdad y reparación para las
víctimas, particularmente de los casos perpetrados durante la “Guerra
Sucia”, añade el documento.
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