Fruto podrido de la política neoliberal
Anuncia la reinstalación del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas
Los 40 mil desaparecidos que se heredaron de pasadas administraciones constituyen la herencia
más dolorosa y más tristeque recibió el nuevo gobierno, sostuvo el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien calificó este saldo como
el fruto podrido de la política neoliberal.
Ante familiares de desaparecidos y colectivos de búsqueda, ofreció que para la atención del problema
no habrá techo financiero, porque se trata de
una responsabilidad de Estado.
En Palacio Nacional, el jefe del Ejecutivo federal encabezó la
reinstalación del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas, acto en el
que ofreció tres compromisos para enfrentar este problema: el flujo
presupuestal ilimitado, pues a partir de un gobierno austero se pueden
garantizar recursos a asuntos prioritarios; encabezar trimestralmente
una evaluación del avance de las acciones, y atender de manera urgente
la identificación de más de 26 mil cadáveres que hay en instalaciones
forenses.
Nunca más situaciones tan lamentables como tener a los cuerpos en tráilers, en camiones, recorriendo las calles. Es dantesco e inhumano, dijo López Obrador.
Vamos a dedicar todo lo que se necesite, el Estado se va a dedicar a la búsqueda de los desaparecidos. No sólo es un asunto de una comisión, sino una responsabilidad de Estado, es decir, todas las instituciones, todo el gobierno. Ese es el compromiso, que no falten los recursos.
Reconoció que el asunto de los desaparecidos se ha convertido en un tema central en sus giras, pues las madres de las víctimas
me jalan, me sacuden, me gritan, lloran. Aguanto todo, porque sé lo que están sufriendo sin sus hijos, sin sus seres queridos.
El Presidente señaló que su gobierno no enfrentará la violencia con más violencia,
no es la ley del talión, no es ojo por ojo, pues se atenderán las causas sociales que la han generado, atribuyéndola a las secuelas del desempleo y estancamiento económico de las políticas neoliberales. La apuesta por la política social fue el preámbulo para su defensa de la Guardia Nacional como el instrumento para complementar las acciones para serenar al país.
Aunque no mencionó expresamente al ex presidente Felipe Calderón,
descalificó abiertamente su política: “Vamos a tener muy buenos
resultados, para que nunca jamás volvamos a estos años de sufrimiento y
de dolor, cuando de manera irresponsable se tomó la decisión de declarar
la guerra a un problema que surgió básicamente por la falta de
crecimiento económico y de empleo, por la desintegración de las
familias.
Se optó de manera irresponsable por pegarle un garrotazo a lo tonto al avispero y, además, con mala decisión y con las malas entrañas de querer, con el uso de la fuerza de manera autoritaria, resolver el problema. Esa política ya no regresará, porque entre todos se pacificará al país.
El mandatario admitió que no se ha podido contener la violencia, pues
no se ha logrado reducir de forma significativa la incidencia delictiva
en rubros como los homicidios o en el robo de vehículos. Sin embargo,
reivindicó su estrategia de combate a la inseguridad centrada en atender
las causas sociales –que representan 80 por ciento del programa– y la
incorporación de los militares en la atención de la seguridad pública
con respeto a los derechos humanos y con el uso moderado de la fuerza.
Alonso Urrutia y Emir Olivares
Periódico La Jornada
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