Antonio Malacara
Henry
West fue el primero en hablarme del número 13, del poder de la unidad
actuando sobre la unidad. El recuerdo empezó a saltar en la memoria
apenas supimos de los conciertos que se preparaban para festejar los 13
años de Horizonte, la estación del Instituto Mexicano de la Radio
(IMER) dedicada al jazz, y en la que ya en alguna ocasión se programó
la excelencia freejazzera que nos dejara Henry West poco antes de su autoexilio (¿Cuándo regresas, maestro?).
Los siete conciertos subsecuentes serán transmitidos desde el Estudio A del Imer (localizado en la calle de
Mayorazgo 83) y esparcidos a en todo febrero: Alex Mercado Trío (martes 5), Israel Cupich Trío (jueves 7), Los Músicos de José (jueves 14), Agustín Bernal Cuarteto (viernes 15), la big band de Joe d’Etienne (lunes 18), Pablo Prieto Quartet (jueves 21) y el grupo de Pepe Hernández (jueves 28). Todos estos actos son de entrada gratuita, sólo hay que estar pendientes de los espacios en vivo de Horizonte (107.9 de FM) para conseguir boletos.
Cada uno de los grupos invitados tiene sus propias pistas de aterrizaje y mantiene sus propios puntos de vista alrededor del jazz; pero todos, los siete, coinciden en una misma afortunada orientación: que la música vaya más allá de aquellos estímulos sonoros que cosquillean en el ombligo, y para ir más allá, nada mejor que abrir de par en par las tres compuertas del respetable; a saber, el cerebro, el corazón y el triperío, para que intelecto, sentimiento y visceralidad logren entrar juntos (que es la única manera de entrar) a las regiones de la plenitud. Y el jazz es un vehículo idóneo para todo ello… pero el jazz de verdad, y no las músicas menopáusicas, las tonadas de elevador que luego nos andan recetando Sadao Watanabe o Kenny G o especímenes por el estilo.
Pero
ya estoy en otro viaje, ya estoy jazzeando. Lo que quería decir es que
entre los invitados al 13 aniversario de Horizonte me llama
particularmente la atención el trío de Israel Cupich, pues acaba de
sacar un álbum de enorme fuerza expresiva, impregnado de esos
venturosos segmentos de improvisación que apenas rozan el nivel de la
conciencia, tan sólidos como vaporosos, y que los maestros –los jóvenes
maestros de este trío– arrojan, expulsan, proyectan desde las
profundidades de su ánima, de su ánimo, de su sustancia.
Es el jazz contemporáneo en plenitud (otra vez), el decir y el hacer que se desprenden de los diferentes acentos bop que flotaban en el siglo XX, pero que ahora se articulan con otros giros, otros modos, con nuevas inflexiones y renovada intensidad. Son Israel Cupich al contrabajo, Roberto Blanco en el piano y Gustavo Nandayapa en la batería. Tres jóvenes con mucho camino andado, tres chavos a los que seguramente les sobran retos y desafíos en las alforjas, pero que a cada paso nos dejan un estupendo sabor de boca.
En el futuro inmediato aparecerá un álbum grabado en diciembre pasado por Abraham Barrera, Antonio Sánchez y Aarón Cruz. Las composiciones son de Abraham, la vastedad musical es de ellos tres y la impaciencia es de todos nosotros. Por primera vez, desde que emigrara hace veintitantos años, Antonio viene a México para grabar con músicos mexicanos.
Alberto Zuckermann se presentará con su trío, el próximo viernes 8 de febrero, en el Jazz Base (Calle 21 número 133, en la colonia San Pedro de los Pinos), uno de los nuevos lugares de jazz en la ciudad de México. Si algún chaval no ha escuchado todavía al maestro Zuckermann, ésta es una buena oportunidad de conocer a uno de los mejores pianistas del país.
Y, hablando de nuevos lugares y estupendos pianistas, les informamos también que el Centro Cultural Canacintra (localizado en avenida San Antonio 256, esquina Patriotismo; muy cerca del Jazz Base) acaba de abrir el ciclo Miércoles de Jazz. Por lo pronto, el miércoles se presentará Carlos Tercero acompañado por dos grandes: Fernando Caballero, El Cabezón, en la batería y Manuel Fernández, El Camarón en el bajo eléctrico. Salud.
Es el jazz contemporáneo en plenitud (otra vez), el decir y el hacer que se desprenden de los diferentes acentos bop que flotaban en el siglo XX, pero que ahora se articulan con otros giros, otros modos, con nuevas inflexiones y renovada intensidad. Son Israel Cupich al contrabajo, Roberto Blanco en el piano y Gustavo Nandayapa en la batería. Tres jóvenes con mucho camino andado, tres chavos a los que seguramente les sobran retos y desafíos en las alforjas, pero que a cada paso nos dejan un estupendo sabor de boca.
En el futuro inmediato aparecerá un álbum grabado en diciembre pasado por Abraham Barrera, Antonio Sánchez y Aarón Cruz. Las composiciones son de Abraham, la vastedad musical es de ellos tres y la impaciencia es de todos nosotros. Por primera vez, desde que emigrara hace veintitantos años, Antonio viene a México para grabar con músicos mexicanos.
Alberto Zuckermann se presentará con su trío, el próximo viernes 8 de febrero, en el Jazz Base (Calle 21 número 133, en la colonia San Pedro de los Pinos), uno de los nuevos lugares de jazz en la ciudad de México. Si algún chaval no ha escuchado todavía al maestro Zuckermann, ésta es una buena oportunidad de conocer a uno de los mejores pianistas del país.
Y, hablando de nuevos lugares y estupendos pianistas, les informamos también que el Centro Cultural Canacintra (localizado en avenida San Antonio 256, esquina Patriotismo; muy cerca del Jazz Base) acaba de abrir el ciclo Miércoles de Jazz. Por lo pronto, el miércoles se presentará Carlos Tercero acompañado por dos grandes: Fernando Caballero, El Cabezón, en la batería y Manuel Fernández, El Camarón en el bajo eléctrico. Salud.
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