Pedro Echeverría V.
1. Sin meterme mucho en diferencias internas en el PRI y el PAN
siempre tomo lo determinante, lo que los define como partidos de derecha
al servicio de los empresarios; obviamente entre ellos tienen
confrontaciones en cuanto a los sectores con los que se asocian o alían y
sus métodos de actuación, pero como no le busco “cinco pies al gato
porque sé que tiene cuatro”, sólo veo lo principal y determinante. En la
izquierda sí veo las diferencias: a) los radicales (que van a la raíz),
son anticapitalistas y luchan por una sociedad igualitaria; así como:
b) los electoralistas que llamo “socialdemocracia” o “centroizquierda”
que buscan cambios a partir de ocupar cargos políticos con el objetivo
de reformar el capitalismo, hacerlo más llevadero.
2. Hoy, en entrevista con Carmen Aristegui, René Bejarano, dirigente
del PRD sobre el cual en 2004 se lanzaron acusaciones criminales al
haberse difundido en la televisión el momento en que recibía dinero de
un hampón argentino Carlos Ahumada. Se olvidó o se ignoró que en México y
en todo el mundo las campañas políticas se hacen con dinero, con mucho
dinero que reparte el gobierno y particulares y no ha existido partido
político que no reciba enormes cantidades. Lo que sucedió fue que
Salinas del PRI, Cevallos y Fox del PAN y algunos perredista anti López
Obrador, le pusieron una trampa a Bejarano (el más íntimo de AMLO) y lo
grabaron recibiendo dinero; a partir de entonces arreció la campaña
contra López Obrador y contra Bejarano en particular.
3. Pero seguir pensando en ello (porque apareció en TV) denota cierto
retraso mental. Lo importante es que ese personaje, después de estar en
la cárcel salió libre y continuó con su trabajo como si nada hubiese
pasado. Era el perredista con mayor fuerza organizada en el DF y hoy, al
parecer, sigue siéndolo. Su característica principal es ser un político
muy hábil, muy pragmático, muy constante y “poco confrontador porque no
sabe cuándo necesitará hacer alianzas con ellos”. Puede pelearse con el
panismo pero “con la izquierda siempre está en condiciones de negociar
para lograr su unidad”. Y con esta idea hace la crítica a López Obrador
que “en lugar de sumar y multiplicar, resta y divide” con un discurso y
una actitud de dominio.
4. Si López Obrador y Bejarano fueron 1 y 2 de 2000 a 2005 de un
proyecto político, de acuerdo a las declaraciones de hoy de Bejarano
ahora están confrontados. Ayer escribí que me extrañaba que Bejarano y
Padierna no hayan terminado de matar al PRD abandonándolo con miles de
militantes y hoy se da la casualidad que Bejarano declara tener enormes
diferencias con López Obrador quien no sabe tratar las contradicciones
entre la izquierda, no sabe acercarse a ella y, muy al contrario, las
ofende al quererlas obligar autoritariamente a unirse a Morena. Y la
peor acusación contra López Obrador es que no quiere ganar con la unidad
de la izquierda, sino sólo continuar estando a la cabeza del movimiento
de izquierda.
5. El discurso de Bejarano, como los de López Obrador, mantienen muy
poca ideología de análisis de clase o de relaciones internacionales
porque al parecer no les interesa la educación política de las masas o
del pueblo mexicano. Bejarano con toda su experiencia política de años
otorga mucha importancia a los partidos políticos (ya entiendo por qué
está en el PRD), sobre todo a los arreglos entre la cúpula política de
izquierda; López Obrador parece haber mandado al carajo a las cúpulas
partidarias y ha preferido entrar en arreglos con personalidades como
Romo (empresario), Moctezuma (PRI), Barbosa (PRD), etcétera. No sabemos
lo que resultará, pero Bejarano adelanta de que sólo Morena no podrá.
6. Pensé equivocadamente que Bejarano y Padierna eran la parte más
izquierdista de lópezobradorismo en 2004-05, pero ahora me entero que
entre los Chuchos y Bejarano hay más coincidencias que con López
Obrador; aquellos son negociadores que no están dispuestos a chocar o
confrontarse y AMLO ha mantenido una línea de no negociación con los
partidos que firmaron el Pacto con México (PRI, PAN, PRD). Mientras
López Obrador se ha dedicado a llamar a las bases de eso partidos,
Bejarano llama a los arreglos entre dirigentes. En tanto AMLO ha
conservado cierto radicalismo y un discurso contestatario y de denuncia,
aquellos –con Bejarano- buscan legalidades entre las burocracias
partidarias.
7. Si Bejarano es un político corrupto porque recibió dinero para
campañas políticas, entonces todos los políticos y partidos también son
corruptos porque también reciben cargamentos de dinero para sus
campañas. Pero seguir con ello es de retrasados mentales. El problema de
Bejarano es otro: considerarse parte de una izquierda electoralista o
socialdemócrata que busca reformar el capitalismo respetando las
legalidades institucionales. Sí para los izquierdistas López Obrador es
un simple reformista combatido por el PRI, PAN, PRD y los empresarios,
para los chuchos y Bejarano AMLO es un radical que no respeta el poder
de las cúpulas, con un lenguaje ultra que quiere imponer sus caprichos.
¿De qué izquierdas estamos hablando? (24/V/17)
alterar26@gmail.com
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