CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En el IV
Informe de Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, al menos en el
anexo estadístico de su apartado “México Próspero”, se dibuja una
economía mexicana que no favorece a los más desprotegidos.
Por ejemplo, en materia de empleo aparecen cifras que pretenden
señalar que en este gobierno las cosas van bien. La tasa de desocupación
nacional, a junio de 2016, fue de 3.9% de la Población Económicamente
Activa (PEA), que es ciertamente una de las más bajas desde la crisis de
2009. Equivale a 2.1 millones de personas sin empleo.
Sin embargo, una simple comparación de las cifras de desempleo en lo
que va del gobierno de Peña Nieto contra las del mismo periodo del
sexenio pasado, arroja que este gobierno rinde peores cuentas.
El promedio trimestral de desempleados entre el primer trimestre de
2007 y el segundo trimestre de 2010 –el mismo lapso que lleva Peña
Nieto– fue de 2.1 millones de personas, y eso que en 2009, en plena
crisis, alcanzó tasas superiores a 6%, casi tres millones de mexicanos
en el desamparo absoluto.
En el caso de Peña Nieto, también en sus primeros 14 meses de
gobierno, el promedio trimestral de desempleados ha sido de 2.4 millones
de personas. Poco más de 300 mil personas más en el sexenio actual.
En términos relativos, es decir el desempleo como porcentaje de la
Población Económicamente Activa, con el panista Felipe Calderón promedió
4.4% de la PEA, mientras que con Peña, en el mismo periodo, ha sido de
4.6%.
La tasa de desocupación nacional no es, sin embargo, el dato que mejor refleja los problemas del mercado laboral mexicano.
Siempre esa tasa ha sido baja, pues la gente se ocupa en lo que sea
para poder subsistir, pues no hay seguro de desempleo ni otro tipo de
protección social que ayude a la gente mientras se encuentra sin empleo.
Existe un concepto llamado “Tasa de condiciones críticas de
ocupación” (TCCO), que mide el porcentaje de la población ocupada que se
encuentra trabajando menos de 35 horas a la semana por razones de
mercado, más la que trabaja 35 o más horas semanales con ingresos
mensuales hasta un salario mínimo y la que labora más de 48 horas
semanales ganando más de uno y hasta dos salarios mínimos”.
En esa condición está actualmente, según el Informe de Gobierno,
cerca de 14.5% de la Población Ocupada, es decir 7.7 millones de
mexicanos. En 2015, dicha tasa era de 12.2% de la población ocupada,
unos 6.2 millones de personas. En 2014, de 11.4%, unas 5.7 millones de
trabajadores.
Es decir, un millón y medio de mexicanos se sumaron a esas
condiciones de deterioro del empleo y el salario de 2015 a lo que va de
2016. O dos millones si se compara con 2014.
En suma, vamos de mal en peor.
Según las estadísticas del propio informe, esa tasa de 14.5% no se
presentó en ningún año de la administración pasada, con todo y que en
ese tiempo se registró la mayúscula crisis financiera internacional, a
la que llamaron “la segunda recesión mundial”.
Y ese 14.5% es la tasa nacional. Pero a nivel de entidades
federativas, en muchas está por arriba de 20%, incluso del 30%, como en
Chiapas.
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