Migración
Frontera México-Guatemala, donde más se violentan sus DH
Por: Claudia Ocaranza Abascal
Cimacnoticias | México, DF.-En los últimos dos años, el número de niñas y niños migrantes centroamericanos detenidos en la frontera entre México y Guatemala, pasó de 4 mil 160 a 6 mil, a la par que se incrementaron las violaciones a sus Derechos Humanos, dijo María de Lourdes Rosas Aguilar, coordinadora de Investigación del Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova.
Entrevistada en la presentación hoy en la UNAM del informe “Niñez detenida. Los Derechos Humanos de niñas, niños y adolescentes migrantes en la frontera México-Guatemala”, la activista criticó que sea común la violación a los DH de la infancia migrante durante su detención, el envío a los albergues o estaciones migratorias, así como en la repatriación a sus países de origen.
El informe –cuyos datos no están desagregados por sexo– fue presentado por Mauricio Padrón Innamorato, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, e incluye entrevistas a funcionarios, grupos civiles de México y Centroamérica, y testimonios de 50 niñas y niños centroamericanos detenidos en la estación migratoria de Tapachula, Chiapas.
En el estudio se hace una revisión de las políticas públicas migratorias en México y se denuncia la falta de una perspectiva de respeto a los DH de la niñez migrante.
El documento realizado por el Centro Fray Matías de Córdova –con sede en Tapachula– y el Centro de Derechos Humanos de la Universidad Nacional de Lanús (Argentina), clasifica en tres tipos la migración de la infancia.
Por un lado, la niñez centroamericana que vive y trabaja en Chiapas; las y los menores de edad que están en tránsito y viajan no acompañados con el fin de reunirse con sus familias en Estados Unidos o México, y la infancia que llega a nuestro país para refugiarse por la violencia en sus lugares de origen.
En su mayoría, las y los niños migrantes son guatemaltecos, tanto los que se quedan como los que están de tránsito y buscan el reencuentro con sus parientes en EU o México, pues ya hay una “tradición familiar” de migrar. Pero otros menores de edad no pueden continuar su viaje hacia el norte y se quedan a trabajar en territorio mexicano.
De acuerdo con el informe, las y los niños migrantes están expuestos a ser privados de su libertad y repatriados sin ninguna clase de acompañamiento.
El principal problema que enfrentan durante su detención es que no hay ninguna clase de procedimiento jurídico, lo cual deja espacio para que sus derechos sean vulnerados en las estaciones migratorias, como la de Tapachula, consideró Pablo Ceriani, investigador de la Universidad de Lanús.
Otra irregularidad es su canalización, la cual debería realizarse hacia el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) de Tapachula, pero no es así y el 90 por ciento de las y los niños se quedan en centros de detención, pues –según el estudio– quienes son mayores de 12 años no son canalizados nunca.
Entre los retos de la política migratoria destaca el enfoque de “migración e infancia” orientado al principio de protección integral de la Convención sobre los Derechos del Niño, e incluya los DH de las niñas, niños y adolescentes migrantes.
El informe elaborado con el apoyo de la Fundación Ford aporta alternativas y estrategias para la protección y garantía de los derechos de la niñez migrante en la región.
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